LA URDIMBRE WAYUU Jesús Mujica Rojas Ceramonauta “Waleker, La Madre Tejedora copió los colores con que los Grandes Seres Prodigiosos tejieron los paisajes. Imitó las mantas que tejen las lluvias de Juyá sobre las llanuras; las enredaderas que se entretejen sobre los árboles; la armonía de los crepúsculos vespertinos; el cobertizo de las neblinas que cubren la cuesta azul de los montes y la blancura de las nubes que afloran el infinito”. Josefa María A’apüshana Guarero, 1994.
EL TEJIDO GUAJIRO Mi abuela, Josefa María A’apüshana, nació en Ipa’apur (Ipapure), el “sitio de las piedras”, el lugar de origen del clan A’pushana en la Media Guajira. Ella vio la luz hace 111 años. Su piel está cuarteada como el suelo seco y calcinado de La Guajira. Sus manos han tejido centenares de Süi (chinchorros) y Jama’a (hamacas). Sus pies han caminado toda la extensión de la tierra Wayuu. Sus ojos han visto nacer y morir a gran parte de su descendencia. Su hablar es pausado, con el tono de la autoridad y la sabiduría del tiempo... Con la ternura de la Gran Madre, un día mientras ordenaba los hilos en su telar, haciendo la urdimbre del tejido para confeccionar la trama del Sheii, la manta funeraria, donde envolverán su cuerpo una vez que su espíritu parta a la tierra de los muertos: Jepira, nos narró muchos cuentos sobre los orígenes de los orígenes; sobre el oficio 1 de las tejedoras... en el
fogón, las brasas rechinaban cada vez que la grasa de la pieza de chivo caía sobre ellas... el olor de la carne asada se percibía... y sus palabras se dirigían a nuestros corazones... “Mis nietos, los nietos de mis abuelos por tres veces, nos hablan de los orígenes de los primeros Wayuu cuando nada existía en nuestra tierra... estas historias las escribieron con la saliva de sus bocas prodigiosas... La primera generación de Pülashi, los Grandes Seres Prodigiosos, fueron los creadores de las plantas, los animales y de nosotros los Wayuu que fuimos dotados del don de la palabra, el movimiento y la memoria. Weinshi, el tiempo, y su primo Sawai, la oscuridad, eran dueños y señores de todo o mejor dicho de la nada... luego llegó Ara’liatuwaratuy, la claridad del cielo... pero seguía siendo igual, la nada, era lo único que existía. Weinshi, Sawai y Ara’liatuwaratuy, conferenciaron mucho sobre la manera de cambiar la nada. Hasta que acordaron encomendarle a Juyá, llu-
via, a Mma, la tierra, a que dieran flores y frutos. Siki, el fuego y a Joutay, el Por su parte Siki buscó a viento, que crearan la vida Kai, el sol, para que alumpara que la nada desapa- brara durante el día la tiereciera. Pues bien, Juyá, rra y a Kashii, luna, para Mma, Siki y Joutay... los que atendiera durante la elementos, disertaron noche y controlara el flujo sobre la manera de crear de las plantas y las mareas la vida y acordaron que de Pala’a, la mar. Juya, lluvia, copulara sobre Mma, la tierra... inme- Después crearon los anidiatamente Mma hizo males: aves reptiles, insecbrotar de su vientre la tos, venados y todos los simiente de la vida y las animales que hoy conoceplantas nacieron y se pro- mos... Luego el gran Padre pagaron en todo el cuerpo Maleiwa bajó por Itojolü, la costa, en de Mma... Joutay, el vien- hacia Jotoma’ama (donde hubo to alimentó con su suave aire las plantas y Juyá llu- quemazón) en la orilla de via, las fecundó con su la mar, frente al Cabo de la líquido vivificante para idealidadavanzada@gmail.com