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Escritura espontánea de un cerebro alocado y desenfrenado normal

Caminando sobre una inmensa pátina de abstracto silencio, deslizándonos como pececillos faltos de oxígeno e inmersos en viscosos estereotipos de una inefable música, nos dirigíamos plácidamente hacia la inconclusa transformación otorgada y dirigida por el sabio proceder del entorno carismático y lúgubre del citado empíreo. Maltratados e ignorados, consentimos acercarnos al averno estructuralmente deshidratado y anodino que nos inspira todo este avatar magnificado, no sin antes percatarnos de la fragante presencia de aquel ser omnipotente y majestuoso dotado de una luz maravillosa, pero tenue al mismo tiempo. Repique de tambores, melifluos sonidos, suaves murmullos por doquier, excéntricas situaciones agolpadas en un tántrico diluvio de sofisticados enlaces platónicos conllevan hilarantes y angustiosos gemidos de esperanza salvadora para el todo orquestado presente. Horas angustiosas, agolpadas y locas, presencian interminables pensamientos contradictorios que tratan de asimilar bellas representaciones kafkianas, subyugadas por un ligero coqueteo con los mantras sugeridos por nuestros ancestros. Rumian y perforan nuestros locos pensamientos como un neutrino trataría de estabilizarse en su alocada carrera subatómica en busca de su energía cuántica inconmensurable y a veces imposible de dominarse. Contamos tres y avanzamos con paso titubeante y resbaladizo por la pradera del mal manifiesto, dañino e inoperante, no sin antes tropezar y caer en esa incongruencia de lo vivido y lo representado, que no coinciden en prácticamente nada, pese al ímpetu derrochado. Contamos seis y deshacemos lo vivido o representado, concatenándonos con sentimientos encontrados, sin ofrecer soluciones, pese a saber los resultados negativos vividos, no sin antes mostrar malestar fingido, debido a las ofensas producidas por nosotros, o a pesar de nosotros mismos, en la mayoría de los casos. Ofensas, envidias, estoicos comportamientos, amenazas, logros aparentes, situaciones comprometidas, conflictos, escarceos, miedos ancestrales, ignorancia, incultura por doquier, críticas destructivas, zancadillas a la inteligencia, egos encontrados, belleza, inoperancia, mala fe, abusos de poder, estatus social, amalgama conjunta no asimilable de inmenso espectro, imposible de digerir debido a su difícil cirugía para discernir lo positivo de lo negativo, lo representado por lo difícilmente vivido.

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Juan Antonio Salcines Santa Cruz

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