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1.1. Hipótesis de partida y objeto de estudio

1_Santiago de Molina, "Una casa muy seria de juguete", Múltiples. Estrategias de la arquitectura, 12 de septiembre de 2019, https://bit. ly/3aJHdm5. 2_Jean Baudrillard, El sistema de los objetos (Madrid: Siglo XXI, 1969), 20. 3_La identidad del sujeto femenino analizada es necesariamente ‘cisgénero’ (el género coincide con el sexo de nacimiento), puesto que cualquier opción que se saliese de esta categoría era rechazada por la sociedad en el siglo XIX y XX. Se excluyen, por tanto, todos los géneros no binarios y no heterosexuales (‘transgénero’, ‘género fluido’, ‘agénero’, homosexualidad, bisexualidad y otros) —e incluso no occidentales— con el fin de restringir el mayor número de variables en la investigación. 4_El fetiche cobra el significado de ilusión, apariencia u ocultamiento de una realidad, estableciendo una analogía entre el fetichismo de la mercancía al que se refirió Karl Marx. Karl Marx, "Prólogo de Marx a la Primera Edición", El capital: crítica de la economía política (México: Siglo Veintiuno, 1998).

1. INTRODUCCIÓN

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1.1. HIPÓTESIS DE PARTIDA Y OBJETO DE ESTUDIO

El ser humano se encuentra rodeado por objetos personales que construyen el espacio doméstico donde reside y que determinan su experiencia cotidiana. Para Santiago de Molina, «la casa no es una forma, ni siquiera un material […] o un lugar, sino un conjunto de sensaciones evocadas por medio de objetos. […] La habitación íntima no es, efectivamente, una habitación, sino un conjunto de relaciones entre una constelación de objetos y nuestra psique. En ese espacio intermedio se encuentran las entrañas de la verdadera habitación1».

Los objetos responden a las necesidades e intereses de sus propietarios, se adaptan al contexto sociocultural y evolucionan con las innovaciones tecnológicas. A través de las pertenencias de un sujeto es posible definir su modo de vida, su rol de género, su nivel económico y sus lazos sociales y familiares (fig. 1). Siguiendo a Jean Baudrillard en “El sistema de los objetos”, «al mismo tiempo que cambian las relaciones del individuo con su entorno y con la sociedad, cambia el estilo de los objetos mobiliarios […] las cosas se repliegan y se despliegan, desaparecen, entran en escena en el momento deseado2». En definitiva, la constelación de objetos de una persona ofrece un imagen especular de su identidad y de las circunstancias que envuelven su existencia. El presente Trabajo Fin de Grado se centra en el sistema de objetos personales de las mujeres, analizando su trascendencia como dispositivos configuradores de la identidad femenina durante los siglos XIX, XX y XXI. La investigación parte de la premisa de que la mujer, cuya identidad ha sido tradicionalmente asociada al sujeto femenino3, nunca ha tenido un espacio propio doméstico ni urbano. El rol tradicional de género femenino se restringe al papel de madre y esposa: de cuidadora de la familia y de la casa, y de guardiana de su virginidad y su belleza. No es dueña, sino administradora del hogar. No es propietaria, sino apoderada del cabeza de familia. La supuesta libertad e intimidad que se ha asignado a ciertos espacios y objetos femeninos, como el tocador (fig. 2), la píldora anticonceptiva o el smartphone, es en realidad un fetiche4 del empoderamiento de la mujer. Estos bienes personales no emancipan, no igualan, no liberan. Estos dispositivos, por sus connotaciones socioculturales ocultas, actúan como espejis-

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