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The art of living

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Rudofsky,

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T H E A R T O F L I V I N G

“[t]he most interesting feature of the house is not its material appearance but its life”,

TAUT, Bruno, Houses and People of Japan, Tokyo; Samseido, 1958, pp. 190-191

1. HOBBES, Thomas, Leviathan, or The Matter, Forme and Power of a Common-Wealth Ecclesiasticall and Civil, 1651(edición revisada del latín en 1688).

2. GUARNERI, Andrea, “On The Art of Living (A Natural Philosophy of Living)” en Bernard Rudofsky. A humane designer, Ed. New York, Springer, 2003, p. 67

3. RUDOFSKY, Bernard, Architecture without architects; An Introduction to Non-Pedigreed Architecture, The Museum of Modern Art, New York, 1964

Origen de su visión

Según afirma Guarneri en Bernard Rudofsky. A humane designer, es posible entrelazar el origen de la ideología rudofskyana con aquella cultura, o movimiento, originado a mediados del siglo XIX en el Imperio Alemán y posteriormente en Suiza que recibe el nombre de Lebensreform (“life-reform”). Común a las ideas más tardías de Rudofsky, se caracterizó por su crítica hacia la industrialización, la sociedad materialista y de consumo, y la urbanización, todo ello combinado con una «lucha» por el llamado «estado de naturaleza», término establecido por Thomas Hobbes en su obra Leviatán (Leviathan, or The Matter, Forme and Power of a Common-Wealth Ecclesiasticall and Civil)1 .

Sus exploraciones sobre la comodidad en los ámbitos de la vestimenta, y en cuanto a la arquitectura, particularmente la casa, tienen un punto de partida común más específico que reside en la curiosidad por concretos aspectos existenciales de autores citados contínuamente por el mismo como son Ruskin, Morris, o Loos.2

Su obra de mayor repercusión, la exposición de 1964 Architecture without architects y su correspondiente catálogo (ambos frutos de la investigación llevada a cabo para el Museo de Arte Moderno de Nueva York) va a consagrar este término años después del inicio de su corriente. Seguidores como los arquitectos Raoul Hausmann (1886-1971), Fernando García Mercadal (1896-1985), principal impulsor del GATEPAC, o el arquitecto catalán Josep Lluis Sert (1902-1983), se referían a ella en sus escritos como «arquitectura natural», «arquitectura primitiva» o «arquitectura sin estilo»; dice Rudofsky: «La arquitectura sin genealogía es tan poco conocida que ni siquiera posee una denominación específica. En busca de un nombre genérico la llamaremos vernácula, anónima, espontánea, indígena, rural según los casos»3 .

El estudio estratificado de su idea de «nuevas formas de vida» compuesto por una amplia selección de fotografías, dibujos, diseños, publicaciones y proyectos inéditos, actuaría como vértebra de su producción crítica hacia los progresos y la ortodoxia de la sociedad de consumo, así como la arquitectura del Movimiento Moderno, caracterizada por su ruptura con la tradición (véase Le Corbusier, Vers une architecture, 1923), catalogada por los autores mencionados como artificiosa e impostada.

El interés del autor por las arquitecturas populares tradicionales se remonta a los años 30, época en la que finaliza sus estudios y presenta su tesis doctoral «Un tipo primitivo de construcción en cemento en las sureñas Cícladas», donde indaga en la identificación de la unidad esencial de «habitación» como punto de arranque de una proyección contemporánea4. Sin embargo, no sería Rudofsky el pionero de la vuelta a la tradición. Aunque lo vernáculo venía estudiándose desde el siglo XIX por arquitectos destacados como fue Dimitris Pikionis (1887-1968), el término arquitectura sin arquitecto aparecería por primera vez en una serie de publicaciones de autores mencionados como Sert o Hausmann, en artículos significativamente titulados «Arquitectura sense ‘estil’ i sense arquitecte», y «Eivissa i l’arquitectura sense arquitecte», respectivamente publicados en 1934 y 1936 en la revista catalana D’Ací i d’Allá.

Será en esta obra donde se reafirme el leit motiv del autor y la base de su crítica, la necesidad de una nueva forma de vivir. Mediante un riguroso y comparativo planteamiento internacional compuesto por ejemplos originarios de diferentes culturas, Rudofsky desmantela los prejuicios que relacionaban estas construcciones con un mundo subdesarrollado, mostrando mediante una selección de imágenes y breves textos la posible existencia de arquetipos arquitectónicos globales. Bajo estas relaciones subyace la idea de que las exigencias proyectuales van a emerger de la necesidad humana, más allá de las circunstancias regionales: «No se necesita una nueva forma de construir, se necesita una nueva forma de vivir»5 .

4. PIZZA, Antonio «Casas mediterráneas en España. La aportación de Rudofsky, entre Sert y Coderch» en Bernard Rudofsky. Desobediencia crítica a la modernidad, Comisarias de la exposición Mar Loren y Yolanda Romero, Centro José Guerrero, España, 2015.

5. “Non ci vuole un nuovo modo di costruire, ci vuole un nuovo modo de vivere” RUDOFSKY, Bernard, Domus 123, Marzo. Milán. 1938

Interior del catálogo Architecture without architects; An Introduction to Non-Pedigreed Architecture, by Bernard Rudofsky The Museum of Modern Art New York, 1964

6. GUARNERI, Bernard Rudofsky. A humane designer, p. 67

7. LOREN MÉNDEZ, Mar en «La Casa en Frigiliana. Manifiesto rudofskiano de la domesticidad contemporánea» en Bernard Rudofsky. Desobediencia crítica a la modernidad 21

Jyoti Rath, “Embroidered Golden Eye shoes”, photographed on a Golden Eye inlay table top, both designed by Bernard Rudofsky, 1985

Recogido en GUARNERI, Bernard Rudofsky. A humane designer, Ed. New York, Springer, 2003, p. 171

Moda, [sociedad de] consumo y arquitectura

Durante los años cincuenta y sesenta –en contexto de posguerra– las ciencias de la antropología, sociología e historiografía se interseccionan para tomar como objetos de estudio nuevos ámbitos hasta entonces más bien ignorados, como son la cultura popular, los objetos y utensilios que empleamos en el día a día y las actividades cotidianas del ser humano6 .

Rudofsky, por lo general, un curioso adelantado a sus tiempos, venía estudiando aspectos relativos a los modos de vida –tradicionales, y actuales– desde aproximadamente los años 30, pero como menciono en el apartado anterior, sus ahondaciones son regularmente continuación del trabajo de autores previos, en su caso ampliados a un marco referencial internacional con una estructuración algo más coherente.

Por tanto, podemos decir que su postura crítica no se cerraba únicamente al sector de la arquitectura; la idea de que existían otras formas de vida dio lugar a una serie de libros de diferentes campos que utilizaban la misma estrategia de confrontación que sus escritos sobre nuestro campo; Are clothes modern? (1947), The Kimono Mind (1965) o The unfashionable human body (1971) reflexionaban sobre la moda y estética del momento basándose en estudios antropológicos de diferentes culturas; mientras que en sus publicaciones Behind The Picture Window (1955), o Now I Lay Me Down to Eat (1980), se «centraba primordialmente en el llamado «lastre» o equipación mecánica -sillas, mesas, camas, utensilios de cocina, bañeras, etc.- así como en la investigación científica, los manuales de etiqueta y las técnicas publicitarias que dirigían su consumo y establecían las normas sociales»7 .

Tras la exposición del 64, en 1977 tiene lugar la publicación de The Prodigious Builders, notes toward a natural history of architecture with special regard to those species that are traditionally neglected or downright ignored, en el que se desarrolla un análisis mucho más elaborado de los temas tratados en Arquitectura sin arquitectos. En ella se mantiene el discurso naturalista de sus anteriores escritos, reclamando el valor de aquellas «especies» arquitectónicas que habían quedado en el olvido por parte de los historiadores, y que formaban el fundamento de las construcciones que conocemos como parte de la arquitectura formal. En este mismo año, dice Rudofsky en una conferencia: «Creo que la arquitectura vernácula es un vehículo particularmente adecuado para lo que llamo des-enseñar. O, si se quiere, para la comprensión crítica no solo de la arquitectura moderna sino de unos cuantos aspectos de nuestra civilización».8

El «arte de vivir» será por tanto la temática que unifica gran parte de su obra y discurso, la base de sus valores, y a través de la cual se dirige a un variado, y amplio público buscando lo que denomina «irritación terapéutica»9 .

8. Bernard Rudofsky, conferencia no publicada en Laramie, Wyoming, 1977 recogida en GUARNERI, Bernard Rudofsky. A humane designer, Ed. New York, Springer, 2003

9. «Para los estudiantes de arquitectura especialmente, [la arquitectura vernácula] no tiene precio como irritación terapéutica.» RUDOFSKY, Bernard, Constuctores prodigiosos, 1977

Bernard Rudofsky. Dibujo de cuatro sillas, 1936?

Recogido en GUARNERI, Bernard Rudofsky. A humane designer, p. 91

Bernard Rudofsky. Tela herbal Smitulus Collection,

Schiffer Prints, 1949 Algodón, 62,3 x 54 cm Research Library, The Getty Research Institute, LA

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