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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA AÑO II. NO 72 / 16-08-2015
JOSÉ CLEMENTE OROZCO, PINTOR TERRENAL. 1949. Y Parte II Pasada esa época de explosión revolucionaria, la burguesía paró el carro victorioso y comenzó a construir su mundo práctico sobre el dinero. Los ideales humanísticos son dados de lado, las ideas se hacen reaccionarias, la vida va moldeándose dentro de la chata silueta de una moneda. Las masas y los intelectuales progresistas se sienten defraudados y reaccionan. Las primeras ven forjarse en su seno al proletariado y con él a la vanguardia de su lucha reivindicadora, los segundos se sumergen en la actitud sentimental contemplativa, como reacción de desprecio para el mundo que capitanean los burgueses. El romanticismo surge como producto de esa actitud. No llega a ser estilo por cuanto sólo sienten así los intelectuales incapaces de poseer la combatividad, resolución y fuerza de una clase. Por eso el romanticismo, como dijera Wladimir Weidle, no es un estilo sino la muerte de él. Actitud de fuga frente a la realidad, de retroceso, es la derrota del pensamiento burgués frente a la realidad. Los artistas de la burguesía no tenían ideal concreto, orgánico, con la humanidad, por qué luchar. La vida sentimental como refugio necesario es el umbral de la posterior torre de cristal. Y se acentúa esa actitud artística, precisamente, cuando ya los medios de producción capitalistas van generando sus propias contradicciones. Las máquinas comienzan a desplazar a los hombres, provocando la iniciación del desempleo; el exceso de producción en determinados renglones, obliga a destruir lo producido para sostener los precios. La lucha entre capital y trabajo iniciaba su crisis. Se acentúa la desconfianza en el régimen. Los intelectuales, obligados por el mecanismo práctico de la vida que se impone, anhelan salvarse también del morbo romántico, e inician el sálvese quien pueda, en busca de metas particulares donde pueda estar la verdad y la seguridad propia. Algunos comprenden el retorno hacia la naturaleza, pero desarticulados y posesos ya de un agudo individualismo, no ven al medio
César Rengifo (14/05/1915 - 02/11/1980)
Régulo Pérez.
natural como un todo orgánico y dialéctico, sino como fragmentos, como impresiones fugaces, como luz resuelta en prismas y vibraciones. El contorno definido donde todo se organiza quedó roto, para permitir la dispersión fragmentaria de la línea y el color. El arte daba ya la dimensión del drama de nuestro tiempo. La crisis de los principales valores morales, precipitada a medida que se acentuaba el fracaso del régimen, expresábase en el arte, privando a éste de unidad, de contenido ideológico y de ética. El arte, sin plataforma de ideas e ideales éticos, se transformó, mediante la angustiosa soledad del hombre, en hitos formalistas por encontrar una expresión pura, individualizada. Los fauvistas, con Cezanne a la cabeza, pretendiendo el retorno a la estructura lineal, pero carentes de ideología orgánica, sólo abren las puertas para la aridez geométrica y los sucesivos ismos.
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Los arquitectos, forzados por el maquinismo y las concentraciones urbanas y fabriles, llegan a lo exclusivamente funcional, donde alternan los espacios desolados con las cavidades cuadradas que miden y fijan precios al aire. Mediante la civilización impuesta por el capital imperialista en expansión, el arte se estandariza, la personalidad se diluye dentro de su formalismo, y cuando aparece como abstracción pura, lo hace bajo formas repetidas que recuerdan desagradablemente la fabricación en serie de peltres y sanitarios, quedando así sustraído totalmente de ser expresión de conciencias sociales. Sus vértebras sustanciales han sido sustituidas por mixtificaciones hijas de un renovado idealismo filosófico o por actitudes que se confunden con las contemplaciones religiosas. O también bajo el predominio del subconsciente sobre el mundo de la conciencia. Tal la situación del arte en el mundo —salvo la excepción de la Unión Soviética, donde ya Gorki, Maiakovski, Vera Mujina y otros, anunciaban el realismo socialista— cuando Orozco inicia su tránsito de pintor. Por doquier se afirmaba que el formalismo y los demás ismos, eran el encuentro por parte del hombre de la verdadera libertad individual. Por ahí y por allá la propaganda de un arte deshumanizado, como expresión del universalismo, era la verdad de nuestro tiempo. La crítica organizada al servicio del decadentismo no cesaba —ni ha cesado aún— de presentar al individualismo formal como la única ruta a seguir por jóvenes que se respeten. En nuestra joven América el terreno era propicio. Dependiente en casi toda la producción de Europa, presa colonial del capital imperialista, las formas estándar de la cultura, la civilización y el arte sentaban sus reales por doquier. Bajo los yugos de sus propias castas dominadoras, dentro de condiciones feudales agobiantes, el hombre americano, todo sufrimiento y esperanzas, ha estado buscando su camino, rodeado de todo cuanto otorgan los poderosos, sin poder crear su propia vida, sus propias expresiones definitivas.
Pero tras cuantiosas vicisitudes, las masas agrarias mexicanas se pusieron de pie e iniciaron la marcha en busca de su destino. Y con ellas, el hombre americano comenzó también a marchar hacia adelante, incorporándose al proceso artístico y cultural con vigoroso sentimiento. Orozco se situó junto a su pueblo, a su tiempo, y de frente a la realidad histórica. Hijo de un pueblo cuya pasión artística se pierde en un pasado que cae más allá de la historia, goza el encadenamiento a una cultura nacional propia, jalonada de hitos pétreos y gloriosos. A sus espaldas en el tiempo, alzábanse las huellas de Mitla y Chichén Itzá, Teotihuacán y Tenayuca, los frescos de Tizatlán y también la pétrea lentitud de Xolotl, impasible conductor de muertos. Frente a él, en su realidad temporal, mostrábase el gran despertar de las masas y la alborada de la Revolución que llevaba adelante las ideas de Marx y Engels, Lenin y Stalin. Orozco advenía en un tiempo de alba y de combate. Con clara visión el pintor ve lo que muere y lo que nace, todo lo que se va y todo cuanto adviene. Delante suyo sepáranse una noche y un alba. Sin vacilar se dirige hacia lo que llega, hacia la roja claridad del nuevo despertar. Su actitud sincera busca al hombre que avanza. Pisa sin vacilaciones la podredumbre y la ñoñería artística que se muestran como modas ultra cultas; margina la vaciedad formalista, todo oropel, y recobra la plástica orgánica que se apoya en el tiempo, en la tierra, en la sociedad, en la historia, en ideas e ideales, y con ella, así comprendida, teje una bandera radiosa, toda plenitud, toda verdad, y la pone a la vanguardia de las grandes mayorías que piden justicia, que sufren y asientan las bases de un mundo mejor y que requerían verse expresadas en el arte. A pesar de que él mismo afirmaba que no hacía política sino arte, toda su obra lleva tal contenido y fuerza ideológica, que hacen de ella uno de los más firmes acicates de la revolución social de nuestro tiempo. Ahí tenemos ese fresco todo angustia, y optimismo
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también, que nos muestra el hundimiento del viejo orden. En el fondo todo el maquinismo, toda la arquitectura árida y desolada, insensible, de un régimen que se hunde movido por tremendo cataclismo, mientras un obrero y un campesino marchan hacia adelante, hacia un orden nuevo, volviendo ligeramente la cabeza hacia atrás para despedir con serenidad a todo cuanto cae y cuyas ruinas, están seguros, no llegarán hasta ellos ni hasta su porvenir. Allí está su Prometeo, símbolo del hombre que, incapaz de encontrar la verdad con el fuego de su pensamiento, ha sido víctima de aquel que le devora rostro y cerebro. O su barricada señalando cómo aun por sobre las inmensas masacres de obreros, soldados y campesinos, aun sobre la muerte, siempre se alzarán brazos humildes para la conquista de la dignidad del hombre. Y esa, su justicia, crítica implacable a un estado de cosas viciado. La justicia, prostituta en camisa, baila entusiasmada abrazada al rico, quien sostiene en sus manos la bolsa y el puñal. La mujer ya no es ciega, pues ha bajado la venda de un ojo, el que guiña con comprometedor cinismo a su acompañante, quien también le hace un signo comprensivo. Sobre el altar que la hetaira ha abandonado, la espada muestra el pico agudo de un embudo, es decir, la ley que ella aplicará a los humildes en beneficio de quien tiene el oro y el arma. O sus grandes manos alzando la roja bandera sobre un fondo estremecido por el alba roja. Es el hombre, es el pueblo, es la clase proletaria marchando bajo un canto estremecido hacia los caminos del porvenir, esa es la pintura de Orozco. Mucho se habla de que el arte no es asunto. Mucho se dice de demagogia en él, mucho se denigra de quienes asientan que el arte es afirmación perenne del hombre y sus más fieles realidades, El arte es arte y no asunto, ni política, ni revolución; el arte es arte, dicen. Pero no indican claramente qué es el arte para ellos. Frente a la inmensa e innegable obra de José Clemente Orozco, cabe preguntar a tanto
bajo tenor de pacotilla, si hay mengua en el arte de Orozco porque en él se traten graves asuntos sociales y humanos, Si cuando expresa plásticamente el hundimiento del viejo orden o su inmenso fresco sobre la dialéctica, está sólo haciendo asunto y marginando al arte. Eso es sólo una pregunta a quienes pretenden situar el arte en el vacío, igual a sus cerebros y corazones. Orozco ha mostrado que la plástica no es artículo de lujo para círculos pequeños ahítos de alcohol y palabrería hueca, para los eternos cultistas del conocimiento, para los hijos 'directos de los sacerdotes de Egipto, que aún creen que el arte debe ser sólo patrimonio de pocos y que, para esos pocos, envía las fuerzas sobrenaturales del más allá. Orozco calla toda esa vocinglería con su labor gigantesca. Desde los mismos umbrales de su obra exclama: El arte pertenece al pueblo, es su propio corazón, su sangre y su bandera. Por eso, el pintor no esquiva ir a su pueblo, nutrirse de lo nacional. Abreva en su propia tierra las pulsaciones más hondas de la humanidad y las vuelca, hechas espíritu imperecedero, hacia las rutas del tiempo. Con él va la sabiduría de los grandes maestros: Giotto y Miguel Angel, Masaccio y El Greco, Goya y los artífices mexicanos. Mañana, cuando su pintura diga a los hombres — habitantes ya de un mundo sin drama— su mensaje plástico, ellos sabrán comprenderlo como un trofeo que les sirvió de ayuda para su vida feliz, y por sobre todo, cuanto dijo de rebeldía, de angustia, de odio crepuscular; sabrán advertir todo cuanto de valor plástico contiene, todo cuanto de básico aportó para el arte luminoso que ellos ya tendrán, lo aportó desde el tormento de sus líneas y colores violentos. Orozco comienza a vivir para este tiempo de bondad y justicia. Y ya sobre su tumba pueden grabarse con segura voluntad aquellos versos de Jorge Manrique: Que aunque la vida perdió nos dejó harto consuelo su memoria.
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Rentismo e industrialización Néstor Rivero La Revolución Bolivariana nación en Industrialización, con sus ciclos de el marco de una economía rentista y transferencia tecnológica? ¿Dónde monoproductora de más de ocho identificar el sector privado con décadas, que importaba –e importa ánimo de asegurar junto al Estado, todavía– más de la mitad de los la continuidad en los planes de articulación entre plantas bienes de consumo masivo de la población. industriales y centros educativos – Inces, escuelas técnicas, institutos Nace, pues, el proyecto de cambios plasmado en la Constitución de 1999, tecnológicos y Unefa– en los que a contracorriente del orden debe formarse el talento susceptible hegemónico de la economía de proveer nuevo conocimiento para internacional, el cual configuró la desarrollar las líneas de producción economía venezolana a partir de la y gerencia, tanto las que ya actividad extractiva, despojándola funcionan en el país –Pdvsa, Cantv, Lácteos Los Andes, Sidor, Aceite de su potencial de autosostenibilidad, para que la Diana– como los hoy detenidos resultara imposible zafarse de la “Fundos Zamoranos” entre otras unidades productivas endógenas? dependencia externa, en cuanto a las ¿Un programa de industrialización necesidades de consumo masivo y la mitología forjada en torno al dólar. debe enfatizar en el sector Así, el modelo político de la IV manufacturero, en el ramo República, amamantado con la ubre de extractivo-minero, o el agrola renta petrolera, encajó a la alimento? ¿O todos deben acometerse perfección dentro de aquella a la vez? estructura económica parasitaria y En la última se acordaron convenios su régimen de control sobre los con Irán y China que permitieron circuitos de distribución de traer “Fábricas-Madre”, para la construcción de maquinaria, alimentos, detergente, cauchos o medicamentos, mediante el “abuso de herramientas y piezas, con las posición de dominio” por monopolios cuales “armar” fábricas de distinto y oligopolios. tenor en varios estados de Por ello, solo en tiempos de cambios Venezuela, ¿conocen los gobernadores radicales y de vocación de aquellos estados adonde se antiimperialista tajante, se hace remitieron las cajas con los componentes de estas “Fábricasposible concebir y ejecutar contra la marea imperial, un programa de Madre”, que muchas de estas se desarrollo que enfrente cenáculos encuentran aun embaladas y sin importadores y sus casas matrices, lineamientos de parte de los estadounidenses y europeas. Así, funcionarios que debían ponerlas a funcionar? Por allí pasa el reto de cabe hacerse en voz alta algunas preguntas. superar el rentismo. ¿Cuál es el sector económico del país que está en condiciones de nestor5030@gmail.com adelantar –más allá de sustituir la Caracas importación de partes”– la
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¿Por qué suben los Precios de Bienes y Servicios? Rafael Febles Como bien sabemos el país atraviesa una vorágine de incrementos de precios de manera desmedida y descontrolada que indudablemente no obedecen a una lógica económica y mucho menos a una intencionalidad inocente. Por donde se le mire, se puede establecer sin necesidad de ser un especialista en el tema, que no hay manera de justificar el incremento de productos tanto de primera necesidad así de otros que aun no siéndolos igualmente se observa una carrera loca al incremento. Un analista de costos que los hay y muy buenos no requiere meterle lupa extra a cada uno de los costos que integran un producto final, ejemplos, podemos ponerles suficientes, en el presente caso, tomaremos dos, uno de demanda casi diaria y de preparación fácil, nos referimos a la criollita arepa; es el caso que, un precio de bs 600,oo con el relleno que usted le ponga, desde el celebre perico hasta la de queso amarillo o blanco o la famosa reina pepeada, que en ningún caso justifican el precio, así le cargue todos los costos del negocio, impuestos, etc, etc. Otro caso, es el de los vehículos y su precio y esto no es nuevo y viene mucho antes del presente año, tratándose de una especie de colorín colorao el cuento no se ha terminado, debido a unos incrementos de precios que nada tienen que ver con estructura de costos alguna y de ninguna manera con el castigado y llamado dólar paralelo o dólar today, esto viene repetimos desde tiempo atrás y nos lleva a la conclusión que hay una serie de factores que son aprovechados en el contexto de la denominada guerra económica pero cuyo origen obedece a la insaciable manera de entender el capitalismo salvaje en Venezuela; es histórico y recurrente llamémoslo de esta manera, que aquí pasan cosas en la economía que no ocurren en otros países lo que demuestra el adolecimiento inveterado de políticas claras y ejercicio de la autoridad de los órganos competentes, igual en el tiempo ha experimentado el mercado inmobiliario. Es decir que, hay una extensión de un fenómeno con antecedentes comprobables que se le ha dado un carácter ahora si, político y de contenido subversivo.
El tiempo y el espacio hay que determinarlos en su exacta dimensión para recurrir con propiedad al establecimiento del porque el incremento actual de precios en bienes y servicios. Por otra parte, es necesario abordar el tema académico de las causas que originan la inflación y la escasez, variables económicas que inciden en la perdida del rendimiento del dinero y su poder adquisitivo; una demanda insatisfecha teóricamente produce baja en los precios y una oferta insatisfecha produce escasez y por ende incrementos de precios de bienes y servicios, esa es la razón conocida y a la cual, se le ha dado soluciones en muchos casos y países. Ahora bien, ante que situación estamos y al respecto nos podemos preguntar, son validos los argumentos académicos citados para justificar la actual coyuntura de precios elevados, indudablemente que no, entonces, estamos ante una nueva cualidad en el incremento de precios que obedecen a una escalada bien planificada y de corte político con características desestabilizadoras, es decir, estamos ante una inducción bien planificada con contenidos sicológicos intensos que han producido no solo el incremento de precios sino una alteración del orden social en cuanto a la disponibilidad de productos escasos que en realidad si existen cantidades suficientes y producción e importación adecuados al total de la demanda, de no ser de esta manera, el pueblo estuviera reaccionando de manera distinta. Como pueden observar, esto no es un tratado acerca de los precios y el porque ocurre lo que ocurre, sencillamente tratamos de explicar que el verdadero culpable de lo que está pasando si hurgamos extremadamente fino, podemos concluir que no es el gobierno, por tanto, se impone una nueva manera de resolver el asunto apelando a la conciencia y la inteligencia popular, porque silenciosamente estamos siendo atacados inclusive por agentes externos como se ha hecho ver en los operativos de la OLP, con la cantidad de extranjeros inmersos en tales tareas que chocan contra el gentilicio del venezolano.
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PÍO TAMAYO (El Tocuyo 04-03-1898 / 05-10-1935 Barquisimeto)
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A 11 AÑOS DEL REFERENDUM "¿Está usted de acuerdo con dejar sin efecto el mandato popular, otorgado mediante elecciones democráticas legítimas al ciudadano Hugo Rafael Chávez Frías, como presidente de la República Bolivariana de Venezuela para el actual período presidencial?
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AGRADECIMIENTO: Carlos Vargas César Rengifo Francisco Manzur Humberto Vargas Iván Lira Jesús Mujica Rojas Néstor Rivero Rafael Febles Régulo Pérez Tano
Diseño y Diagramación: Angela Manzur de Mujica
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