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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA AÑO II. NO 41 / 04-01-2015
LA CARICATURA, SU FUNCIÓN SOCIAL. Parte II “Más debe la moral al temor de la sátira que el amor a la virtud” César Rengifo (14/05/1915 - 02/11/1980)
Ya para el Alto Renacimiento habla alcanzado la caricatura tan elevado prestigio, que era cultivada por artistas célebres como: Aníbal Carraccio, Baccio de Bianco, Pedro Belloti y Gerónimo Bosch. A partir del siglo XVII toma la caricatura en cada pueblo caracteres diversos y así la encontramos en Inglaterra, esencialmente política, siendo el más importante de sus cultivadores William Hogart, cuya obra llamada Las Elecciones, alcanzó notable celebridad, por ser ella un comentario burlón a las corrupciones electorales. También son muy conocidos sus dibujos contra el clero y el fanatismo. Se diferenciaba entonces la caricatura inglesa de la francesa, en que era puramente política en la primera, en tanto que en Francia abarcaba todos los aspectos sociales; las costumbres, las modas, las aberraciones sexuales, todo era allí ridiculizado con una gracia exclusiva del pueblo francés. Y con Rabelais, Boileau, Baumarchais, Scarron y Moliére, adquiere la sátira una firme fuerza constructiva, pudiendo decir Voltaire que: "El ridículo ha adquirido tal fuerza en Francia, que es hoy el arma más terrible que pueda esgrimirse". Quizás por ello, durante el reinado de Luis XV es suprimida con todas las otras libertades del pensamiento popular; sin embargo, desde el anonimismo sigue combatiendo a la corrompida clase dominante, intensificando más su combatividad en los comienzos de la Revolución, bien en libelos o por medio de dibujos. El envilecimiento de la nobleza por su lujo y ociosidad fue motivo para ello, y el pueblo francés, por medio de sus artistas satíricos, desnudaba toda su corrompida intimidad. Triunfante la Revolución y esparcidas sus ideas por toda Europa, la caricatura se divide en dos
bandos, y así vemos a los ingleses conservadores empleándola para atacar a las nuevas ideologías, mientras que las masas populares se siguen valiendo de ella para hacer más extensiva su crítica al viejo estado social. Años después, cuando ya Francia cansada de luchas internas y extraviada en un confusionismo total se entregó a la dictadura, la caricatura fue lentamente decayendo y es de notar que durante todo el período napoleónico, casi no toma parte activa en la vida política y aún más, parece que esta luchadora incansable y jovial, hubiese sentido respeto por el genio de Napoleón, pues esa figura que llenó al mundo en su época, no fue nunca directamente atacada por ella.
AÑO 2015 ¡¡¡ CENTENARIO CÉSAR RENGIFO !!!