Este es uno de los momentos más difíciles que nos ha tocado vivir como sociedad. El SARS-CoV-2 ha cambiado el mundo a toda velocidad y cada país sufre su crisis particular. El terrible patógeno está provocando cambios obligados que demanda soluciones rápidas, determinaciones inmediatas.
Ante esta tangible y poderosa amenaza contra la vida misma, en México el Gobierno de la República determinó principalmente, entre otras medidas, el confinamiento de la población ante la falta de un medicamento específico contra el virus y la vacuna para prevenirlo. En medio de la incertidumbre pero convencidos de la complejidad del problema, bajo la conducción del Presidente Andrés López Obrador se proyectaron diversos escenarios para atender la emergencia de manera integral, desde una perspectiva sanitaria, económica y social. En todas estas semanas a partir de que el Consejo de Salubridad General decretara el 23 de marzo la Jornada Nacional de Sana Distancia, el ISSSTE ha seguido trabajando.