Pasion 72 by Jardin PRESS

72 6,50 €

Calendario de trabajos

Esta es una muestra del contenido que puede usted encontrar en el número 72 de la revista Bonsái Pasión

Dibujo Thierry FONT

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Director: Josep M. Miquel

josepmaria@francebonsai.com Traducción y corrección: Momoyo Nishiyama. Aimée Díaz. Administración: Jordi Fontanet. Redacción: Thierry Font, Isabel Hierro, Julie Lecomte, Juli Pascual, Nuria Morelló, Warren David. maquetación@mistralbonsai.com Publicidad y suscripciones: Warren David. info@mistralbonsai.com

Este es un número diferente de la revista Bonsái Pasión. En el publicamos un calendario de trabajo recogido de antiguos números de la revista japonesa bonsai sekai, serie que consideramos un auténtico tesoro. En sus páginas se explica la técnica básica que debe poseer todo aficionado, pero como verán, esta técnica no es exactamente la misma que se enseña en Europa. Seguro que les sorprenderán algunas de sus páginas, como las dedicadas a los trasplantes, en múltiples temporadas. Como verán, hemos empezado este calendario por el mes de diciembre, ya que es cuando empiezan realmente los primeros trabajos de la temporada, no se sorprendan por ello. Normalmente tenemos la idea de que las cosas solo pueden hacerse de una manera, quizás este número les haga replantearse su manera de trabajar. Algunos de ustedes pensarán que su trabajo ya da buenos resultados y no necesitan cambiarlo, sus árboles les confirmarán si están o no ustedes en lo cierto. La vida cambia sin cesar para adaptarse a las condiciones de la naturaleza. Nuestros bonsáis reflejan continuamente la capacidad de adaptación de los árboles. Sepámonos nosotros también adaptar nuestras técnicas a nuestros árboles. JM. Miquel.

Edita: Jardin Press Esturió, 8 43880 Coma-ruga jardinpress@bonsaipasion.com Tel.: 977 47 10 19

Shinkikaku-sha Tokio Japón. Impreso por: Jordi Dassoy, impressor D. L.B. B-33252-2002 ISBN: 978-84-96291 -20-1 Dibujo Thierry FONT

Con la colaboración del

Equipo Técnico de Mistral Bonsai.

Calendario de trabajos con los bonsรกis Diciembre ........................................... 4 Enero ......................................................... 13 Febrero ....................................................... 18 Marzo ........................................................... 26 Abril ........................................................... 35 Mayo ............................................................. 38 Junio ............................................................ 42 Julio ......................................................... 54 Agosto ........................................................... 63 Septiembre ............................................. 70 Octubre .................................................... 77 Noviembre ............................................... 80

Kanuma.

Tierra volcรกnica o Pomice

Akadama. Cedazos.

Musgo.

Vermiculita.

Diciembre

Aspecto de un olmo en la temporada de crecimiento.

Aspecto justo después de caer las hojas.

Aclarar las ramas finas de los árboles de hoja caduca en el momento de la caída de las hojas Entre los árboles de hoja caduca, las ramas innecesarias de los olmos son de las más feas. En todos los árboles de hoja caduca salen muchas ramas innecesarias que hay que corregir. El mejor momento para corregirlas es justo después de caer las hojas, al eliminarlas en este momento, fortalecemos las otras ramas y así evitamos que durante el invierno se sequen algunas puntas bonitas. Pero si hemos de cortar alguna rama gorda, nos esperaremos al final del invierno, cuando los árboles están a punto de despertar. Así evitaremos que las heridas se sequen. Durante la temporada de crecimiento las hojas y las ramas llegan a ser muy densas, y es difícil de ver el estado de las ramas interiores. Cuanto más maduro y espeso sea un árbol, más nos costará ver las ramas interiores. Si dejamos las ramas innecesarias sin cortar durante más de un año, en invierno los árboles se verán muy desordenados.

Ya saben todos que la temporada en la que se ve mejor la estructura de los árboles de hoja caduca es cuando están sin hojas. Es muy frecuente que las ramas finas bonitas, pierdan fuerza frente al empuje de las ramas fuertes y largas, y se acaben por secar. Los árboles de hoja caduca se desordenan con mucha facilidad, por lo tanto, es necesario corregir las ramas innecesarias justo después de la caída de las hojas. Las hojas nos impiden ver las ramas interiores del árbol. Cuando estas caen podemos ver el aspecto del árbol, y es fácil encontrar las ramas innecesarias. Los aficionados normalmente ya van cortando las ramas innecesarias conforme las van viendo durante la temporada de crecimiento, pero cuándo el árbol está desnudo, se dan cuanta de que hay muchas más ramas innecesarias de las que pensaban.

Diciembre En este dibujo vemos un detalle del estado de las ramas. Normalmente durante la temporada de crecimiento ya hemos corregido bastantes ramas mal situadas, pero aun hay bastantes. Si las dejamos para arreglar hasta justo antes de la brotación, irán aumentando su fuerza y formando yemas fuertes durante el invierno. Las ramas débiles en cambio irán perdiendo fuerza. Por eso debemos cortarlas justo después de que caigan las hojas.

Ramas largas.

Esta parte de las ramas es la que está marcada con un círculo en el árbol total. Pequeñas ramas innecesarias. Cortamos primero las ramas demasiado largas y fuertes, que son las que más ponen en peligro a las otras, ya que chupan su fuerza. Esto es prioritario, incluso si dejamos algunas ramas débiles para aclarar más adelante, por causa de tener poco tiempo para trabajar, esto no sería un problema, ya que estas no chupan tanta fuerza de las otras. Después, cortaremos las ramas mal situadas más pequeñas y débiles. Un punto importante de este trabajo, es no mirar los árboles solo de un mismo lado: para podar bien debemos girar la maceta y observar las ramas desde todos los ángulos. Por último, aunque las ramas sean viejas, si están enredadas también las aclararemos. Recuerden siempre que estamos hablando de aclarar las ramas finas de los bonsáis formados. Si hemos de podar ramas gruesas, esperaremos a hacerlo al final del invierno, para no dejar grandes heridas expuestas al fío durante todo el invierno. Una cosa es equilibrar la fuerza de las ramas mediante la poda de ramas finas, y otra muy distinta es la poda de formación en la que cortamos ramas gruesas.

Aspecto después de eliminar las ramas innecesarias.

Corregir las yemas mal situadas de los árboles de hoja caduca

En todos los árboles de hoja caduca salen muchos brotes mal situados, especialmente si abonamos demasiado o se queman las hojas en verano.

Carpinus.

Los árboles de hoja caduca, olmos, carpes, hayas... etc. forman numerosas yemas mal situadas en el interior de las ramas. Cuando las ramas están cubiertas de hojas, no vemos estas yemas. Justo después de caer las hojas, cuando los árboles están desnudos, las podremos ver fácilmente, y las quitaremos para que la nutrición del árbol se dirija a las yemas bien situadas. Los árboles siempre quieren crecer lo más posible, por eso dirigen siempre su fuerza a las ramas más fuertes, abandonando las ramas débiles, que encontraremos secas en primavera. Para los árboles, renovar las ramas es una manera de sobrevivir, por eso confían más en las ramas jóvenes que en las viejas. Pero cuando formamos un bonsái, queremos que su ramificación sea fina y vieja, y por eso hemos de corregir las ramas jóvenes mal situadas. Las yemas mal situadas salen casi siempre cerca de donde hemos cortado una rama gorda, o en la base de las ramas viejas. También encontramos muchas ramas demasiado fuertes en el ápice del árbol, en razón de la fuerza de esta parte. En los manzanos o ciruelos, también salen numerosos brotes mal situados, pero en estos árboles ademas, hemos de tener en cuenta las yemas de flor al podar.

Manera de detener el flujo de savia de los arces después de podar En el descanso invernal de los árboles se pueden distinguir dos fases: la temporada de “reposo”, en la que los árboles aún mantienen una cierta actividad, y la temporada de “letargo”, en la que los árboles entran en un descanso profundo, manteniendo al nivel mínimo sus constantes vitales. Cuando los árboles entran en letargo, aunque suba la temperatura o humedad, los árboles no se activan. Pero en la temporada de reposo, si cambian las condiciones, los árboles aún pueden reactivarse. La temporada de descanso de cada especie es diferente. Por ejemplo los Acer buergerianum tienen una fase de letargo muy corta: a finales de enero las yemas ya están casi despiertas, a la espera de que las temperaturas suban para entrar en fase de “reposo”. Cuando están en este estado, aunque no broten, la savia aumenta de nuevo su velocidad. Por lo tanto, si cortamos un arce en fase de “reposo”, la savia fluirá abundantemente por los cortes. En otras especies de árboles, la savia fluye durante unos días y se para en seguida. Pero en los arces, la presión de la savia es muy fuerte, y la savia fluye sin detenerse, perdiéndose en el exterior. Esto pone en riesgo la vida del árbol, que, después de una poda a destiempo, puede llegar a perder una parte de sus ramas o tronco.

Este es un árbol en formación, tiene una gran vitalidad. Antes de podar. El árbol ha entrado ya en la temporada de reposo (aún no ha entrado en un letargo profundo).

Cuanto más joven y fuerte sea el arce más savia perderá por las heridas. Si esto sucede, los árboles lloran” sin cesar, como el árbol del dibujo, y se debilitan extraordinariamente. Aunque el arce no esté protegido en un invernadero, donde la temperatura es más alta de lo normal, la savia no parará de salir por los cortes. En el dibujo parece que exageramos, pero en realidad la savia sale a una velocidad inesperada, debida a la alta presión en la que se halla en el interior del tronco. Si no intervenimos, la vida del árbol correrá peligro. 6

Esta es una muestra del contenido que puede usted encontrar en el número 72 de la revista Bonsái Pasión Yemas mal situadas de una haya

Arreglar las ramas que sobresalen del perfil

Diciembre En los árboles de hoja caduca salen numerosas yemas mal situadas. Cuando los árboles son muy fuertes, o al contrario son muy débiles, las yemas latentes se forma en gran cantidad. Si algunas de estas yemas están bien situadas, las dejaremos, pero quitaremos siempre los que salen en lugares no deseados.

Trabajos de la madera seca

Ramas largas de una sabina

Cortar las ramas largas de los pinos

Diciembre

Cuando los árboles son fuertes, en el ápice o las puntas de las ramas, encontramos brotes largos. Eliminaremos estos brotes, cortándolos desde la base, para equilibrar la fuerza de las ramas del árbol.

Las ramas secas reciben el nombre de jin, la parte de madera seca que sigue el curso de un tronco recibe el nombre de shari: todas estas partes son muy importantes para explicar la historia de un bonsái. No podemos dejar madera seca en todas las especies de árboles. La madera seca se forma naturalmente solo en especies de madera muy dura.

Los brotes resaltados en los círculos, son los que se alargaron en otoño.

Vena viva de corteza que sube por la madera seca (en japonés “mizusui). Sabina que presenta una bonita madera seca. La madera seca envejecida por el paso del tiempo.

 Si tenemos previsto llevar un árbol a una exposición, cortaremos un poco las ramas demasiado largas o demasiado espesas. El aclarado de las ramas finas es siempre imprescindible, ya que si no lo hacemos, se perderá el equilibrio del árbol.

Si cortamos estos brotes por la base, con unas tijeras de punta larga, el trabajo no se notará.

Aclarar las ramas

Ramas finas y densas. Aclaramos las ramas finas en las partes demasiado densas. ¡Atención, si aclaramos demasiado, el árbol perderá fuerza! Debemos trabajar con cuidado.

En las hayas, el ápice y puntas de las ramas son mucho más fuertes que las ramas interiores. Por eso, en estas partes, salen numerosas yemas mal dirigidas. También encontramos yemas mal situadas cerca de donde hemos cortado una rama grueso. Debemos eliminar todas estas yemas.

Alrededor de la base de las ramas, o cerca de los cortes de ramas gruesas, se forman siempre yemas irregulares. Si los dejamos desarrollar, la brotación de la rama será un lío enrevesado. Por lo tanto, después de caer las hojas (o si estas se mantienen durante mucho tiempo, eliminando algunas), quitaremos estas yemas.

Cuando se seca la madera, volveremos la sabina a su estante. Si hacemos este trabajo cada año, en la temporada de reposo, la madera seca durará mucho tiempo.

De día abriremos los laterales y las puertas para que las temperaturas no suban demasiado.

como insecticida y fungicida de contacto. A pesar de lo antiguo que es, el polisulfuro sigue siendo más eficaz que muchos productos nuevos. Si tratamos los árboles en invierno con polisulfuro, saldrán muy pocos insectos cuando llegue el momento de la brotación de las hojas. Es uno de los tratamientos menos arriesgados, ya que los árboles están en reposo, y más fáciles de aplicar. A pesar de ello sigue siendo uno de los tratamientos más eficaces para mantener la salud de nuestros árboles.

De noche protegeremos los árboles cerrando el invernadero.

Antes de tratar con polisulfuro, cubriremos las macetas con papel de periódico.

Encima del plástico colocaremos una malla para que la temperatura no suba demasiado.

De todos modos nunca protegeremos demasiado los árboles, dejaremos que entren en reposo por el frío, y en el caso de entrarlos en un invernadero, evitaremos que las temperaturas suban demasiado. Hemos de evitar que los árboles despierten antes de tiempo.

Las raíces de los árboles están protegidas de frío en la profundidad de la tierra, pero en las macetas sufren las heladas. En invierno, protegeremos los árboles en un invernadero, si son sensibles al frío o las heladas duran muchos días, y la tierra de las macetas no se deshiela.

Al llegar a las capas duras de madera, podemos pintarlas con polisulfuro de cal. Así protegeremos la madera seca. El polisulfuro quema los hongos, retrasa la pudrición de la madera y destruye los huevos de los insectos.

Si habitamos en una región muy fría protegeremos los bonsáis sensibles de las heladas en un invernadero.

Quitamos las cortezas despegadas y el musgo con un cepillo gordo o escobilla de palma.

Quitaremos las partes podridas de la madera, frotando con un cepillo de plástico duro. Trabajaremos con cuidado, para no arañar la vena viva.

Cortaremos estos brotes fuertes por la base: en todas las coníferas cortamos de la misma manera.

Cuando los árboles entran en reposo, hay pocas enfermedades o insectos que los afecten. Pero en los árboles de hoja perenne, quedan cochinillas y huevos de los insectos en la base de los brotes. En los árboles de hoja caduca, las cochinillas quedan escondidas entre la corteza y en la base de las ramas. Por eso, desde diciembre hasta febrero, es muy interesante tratar los árboles con un aceite de invierno o con polisulfuro de cal. Este producto es muy antiguo, su uso es tradicional, funciona muy bien

Protección del frío

Por dura que sea la madera, con el paso del tiempo se debilita, por lo que deberemos protegerla. En invierno limpiaremos bien la madera seca de nuestros árboles.

Quitamos las capas de corteza que han secado, descubriendo bien la corteza viva. Este es un trabajo muy delicado, pero necesario para que las venas vivas puedan crear una cicatriz por el borde, que las mantenga sanas y estables. Para ello, eliminaremos todas las partes podridas de la corteza.

En el dibujo vemos una sabina, pero en los enebros, thuyas y otras coníferas sucede lo mismo. También salen brotes largos en otoño en los árboles de hoja caduca. Por lo tanto este trabajo debe hacerse en todos los bonsái. En el caso de los árboles de hoja caduca, tampoco aclararemos demasiado, para que tampoco queden demasiado despoblados.

Desinfección en invierno

Enero En el ápice y puntas de las ramas, encontramos los brotes que han crecido con fuerza esta temporada. Estos brotes son más largos que los demás. En el dibujo, los brotes señalados con los círculos son los que cortaremos.

Cortaremos el ángulo de una página de periódico doblada dos veces, para que quede un espacio para que pase el tronco. Después, abrimos el periódico agujereado, y cortamos desde un lado hasta el agujero.

Manera de detener el flujo de savia de los arces después de podar

Enero Trataremos todo el árbol, remojándolo con una solución de polisulfuro. Para ello emplearemos un pulverizador. Lo ideal es tratar por la mañana de un día soleado y ventilado. Así por la tarde el árbol ya estará seco. Cuando el periódico esté seco, ya es señal de que podemos quitarlo. Colocaremos de nuevo el árbol en la estantería en la que hemos previsto que pase el invierno.

En el descanso invernal de los árboles se pueden distinguir dos fases: la temporada de “reposo”, en la que los árboles aún mantienen una cierta actividad, y la temporada de “letargo”, en la que los árboles entran en un descanso profundo, manteniendo al nivel mínimo sus constantes vitales. Cuando los árboles entran en letargo, aunque suba la temperatura o humedad, los árboles no se activan. Pero en la temporada de reposo, si cambian las condiciones, los árboles aún pueden reactivarse. La temporada de descanso de cada especie es diferente. Por ejemplo los Acer buergerianum tienen una fase de letargo muy corta: a finales de enero las yemas ya están casi despiertas, a la espera de que las temperaturas suban para entrar en fase de “reposo”. Cuando están en este estado, aunque no broten, la savia aumenta de nuevo su velocidad. Por lo tanto, si cortamos un arce en fase de “reposo”, la savia fluirá abundantemente por los cortes. En otras especies de árboles, la savia fluye durante unos días y se para en seguida. Pero en los arces, la presión de la savia es muy fuerte, y la savia fluye sin detenerse, perdiéndose en el exterior. Esto pone en riesgo la vida del árbol, que, después de una poda a destiempo, puede llegar a perder una parte de sus ramas o tronco.

Colocamos el tronco en el agujero del centro del papel, y juntamos los bordes. Pondremos una capa de al menos dos hojas de periódico.

Febrero

Aclarar las puntas de las ramas Evitaremos que las ramas se abran de tres en tres; en estos casos eliminaremos una de ellas.

Técnica básica de alambrado Después de terminar la poda, muchas veces alambramos las ramas para corregir su posición. Normalmente para alambrar los bonsáis utilizamos alambre de cobre cocido, pero a los principiantes les resulta más fácil alambrar con alambre de aluminio, que está recubierto de una capa de color marrón.

Técnica básica de poda de formación. Poda de las puntas de las ramas de un pino.

Las ramas que giran y pasan por delante del tronco. Las cortamos o alambramos para corregir su dirección.

Ramas que salen a la misma altura del tronco: con el tiempo hacen que este se engorde de manera fea. Cortaremos una de las dos.

Vista superior del árbol del dibujo anterior. Lugares donde cortamos las raíces : si el árbol es joven y fuerte, cortaremos el borde de la maceta por unos 6 sitios. No hará falta que los cortes se hundan más de 1 o 1,5 cm.

Las ramas que salen en el interior de las curvas del tronco, pueden llegar a crear problemas, ya que reducen las curvas.

Base del tronco.

Parece ideal alambrar con un ángulo de 45º. Si lo hacemos, la longitud del alambre que necesitamos para alambrar una rama, es aproximadamente de una vez y media la de la rama o tronco que queremos alambrar.

Si no podemos doblar una parte de la rama con un solo alambre, colocaremos un segundo alambre en paralelo al primero, ajustándolo bien a este.

Levantar las puntas de las ramas

También son muy feas las ramas que se cruzan, eliminaremos una de las dos, o la corregiremos con alambre.

Aspecto de la punta de una rama de pino después de podar.

A veces dos ramas de un árbol se superponen, en busca del mismo espacio. No sería mala idea eliminar o reducir mucho una de ellas.

En este dibujo cortamos las raíces con un cuchillo de injertar, pero podemos usar cualquier tipo de cuchillo, incluso de cocina, pero que corte bien.

El polisulfuro es un líquido maloliente, pero también lo podemos encontrar en polvo. Tanto uno como otro tienen la misma eficacia. Normalmente en invierno, para tratar los árboles, usaremos una solución de 5 a 10 veces más de agua que de polisulfuro. En la temporada de crecimiento también podemos tratar los árboles con polisulfuro, pero mucho más diluido: una parte de polisulfuro por 400 o 500 de agua. Cuando los árboles están en reposo, las partes vivas están endurecidas, por lo que el polisulfuro puede aplicarse mucho más concentrado si riesgo para los árboles.

Ramas que salen todas a la misma altura del tronco, como las ruedas de un carro. Esto suele ocurrir frecuentemente en los pinos y azaleas. Si las dejamos harán que el tronco engorde formando un feo bulto. Dejaremos la mejor situada y cortaremos las otras (a veces si las cortamos todas a la vez, dejarán unas grandes heridas o debilitarán el árbol, en estos casos las cortaremos rama por rama durante dos o tres años).

Consejos para alambrar bien las ramas.

Manera de alambrar. Para que el alambre se adapte bien a un tronco, o rama, lo fijamos con el dedo gordo de la mano izquierda, y colocamos las vueltas girando la mano derecha. Ajustaremos bien el alambre a la base de las ramas, sin apretar tanto que las dañe.

Cortaremos también las ramas que salen hacia arriba o hacia abajo.



Este es un árbol en formación, tiene una gran vitalidad. Antes de podar. El árbol ha entrado ya en la temporada de reposo (aún no ha entrado en un letargo profundo).

El grosor del alambre depende del grosor del tronco o rama, pero para los principiantes es mejor que usen un alambre un poco más grueso que lo necesario.

Cuando colocamos el alambre en la tierra, para empezar a alambrar un tronco, hundiremos la punta del alambre hasta una esquina de la maceta; así se fijará mejor.

Lugares donde hemos realizado los cortes.

Es normal que los principiantes, cuando quieran podar, no sepan por donde cortar. Para podar bien es imprescindible tener experiencia. Pero puede ser de gran ayuda saber distinguir las ramas feas o innecesarias, que normalmente no queremos en los bonsáis. Consideramos fea una rama que estropea la belleza de un árbol formado. Pero a pesar de todo, a veces por distintas causas, para la formación de un árbol de alto nivel, se dejan algunas de estas ramas “feas”.

Ramas que normalmente consideramos feas

Si la rama nos pareciera demasiado larga, este sería un buen sitio para cortar.

Cuando el papel esté bien colocado, lo sujetaremos simplemente con una pinza de las que usamos para tender la ropa.

Para que el polisulfuro no llegue al suelo, hay que cerrar bien el periódico.

Febrero

Enero Para detener la perdida de savia, sacamos el árbol de la maceta, justo después de podar, y cortamos las raíces que hay en los lados de la maceta. La cantidad de raíces que debemos cortar dependerá siempre de la fuerza de cada árbol, pero lo normal es cortar las raíces de los lados al menos por 6 lugares distintos. No es necesario que los cortes sean profundos, ya que la mayor parte de las raíces fuertes, giran por el exterior de la tierra, al lado de la pared de la maceta. Otra opción, incluso mejor, es trasplantar el árbol, cortando las raíces largas. Cualquiera de los dos sistemas detiene casi de inmediato la pérdida de savia.

Para que las ramas sean bonitas, las puntas deben levantarse. Esto lo podemos conseguir con un alambre fino. Con el tiempo os árboles lo harán por si solo, está técnica es importante para los que tienen prisa o para presentar un árbol a una exposición, pero no es tan necesaria si trabajamos a largo plazo, pensando en el futuro del árbol.

Levantamos la punta de las ramas con un alambre fino, que llega hasta la base de las primeras hojas.

También son feas las ramas que salen hacia el frente desde la parte inferior del tronco. En cambio las ramas que salen hacia el frente desde la parte superior del árbol, las podemos dejar, como ramitas cortas, lo que puede ser interesante o hasta necesario.

Si las vueltas del alambre están demasiado juntas, como en un resorte, el alambre no tendrá fuerza para doblar el tronco, aunque sea del grosor adecuado.

Relación entre las partes por las que queremos doblar y la colocación del alambre. Distancia entre las vueltas del alambre.

Formación de la estructura básica de un árbol (un pino)

Febrero

Si forzamos demasiado el alambre, a veces la rama se puede quebrar entre vuelta y vuelta del alambre.

Si pasamos el alambre bien, pensando en las partes por donde queremos doblar la ramas, lo conseguiremos con mucha más facilidad y menos riesgo. A veces esto puede obligarnos a no alambrar siempre en un ángulo de 45º, como parecería correcto. Hemos de adaptar el alambre a la forma de la rama y no la rama al alambre.

Cortaremos por aquí el ápice que ha crecido demasiado.

Cuando formamos un árbol en estilo moyogui (vertical informal), el ápice del árbol queda muy bonito si cae casi en la vertical de la base.

Hemos de dar un poco de curva al tronco por esta parte. Lo moveremos hasta la parte dibujada con puntos.

Bajaremos esta rama.

Cuando las ramas son aún finas, las podemos doblar fácilmente con alambre.

Lo ideal es alambrar dos ramas con el mismo alambre, como se ve en este dibujo. Incluso saltando una rama lo podemos fijar perfectamente al tronco, para que podamos doblar las ramas desde la base.

Poda de invierno

Febrero Árbol antes de podar y alambrar.

Manera de cortar las ramas gordas de las coníferas

Para evitar que la resina salga sin cesar por la herida, la sellaremos con un poco de barro o de pasta especial para coníferas, hasta obturar los canales por los que fluye la resina. Luego, podremos poner pasta selladora de tubo, cubriendo la herida un poco más allá de los cortes. Después de acabar el trabajo, dejaremos la pasta hasta que se caiga por si sola. Sólo si el sellado no ha funcionado bien, la quitaremos y pondremos otra pasta de nuevo.

Manera de cortar las ramas gordas de un árbol de hoja caduca.

Curva de la parte superior del tronco. Bajaremos esta rama. Un árbol imaginario de estilo vertical informal.



Bajaremos esta rama.

Hay una enorme cantidad de especies de árboles de hoja caduca. El trabajo que explicamos se ajusta a la mayor parte de las especies que más comúnmente usamos como bonsáis. Cuando cortamos ramas o troncos innecesarios, hay algunas cosas que no podemos descuidar. Hay especies de corteza fina, como los olmos o arces, en los que hemos de evitar que los cortes dejen feas marcas. Según la fuerza de cada especie, las heridas tardan más o menos en cerrar, por lo tanto antes de cortar un árbol, debemos informarnos bien de las características de su especie.

Si las ramas son más gruesas, para bajarlas fijaremos bien el alambre al tronco y lo pasaremos por la parte superior de la rama. También podemos fijar el alambre, con un tensor sujeto a una rama inferior, para poder mantener más fácilmente la rama alambrada en la posición que queremos. Así no hará falta usar alambres muy gruesos, y evitaremos los efectos del viento.

Para que el tensor no dañe la corteza de la rama, la podemos proteger con pedazos de cámara de neumático.

Si no podemos doblar las ramas solo con alambre, las doblaremos con la ayuda de tensores.

Esta rama está bajada con el alambre y con un tensor. Lo más importante para colocar bien un tensor, es colocarlo en el punto exacto, para que doble bien la rama. Para averiguarlo, antes de colocar el tensor, bajaremos la rama apretando con los dedos; probaremos en varios sitios, hasta encontrar el mejor punto para en el que sujetar el tensor, para que este trabaje bien.

Bajamos poco a poco la rama, hasta que esté en posición, y la fijamos con un tensor, hecho con un alambre fino de cobre. Cuando soltemos el tensor, la rama volverá un poco hacia su posición anterior, por lo tanto, la bajaremos un poco más, para que al sacar el tensor quede exactamente donde queremos. Muchas veces no podemos bajar de una vez la rama tanto como queremos, en este caso, la bajaremos un poco cada vez durante varios meses; así conseguiremos bajarla hasta donde queremos sin que se rompa. Fijamos un alambre de hierro al agujero de la maceta, para tener un punto de apoyo de los tensores.

También podemos colocar dos tensores sobre una misma rama, para doblarla de manera más bonita. Naturalmente, para que el tensor no dañe la corteza de la rama, la protegeremos con un pedazo de cámara de caucho, o material similar.

Para crear un buen punto de apoyo para un tensor, una manera práctica es pasar un alambre doblado, dando vueltas a la maceta. Así conseguiremos tener el punto de apoyo del tensor en el lugar ideal.

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Marzo

Cortar las raíces después de peinarlas. Empezamos por cortar las raíces de los lados, y acabamos cortando las del fondo. Si en los lados cortamos algunos entrantes como cuñas, lo haremos siempre entre las raíces gruesas.

Tronco.

Sacaremos la tierra del lado exterior de la zona señalada con puntos (estamos trabajando un viejo bonsái).

Esta es la parte de tierra que dejamos.

Después de peinar las raíces.

Abril

Dibujo de la distribución de la fuerza de cada parte del árbol.

Pinzados de primavera

Parte más fuerte del árbol.

Normalmente la fuerza de cada rama tiene relación con la parte del tronco de donde salen. En las partes donde no llega el sol, por ejemplo las ramas pequeñas interiores, encontramos las ramas más débiles.

Parte más débil del árbol.

Hemos dibujado con trazos punteados, las ramas que hemos previsto dejar crecer, aprovechando la fuerza de cada parte del árbol.

Para formar un bonsái, es necesario equilibrar la fuerza de los brotes de todas las partes del árbol, para ello los pinzaremos y aclararemos. Este es el objetivo principal de los pinzados de primavera: Si pinzamos todas las partes del árbol de la misma manera, no podremos equilibrar su fuerza. En las partes donde queremos frenar los brotes, o en las partes que queremos que la fuerza aumente, no podemos pinzar de la misma manera.

La temporada adecuada para polinizar, es cuando empieza a salir un líquido viscoso en la punta del pistilo. Cogemos el polen, que habíamos almacenado, con la punta de los bastoncitos, y lo pasamos a la flor.



En los brotes de las partes medianas, cortaremos la candela central por la mitad (o cortaremos su punta) y dejaremos crecer también uno de los brotes laterales, sin despuntarlo. Si queremos que crezca una rama, dejamos crecer la candela más fuerte y también uno de los brotes laterales.

Los brotes del ápice son los más fuertes. Romperemos la candela central dejando solo un pedazo, y eliminaremos los brotes laterales, dejando solo uno al que le romperemos la punta. Pero en la punta de las ramas que queremos que crezcan, no cortamos la candela fuerte, y dejamos también uno de los brotes laterales.

En las hayas, cuando tengamos las ramas formadas, y para densificarlas, pinzaremos los brotes rompiéndolos con los dedos, justo antes de que se abran las hojas. Así obtendremos una segunda brotación con entrenudos más cortos.

Formación de las ramas a base de pinzados

Pocas semanas después del pinzado saldrán nuevos brotes en las puntas cortadas.

Junio

Mayo

Esta manera de trabajar es muy distinta que formar las ramas con alambre. De esta manera la formación se construye a base de cortar los brotes tiernos. Las ramas formadas por pinzado tienen siempre una forma más natural. La desventaja del pinzado es que es más lento: tardaremos más en formar un árbol por pinzados que alambrándolo, pero el resultado final será mucho mejor. Podemos pinzar hasta finales de mayo. Después dejaremos madurar las ramas, para que formen brotes de flor, hasta mediados de julio.

Trasplante con agua (Mizuguime) Esta es una manera de poner la tierra sin dañar las raíces con los palillos

Junio

Trasplante al final de la primavera de un pino de cinco agujas, que está débil

A veces las raíces de un árbol están en mal estado, y los brotes salen amarillos. En estos casos no podemos esperar hasta el año que viene a trasplantar: hay un modo de hacerlo a finales de primavera llamado “Mizuguime”

Cuando los brotes abren 3 o 4 hojas, cortamos las puntas o las rompemos con los dedos.

Cuando la polinización tiene éxito, esta parte se hincha, dando lugar a los frutos.

El polen sale de las puntas de los estambres. Los estambres se casi todas las especies se suelen abrir unos días después de la flor. Normalmente el trabajo de polinización se hace por las mañanas. Hay muchas especies en las que es interesante la polinización artificial.

Si se dejan polinizar de manera natural, los frutos salen de manera irregular.

Estuche de plástico.

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Ovarios ya fecundados.

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Manera de bajar las ramas nuevas de los Prunus

guardar las flores, secándolas en un recipiente cerrado, con la ayuda de un gel secante.

Pinzados de haya en primavera

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No cortaremos los brotes de las partes débiles, y los dejaremos crecer libremente.

Como más fuerza tenga una rama, más brotes y más fuertes encontraremos en ella.

A mediados de mayo, los brotes fuertes habrán crecido de 8 a 10 cm. Normalmente estos brotes salen hacia arriba. Si alambramos para ponerlos en posición horizontal, o ligeramente hacia abajo, frenaremos su crecimiento, lo que favorece la formación de brotes de flor. Pero este trabajo ha de hacerse a mediados de mayo, justo antes de que maduren las ramas nuevas. Esta técnica también puede utilizarse en manzanos, pseudocydonia, etc. en general en todas las rosáceas.

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Utensilios necesarios para polinizar. Podemos usar un pequeño pincel blando para atrapar el polen, pero si hay poco polen será mejor usar unos palillos con algodón en la punta o unas pinzas.

Lo más interesante es polinizar un árbol con la flor de otro, como sucede en la naturaleza. La mejor temporada para coger las flores, es justo después de la floración. Guardaremos las flores en un recipiente hermético. Las flores de los manzanos, ciruelos, cerezos, etc, poseen estambres y pistilos en la misma flor. A pesar de ello cada parte madura en una temporada distinta y por eso es difícil que un árbol se polinice a si mismo. Por eso, como sucede en los campos de almendros, cultivar manzanos de distintas variedades es de gran ayuda para favorecer la polinización.

Es muy frecuente que en un mismo bonsái, dejemos crecer unas partes, intentando acelerar su desarrollo, y al mismo tiempo, intentemos frenar el crecimiento de otras. El pinzado de los brotes depende de la parte del árbol, pero también del objetivo del trabajo; la manera de pinzar los brotes depende de lo que queremos conseguir. Además, debemos mantener la fuerza global del árbol, para que su formación se pueda adelantar. Para conseguir que el árbol del dibujo anterior llegue hasta la forma de este dibujo, harían falta unos tres años de buen trabajo y de buen cultivo.

¿Por donde cortamos?

33 Especies con dos sexos diferenciados difíciles de polinizar.

Manera de guardar el polen.

de los frutales Hay algunas especies en los que las flores masculinas y las femeninas están en árboles distintos. En otras especies las flores tienen estambres y pistilos, pero estos se abren en temporadas distintas. La naturaleza intenta que las flores se polinicen con otras de su especie, y para eso usan los insectos o el viento. A pesar de ello, según donde vivan nuestros bonsáis, será mejor ayudarlos a polinizar de manera artificial. Hay algunos bonsáis en los que el fruto se valora mucho: cuando los árboles ya están formados, la polinización artificial es muy interesante.

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Cubriremos la tierra con musgo y encima un poco de tierra. No cubriremos toda la tierra de musgo; es más bonito y mejor para el cultivo que el musgo cubra solo una parte de la tierra de la maceta. Acabaremos alisando la superficie de la tierra con una escobilla de palma, y quitaremos la toalla que pusimos en la base del tronco para proteger la corteza. Después regaremos a fondo hasta que el agua salga clara y sin polvo. El trasplante habrá terminado.

Para que la tierra penetre bien entre las raíces, la trabajaremos con unos palillos de madera, dando ligeros movimientos circulares por la punta, hasta que no queden huecos. No es bueno mover los palillos a izquierda y derecha; daremos movimientos circulares comprobando bien que baje la tierra.

brotes laterales: así la punta de los brotes crecerá más. Luego ya podaremos las ramas que hayan cogido demasiada fuerza.

C. Los brotes de las ramas inferiores, o del interior de las ramas, donde no llega el sol, son los más débiles.

Normalmente rompemos las candelas fuertes de los pinos, doblándolas con los dedos. En cambio, aclaramos con tijeras los brotes que salen agrupados en la base de las candelas.

En el proceso de mantenimiento de la forma de un árbol, y también en el proceso de formación, la selección de los brotes, el pinzado, el alambrado, las podas y defoliaciones y los trasplantes son técnicas necesarias. No olvidemos que antes que nada, debemos cultivar bien los árboles, sino no podremos hacer bien ninguno de estos trabajos. Todas estas cosas son necesarias para formar un buen bonsái, pero si falla aunque solo sea una de estos técnicas, no lo conseguiremos. Es imposible comprender como se hace un bonsái, estudiando cada trabajo por separado, ya que todos ellos están en relación: por ejemplo un árbol mal cultivado, o mal podado, no se puede arreglar a base de alambrarlo. Sabiéndolo, hemos intentado hablar sólo de los pinzados de primavera. El árbol dibujado representa un Pinus thunbergii a medio formar, pero en el fondo el trabajo de los árboles de hoja caduca sería muy similar.

Mayo

B. Brotes de las partes de fuerza mediana.

Parte donde la fuerza del árbol es mediana.

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Escobilla de palma.

Pistilos de Kadsura japonica. Los estambres son difíciles de distinguir. El dibujo representa una flor de Kadsura, después de quitar los pétalos.

Cuanto más fuerte sea la parte del árbol más brotes tiene. El brote terminal, más fuerte, suele ser también el más largo y grueso. A. Brotes de las puntas del ápice o de las ramas fuertes.

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Pequeña paletilla utilizada para el trasplante de los bonsáis. Parece una tontería pro es un instrumento de los más prácticos y económicos.

Tanto en los árboles de tronco recto como retorcido, la fuerza de los árboles se puede separar en tres partes; el ápice es la parte más fuerte del árbol. La parte central del árbol tiene una fuerza “mediana”. La parte inferior del árbol es casi siempre la más débil. En cada rama ocurre lo mismo: las puntas son más fuertes que las partes interiores.

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Continuaremos llenando la maceta, hasta que los bordes de la tierra queden 1 cm. por debajo de los bordes de la maceta. Para ellos nos ayudaremos de una paletilla; así al regar, el agua no se desbordará por los lados de la maceta.

Con la punta de unos alicates, apretaremos el alambre retorciéndolo, sin apretar tan fuerte que dañemos las raíces gruesas.

Cuando hayamos fijado bien el árbol a la maceta, la acabaremos de llenar de tierra.

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Cuando un árbol es viejo y está bien formado, solo quitamos 1/3 de la tierra original. En los árboles jóvenes podemos llegar a quitar los 2/3 de la tierra vieja. Después de quitar la tierra, si esta está deshecha, quitaremos también la tierra del centro hasta llegar a la base del tronco, y cortaremos en los bordes unos entrantes en forma de cuña, para que la tierra vieja se adapte mejor a la nueva.

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Cuando los árboles son viejos y están bien trabajados las raíces son finas y densas. Casi no encontramos raíces fuertes y largas.

En el fondo de la tierra están casi todas las raíces activas.

Marzo

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Después de recortar todas las raíces innecesarias.

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El aspecto que adquieren los árboles, cuando la corteza envejece, nos hace sentir una emoción inexplicable. Por eso, cuando cogemos por ejemplo un viejo pino, pero lo mismo sucede con los viejos árboles de muchas otras especies, protegeremos la corteza del tronco con una toalla, cuando lo vayamos a trasplantar.

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Este dibujo podría corresponder a un árbol de 80 o 100 años.

Nivel del suelo después del trasplante.

Colocaremos el árbol, con las raíces bien recortadas. Lo sujetaremos con las dos manos girándolo ligeramente, ejerciendo una ligera presión hacia abajo, para encajarlo perfectamente en el montículo de tierra que hemos preparado antes en el fondo de la maceta. A continuación, atamos las raíces del árbol con los alambres que habíamos pasado por los agujeros del fondo de la maceta. Así lo sujetaremos firmemente.

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Palillos de bambú. Para peinar las raíces usamos unos bastones de bambú o de madera.

Podaremos siempre las raíces con unas tijeras bien afiladas; nada de tijeras viejas melladas.

Sacaremos el árbol de la maceta.

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Es cómodo despeinar las raíces encima de un torno.

Vista superior de la maceta. Dejamos la tierra de la parte dibujada con puntos.

Antiguo nivel del suelo.

Cuando cortamos las ramas fuertes, cortaremos también las raíces largas.

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Doblamos una toalla húmeda y la fijamos al tronco atándola por encima y por debajo. ¿Parece una tontería verdad? Pero en realidad es un detalle muy interesante. Sino disfrutamos del trabajo de los árboles, ¿para que sirve hacerlo?

Al descubrir las bases del árbol, cortaremos también las raíces altas.

Cortaremos las ramas que sobran y empezaremos a construir las ramas con las que queremos formar nuestro bonsái.

Alguna rama innecesaria se ha aprovechado como un “jin”.

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Cuando podamos ramas tan gruesas como estas, es el buen momento para trasplantar el árbol. En los trasplante de formación, es muy importante bajar el nivel del suelo. Así empezaremos a aumentar la dimensión del nebari. Poco a poco, en cada trasplante, iremos descubriendo un poco la base de los bonsáis.

Cortaremos por aquí.

Cuando cortamos una rama gorda, lo más seguro es proteger el corte con una pasta selladora.



Las raíces de cada especie de árbol se desarrollan de manera distinta. Los árboles de hoja caduca, si son fuertes, en un año son capaces de llenar la maceta de raíces. En cambio las coníferas, como los pinos tardan mucho más, aproximadamente unos tres años. Cuando las raíces llenan la maceta, no queda espacio para el crecimiento de raíces nuevas. El crecimiento de la parte del árbol que crece fuera de la tierra (ramas y hojas), tiene una relación directa con el crecimiento de la parte del árbol que crece dentro de la tierra (raíces). Por eso, cuando la tierra está abarrotada de raíces, las raíces finas, que son las que mantienen la vida de las hojas y de los brotes débiles, se secan, y solo quedan las raíces fuertes, que son las que dan lugar al crecimiento de los brotes fuertes. Cuando las raíces están así, las ramas débiles se secan, y solo crecen algunas ramas fuertes. Como resultado, la forma ordenada del árbol, que tanto nos ha costado conseguir, se pierde. Con este estado, los granos de la tierra se deshacen rápidamente, y el substrato se compacta. Con una tierra sí, falta el aire y las raíces, aunque abonemos, no serán capaces de absorber los nutrientes. Cuando los árboles llegan a este estado es cuando hace falta trasplantarlos.

Cortaremos por aquí.

En las partes en los que hemos hecho cortes grandes, trabajaremos la herida con una gubia. En algunas especies, como en los cerezos, que tienen madera muerta, incluso podemos cortar una rama dejando un pedazo que se secará y parecerá natural (jin). Pero esto no sería normal en los otros árboles de hoja caduca. Para corregir bien un corte grande, lo rebajaremos por los lados de la corteza viva, pero lo dejaremos un poco más alto en el centro del corte. Esto lo haremos en especies un poco débiles o incluso en árboles de especies fuertes, pero que son viejos. Así las cicatrices quedarán bien. Básicamente rebajamos un poco más de dos veces el grosor de la corteza del árbol. Pero en los árboles más fuertes, como los fresnos, podemos rebajar más los cortes, hasta un poco más de tres veces el grueso de la corteza.

Vamos a ver la manera de trasplantar un viejo pino

Trasplante

Ha quedado la estructura básica del árbol. A partir de aquí empezaremos a formar las nuevas ramas.

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Cortaremos por aquí.

La pasta selladora especial para coníferas se vende en los comercios especializados de bonsái.

Marzo

Después de podar.

Básicamente en un árbol de estilo “moyogui” (vertical informal) el ápice está situado en la vertical de la base, y el tronco tiene algunas curvas. Para que la forma del árbol sea más interesante, dejaremos que algunas ramas sobresalgan un poco, del perfil triangular del árbol. Es mejor que el triángulo no sea demasiado simétrico; un lado sea más largo que el otro. Si el árbol es demasiado regular quedará un poco soso. Lo mismo, si el tronco fuera recto, los lados del triángulo no deberían ser idénticos.

El aclarado de las ramas de los árboles de hoja caduca se hace en noviembre, cuando acaban de caer las hojas. Pero cuando lo que necesitamos es cortar ramas gruesas, como sucede en les primeras etapas de la formación de un árbol, esta poda se realiza a primeros de marzo, antes de que los árboles inicien su actividad. Si podamos las ramas gruesas en noviembre, cuando las hojas empiezan a caer, los cortes no empezarán a cerrar hasta que el árbol recupere su actividad. Esto puede ocasionar que la corteza cercana a los grandes cortes se seque, impidiendo la buena cicatrización de las heridas. Por eso en noviembre solo aclaramos las ramas finas, para favorecer el desarrollo de las yemas en las partes donde queremos que el árbol crezca en primavera.

Manzano en su primera etapa de formación: las ramas se han dejado crecer para engrosar el tronco, pero ahora ha llegado el momento de cortarlas.

Si la herida no es muy grande (de la dimensión de un dedo mediano) no hará falta poner pasta selladora; cerrará por si sola. A no ser que el bonsái sea de tamaño pequeño o viejo, en estos casos sellaremos incluso las heridas pequeñas.

Vista frontal del trabajo de ajustar bien un corte grande. El centro de la cicatriz queda ligeramente más alto que los bordes.

Las ramas ya están en la posición deseada.

Poda de manzanos

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Si las ramas son finas, podemos fijar el alambre de la manera indicada en el dibujo.

Marzo

Casi todos los árboles de hoja caduca reaccionan de manera parecida a la poda, pero los pinos escupen resina por las heridas, lo que les ayuda a cerrarlas. Pero si el corte es muy grande, lo mejor será proteger la herida con una pasta selladora. También podemos dejar ramas secas, pelándolas para que parezca que se hayan secado de manera natural. Estas ramas en bonsái reciben normalmente el nombre de “jin”. Por so en las coníferas, vamos a pensar bien lo que haremos con una rama antes de cortarla.

La temporada más adecuada para podar un árbol es al final de invierno. Pero si no trabajamos bien, se pueden secar rama o hasta morir algún árbol. Esta vez vamos a ver el trabajo que se hace después de cortar las ramas innecesarias. Este es un dibujo que podría representar cualquier árbol de hoja caduca. Pero en este árbol sobran dos ramas, ¿las pueden identificar? Vamos a cortar primero con una pequeña sierra.

Ejemplo de poda y de alambrado. En este dibujo, imaginamos un árbol que estaba dejado durante dos o tres años, sin podarlo ni alambrarlo. Las puntas de las ramas fuertes se levantan y en el ápice, que es siempre la parte más fuerte de un árbol, hay un montón de ramas que salen al mismo nivel. Imaginamos una pequeña reforma, para corregir sus problemas, formándolo en estilo moyogui (vertical pero con el tronco curvado).

Sacamos el árbol de la maceta y peinamos las raíces, pero ¡Atención! Solo peinaremos la mitad de raíces de lo que peinaríamos en primavera.

La manera de plantar en la maceta no es la misma que si trasplantamos al principio de la primavera

Para este trabajo es mejor usar alambre de aluminio que de cobre.

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Una especie difícil de polinizar es la Kadsura japonica. En estos árboles la temporada en la que se pueden polinizar es muy corta. Sólo se pueden polinizar de 5 a 7 de la mañana, del día en que abren las flores. Como las flores duran muy poco, la mejor manera es coger una flor que acaba de abrir. En esta especie no es practico guardar el polen. Al remover la flor con las pinzas, el polen cae encima de la otra flor. Con una flor masculina se pueden polinizar de 5 a 6 flores femeninas. Las flores cuelgan, por lo que las levantaremos cogiéndolas con las puntas de los dedos.

Si alambramos apretando el alambre a la corteza, como hacemos en las ramas normales, el alambre dejará muchas feas marcas en la corteza, ya que el crecimiento de las ramas jóvenes es muy rápido.

Alambramos ramas nuevas, con la corteza blanda; no apretaremos el alambre a la corteza.

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Hay especies que no necesitan la polinización asistida, como la pyracantha que fructifican muy bien por si solas, sin necesidad de hacer nada especial; dejaremos trabajar a los insectos.

Fijaremos primero el alambre a las ramas viejas y luego seguiremos por las nuevas. Vamos a trabajar con cuidado para no pisar ni hojas ni peciolos.

Doblaremos con mucho cuidado, ya que la base de las ramas nuevas es muy frágil.

Cortaremos las raíces de giran por los lados de la maceta, y un poco de las del fondo. Dejaremos al menos 1/3 de la tierra.

En el ápice, o en las puntas de las ramas, los brotes crecen muy rápidamente. Si los brotes se han alargado más de 10 cm. cortaremos la punta, para frenar su fuerza.

Desde la base de las hojas saldrá en pocos días una segunda brotación.

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Antes de alambrar.

Dibujo de una flor de pyracantha.

A finales de primavera, los brotes de los pinos detienen su crecimiento. En esta temporada, el grupo de las hojas nuevas aún no se ha acabado de abrir. El momento adecuado para trasplantar esta especie de pino, es cuando las hojas de los brotes nuevos están en este estado.

Manera básica de ramificar por pinzado Esta manera se aplica en los árboles a partir de la mitad de su formación, en el mes de mayo: Cuando los brotes crecen más de 10 cm. Los cortamos dejando un par de hojas cerca de la base. Así la segunda brotación sale muy rápidamente y tiene tiempo aún de formar brotes de flor. Esta técnica se puede aplicar en los árboles jóvenes, pero las ramas así formadas tienden a levantarse, por lo que será muy práctico bajarlas con tensor: así se podrán formar las ramas de los Prunus de manera muy natural.

Vertemos la tierra poco a poco, con la ayuda de un librador.

Usamos unos palillos de bambú o bastones de madera. Hay pequeños rastrillos de metal para peinar las raíces, pero en este caso usaremos los bastones, para no dañar las raíces.

Las hojas nuevas están a medio abrir. Las hojas del año pasado están abiertas completamente.

Manguera. Trasplantamos igual que en la primavera, hasta poner la capa de drenaje en el fondo de la maceta. Pero ahora, para que la tierra entre bien entre las raíces, no utilizaremos los palillos: utilizaremos la presión del agua que sale de una manguera. Esta manera de plantar recibe el nombre de “Mizuguime”. Decidimos bien el frente, como en un trasplante normal, pero aprovechamos la presión del agua que sale de la manguera para colocar el resto de la tierra. Si la manguera tiene poca presión, cerraremos la lanzas, para que el agua salga con más fuerza. Así colocaremos la tierra hasta el nivel previsto. Al final, podemos colocar la última capa de tierra casi de adorno en seco, de la misma manera que en un trasplante normal. Un árbol trasplantado en esta temporada, deberá protegerse del viento, pero lo colocaremos en un lugar dónde le de el sol.

Bajar las ramas nuevas utilizando un tensor. Cuando terminamos de polinizar un árbol, lo protegemos durante una o dos semanas en un abrigo, al resguardo del viento y lluvia, hasta que veamos que el fruto empieza a crecer. Recuerden que no hay que regar nunca por encima de las flores.

Esta es una manera de bajar las ramas sin alambrarlas completamente: Usamos una parte del alambre como tensor.

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Primero fijamos el alambre a la rama vieja, doblamos la rama joven, inclinándola hacia abajo, y acabaremos de alambrar un poco hacia la punta. 39

Saldrá una nueva brotación: si este trabajo se realiza en un árbol que no da flor, como un olmo, podemos continuar pinzando mientras el vigor del árbol lo permita. De todos modos dejaremos reposar los árboles en los periodos de fuerte calor del verano.

Cuando los segundos brotes crecen así, los cortamos por aquí.

Cortamos las raíces dejándolas más largas que si lo hiciéramos en primavera. El criterio es cortar por la línea punteada.

Junio

Regar cuando llueve

Junio

Formación de las ramas de un manzano a base de alambrado

Cuando llueve un poco, solemos pensar equivocadamente que no hace falta regar. Cuando la lluvia es muy fina, solo moja la superficie de la tierra, peo la tierra del fondo de la maceta se continua secando. En primavera, los árboles están creciendo, y consumen rápidamente el agua del interior de las macetas, es cuando más sucede este error. Aunque nuestros vecinos crean que estamos locos, cuando la lluvia es muy fina y no remoja bien la tierra, regaremos con manguera, aunque debamos hacerlo con paraguas.

Manera de tratar los árboles Acodar

Cuando el árbol empiece a gotear, ya no debemos tratar más.

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Trataremos los árboles al menos desde 30 cm. de distancia.

Aclararemos los brotes innecesarios y bajaremos los bien situados alambrándolos. Para este trabajo utilizaremos alambre de aluminio, que es más suave que el de cobre. Si no tenemos mucha experiencia, usaremos alambre un poco más grueso de lo necesario.

Unos meses después de podar las ramas, los brotes del manzano ya han crecido con fuerza. Los alambraremos antes de que se endurezcan, pero antes aclararemos los que no están bien situados o los que nos estorban.

Trataremos desde abajo, remojando bien la parte inferior de las hojas. Hay muchos aficionados que solo tratan remojando las hojas desde arriba.

Manera de acodar

Junio La temporada adecuada para acodar empieza en junio. En esta temporada, termina el desarrollo de los brotes de primavera, y el árbol parece querer reposar. Los árboles han acumulado nutrientes en sus troncos desde la primavera, pero están activos y son capaces de enraizar. Es la temporada en la que se pueden acodar con más facilidad. Es una buena ocasión de aprovechar árboles que están llenos de defectos, o a los que se les ha secado alguna rama importante. Normalmente las ramas de los bonsáis están formadas durante años, al acodar una parte de un viejo árbol, conseguimos un nuevo árbol con la formación ya muy adelantada. También podemos acodar árboles grandes, para empezar la formación de un nuevo bonsái.

Está dibujada la parte del ápice y de las ramas.

Acodando podemos formar un árbol de estilo moyogui.

Acodamos por la parte señalada con la línea. Podemos acodar árboles de hoja caduca, pero también coníferas, como tejos, cryptomerias, etc.

Con una de las ramas podemos formar un árbol de estilo cascada.

Usaremos una máquina que tenga bastante presión: cuanto más fina salga la solución mejor será el resultado.

Manera de eliminar el agua sobrante de las macetas encharcadas.

Árboles como los de los dibujos, demasiado altos o con una parte seca parecen irresolubles. Si acodamos cerca de la base de las ramas, podremos sacar árboles muy interesantes.

A veces hay macetas con la tierra muy deshecha, que drenan mal. En las temporadas lluviosas estás macetas quedan inundadas, y las raíces se llegan a pudrir. En estos casos, inclinaremos con un listón de madera un lado de la maceta, Así el agua saldrá mucho más rápidamente.

Manzano antes de alambrar.

Manzano después de alambrar.

Alambrar los brotes para bajar las ramas es simple: Bajaremos los brotes desde la base dándoles unas ligeras curvas. También podemos formar las ramas pinzándolas sin alambrar, es un sistema más lento pero que acaba dando una mejor calidad.

Cuando la temperatura de la tierra es alta, especialmente en las épocas en las que hay mucha humedad, las plagas e insectos proliferan, por lo tanto deberemos proteger nuestros árboles tratándolos adecuadamente. En general los aficionados no saben tratar bien sus árboles. Hay quien trata de manera preventiva, antes de la aparición de las enfermedades. Esto es como si nos medicáramos antes de estar enfermos. Hay que tratar siempre con las dosis recomendadas por los fabricantes, y en la temporada y con la frecuencia que encontraremos descritas en los manuales de uso de los productos. No por tratar más un árbol estará más sano. La mejor manera de impedir que un árbol se vea afectado por las enfermedades es cultivarlo de manera que esté sano y robusto, colocándolo para ello en un lugar en el que reciba bien el sol y el aire y pueda vivir a gusto. Cuando los árboles están fuertes, aún en el caso de que lleguen a sufrir alguna enfermedad, la soportarán mucho mejor, y será fácil curarlos. Por ejemplo no servirá de nada tratar las raíces con fungicidas si mantenemos la tierra siempre encharcada.

Listón de madera.

Brote de manzano después de alambrar.

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 Para facilitar la comprensión del trabajo, no hemos dibujado las hojas del brote.

Al final de la temporada, cuando ya se haya engordado bien, cortaremos el brote por aquí

En este dibujo vemos la sección del tronco de un árbol. Para acodar, es muy importante conocer bien la estructura de los árboles. Los árboles engordan por las capa exteriores del tronco. La madera la forman los vasos leñosos por los que circula la savia ascendente. Después de estos vasos se encuentra una capa que se llama cambium, que forma vasos leñosos hacia el interior del tronco, por los que sube la savia hacia el interior, y vasos liberianos hacia el exterior, por los que desciend

Este árbol ahora está formado en estilo cascada, ya que se secó el tronco que subía vertical. Con el acodo, podemos devolverle un aspecto parecido al anterior. A veces con el acodo de un árbol grande podemos sacar un montón de arbolitos pequeños interesantes. 49

Cuando el alambre se empiece a marcar quitaremos el alambre. 47