Bonsái pasión 77

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多Madera muerta?

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Índice de materias PRIMERA PARTE Características de la madera seca natural. ¿Cómo se forma la madera seca? 12 ¿Cómo “crece” la madera seca? 16 ¿Que sucede cuando la madera es blanda? 17 Clasificación de la madera de los bonsáis según su dureza. 19 Formas típicas de la madera seca en los bonsáis. Jin. 28 Shari. 29 Sabamiki. 31 SEGUNDA PARTE Trabajo de la madera seca. 33 ¿Por qué trabajamos la madera seca de los bonsái? 34 La técnica original japonesa. 36 2

Detalles de maderas trabajadas por el Sr. Kawabe. 44 TERCERA PARTE Madera seca en Europa. 50 Herramientas necesarias para encontrar la corteza viva: Formones y gubias especiales. 52 Preliminares del trabajo de la madera seca. 54 Cómo hacer una gubia especial para pelar la corteza. 58 Herramientas necesarias para romper la madera: Maza, formones, fresas circulares, cepillos abrasivos... 64 Afinar el trabajo con cepillos abrasivos. 70 Puliendo la madera con polvo de arena. 72 Herramientas para el trabajo con arena. 74 ¿Que hace realmente la arena? 80 Resultado del trabajo. 82


“Historia” de la madera. 84 Ejemplos reales de trabajo. 86 1. Trabajo de la madera seca natural. 88 Detalles importante del trabajo de la madera. 94 2. Trabajo de madera seca artificial. 96 3. Un trabajo con arena demasiado gruesa. 106 CUARTA PARTE Extrañas formas en la madera. 110 Extrañas formas en las maderas secas naturales. 112 Extrañas formas en las maderas trabajadas. 116 Galería de bonsáis con madera seca. 118

¿Madera muerta? Por Josep M. Miquel

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Introducción En la naturaleza muchos árboles viven en condiciones difíciles. Parece imposible que puedan vivir en las grietas de las rocas, aparentemente sin tierra. Es muy frecuente que a causa de la caída de rocas, de desprendimientos, periodos de sequía, etc. una parte del árbol, a veces casi todo, se acabe secando. Pero si una parte sobrevive, aunque solo sea una pequeña rama, ésta continúa creciendo, y acaba formando un nuevo árbol. La madera de los árboles que viven en las rocas es muy dura, ya que sus anillos están muy apretados, porqué crecen muy poco cada año. Además muchas de estas maderas son aromáticas, y se protegen así del ataque de insectos y hongos. Esto ocasiona que muchas ramas y troncos muertos persistan durante cientos de años. La corteza y las partes blandas se pudren rápidamente y acaban desapareciendo. Pero el corazón duro de la madera no se pudre y queda expuesto a los elementos. Requemado por el sol adquiere un color blanco marfil, parecido al de los huesos de los animales muertos. De ahí viene su nombre en japonés “shari” (huesos de santo). Es frecuente ver sabinas, tejos, pinos, cultivados como bonsái, que se han formado a partir de árboles recogidos de las rocas, que ya tenían madera seca. Esta vieja madera muerta es muy apreciada, porqué en ella está escrita la historia de estos árboles. Pero no son estos los únicos árboles que muestran partes de madera seca. Los viejos, robles, castaños, olivos, etc. suelen presentar grandes hoquedades en sus troncos. Estos huecos se ocasionan cuando una rama se rompe o se corta y el corazón de la madera queda expuesto a los elementos. La madera inactiva se empieza a pudrir sin que las cicatrices sean capaces de cerrar a tiempo las grandes heridas. 4

En estos árboles a menudo es el corazón de la madera el que se pudre. Los viejos árboles actúan como si tuvieran compartimentos estancos : una parte puede secarse, pero inmediatamente es aislada y el resto del árbol continua creciendo con normalidad. La madera seca de los árboles de hoja caduca, es muy distinta a la de las sabinas y enebros, por lo que sus formas y colores son también distintas de la de las sabinas o enebros. No podemos tratar la madera seca de todos los árboles de la misma manera. Pero es muy importante trabajar bien, para poder expresar la antigüedad del nuestros bonsáis. Es frecuente ver que los aficionados blanquean cualquier madera seca con polisulfuro de cal. Así, adquiere rápidamente un color parecido al de la madera que se blanquea de manera natural. Normalmente el polisulfuro detiene la evolución de la madera, por lo que su uso no es muy recomendable en los bonsáis bien trabajados, como veremos más adelante. En algunos bonsáis la limpieza periódica de la madera puede ser suficiente para mantenerla en buen estado. Pero cada uno puede elegir su camino: Si queremos que nuestros árboles tengan una madera real, parecida a la de los árboles que crecen en la naturaleza, su trabajo durará varios años. Si preferimos dar una impresión rápidamente de árbol viejo, aunque sea un poco falsa el trabajo será mucho más rápido. Si las miramos de lejos, las maderas blanqueadas con polisulfuro nos parecerán bonitas, pero en cuanto nos acercamos, descubrimos su falta de profundidad. En todo caso, como decíamos antes, lo que no tiene sentido es trabajar toda la madera seca del mismo modo, ya que, por ejemplo, la madera seca de los olivos o de los cerezos nunca será tan blanca como la de las sabinas. Del mismo modo, cuando trabajamos la


En estos ambientes difíciles es fácil encontrar viejos árboles con madera seca.

madera, es muy importante romperla siguiendo las líneas de las fibras naturales. Así descubriremos las formas que se esconden dentro de la madera. Por eso los trabajos excesivos realizados con fresadoras comprometen el futuro de nuestros árboles. Frecuentemente es mucho más fácil trabajar la madera de un árbol natural, que corregir la madera estropeada por un mal trabajo. En este librito explicamos el proceso completo del trabajo de la madera seca. Esto incluye numerosas herramientas que no están a la disposición de todos los aficionados. Pero es importante conocerlas, para saber hasta donde podemos llevar el trabajo de nuestros árboles. Podemos detenernos en un buen trabajo hecho a mano con martillo y formones. Podemos cepillar la madera para suavizar las roturas demasiado evidentes que deja nuestro trabajo. Podemos también asociarnos para conseguir un equipo de arena, o llevar el árbol a casa de un profesional que haga este trabajo puntual.

Lo más importante es conocer el camino, para que cada uno pueda decidir hasta donde quiere llegar. En todo caso, siempre es más importante saber lo que no hay que hacer, que lo que se puede hacer. Una última consideración. Aprender a trabajar la madera, como aprender a conducir un coche, es una cosa que no se aprende leyendo. Sólo la práctica nos permitirá romper eficazmente la madera, para corregir las partes de nuestros árboles que no son adecuadas para formarlos como bonsáis. Si bien este pequeño libro no servirá para que sus manos aprendan a trabajar la madera, si que servirá para que vean la madera seca de sus árboles de una forma distinta. Y si lo hacen, sabrán descubrir en ellos su belleza oculta, lo que es la base del trabajo de la madera seca. Les animo a que aprendan directamente de la madera de sus árboles. Josep M. Miquel.

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¿Cómo “crece” la madera seca? Evolución de los troncos en forma de ala. Cambium. (Línea roja) Capa que forma fibras de madera hacia el interior y de corteza viva hacia el exterior

Duramen. Esta madera sostiene la estructura del árbol. Por esta parte no circula savia.

Albura. (Parte blanca) Por estos vasos sube el agua absorbida por las raíces.

Cuando la madera es dura se descompone muy lentamente. Cada año la vena viva forma más madera de la que desaparece por la acción de los elementos, con lo que la madera seca se ensancha en forma de ala.

Floema. (parte blanda exterior al cambium) Por esta parte desciende la savia elaborada. Cada año el cambium forma un nuevo anillo de madera que se suma a los ya existentes. Como el tronco solo crece por un lado, con los años, se acaba formando una ala plana de madera seca.

Savia bruta. Sube el agua con los nutrientes brutos.

La madera se descompone lentamente por esta parte

La madera seca“crece” por esta parte.

Forma típica de ala del tronco de una sabina

Puede parecer un contrasentido decir que la madera seca crece, pero en realidad el crecimiento de las venas vivas, va acumulando capas de madera que aumentan su dimensión. El “crecimiento” de la madera seca depende de su dureza y resistencia: Si se acumula más madera de la que se 6

descompone, la madera seca “crecerá” con el paso de los años. En realidad aunque no protejamos demasiado las maderas secas duras, estas no desaparecerán, sino que se transformarán con el paso del tiempo. Limpiarlas bien suele ser suficiente para mantenerlas.


¿Que sucede cuando la madera es blanda?

La madera de este pino se pudre indicando su vejez. La madera de los pinos es más blanda que la de las sabinas, pero algunos pinos que viven en condiciones muy difíciles. Estos pinos crecen muy lentamente y su madera seca dura muchos años.

Dibujo de Haguio Etsuji.

Cuando la madera seca es blanda se pudre, dejando huecos en el tronco. Estos huecos en japonés reciben el nombre de sabamiki (tronco con huecos). La madera se va descomponiendo a un ritmo más rápido que el que las partes vivas aportan. Aunque esta madera no tenga las bonitas formas de la madera más dura que deja

ramas secas (jin) o crea “alas de madera seca” (shari), es muy bonita y da a los bonsáis una gran impresión de vejez. Frecuentemente se ahuecan los troncos de los bonsáis para conseguir este efecto, pero es muy complicado, por no decir imposible, reproducir perfectamente las características de esta madera de modo artificial. 7


Higuera (Ficus carica) : La madera seca de las higueras es blanda, con el paso del tiempo se pudre rápidamente dejando huecos en el tronco. Este tipo de madera recibe en japonés el nombre de “sabamiki” (lateralmente tronco abierto). El nombre de sabamiki se aplica tanto a los huecos como al tipo de madera blanda que los origina.

La dureza de la madera de cada árbol es el factor principal que define las formas de su madera seca. La dureza de la madera seca se clasifica en Japón en tres grandes apartados : Jin, Shari y Sabamiki. Jin: En los árboles que tienen la madera muy dura, la madera seca se mantienen durante muchos años. Estas ramas secas reciben también el nombre de “jin”. El nombre de Jin, se aplica tanto a las ramas secas como a la dureza de la madera: podríamos explicarlo diciendo que en los árboles que tienen una madera de la dureza”jin” solemos encontrar numerosas ramas secas. Shari: En los árboles que la madera es un poco más blanda, las ramas secas desaparecen al cabo de pocos años, pero la madera seca cercana al tronco se mantiene, creando las típicas formas de ala. Esta madera recibe el nombre de “shari”: o sea que en los árboles que tienen una madera 8

de la dureza”shari” la mayor parte de la madera seca que encontramos está adherida a las partes vivas del tronco. Sabamiki: En los árboles de madera blanda esta se suele pudrir, dejando huecos en el tronco. Los árboles que presentan estas características, se dice que tienen una madera de dureza “Sabamiki”. La confusión viene de que en Japón la dureza de la madera recibe el mismo nombre que las formas típicas que origina. Por ejemplo, si decimos que la madera de las sabinas tiene una dureza tipo shari, esto significa que la mayor parte de la madera seca que encontramos en ella discurre por el tronco o por las ramas. Si decimos que la madera de las higueras tiene una dureza tipo sabamiki, estamos diciendo que la mayor parte de la madera seca se pudre, dejando huecos en el tronco.


Cerezo silvestre (Prunus mahaleb) : la madera de los cerezos, es más dura que la de la Higuera.

Pero se suele pudrir formando huecos en el tronco. A pesar de ello, es frecuente ver partes del tronco con madera seca que discurre al lado del tronco, por lo que podemos decir que la dureza de la madera de este árbol oscila entre dureza shari y dureza sabamiki.

En realidad, la dureza de la madera de un árbol depende de las características de la especie, pero también del lugar donde vive: por ejemplo, aunque consideremos que la madera de los olivos tiene típicamente una dureza tipo sabamiki, es decir que la madera seca se pudre formando huecos en los viejos troncos, esto no quiere decir que en algunos olivos silvestres, que suelen vivir en zonas rocosas donde el crecimiento es muy lento, la madera no sea mucho más dura que la de los olivos cultivados y tenga características de la madera de dureza shari. Del mismo modo, en algunas sabinas que viven en las rocas, encontraremos ramas secas, que corresponden típicamente a las formas que originan las maderas muy duras, a las que llamamos jin. Podremos trabajar mucho más fácilmente la madera seca de un bonsái si conocemos el patrón de dureza de la madera de su especie.

Por ejemplo, no sería lógico que en una higuera dejáramos ramas secas. Estas ramas secas son típicas de los árboles de madera dura de tipo jin. Tampoco sería lógico que en una sabina nos dedicáramos a ahuecar el tronco, como en una higuera, ya que esto se alejaría de lo que encontramos en la naturaleza. Si pensamos que jin corresponde no solamente a las ramas secas sino a la dureza de la madera que las forma, shari corresponde no a las alas que acompañan el tronco, sino a una madera un poco más blanda, y sabamiki corresponde no a un hueco en el tronco, sino a las formas típicas de la madera seca de los árboles de madera blanda, podremos trabajar mucho más fácilmente y entenderemos en un sentido más completo la clasificación japonesa de la dureza de la madera de los bonsáis. En las fotos que ilustran este capítulo podrán encontrar algunos ejemplos que les ayudarán a entender mejor estos conceptos. 9


Formas típicas de la madera seca en los bonsáis

Jin En la madera seca de los enebros, encontramos numerosas ramas secas que se conservan sin pudrir. Estas ramas reciben normalmente el nombre de Jin. En realidad los árboles que tienen la madera de esta dureza suelen presentar bastantes ramas secas. Cuando un jin está situado en el ápice de un árbol recibe el nombre de tenjin (jin del ápice).

Es difícil clasificar exactamente el tipo de dureza de cada madera. Como hemos visto antes, podemos decir que en los árboles de dureza jin, solemos encontrar muchas ramas secas. Este enebro es un ejemplo de un árbol de dureza jin. Vemos que posee numerosas ramas secas, comúnmente llamadas jin.

Dibujo de un enebro: Juniperus communis

En los árboles de esta dureza, encontramos también partes secas en el tronco, que suelen tener formas aplanadas, como si fueran alas. Estas partes reciben normalmente el nombre de “sharimiki” (madera seca del tronco.

Edajin: las ramas secas reciben el nombre de “edajin” (jin de rama), o también, simplificando, se las llama simplemente “jin”.

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Shari En cambio en los árboles de madera de dureza tipo shari dominan las alas que acompañan el tronco, aunque alguna vez encontremos también alguna rama seca como en los árboles de dureza jin, pero no hay muchas. Podemos decir que esta madera es más blanda y por eso las ramas secas, desprotegidas se acaban debilitando y rompiendo. En cambio las alas continúan “creciendo” impulsadas por el desarrollo de las venas vivas.

A veces en los árboles con madera shari encontramos también alguna rama seca como en los jin, pero son mucho menos evidentes.

Dibujo de una sabina: Juniperus sabina.

En los árboles con madera de dureza shari, encontramos mucha madera seca que discurre pegada al tronco, frecuentemente en forma de alas. Estas alas reciben normalmente el nombre de sharimiki, o simplemente shari.

Dibujos de Rubén Roig.

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¿Por qué trabajamos la madera seca de los bonsái? Cuando sacamos un viejo árbol del monte para cultivarlo como bonsái, hemos de cortar las ramas, normalmente demasiado largas, para rehacerlas de modo que el árbol exprese mejor su fuerza. Lo mismo sucede con la madera seca. Es casi imposible que toda la madera seca que tiene un árbol en la naturaleza sea adecuada a la forma que queremos que tenga nuestro bonsái.

Por eso, hemos de trabajarla de manera que no se noten las partes que hemos roto. Para ello hemos de imitar la forma y la textura de las roturas naturales.

Al eliminar las ramas secas demasiado largas o las que no siguen el movimiento del árbol, deberemos trabajar de manera que las roturas no se noten Las partes de madera dibujadas en color rojo, son las que debemos eliminar para que nuestro árbol exprese la fuerza contenida en la mejor parte de este bonsái.

Dibujos de Haguio Etsuji.

Debemos eliminar las partes destacadas en color rojo obscuro, para poder convertir este árbol sacado del monte en un bonito bonsái 12

Es muy frecuente que las roturas que vemos en los bonsáis tengan la forma adecuada, parecida a las roturas naturales, pero si no conseguimos que además la madera trabajada tenga la misma textura que la natural, ni con el paso del tiempo conseguiremos que no se note nuestro trabajo, ya que la madera no envejecerá por igual. Este es uno de los objetivos del presente libro que desarrollaremos en los siguientes capítulos.


Trabajo de la madera seca de un segundo árbol Este es al aspecto del árbol después de enraizar. Como en casi todos los árboles, hemos de corregir la forma de la madera seca de esta sabina para poder formarla como bonsái.

Hemos de reducir las partes de madera dibujadas en color rojo ya que no siguen el ritmo de la parte más bonita del árbol. Intentaremos que la madera quede natural. No importa si tardamos meses o años en conseguirlo.

Acortaremos también estas ramas secas demasiado largas

Este es el posible aspecto del árbol después de trabajar la madera seca. Pero para poder hacerlo bien, necesitamos poseer una buena técnica. Si no conseguimos realizar un buen trabajo el árbol verá comprometido su futuro como bonsái.

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La técnica original japonesa

Oomiya 1999, Josep M. Miquel y Takeo Kawabe sellando el primer acuerdo de trabajo por diez años.

En el año 1999, un azar de la vida hizo que nos encontráramos con el señor Kawabe Takeo sin duda el mejor especialista de madera seca de Japón. El señor Kawabe nos enseñó la técnica con la que trabajaba la madera seca de sus bonsáis, de una manera completamente desinteresada. Durante años estuvimos aplicando estas técnicas a nuestros árboles. La primera dificultad con la que nos encontramos es que la dureza de la madera con la que trabajábamos era mucho mayor que la madera de los árboles japoneses. Esto hizo que tuviéramos que adaptar la técnica japonesa a nuestra madera, lo que nos ha llevado muchos años, y solo ahora, cuando la madera ha envejecido

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bien, podemos comprobar que el trabajo realizado era correcto. El orden del trabajo de la madera, como hace en Japón el Sr Kawabe ha sido explicado numerosas veces en números anteriores de esta revista, por lo que no vamos a extendernos demasiado en la explicación del trabajo del Sr. Kawabe,en este número especial, pero en cambio vamos a revisar la evolución de la madera de sus árboles una vez terminado el trabajo. Hablando con el Sr. Kawabe para preparar este número de la revista, le preguntábamos cuantos años tenía la madera trabajada más antigua de su casa: - Unos 30 años. La madera empieza a llegar a su madurez unos 10 años después de acabar el


trabajo, cuando empieza a recuperar el color gris de las sabinas que hay en las montañas. - Pero entonces, ¿que opina usted de los árboles que a menudo se ven en las exposiciones, los cuales tienen la madera blanqueada con polisulfuro de cal? - Es verdad que en las exposiciones a menudo vemos árboles con la madera seca que parece acabada de trabajar. Es comprensible, pero habría que preguntarles a los que presentan estos árboles porqué lo hacen. La belleza de una madera seca cuando llega a su madurez natural es inigualable. - Entonces ¿que hace usted en su casa con las maderas que ya han sido trabajadas? ¿Las deja envejecer sin hacer nada? - No, es necesario quitar el musgo, cepillándolo suavemente. En mi casa el clima es mucho más húmedo que en España, por lo que la madera seca enmohece rápidamente. Sobretodo piensa en las temporadas de lluvia que tenemos en Japón. Una cosa es que la madera envejezca, y la otra que se ensucie. - Normalmente los japoneses definen la dureza de la madera de sus árboles con los términos jin, shari, sabamiki. Esto se presta a confusión, porqué en Europa mucha gente cree que los jin son las ramas secas, que los shari son las alas de madera seca ...

- No, ya sabes que en Japón hablamos de la dureza de los árboles con estos términos. Pero si has trabajado bonsái sabes que la dureza de la madera de los árboles es muy difícil de definir. Por ejemplo ahora estoy trabajando tejos de Ishikawa. En otras partes de Japón los viejos tejos tienen el tronco hueco, pero la madera de estos tejos es tan dura y resistente que ni en la naturaleza encontramos troncos podridos. ¿Cómo podemos decir que todos los tejos de Japón tienen la madera dura, de tipo jin si no es verdad? - Si recuerdo las sabinas que usted trabajó hace años en su gran proyecto. Algunas tenían la madera mucho más dura que las otras. - Sí, cada árbol es diferente. Es verdad que la mayor parte de las sabinas tienen una madera de dureza tipo shari. - Es verdad, cada árbol tiene una dureza diferente. - Si, es casi imposible definir el tipo de madera de una especie, porqué depende del lugar donde viven. Explica esto. - No se preocupe, lo haré. ¿Pero puedo explicar todos los detalles de su técnica? - Por supuesto, te los he enseñado para que los expliques.

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Detalles de maderas trabajadas por el Sr. Kawabe

23 de enero del 2004. Madera seca de una sabina, justo despuĂŠs de trabajarla con arena.

18 de enero del 2003. Justo despuĂŠs de terminar el trabajo con arena. 16


Madera seca unas semanas despuĂŠs del trabajo.

Madera seca pocas semanas despuĂŠs del trabajo con arena.

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La famosa sabina llamada “Maihime” (bailarina). Esta sabina es uno de los árboles más bonitos trabajados por el Sr. Kawabe.

Tuvimos la suerte de conocer al seño Kawabe pocos años antes de terminar su proyecto con las sabinas sacadas del monte de Toohoku. En ese momento pudimos ver el resultado del trabajo de muchas sabinas que han llegado a ser muy famosas. Con los años, pudimos aplicar las mismas técnicas a nuestros árboles, con resultados que los lectores podrán comprobar por si mismos. En Japón, la técnica del Sr. Kawabe está considerada como revolucionaria. Su trabajo ha permitido dar vida a numerosos bonsáis que serían casi imposibles. Por lo tanto, nuestra técnica es una herencia suya.

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Raijin. 80 cm. Otro de los famosos ĂĄrboles trabajados por el Sr. Kawabe. Octubre del 1999, despuĂŠs del trabajo con arena. 19


TERCERA PARTE Madera seca en Europa

De izquierda a derecha: Tomàs Gasulla, Oscar Torres, Kawabe Takeo, Thierry Font, Josep M. Miquel, Didier Schuller, Francesc Queralt. Foto: Claude Grossand. Este equipo aplicó las técnicas del Sr. Kawabe a árboles europeos. La difusión de estos conocimientos heredados ha permitido durante estos últimos diez años una gran expansión del trabajo de la madera seca en Europa.

Madera de sabina japonesa que se uso como testimonio para comprobar el resultado del trabajo con arena: a la derecha del canal central trabajo realizado en Europa, a la izquierda trabajo realizado en Japón. Durante los primeros años numerosas maderas viajaron de un lugar a otro. 20


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Trabajos antes de romper la madera seca

(1) Normalmente antes de empezar el trabajo de la madera seca necesitamos descubrir hasta donde llega la parte viva, eliminando la corteza muerta que la esconde. Si no lo hacemos no sabremos hasta donde podemos romper la madera muerta. 22


Con un formón quitamos poco a poco la corteza seca. Trabajaremos con cuidado, arrancando pequeños pedazos de corteza.

(2) Colocaremos la punta del formón de esta manera, trabajándolo como una pequeña palanca.

(3) Arrancaremos pedazos de corteza hasta descubrir la vena viva. La distinguiremos fácilmente por el color claro. Es un trabajo lento y delicado, ya que si nos pasamos podemos estropear las venas vivas. 23


(4) Después de identificar la corteza viva, recortamos los bordes con una gubia especial. Así facilitaremos la cicatrización

(5) Con la gubia entramos 1 mm dentro de la parte viva, para sanearla.

(6) En esta foto, podemos ver la línea negra que corresponde al antiguo límite de la parte viva. Esta linea es debida al tizne que provocan los hongos que “comen” la corteza muerta. Si no la saneamos, la podredumbre de la corteza se seguiría extendiendo como una gangrena. 24


(7) Aspecto despuĂŠs de eliminar las cortezas muertas y de sanear las partes vivas. Ahora, ya sabemos hasta donde podemos romper la madera seca. 25


(10) Una vez enfriado el plástico, afilaremos bien la hoja. Para ello usaremos una muela con agua, que no destemplará el filo, pero podemos afilarla con una simple piedra de afilar, trabajando con cuidado.

(11) Después de afilar bien la gubia, afinaremos el corte afinándola en un cuero.

(12) Esta es la hoja de la nueva gubia: podemos afilarla por los dos lados, pero esta vez hemos dejado la parte dentada, ya que a veces la utilizamos para raspar alguna parte dura. 26


(13) Después de acabar el trabajo cortaremos el palillo a la medida que nos sea más cómoda para trabajar. No cortaremos antes, porque es más fácil afilarla con el mango largo. Como cualquier otra gubia la deberemos afilar frecuentemente, pero el primer afilado toma mucho más tiempo.

(14) Aspecto de la nueva herramienta a punto para empezar a trabajar.

(15) Al probarla vemos que trabaja perfectamente, pelando bien los bordes de la corteza.

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Ejemplos reales de trabajo de la madera seca con รกrboles europeos

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2. Trabajo de madera seca artificial

(1) 15 de marzo del 2004. Pistacia lentiscus enraizando en caja de plástico. Las ramas se dejaron largas; si las hubiéramos cortado a medida, algunas de ellas podrían haberse secado. No sabemos por donde va a brotar un árbol que se acaba de sacar del monte.

(2) 27 de septiembre del 2005. Al cabo de un año y medio, los nuevos brotes están creciendo con fuerza. Esto nos permitirá cortar las ramas a medida, con la seguridad de obtener una nueva brotación bien situada para formar el árbol. Vemos que la parte izquierda del tronco está viva. 30


(3) 13 de mayo del 2006. Después de cortar las ramas innecesarias. Ha empezado el trabajo de la madera seca, pelando la parte izquierda del tronco y rompiendo la madera a mano, con martillo y formón. Es solo un primer trabajo, para que la madera se empiece a secar y podamos continuar el proceso.

Este lentisco se enraizó en la primavera del año 2004. Como se puede ver en la foto nº 1 por el color marrón de la corteza, la mayor parte del tronco estaba enterrado en la tierra. Esta es una particularidad de los lentiscos, que suelen tener escondida una gran parte de su tronco, por lo que es muy difícil saber que es lo que hay debajo del suelo antes de empezar a sacarlos. Al principio del trabajo las ramas son bastas y los cortes son muy evidentes. Hay que trabajar mucho para que el árbol adquiera la soltura necesaria para convertirse en un bonsái. Hemos de buscar la parte bonita del árbol, y realzar su belleza y su movimiento, eliminando las partes innecesarias. Pero para poder hacerlo, necesitamos de la ayuda de técnicas avanzadas de trabajo de la madera seca. En un principio cortamos las ramas de este lentisco dejándolas bastante largas porqué nunca sabemos por donde saldrán

los nuevos brotes. Antes que nada, necesitamos que el árbol enraíce con fuerza para poder asegurar nuestro trabajo. Después, cuando las raíces nuevas crezcan con fuerza, ya podremos cortar las ramas a medida, con la casi total seguridad que saldrán nuevos brotes cerca de los cortes. De momento también hay una gran parte del árbol que ahora está viva, pero que necesitamos secar, para que el árbol exprese toda su fuerza. Dos años después de enraizar, llega el momento de cortar las ramas a medida y de pelar la corteza de las partes de madera que queremos secar. Sin las técnicas aprendidas en Japón, que nos enseñó generosamente el Sr. Takeo Kawabe, no habríamos podido realizar este trabajo. Pero no podemos aplicarlas de la misma manera que ellos las aplican a sus árboles, pues la madera seca de nuestros árboles suele ser mucho más dura que la de los árboles de Japón.

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(11) 20 de abril del 2008. El sol ha blanqueado la madera. Queda bonito, pero no se parece a la madera natural de las matas, que tiene un color gris. El paso del tiempo harรก que la madera envejezca bien.

(12) 14 de mayo del 2011. La madera envejece con naturalidad. Empiezan a aparecer las sombras que la harรกn tan bonita. 32


(14) Así es como empezó esta mata en marzo del 2004. Mi hijo Marc en el año 2004.

(13) 15 de septiembre del 2014. La madera empieza a parecer natural. Mi hijo Marc en el año 2014.

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Detalles de la evoluci贸n de la madera

(15) 2 de noviembre del 2007. Despu茅s de finalizar el trabajo de la madera seca.

(16) 18 de septiembre del 2014.

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(17) 17 de septiembre del 2014. Detalle de una de las roturas que se hizo el aĂąo 2007. Esta parte estaba viva cuando el ĂĄrbol enraizĂł, ahora parece una madera seca completamente natural.

(18) 16 de marzo del 2014 despuĂŠs de llover. La madera mojada nos permite ver los colores naturales. 35


Extra単as formas en las maderas naturales

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Extra単as formas en las maderas trabajadas

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Las formas que nacen por si solas, son la “prueba del nueve� que una madera ha sido bien trabajada.

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SUSCRIPCIONES BONSÁI PASIÓN

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