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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA AÑO II. NO 43 / 25-01-2015
EL ARTE Y EL ESTILO. Parte I César Rengifo (14/05/1915 - 02/11/1980) Conferencia dictada en el marco de la "Muestra de Pintura Venezolana", organizada por la Sociedad de Estudiantes de Ingeniería Agronómica de la UCV. Maracay, 1954.
Quiero, antes de ir adelante con el tema de esta breve charla, felicitar con entusiasmo a la Sociedad de Estudiantes de Ingeniería Agronómica, por las jornadas de arte que de manera continuada vienen ofreciendo en esta ciudad de Maracay. Para el desarrollo cultural de esta localidad, habrán de ser trascendentes esas jornadas y más aún si las acciones artísticas que se realicen van acompañadas de la divulgación teórica que oriente. Esas jornadas, que contribuyen a despertar inquietudes y estímulos en torno a las diferentes manifestaciones artísticas, habrán de ser trascendentes para el desarrollo y progreso cultural de esta importante localidad venezolana. Son ellas una siembra de segura fecundidad para el porvenir. Es esta labor una respuesta para quienes creen y afirman que la juventud venezolana es sólo frivolidad y disolución, y que yace perdida entre la barahúnda cosmopolizante que por doquier amenaza con deformarnos como pueblo y nación. Si es verdad que el ambiente enturbiado por expresiones de una sensibilidad descompuesta, donde el juego de azar, el alcohol, el deporte comercializado, el sensualismo personalista, un cine vulgarizado y enfermizo, una radio malsana, contribuyen a desviar y corromper una parte considerable de nuestra juventud, queda el consuelo y la esperanza de saber que no toda se ha dejado apresar en esa inmensa y terrible telaraña, sino que a su margen hay jóvenes sanos que estudian, trabajan y miran al porvenir con fe, sabiendo que él será, por imperativo histórico, no el producto de la frivolidad y la decadencia, no la consecuencia de lo que deje el alcohol, el juego de azar y la corrupción, sino el producto de lo que el trabajo, el estudio, las ciencias y las artes vayan creando. Por eso, mucho de ese futuro fecundo lo están sembrando los jóvenes estudiantes de
ingeniería agronómica con su ejemplo y realizaciones. Por eso califico a estas jornadas de arte, preparadas por ellos, como de trascendentes. Y bien cabe aquí una digresión sobre esta labor de los estudiantes de agronomía. Para muchos quizás resulte un tanto extraño que sean ellos, estudiantes de una rama científica, mirada hasta hace poco tiempo con cierta indiferencia entre nosotros, los que estimulen y promuevan actos artísticos. Esa extrañeza es comprensible si se considera que para no pocas personas ciencia y arte son actividades antagónicas, reñidas e incompatibles entre sí. Pero nada más falso. Ciencia y arte son sólo actividades diferentes, hijas siempre del espíritu creador del hombre; antes que excluirse, se complementan, construyendo los fundamentos de todo progreso y perfección. Hay mucho de ciencia en la obra de arte genuina, como hay mucho de arte en la acción científica. Una sinfonía de Beethoven, un monumento arquitectónico, una pintura de Memling o Leonardo están sustentadas por una estructura donde el oficio y el conocimiento de leyes fundamentales, forman el basamento para el desarrollo emocional. Igualmente las teorías de un Einstein, los descubrimientos de Pasteur en el campo microbiano y las aportaciones de Michurin, han estado alentadas por la profunda emoción de crear; que emoción artística es su deseo de hacer más buena y hermosa la vida del hombre, de proyectar el espíritu de éste hacia la verdad y el dominio del Universo. La preocupación artística de los estudiantes de agronomía no es, pues, sino una manera de realizarse como científicos. Y dicho esto, entraremos en la materia que motiva esta charla. Manifesté hace poco que estas jornadas de arte se harían más fecundas, a medida que junto a ellas se hagan acciones divulgadoras. Al hablar de
AÑO 2015 ¡¡¡ CENTENARIO CÉSAR RENGIFO !!!