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Abandonados por el tiempo (M. Balcedo)……………………………Pág
ABANDONADOS POR EL TIEMPO
La mente de exploración libre del ser humano individual es la cosa más valiosa del mundo.
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John steibeck
Esta crónica es un relato contado por unos adolescentes extrovertidos, cuyo pasatiempo esexplorar lugares abandonados de la ciudad de Tres arroyos,en busca de cosas fuera de lo común, teniendo en cuenta los riesgos que se pueden correr al adentrarse a estos lugares “abandonados por el tiempo”. El grupo de 4 adolescentes, que prefieren mantener sus nombres en el anonimato, relataron ciertas experiencias al entrar a: Los Silos, La Fábrica y El Chatarrero.
Los Silos: ellos no saben bien cuándo se dejaron de usar, solo pueden
especular a través de un calendario roto que encontraron en una de sus tantas exploraciones. Usualmente van ahí para graffitear o para pasar el tiempo. Sin embargo tienen una anécdota que contó uno de los chicos del grupo: Esto pasó el 6 de mayo del 2022 a las 4 o 5 de la tarde, aproximadamente. Estaban en los silos, como la mayoría de las veces que tenían tiempo libre y se les ocurrió fabricar una de las famosas “bombas de cloro” que circulaban en las redes. “Esto consiste en meter alcohol etílico y una parte de una pastilla de cloro dentro de una botella, para después batir la mezcla agitando el recipiente y esperar alrededor de 2 minutos, así explota, provocando un ruido muy fuerte” , comentó uno de ellos. “Cuando lo hicimos, esperamos mucho más tiempo del que teníamos planeado aunque vimos de a poco, a la lejanía cómo la botella se empezaba a hinchar,haciendo un ruido de plástico inflado a punto de explotar” ,acompañó otro de los adolescentes. En ese instante, sus tímpanos escucharon un estruendo que retumbó en todo el lugar. La botella explotó disparándose para un rincón del viejo galpón, donde llevaron a cabo la acción. Después de esto, se rieron por lo sucedido, debido a que no se esperaban que sea tan fuerte el ruido. Pero de la nada, escucharon lo que parecía la frenada en seco de un auto. “Sin dudarlo, nos dimos a la fuga esquivando las estructuras metálicas o pedazos de chatarra tirados en el suelo que se veían”, comentó el que
grabó los acontecimientos. Corrieron hasta las vías del tren, para después irse al kiosco “El punto” y pasar la tarde ahí.
La Fábrica: es un terreno baldío abandonado que tiene,lo poco que queda
de ella, en ruinas. Este lugar, sin embargo, no es peligroso por derrumbe o algo así, aunque el techo y las paredes llenas de polvo, sumado a la humedad,te dan la vibra de que se van a hacer añicos con tan solo apoyarte en ellas. Lo peligroso es la cantidad de vagabundos que la visitan para pasar la noche. “Esto pasó en las vacaciones de invierno, pero del año pasado, era un día nublado, frío y sin mucho para hacer” comentó uno de los chicos. “Se nos ocurrió ir a un nuevo lugar abandonado que descubrió uno de los integrantes del grupo. Fuimos a ver por dentro, con cuidado, que nada se derrumbe o aparezca una rata. De la nada, a lo lejos, vimos algo negro enrollado en unas sábanas. A la distancia se veía algo parecido a basura tapada. Entonces, en pleno momento se nos dio por tirar una piedra hacia ese montón de basura. Al instante de recibir la piedra, se movió desconcertado, porque era nada más y nada menos que un vagabundo tomando una siesta y refugiándose del frío punzante de ese invierno de 2021. En ese momento el indigente nos miró con los ojos llenos de furia por perturbar su tranquilidad y nos recorrió un escalofrió por nuestra espina dorsal. Sin pensarlo dos veces, antes de que se nos abalanzara encima, salimos corriendo por las largas calles de asfalto que rodeaban la solitaria ciudad de Tres Arroyos, teniendo que cambiar de rumbo cada segundo, porque ese vagabundo no nos paraba de acechar, para hacernos quién sabe qué. Hasta que al fin, después de correr 4 cuadras lo perdimos de vista” relató el chico serio de rulos.
El Chatarrero: este lugar fue apodado así por ellos, debido a que cuando
te adentrás, luego de saltar un paredón y esquivar un hoyo, hay una parte llena de cosas viejas y oxidadas. Por ejemplo, una tina de baño, engranajes, palancas, cadenas, maquinarias y muchas cosas más en este estado. En realidad, este lugar era la fábrica Istilart, cerca de la Escuela n°16. La descubrieron merodeando por
ahí, sin mucha esperanza de que sea un buen sitio abandonado, pero al final terminósiendo el lugar que más dudas y problemas les causóal tratar de explorarlo. “Acordamos encontrarnos en la plaza del centro, a las 4 de la tarde, e ir para grabar cosas y ver si no nos pasábamos por alto algún detalle interesante. Fuimos nuevamente a la fábrica, pero decidimos primero pasar por un kiosco a comprar algo para comerme el camino. Nos organizamos: dos entraban y otros dos se quedaban afuera vigilando. Entonces entramos un amigo y yo. Permanecimos aproximadamente 30 minutos, hasta que nos dijo uno de los de afuera que salgamos corriendo `ya ´ , porque les pareció ver a una persona sacando un celular, mirándolos constantemente” , relató soltando una risa nerviosa el que se dedicó a escuchar todo el tiempo. “Entonces, nos dividimos en calles distintas” agregó otro de sus amigos. El adolescente siguió hablando: “Al cabo de unos 10 minutos, mi amigo, me llama agitado diciendo que un patrullero los quiso seguir. Pero ellos se metieron en un negocio, sin que los vieran, e iban a estar ahí un tiempo, por las dudas.Más tarde, nos encontraríamos en otro lugar, para despedirnos y contar todo en persona. Cuando nos reunimos, hablamos de lo sucedido y mis amigos contaron que se cambiaron la ropa y guardaron sus buzos, para que no los reconozcan. Luego, nos despedimos y así terminó nuestro día entre la espada, y la pared” , finalizó el chico.
“Surgen muchas anécdotas, muchas situaciones al querer explorar lugares que se dejaron de usar durante mucho tiempo, o mejor dicho, que fueron abandonados por el tiempo” , dijeron, concluyendo la entrevista.