2 minute read

3.3. La ciudad industrial: antecedentes del urbanismo moderno

domésticos decimonónicos en función de estos ámbitos (fig. 13). Cada tipo de usuario —mujer, hombre, hijas/os y servicio— se representa con los símbolos detallados en la leyenda. Existe también una clasificación en función de la privacidad, que ordena las estancias en espacios públicos de representación (salas, comedores y gabinetes), espacios privados para la intimidad familiar (cuarto de estar, alcoba y boudoir) y espacios excusados (retretes)50. A esta ordenación habría que añadirle los espacios marginales, correspondientes al servicio doméstico. Hay, por lo tanto, un complejo sistema de escaleras, distribuidores y recorridos que separan los espacios en función del uso y las circunstancias económicas, de edad y de género de su usuario, pero, también, según su grado de intimidad. Los roles de todos los miembros de la familia están acotados por las estancias a las que tienen acceso y por los dispositivos que estas contienen. Los objetos son ‘muebles-monumento’, cuya función es dotar de distinción51 e identidad a sus poseedores.

La vivienda burguesa del siglo XIX se sitúa en una ciudad en pleno proceso de formación. La Revolución Industrial, iniciada en el anterior siglo, transformó por completo el sistema social, económico y tecnológico en Europa occidental y Estados Unidos. La estructura rural, basada en una relación de servidumbre entre los terratenientes y el campesinado, entra en decadencia a raíz del desarrollo tecnológico. Las industrias se instalan en los núcleos urbanos, mejor comunicados para reducir los plazos de importación de materias primas y distribución de productos (fig. 14). La factoría se configura como el centro neurálgico de la ciudad, sustituyendo a la iglesia y al cruce de caminos como generadores de asentamientos humanos y polos de atracción de población. La mano de obra rural abandona el campo para convertirse en proletariado, una nueva clase obrera, sin derechos ni organización interna, que ocupa los suburbios de las ciudades.

Advertisement

50_Roger-Henri Guerrand, "Espacios privados", en Historia de la vida privada, de Philippe Ariès y Georges Duby, Taurus Ediciones, vol. 4 (Madrid, 2017), 338. 51_Jean Baudrillard, El sistema de los objetos (Madrid: Siglo XXI, 1969), 14-15.

Figura 12. Imagen editada del original. Recreación de un comedor del siglo XIX en el Museo del Romanticismo de Madrid. Fuente: Ministerio de Cultura y Deporte.

Figura 14. Imagen editada del original. Grabado de una ciudad industrial inglesa a finales del siglo XIX. Fuente: English Fine Cottons.

ANTECEDENTES Figura 13. Estancias del espacio doméstico del siglo XIX. Elaboración propia. Fuente: Museo del Romanticismo.

01

03 02

despacho

04

05

07

09

11 fumoir

06

gabinete

08

alcoba femenina

10

despensa

12

antecámara del comedor alcoba masculina

sala de billar

alcoba de los hijxs

boudoir

cocina principal

trascocina

13

15

17

19

21

23 14

alcoba de servicio

16

salón de baile

18

antecámara

20

biblioteca

22

distribuidor

24

patio almacenaje

antesalón

vestíbulo

comedor

sala de estar

oratorio

Tanto el análisis de las relaciones y recorridos que establecen los sujetos con la vivienda decimonónica, como los dispositivos femeninos artesanales que esta contiene, se describen detalladamente en los anexos.

This article is from: