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Las Pymes industriales

Realidad de las Pymes industriales

La pandemia provocó numerosos problemas tanto en lo referente al aspecto social como al aspecto económico. Pero, sobre todo, fueron devastadores, para la industria los 21 días que estuvimos parados. Durante ese lapso se frenó toda actividad comercial y lo relacionado con la entrega de productos terminados de nuestra industria.

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Las Pymes de Neuquén sufrieron la pandemia de manera significativa. En primer lugar, porque se han reducido casi al 95% las inversiones. Además, a los problemas de la pandemia se le sumó la situación económica del país. En consecuencia, resulta imposible visualizar un futuro cercano. La actividad hoy no tiene inversión y está anestesiada. Si bien tenemos fe en que este escenario va a cambiar, la situación de stand by en la que nos encontramos es preocupante. Por otro lado, a estos factores hay que agregarle lo vinculado con el mercado local de la provincia de Neuquén. Desde la perspectiva de ADINEU no tiene sentido que sigamos con la extracción de gas y de petróleo si eso no se traduce en un derrame real en nuestra actividad local. En los últimos años se han invertido más de 25.000 millones de dólares en la actividad hidrocarburífera. Sin embargo, la situación es crítica: en la ciudad de Rincón de Los Sauces o en Añelo o en Plaza Huincul o Cutral Co ―áreas netamente hidrocarburíferas― carecen de infraestructura, tanto de hospitales como de escuelas. En efecto, la gente está cansada de ver cómo las grandes inversiones que llegan se realizan para que en Neuquén quede poco y nada. Este modelo, que, posiblemente, hace años dio buenos resultados, es el mismo que hoy, evidentemente, no está funcionando, ha quedado obsoleto. Por ello, creemos que es nuestro gobierno el que tiene que apoyar e impulsar el cambio. Necesitamos un modelo que nos involucre como sociedad, que demande de los ciudadanos un rol activo y participativo. En este sentido, nuestro principal problema es que la industria hidrocarburífera no nos está incluyendo dentro de su sistema de producción. Necesitamos que nuestro gobierno nos posibilite incluirnos a esa industria para que exista un derrame sobre nuestra provincia que nos permita crecer económicamente. De lo contrario, poco sentido tiene que se lleven los recursos de Neuquén y que acá no queden servicios estables ni industria. Solamente veamos cuáles son las nuevas industrias que hemos tenido en los últimos diez años: prácticamente cero. A pesar de ser Neuquén la mayor exportadora de gas natural a Chile y de tener ―en nuestro suelo― los cimientos de gas, no tenemos ningún tipo de industria que esté relacionada con esa gran producción. ADINEU, ante esta situación, celebra el trabajo hecho dentro de la Federación de Cámaras del Sector Energético de Neuquén (FECENE), ya que es un motor importante para lograr nuestros objetivos. Creemos que es a través de la federación que ADINEU, como el resto de las cámaras, puede llegar a ser escuchada por nuestros gobiernos (sobre todo el gobierno nacional, pero también el gobierno provincial) y ―por supuesto― por las operadoras, que por alguna razón no nos involucran dentro de la actividad productiva del gas y del petróleo. Para concluir, me gustaría, a través de este medio, invitar a todos los industriales de Neuquén, y aclarar que ser industriales no significa tener una gran tornería o una gran fábrica. Son industriales quienes, de alguna manera, transforman una materia prima. Quien trabaja en una panadería que convierte su harina para producir pan es también un industrial. Nuestro deseo es que todos los industriales de Neuquén formen parte de ADINEU para que, entre todos, podamos lograr que este derrame sea posible y hacer de Neuquén la provincia en que todos nos merecemos vivir.

Por ROBERTO ENRÍQUEZ

Ingeniero. Presidente de ADINEU (Asociación de Industriales de Neuquén).

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