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´ ParA UNA GEOGRAFÍ´I a DEL ENCIErRo EL SECUESTRO DE LA INFANCIA EN INSTITUTOS DE MENORES PRETENDE ABOLIR MEMORIAS QUE AÚN NO ESTÁN ESCRITAS, PERO QUE PRESENTIMOS TERRIBLES, HISTORIAS QUE NO DEBERÍAN ANDAR SUELTAS.
NOTA ESPECIAL
ENTREVISTA
BIOGRAFÍA
GABI. Siempre rodeada de chicos y chicas. Era generosa, miraba fijo, reía mucho y hacía más.
«NOSOTROS TRABAJAMOS CON EL HOMBRE» Con Alberto Morlachetti.
JUANITO LAGUNA PARA EL PUEBLO. Juanito Laguna no pide limosna, reclama justicia.
NUESTROS VALORES
Solidaridad Todos los niños son nuestros hijos.
La Asociación Civil Juanito Laguna, nace a principios del 2002, dada las circunstancias de la pos crisis institucional, social y económica del 2001 en la Argentina. Las actividades que realizan van desde la enseñanza, con apoyo escolar; lo alimenticio, con la preparación de almuerzos y meriendas; lo educativo y laboral en relación con la Escuela Gráfica y las tareas del taller de impresión; lo cultural y recreativo, con actividades artísticas y deportivas. OBJETIVOS GENERALES
> Promover el desarrollo afectivo, social y educativo de niños, niñas,
adolescentes y la familia en situación de riesgo, mediante la promoción y defensa integral de sus derechos enmarcados en la Convención sobre los Derechos del Niño. OBJETIVOS ESPECÍFICOS
> Construír, junto con los «chicos de la calle», estrategias para la satisfacción de sus necesidades y deseos, favoreciendo su acceso a derechos elementales como la alimentación, el abrigo, la salud, la educación, el juego y el afecto. > Generar espacios de formación que
posibiliten el desarrollo de sus habilidades intelectuales y manuales, aportando a la construcción de un sujeto libre, transformador y crítico de la realidad que le toca vivir.
Los niños son de todos, si comen o no comen, si van a la escuela o la abandonan, si lloran más de lo que ríen. Es deber político y moral de toda la sociedad modificar este estado de cosas. Argentina hoy tiene la responsabilidad moral, cultural y política de dar a cada niño una vida que merezca ser vivida.
´ PolItica Los chicos son sujetos políticos.
El niño siempre es un sujeto político, tenga la edad que tenga. Si bien la mayoría de nuestros niños y jóvenes han nacidos y se han criado en condiciones muy difíciles, partimos de la concepción de que pueden transformarlas en el plano personal y social si juntos con otros cambian su contexto.
Colectivismo No hay salidas individuales felices, solo hay salidas colectivas felices.
El desafío colectivo entre educadores y chicos debe brotar de las prácticas desarrolladas en la vida cotidiana. El reto permanente es quebrar la cultura individualista en la que estamos inmersos, a través de nuevas relaciones de trabajo, de división de tareas, de nuevas formas de pensar el bienestar conjunto.
Compromiso No se crece en base al hambre del otro.
Es necesario un nuevo contrato social, donde la primera cláusula ordene que nadie puede crecer sobre el hambre del otro.
Igualdad Todos nacemos iguales.
integral, brindando a los chicos/as y jóvenes, herramientas y conocimientos específicos que les permitan construir, en el proceso de aprendizaje, una cultura del trabajo.
La igualdad de oportunidades la tenemos cuando nacemos, lo que nos iguala a todos es la inteligencia humana. Y ella se desarrolla si los medios materiales de existencia son de acceso para todos, entonces el niño accederá a un pensamiento superior si el medio lo provee de los insumos necesarios, de solidaridad y de amor.
> Vincular a los destinatarios del pro-
Trabajo
> Formar técnicos idóneos en un oficio valorado, tendiendo a una inserción gradual y sostenida, a futuro, en el mundo del trabajo.
La falta de trabajo es la causa madre de la destrucción familiar, expropiándole el derecho de criar a sus hijos. El trabajo dignifica a los padres y a los hijos porque permite tener infancia y soñar futuro.
> Posibilitar una formación educativa
yecto con el mundo tecnológico que hoy se halla en estrecha hermandad con el mundo laboral.
Detrás de cada chico de la calle, hay un padre desocupado.
EDITORIAL La vida y la muerte se entrecruzan a cada instante, sin pedir permiso siquiera. Jirones de sueño van quedando duramente en el camino. Gabriela Almirón era sonrisa, sabiduría, terquedad colectiva, utopía andante. Titiritera, luchadora, compañera, constructora cotidiana del camino interminable de batalla por la dignidad desde su obra, Juanito Laguna; el Movimiento Nacional Chicos del Pueblo y desde el MEDH (Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos). Convencida eterna de que la infancia es el territorio más germinal para la nueva condición humana. Esa en que todos nos sentaremos a la mesa de las equidades, sin murallas ni machetes, con el júbilo de palpar con nuestras manos ajadas esa fértil y arrasadora utopía de la vida. Gaby era un símbolo de nuestra historia: hija de una familia golpeada por los brazos perversos del estado del terror asumió a la vez el convencimiento de que no hay verdad más armada que la pura inocencia y parió ternuras al abrazar a los pibes de los arrabales. Cuando el horror se replegó, apenas adolescente, se convirtió en una militante frenética por la vida. Buscando rescatar lo vivo de las ruinas e inflamar justicia por lo muerto, por lo destruido, por lo humillado. Las crónicas dicen que Gaby murió en un accidente, pero nosotros sabemos que andará por las villas titiriteando junto a una infinita hilera de Juanitos Lagunas, canturreando con ellos esa nueva canción en la que los sueños de azúcar y arco iris son un manto de ternura y de abrazo.
01 · Diciembre 2011
STAFF DIRECTOR
Luciano Candioti
COORDINADORA GENERAL María Gabriela Almirón
COORDINADOR TALLER DE IMPRESIÓN Amilcar Sarcos
SECRETARIO DE REDACCIÓN Francisco Fernández
COLUMNISTAS Alberto Morlachetti Carolina Niklison Carlos Del Frade José Luis Volpogni Agencia de Noticias Pelota de Trapo
FOTOGRAFÍA Angelina Huguenet Belén Galetto Carolina Niklison Emiliano Sánchez Facundo Almirón Flavia Fontana Jesica Pretel Archivo: Asociación Civil Juanito Laguna
IMPRESIÓN Escuela Gráfica Juanito Laguna Juan de Garay 2333 · Ciudad de Santa Fe · Argentina Tel: 0342 – 154 086 600 E–mail: imprentajuanitolaguna@gmail.com
Personería Jurídica Nº 1069 3 de febrero 2948 · Ciudad de Santa Fe · Argentina Tel: 0342 – 154 070 441 E–mail: imprentajuanitolaguna@gmail.com
Esta revista ha sido realizada con tipografías de uso libre: Skin & Bones PT Sans y PT Serif.
SUMARIO GABY
NOTA ESPECIAL
Siempre rodeada de chicos y chicas. Era generosa, miraba fijo, reía mucho y hacía más.
«NOSOTROS TRABAJAMOS CON EL HOMBRE»
ENTREVISTA
Entrevista al sociólogo y referente social Alberto Morlachetti.
CAROLINA NIKLISON
FOTONOTA
La fotografía como una importante herramienta de intervención y transformación cultural.
PARA UNA GEOGRAFÍA DEL ENCIERRO
NOTA DESTACADA
La Era Digital nos convierte en tibios espectadores de la miseria.
JUANITO LAGUNA PARA EL PUEBLO
BIOGRAFÍA
Juanito Laguna no pide limosna, reclama justicia.
LIBROS Y FILMS
Obras literarias y fílmicas con una visión reflexiva de la realidad.
VARIEDADES
NOTA ESPECIAL
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GABY Por Carlos Del Frade Gaby siempre estaba rodeada de chicas y chicos. Era generosa, miraba fijo, reía mucho y hacía más. La conocí cuando se acercó a pedirme alguna publicación para su valija de la memoria, un proyecto que consistía en llevar de un lado a otro, como los grandes artistas trashumantes, historias del país y —especialmente— de la provincia con forma de bota y nombre eclesiástico. Con el tiempo nos fuimos encontrando de manera más seguida. Compartíamos el espacio del Movimiento Nacional de Los Chicos del Pueblo pero ella y Lucho, su compañero, eran militantes cotidianos, pero tiempo completo. Iban de un lado a otro de la ciudad capital del segundo estado argentino poniendo sus cuerpos, su inteligencia y su sensibilidad como escudos ante la siempre vigente prepotencia policial y los prejuicios que caen contra las pibas y los pibes de la calle. Un día me invitaron a ver su gran obra, ese espacio para el abrazo solidario
y calentito que es la organización Juanito Laguna y me contaron que ellos, afectados en forma directa por la noche carnívora del terrorismo de estado, habían decidido inventar ese lugar para proteger a la purretada santafesina. Gaby organizaba las marchas en casi todo el territorio de la provincia. Iba y venía, se peleaba con la mezquindad omnipresente de los sectores sociales y políticos supuestamente progresistas, pero nadie le quitaba la sonrisa a la hora de acercarse y caminar de la mano de algún pibe o alguna piba. Era artista, docente, compañera, organizadora y escritora. ¿Cuántos mates cocidos o café con leche habrán hecho las manos de Gaby mientras renegaba contra las distintas formas de poder que se ensañaban con las chicas y chicos de la plaza España, por ejemplo, allí en la querida Santa Fe de la Vera Cruz? ¿Quién pagará la deuda interna que tiene la sociedad de toda la provincia para con esta luminosa piba capaz de dar y dar amor y ternura a los pibes santafesinos? Antes de la última noche, cuando todavía no había sonado el momento de la despedida, Gaby me había vuelto a convocar para una nueva publicación, una nueva herramienta de lucha y compañerismo con todas y todos los demás. Gaby nunca abandonaba. Soportaba las miserias y los personalismos porque estaba convencida que su
ideología era muy concreta: el presente de las chicas y chicos de Santa Fe. Qué será de ellos ahora que piantó para la pampa de arriba una de sus pocas y mejores amigas. Además de doler, la muerte de Gaby da mucha bronca. No perdono a la muerte, nada, nada, podríamos balbucear parafraseando a Miguel Hernández y seguramente nos quedaríamos cortos, enanos, a la hora de decir que no solamente los que conocimos a Gaby la vamos a extrañar, si no las nenas y los nenes que todavía no la habían conocido. Andará Gaby por otros arrabales del cosmos pensando en cómo seguir ayudando, en cómo seguir convirtiendo su amor en realizaciones concretas para sus pibes. Nosotros acá quedamos. Agujereados. Y en medio de esa ausencia inmensa sabemos que más tarde o más temprano, Gaby hará un pase artístico para hacernos sentir en la sonrisa de un chico de la calle que ella está ahí, en el exacto lugar donde el futuro se hace protagonismo para pelear por una sociedad mucho mejor. En aquella valija de la memoria, Gaby, vos estás junto a tantas compañeras y tantos compañeros que nos enseñaron que luchar es un verbo que tiene como sinónimo el sustantivo de la esperanza. Chau Gaby, hasta la próxima sonrisa que podamos inventar en un pibe al que quieran condenar a la tristeza.
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ENTREVISTA
ENTREVISTA A ALBERTO MORLACHETTI
nOSOtROS
TRABaJamOs
CON EL HOMBRE Cordobés criado en Avellanda, provincia de Buenos Aires. Sociólogo y referente social indiscutido, con más de treinta años persiguiendo un sueño. Fundador de la Casa de los Niños en 1974 y de Pelota de Trapo en 1982, germen de lo que hoy es el Movimiento Nacional de los Chicos del Pueblo. En un diálogo cara a cara, Alberto Morlachetti habla de los pilares que sostienen su trabajo: la belleza, la ternura y las convicciones, bases de su profundo amor por la vida.
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¿En qué contexto social y político surge Pelota de Trapo? Surge en un contexto social y político totalmente distinto al de ahora, donde todavía regía el estado de bienestar. El empleo tenía una magnitud que no tiene ahora y la desocupación tenía una magnitud que no tiene ahora. Y, de alguna forma, el capitalismo vigente para aquella época —estamos hablando de los años 73/74—, digamos que estaba en otro proceso, en otro estadío de su evolución y que permitía que todavía una parte de la población económicamente activa, viva con cierta dignidad. En este momento estamos en una etapa absolutamente distinta de la que vivíamos en aquella época, no solamente porque las relaciones de producción fuesen distintas, sino por que el capitalismo permitía cierto disfrute de los productos colectivos de una forma más generosa. El capitalismo, en su etapa actual, es mucho más salvaje, mucho más duro, mucho más cruel. ¿Por qué en ese momento la apuesta es fundamentalmente con los chicos? Muchos me preguntan eso. Yo no sé si es una apuesta con los chicos. Nosotros trabajamos con el hombre y la franja etárea más interesante del hombre. Yo tenía cierta empatía con los niños y los jóvenes que se tradujo en un trabajo con los niños y jóvenes más pauperizados, más pobres, más devaluados por una sociedad que siempre fue condenatoria
de aquellos sectores empobrecidos. Esto fue así, fundamentalmente a partir de la impronta que deja la generación del 80 en nuestro país. La nuestra es una sociedad que siempre se protegió de los niños y no cumplió con su deber ser, que era proteger a los niños.
UN SUEÑO MÁS GRANDE Cuando Pelota de Trapo se va desarrollando como una organización conocida, ¿cuál es la necesidad que los lleva a juntarse con otras obras y a construir lo que hoy se conoce en todo el país como el Movimiento Nacional de los Chicos del Pueblo? De Pelota de Trapo yo fui su fundador, así que estoy orgulloso de ella. De ella hablaron los que se criaron allí, los que la construyeron, es decir, ese colectivo social que es Pelota de Trapo. Pero es indudable que fue un impacto pedagógico importante, que trabajó con un universo de chicos también importante, pero no dejó de ser nunca un universo acotado. Porque vos podés trabajar con 200 niños, 500 niños, 1000 niños, pero son universos acotados a los barrios adonde vos trabajás. Estas obras que se articulan a través del saber popular, tienen una profunda vocación de aliarse con los otros pedacitos de sueño. Pelota de Trapo fue un pedacito de sueño de un grupo utópico que creyó que se podía crear una nueva utopía de la vida, pero
EL NInјo COmO
su necesidad era la de encontrarse con las otras respuestas populares y generar un sueño general, un sueño más grande. Para ganarle una pulseada al sistema tenés que tener un brazo muy fuerte, y Pelota de Trapo solo, tiene un brazo endeble. Si se junta con los demás brazos, formamos un brazo enorme, y en la pulseada puede ganarle a un sistema que realmente omite generar lo humano, que es el sistema capitalista, que ha caducado definitivamente y que de alguna forma generó el hambre en Argentina y nos avergonzó para siempre.
LA PEDAGOGÍA DEL TRABAJO En esta nueva pedagogía que se busca a través de las diferentes obras del Movimiento, con una fuerte ligazón al trabajo, como proveedor de humanidad, como centro de la vida, tanto en los educadores como en los chicos, ¿qué es lo más importante que ves en el trabajo concreto con los pibes? Lo que veo es que Pelota de Trapo, cuando enviaba sus chicos a la escuela, lo primero que encontraba es que los chicos nuestros no se ajustaban a la currícula ya establecida; entonces, cualquier travesura era considerada delito, a cualquier problema lo tenía que ver Tobar García,
´ SUJeTO politico ¿Cómo surge el concepto del niño como sujeto político? El problema es que siempre, filosóficamente, en los pensamientos o en el imaginario colectivo —como decimos ahora—, el chico fue visto como una etapa inferior de la vida del hombre. Kant, por ejemplo, decía: «es un animal que tiene virtualmente la posibilidad de ser hombre. Es la educación la que lo arranca de su condición animal y lo lleva a su condición humana». Sarmiento decía, por ejemplo: «es un animal»; no agregaba: virtualmente puede ser humano. Y decía que también la educación, de alguna forma más dura, rigurosa, lo transformaba en hombre. En realidad, esa visión del chico como etapa inferior de la vida fue muy marcada y al niño lo inferiorizaba, es decir, su voz no era prácticamente escuchada porque el adulto era sinónimo de hombre. «Mañana serás hombre», se dice. El niño es un hombre hoy y tiene todas las capacidades plenas para ser hombre. Algunos dirán: tiene ciertas carencias... y el adulto tiene muchas. Es decir, tiene carencias y tiene potencialidades, como el adulto. También los ancianos y los viejos llevan el mote y el estigma de que es una etapa de descuento de la vida. Y no es así, porque todas las etapas de la vida tienen carencias y tienen potencialidades inmensas. Hay un dicho popular que dice: «cuando muere un anciano,
muere una biblioteca». Porque el anciano ha almacenado el tiempo producido, el tiempo humano, que es el tiempo nuestro. Ha almacenado una cantidad de conocimientos que él puede transmitir a las generaciones posteriores. El chico tiene las posibilidades del desplazamiento físico de una forma increíble, y el adulto ya no puede llegar porque se cansaría rápidamente. Y, aparte, tiene un pensamiento rapidísimo y potencialidades como la audacia, el juego, el asombro, una imaginación taquicárdica, una imaginación al galope, que el adulto va perdiendo en una sociedad que él mismo ha construido, porque la ha construido el adulto. Es una sociedad sumamente aburrida, un mundo del revés que ha construido para ganar y no un mundo para vivir. El chico todavía quiere vivir, no quiere ganar. Son concepciones absolutamente distintas. Cuando un chico parisino —que ahora está en todos los diarios— se levanta y pide por un mundo más justo a través de su violencia, de quemar los coches, las escuelas, los edificios públicos, lo que está pidiendo es dignidad. Está diciendo: «señores, haganmé un lugar, porque ha llegado el sujeto político, también de transformación, y es hora de que nos digan que somos hombres». Es hora de que les digamos: son hombres, porque lo demuestran todos los días.
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las coSas clarAS Opinión: ALBERTO MORLACHETTI Nosotros no lloramos a nuestros muertos queridos. Porque nuestros desaparecidos —decimos nosotros— no terminaron de vivir. Nosotros pensamos que lo que hay que reivindicar de ellos son sus ideas, por lo que lucharon, dieron sus vidas, amaron. Sus banderas, la continuidad de todos esos jóvenes que murieron en la dictadura y de todos sus sueños, e intentar construir ese mundo que quedó interrumpido por el genocidio. Pero la memoria nos viene como un legado de eternidades y nosotros vamos a seguir luchando por esas ideas hermosas que levantaron esos compañeritos. Tenemos que reivindicar sus ideas, ocupar el lugar que ellos hoy no están ejerciendo. Pero ellos nos acompañan con su ejemplo, con su dignidad. El Movimiento Nacional de los Chicos del Pueblo sabe que no hay camino hecho, que —como dice el poeta— a los caminos hay que hacerlos. Y va haciendo caminos, pero con esos mismos sueños, y seguramente los chicos, los educadores, que se van acoplando traen nuevas ideas, nuevas ternuras, y nuestra lucha va a terminar cuando el hambre se erradique definitivamente de nuestra tierra. El Che decía que mientras hay un sólo chico, un sólo hombre que tenga hambre en el mundo, no puede haber paz en la tierra. Nosotros vamos a seguir luchando para que esta sociedad erradique definitivamente esas lacras generadas por unos adultos que realmente deshonran la condición humana. Yo creo que podemos hacerlo. En este trayecto de estos 20 o 25 últimos años, en el camino hay nuevos escalones: Juan José Von Engels, Eliseo Morales, Carlos Cajade, gente que son nuestros mártires también, nuestros mártires de los últimos 20 años, que van dándonos un perfil distinto. Creemos que la verdad es una construcción colectiva e invitamos a basarnos en estos valores, pero no a vendernos más simulacros, sino a decir verdades que tenemos que decir: la tierra es para el que la trabaja y los productos de la manufactura también son para los trabajadores que las realizan; de lo contrario, hay una apropiación indebida del trabajo humano y esto no es ningún fundamentalismo, sino es lo que uno puede ofrecer todos los días.
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que es el servicio psiquiátrico para chicos de la Capital Federal. Entonces, era muy complejo trabajar una currícula que no está hecha para nuestros niños, porque la educación está pensada para transmitir valores de un sistema vigente y no para nuestros niños. Así, es muy difícil tener un empalme correcto con la escuela tradicional. Por otro lado, nosotros vemos la necesi‑ dad de generar fuentes productivas por dos razones: una, por el conocimiento, y la otra, porque los chicos deben llevar un pequeño dinero a sus madres y her‑ manitos que están por ahí. Yo siempre lo digo: ningún chico resiste el pido pan de los hermanitos y el llanto de la mamá; es mucho más fuerte lo inscripto en su cultura, lo inscripto en sus deberes. Ese chico encuentra en el trabajo, no solamente dignidad, sino humanidad; se humaniza en el trabajo, y encuentra aquellos rudimentos peda‑ gógicos que le permiten pararse y, por ejemplo, introducirse en la lecto‑escritura, lo que no es pequeño detalle. Y no es diferente al conocimiento adulto, no difiere el proceso de aprendizaje entre el niño y el adulto. Hay más posibilidades, dada la edad y un montón de otros facto‑ res, pero el hecho de aprender un oficio acorde a su edad, no difiere al del adulto. Ellos aprenden de alguna forma de acuerdo a su edad. Algunas veces juegan, otras trabajan, se toman su tiempo, depende. Pero lo hacen con muchísima responsabilidad, el trabajo está muy incorporado en ellos y como está pro‑ hibido para el padre, y la prohibición de alguna forma potencia el deseo, el tra‑ bajo es para ellos un imperativo. Lo que pasa es que se habla con mucha
liviandad y no se tiene idea de lo que sig‑ nifica el trabajo para un pibe. Significa muchas cosas: comer, significa libertad, autonomía, dignidad, significa casas, manteles, significa madre, significa un montón de cosas. El niño desea que sus padres estén alre‑ dedor de una mesa, ése padre que ha per‑ dido y que ya no tiene, al que no perdió porque se murió sino porque se extravió en el camino del vino. Necesita de la madre, necesita de sus hermanos. El niño sueña con todas esas cosas como soñamos todos aquellos que queremos tener una vida digna.
INFANCIA ES DESTINO ¿Cómo ves que se ha insertado en el imaginario colectivo la lucha del Movimiento Nacional de los Chicos del Pueblo? Una vez que se unificaron algunas obras, se juntan esos pedacitos de sueño que mencioné antes, y esto es algo que viene desde 1987. Se van juntando. Costó muchísimo porque no es fácil. Se juntan por valores compartidos —lo que no es pequeño detalle—, por una idea compar‑ tida, se juntan para encontrarse, para generar una sociedad nueva que no sea productora de niños pobres, sino pro‑ ductora de niños, productora de adultos padres que sepan criar a sus hijos con dignidad, porque van a tener trabajo, van a tener buenos salarios, una madre que pueda abrazarlos, un abuelo que pueda quererlos. Se juntan para generar una nueva sociabilidad humana. Y ése no es pequeño detalle. Después, en el plano de acciones concre‑ tas, el Movimiento tuvo mucha incidencia
con estas marchas enormes que hacemos nacionales, de 4.500 kilómetros, donde el chico desarrolla su potencialidad política, su potencialidad de derechos, su potencialidad de ternura cruzando y atravesando, no sólo geografías sino fundamentalmente el pensamiento nacional, y dejando, en esas huellas del pensamiento nacional, escrito que infancia es destino, que es posible transformar este mundo con sus títeres, sus trencitos, obras maravillosas que están en todo el país. Obras como Juanito Laguna en Santa Fe; como Granja Los Pibes en Tandil; como Hogar Don Orione en el GBA; como Granja Siquem en Río Cuarto; es decir, todas esas obras van construyendo la posibilidad de una utopía. Ahora bien, esta lucha no está terminada, recién comenzamos. A pesar de que nacimos en el 87, hay un reconocimiento de los partidos políticos, de los sindicatos, de la clase trabajadora de que existimos, de que los chicos tienen presencia cada vez mayor, no solamente aquí en nuestro país, sino en el mundo. Esas son cosas que ha dejado fuertemente impregnado el Movimiento en el imaginario.
POR UN NUEVO PAÍS ¿Cómo ves la situación actual de la infancia y qué posibilidades de respuesta de las organizaciones sociales hay en esta coyuntura política? En este contexto, ¿cómo ves el margen de alianza política del Movimiento? Nuestra oposición férrea a la baja de imputabilidad, quizás la ganemos, quizás la perdamos, pero hasta el momento la hemos logrado detener, pero eso es una
EL MOVIMIENTO NACIONAL DE LOS CHICOS DEL PUEBLO EN ARGENTINA ASOCIACIONES DE SANTA FE: Santa Fe
Rosario Villa Constitución
> Asociación Civil Juanito Laguna, Santa Fe
10 centros 1 centro
> La Vagancia, Rosario > Mesa de Trabajo por la Infancia, Rosario > Asociación Civil Chicos, Rosario > Asociación Civil Engranajes, Villa Constitución
especie de hazaña, porque en un tiempo de mano dura, en un tiempo difícil para nuestros niños, de alguna forma el Movimiento mantuvo la entereza, la línea coherente. Lo decimos a grito pelado: que el capitalismo, en serio va a terminar con la vida de la gente, y decimos que debemos seguir el ejemplo de quienes fundaron la posibilidad de una mejor humanidad. Y a nosotros no se nos puede escapar la vida de Tupac Amaru, ni dejar de contársela a nuestros niños. Aquel indio hermoso decía: «no quiero que nos roben más las mieles de nuestros panales». Y tenemos que contarles lo que fue Artigas y Moreno, y Felipe Varela, y Alem, y contarle sobre nuestros abuelos inmigrantes, lo que fueron nuestros pueblos originarios, los anarquistas, los socialistas, lo que fue Agustín Tosco, Rodolfo Walsh, Germán Abdala. Nosotros no ocultamos a nuestros niños lo mejor de la condición humana que hubo en nuestro país. Le contamos de dignidades, porque si hay que hacer una nueva historia se necesita de dignidad y esa dignidad se la puede transmitir a los pibes y ellos la absorben rápidamente. Así, pueden soñar con un rompecabezas armando sus pequeños sueños, armando un nuevo país, una nuestra patria donde nadie crezca sobre el hambre del otro.
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FOTONOTA
Carolina Niklison Comencé a estudiar fotografía, casi diez años atrás, con ansias de experimentar las inmensas posibilidades expresivas del medio. Así, cargada de ideales, descubrí que la cámara era el arma sublime de la conciencia, que al fotografiar podía interpretar el mundo, y dar forma a mis ideas. Por eso, la fotografía en mi vida, es un accesorio ideológico. Cuando digo «accesorio ideológico» entiendo que de su conocimiento deriva una posibilidad de intervenir y transformar. El legendario reportero de Life, Eugene Smith, escribió que «el periodismo fotográfico, a causa de la tremenda audiencia alcanzada por las publicaciones que lo utilizan, tiene más influencia en el pensamiento y la opinión pública que cualquier otra rama de la fotografía. Por ello, es importante que el fotoperiodista tenga un fuerte sentido de integridad y la inteligencia necesaria para comprender y presentar su tema en forma adecuada». Un nivel cultural elevado es vital en el desarrollo de la visión fotográfica. «No hay un buen tema, sólo existen el ojo y la corazonada del fotógrafo», he leído por ahí. Cuando me enfrento con la realidad a fotografiar, la espío, la acecho, la observo, intento comunicarme con ella, relacionarme en términos de conocimiento o reconocimiento, de sensibilidad, de afecto, de ideología, de forma. Antes del clic tengo hecha la mitad de la foto. Hay quienes se asombran de la facilidad con que los reporteros gráficos solemos «gatillar» el
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obturador innumerables veces para aprovechar, con frecuencia, una sola foto. Pero es importante realizar una primera serie de tomas que garanticen la solidez técnica del registro, luego ir variando el punto de vista, cambiando la perspectiva con el uso de diferentes lentes. Incluso en las parejas profesionales de redactor y «fotógrafoooo», suele suceder que el primero no comprende que el otro quiera volver al mismo lugar buscando la luz más descriptiva, o que ya en él tenga que esperar durante media hora a que los transeúntes compongan espontáneamente la escena que subrayará la intención de la foto. La habilidad para contar en imágenes lo que uno mira equivale a que dos fotógrafos ante el mismo tema realicen imágenes completamente diferentes. La creatividad es inherente al propio proceso de construcción o comunicación. No depende de la voluntad del comunicador, sino exclusivamente de la suma de oficios y claridad de intenciones que suele conocerse por talento. Por ello, creo indispensable conocer la obra de los fotógrafos legendarios, que, con instinto, ambición, y sobre todo, talento, mostraron que tenían en las manos un medio que podía expresar lo que no conseguía ninguna otra forma de comunicación conocida.
Carolina Niklison Nota publicada en la sección Consejos de jóvenes profesionales del suplemento digital Osea, del diario El Litoral.
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NOTA DESTACADA
CRÓNICAS DESANGELADAS
´ PARA UNA GeOGRAFIA
DEL EnCIERRO Han pasado casi 500 años y el mundo casi virtual no sabe aún qué hacer con los habitantes de la Plaza de San Marcos ni con los habitantes de la Villa 31. Nadie sabe cómo reducir las cenizas de los cadáveres insepultos de la historia.
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Por Alberto Morlachetti
CARIDAD Y REPRESIÓN En el siglo XVI Europa se vio asolada por el hambre y las epidemias. Miles de campesinos marchaban hacia las ciudades en busca de alimentos, porque sólo éstas poseían un sistema organizado de almacenamiento de provisiones. Ante el avance de los andrajosos, las autoridades urbanas adoptaron medidas destinadas a dominar la situación y bajo el manto de la claridad pública comenzaron a funcionar
los aparatos represivos. En el año 1527 se dicta en Venecia una ordenanza o «primera ley de los pobres» cuya fina‑ lidad esencial era el aislamiento de los menesterosos en hospicios provisionales, prohibiéndose su estacionamiento en las calles y en las plazas, con pena de azo‑ tes, prisión o expulsión de la ciudad. Un año más tarde prohíben el acceso a los mendicantes forasteros, a los propios se los obliga a trabajar en la marina por la mitad del salario normal y se recomienda a las comisiones parroquiales que pon‑ gan a las mujeres y a los niños a servir. En 1534, frente al temor de nuevas epide‑ mias y revueltas de pordioseros, fue creada en Lyon la Limosna General, institución con facultades jurídico‑policiales, encargada de distribuir la limosna, controlar el orden y, fundamentalmente, combatir la mendi‑ cidad, la haraganería y el ocio, para lo cual contaba con seis servidores denominados «atrapa vagabundos» y una torre encla‑ vada en la muralla de la ciudad que cum‑ plía la función de prisión de mendicantes. Los trabajos forzados eran el medio educa‑ tivo y punitivo aplicado en forma perma‑ nente a los pobres, a quienes se obligaba a trabajar encadenados por ninguna paga. Cuando en 1536 se introduce en la ciudad la manufactura de la seda, los niños e
incluseros educados por la Limosna eran colocados en el sector. Lo significativo es que los mismos burgueses, promotores del trabajo forzado como sistema de ayuda social, fueran los rectores de la Limosna General y, a la vez, los introductores de las nuevas ramas de producción en Lyon. A fines del siglo en Norwich, Inglaterra, se organiza un sistema asistencial bajo formas represivas que tendrá consecuen‑ cias duraderas y prefigurará rasgos de una futura explotación capitalista. En 1570 se llevó a cabo un censo de pobres a fin de determinar quiénes eran aptos para el trabajo, incluyéndose entre ellos a niños de entre siete y nueve años. Se creó entonces una casa de trabajos correccionales, con un régimen carcela‑ rio, administrada por el propio alcalde. Se trabajaba en ella desde el amanecer hasta el crepúsculo y quien no lo hacía no recibía comida. Para el empleo de las mujeres y los niños se designaba a celado‑ ras pagadas por la ciudad, que tenían la facultad de aplicar azotes a los tutelados. Todo este sistema era sufragado por un impuesto a favor de los pobres. Al cabo de un año de costearlo, los ciudadanos de Norwich sacaron cuentas y observaron que el trabajo obligatorio de los ociosos había procurado a la ciudad un ahorro
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INFANCIAS ROBADAS POR LA POBREZA
Millones de niños y niñas de nuestro país viven bajo esta condición. > Están privados de sus capacidades para sobrevivir y son vulnerables a la explotación y el abuso.
CADA
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NIÑOS DE LA ARGENTINA
1 se encuentra bajo la línea de indigencia. 5 se encuentran bajo la línea de pobreza. Fuente oficial: INDEC [Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2011]
de 2.812 libras, un chelín y cuatro peniques. Aunque la evaluación de la miseria en términos de inversión de dinero resultara importante, la verdadera garantía de funcionamiento del sistema era la represión violenta, basada en la legislación regía contra la haraganería y aplicada por las autoridades ciudadanas mediante dispositivos locales de control.
LA DEMOSTRACIÓN DE LA MISERIA Han pasado casi quinientos años y el mundo casi virtual no sabe aún qué hacer con los hambrientos de la plaza de San Marcos ni con los habitantes de la Villa 31. Nadie sabe cómo reducir a cenizas los cadáveres insepultos de la historia. Se le teme tanto a los ociosos del siglo XVI, con sus pestes y tumultos, como a los deportados del neoliberalismo. Los indígenas de Chiapas, el Movimiento de los Sin Tierra del Brasil, los ocupantes de asentamientos en el Gran Buenos Aires son expresiones de resistencias organizadas ante las políticas de exterminio y domesticación de la miseria. Los programas asistenciales de hoy, como ayer, proponen la traza de una geografía domesticada del hambre, una organización represiva de la pobreza para impedir que irrumpa abruptamente con sus pústulas en medio de la bruñida sociedad que ha sustituido la realidad por su imagen. Para ello, desde los organismos de beneficencia se somete a los pobres a un asedio administrativo, humillante y perpetuo. Se les impone juramentos y declaraciones que acrediten sus indigencias y enfermedades. El sufrimiento infinito de los pueblos requieren de la firma de un funcionario público para hacerse verdad en los dominios de la burocracia y lograr apenas la exención de un sellado, un poco de leche o apenas un remedio que demore la muerte.
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Subsiste, en este afán de hacer confesar al pobre su «maldita» indigencia, un sedimento de añeja desconfianza, pero su finalidad última es la de obtener una clasificación de los menesterosos en propios y extraños, sanos o enfermos, inofensivos o peligrosos. Primitivo control de las disconformidades, censo de las tristezas, tomografía de lo marginal que permite evaluar a los gobernadores el gasto mínimo necesario, no para evitar muertes por carencia de alimentos, sino el estallido y la revuelta, el tumulto callejero que puede alterar la calibrada injusticia del mercado y el orden público resguardado por custodias estatales o privadas.
«Los programas asistenciales de hoy, como ayer, proponen la traza de una geografía domesticada del hambre» Mientras tanto, el hambre, tempestuosa como el mar, se niega a obedecer las disciplinas que pretenden someterla al turno de los comedores escolares. Se enfurece y rompe los calendarios de la espera, corre por las calles y revuelve la basura, se lleva a la boca los mendrugos ajenos y los mastica «con sentimiento de ladrón».
I·
En el amanecer del siglo XXI, la represión no precisa disfrazarse de caridad para salir a las calles vestidas con sus mejores galas. La epidemia que traen consigo los desposeídos de nuestro tiempo no es la peste negra venida de Europa en el año
mil, por la ruta de la seda y de la mano del progreso, ni el mal de los ardientes, capaz de devorar a un hombre en una sola noche. Tiene otro rostro, tal vez menos espantoso, pero igualmente inquietante, y afecta el nervio más sensible de las sociedades contemporáneas. Es el mal de los derrotados, la pandemia que padecen los excluidos del sistema. Miles de enfermos portan el virus de la peligrosidad y el fracaso, constituyen en sí mismo, por el simple encadenamiento causal de su existencia, un evidente riesgo social. La queja de esa lábil «opinión pública», traída y llevada de la piedad al miedo y del miedo al odio, sensible a las variaciones bursátiles de los mercados remotos e indiferentes a los horrores limítrofes, deviene entonces el reclamo, el encierro de los peligrosos y la segregación de los indeseables. Pero lo cierto es que nuestras sociedades ya han recluido y discriminado hasta el hartazgo y, luego de dos siglos de haber sido depositarios de la peligrosidad humana, las cárceles, los institutos de menores y los manicomios parecen haberse desfondado irremediablemente.
«Como medidas “preventivas” se montan espectaculares operativos de rastrillaje, se inventan inverosímiles figuras como el “pre‑delito”, la “tolerancia cero”, la “mano dura”» Ante la imposibilidad física de aplicar la prisión indefinida, las sociedades «evolucionadas» se han cerrado sobre
si mismas, provocando en su repliegue la automática expulsión de los indeseables. Las cárceles están abarrotadas, pero la forma más novedosa y sutil de la prisión es esta condena a permanecer a la intemperie del mundo, del otro lado del espejo, en un calabozo de castigo cuyas paredes lindan con la nada. Tal vez el «remedio-sanción» ideal para nuestros tiempos sea una vacuna cuya aplicación extirpe de raíz toda reminiscencia de dignidad humana, un anticuerpo que libre a los menesterosos de la tortura de la esperanza, los vuelva estériles e indiferentes a la belleza y los convenza para siempre, a ellos y a los hijos de sus hijos, de que han sido dotados para engendrar tristeza y parir desolación.
II ·
Como decía un personaje de Haroldo Conti, «el mundo es grande, pero no tanto». Por eso los del lado de afuera, tarde o temprano, aparecen donde no deben. Entonces suenan las alarmas, las sirenas caen como una red sobre la noche y el Orden se defiende a sí mismo, a los tiros o «a duras penas». Algunos se encuentran con la desmesurada injusticia de la muerte y otros reciben su cuota en un reparto de condenas que no persigue la punición modulada de ningún culpable sino «la inmunidad de los amenazados», la protección absoluta «de los otros», con independencia de toda noción de culpa. Como medidas «preventivas» se montan espectaculares operativos de rastrillaje, se inventan inverosímiles figuras como el «pre-delito», la «tolerancia cero», la «mano dura». Es decir: se criminaliza la sospecha y se hace del prejuicio una
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tipificación penal. Luego, se elaboran estadísticas —viejo vicio de los represores— que miden la superficie de la ciudad en metros cuadrados de peligrosidad humana y evalúan la eficiencia policial en horas-hombre de detención sin motivo. Estas cruzadas en la oscuridad son definidas por los fundacionarios de la seguridad como procedimientos de rutina y, a decir verdad, conforman una rutina de la violencia que pretende incluir la exclusión dentro de cuarteles determinados, llámese Fuerte Apache, Villa Tranquila o Carlos Gardel, detrás de cuyos límites el homicidio, la violencia y el robo no resultan alarmantes, en tanto y en cuanto la miseria y la monstruosidad igualan a los victimarios y a sus víctimas. De alguna manera, las calles, el barro, la droga y el miedo prolongan bajo el cielo abierto el esquema cerrado de las prisiones, donde el mal debe ser confinado, como a los antiguos Hospitales Generales, dentro de su propia promiscuidad de mendigos, delincuentes, locos, desocupados y huérfanos.
«La Era Digital nos permite ser tranquilos espectadores de estos retazos de realidad porque la pantalla del televisor no hiede como la piel de los humillados» Cuando alguno de los confinados rompe el cerco y mata, roba, secuestra o daña, el gran ojo mediático acude en busca de su presa y enfoca el fenómeno como producto
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de un encadenamiento de genéticas irreparables. La Era Digital nos permite ser tranquilos espectadores de estos retazos de realidad porque la pantalla del televisor no hiede como la piel de los humillados. El cerco de 24 pulgadas, como el espejo que guarda los horrores ajenos, conjura las presencias y desactualiza el mal, aunque los hechos estén ocurriendo en ese mismo instante a pocas cuadras de nuestra casa. Contemporáneamente, fuera de los noticieros en el horario de las telenovelas, los mismos medios se encargan de difundir una versión «light» de la marginalidad en esos indefinibles programas donde pobres disfrazados de pobres y maquillados de sí mismo representan el papel de héroes o victimas de sus propios dramas. Así, la televisión logra una vez más sustituir la realidad por su imagen, y lo humano —despojado de su dimensión trágica— aparece exhibido como un simple muestrario de obscenidades. La miseria es visitada como la reserva natural del fracaso en el mundo del éxito excluyente.
III ·
Así como en la antigüedad la espectacularidad y desmesura del castigo eran una manifestación del poder absoluto y arbitrario del Príncipe, y la aplicación de la pena buscaba restablecer el pacto jurídico-político que el delincuente con su conducta había dañado, nuestras condenas apuntan a quienes han quedado al margen de una sociedad solo ensamblada por las leyes y conveniencias del mercado. Se castiga a los marginales, la «no pertenencia», el desarraigo y el olvido a los que la misma exclusión económica los ha conducido, porque su presencia
y sus actos atentan contra el nuevo pacto político de nuestros tiempos. La arbitrariedad de las penas actuales es el reflejo del cruel funcionamiento de un mercado que se alimenta, casi exclusivamente, de la despiadada eliminación del otro. El neoliberalismo individualista castiga a los delincuentes que ha producido, a los que podría llegar a producir y a los que ya no lo serán jamás. Las víctimas predilectas del sistema penal son los heterogéneos y los vencidos del mundo, se persigue tanto a los «peligrosos» como a los indefensos. Por eso encierra no solo a los presuntos delincuentes, sino también a los ancianos y a los niños hambrientos. Cuando abandonamos a nuestros mayores detrás de las paredes de los geriátricos, dejamos con ellos no solo el estorbo de unos cuerpos vencidos, sino también el sobrepeso de las memorias inútiles, la carga de las miradas que más secretamente nos conocen, las que nos vieron niños, enfermos, débiles o pobres y, al mismo tiempo, retiramos discretamente nuestras propias miradas del cruel espectáculo de sus agonías. Al encerrar a los niños con el pretexto de tutelarlos, lo hacemos porque no nos gusta que nos miren unos ojos entre los cuales siempre seremos culpables. El secuestro de la infancia en Institutos de Menores pretende abolir memorias aún no escritas, pero que presentimos terribles, historias que no deben andar sueltas porque pueden aparecerse mañana y cerrarnos el paso en cualquier esquina del futuro.
EPÍLOGO SIN FIN Un racismo bio-económico atraviesa la civilización pos-moderna. Como en una
¿MÁS NIÑOS ENCERRADOS EN NUESTRO PAÍS?
19.579
NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES ESTÁN PRIVADOS DE LIBERTAD.
200
CASOS DE HOMICIDIOS INVOLUCRAN A MENORES DE 18 AÑOS EN EL 2010
85%
92,5%
15%
7,5%
CASOS POR ASISTENCIA
CASOS PENALES
ENTRE 16 Y 18 AÑOS
MENORES DE 16 AÑOS
> El Proyecto de Ley de disminución de imputabilidad a los 14 años apunta a castigar a 15 chicos (7,5%) en todo el país, que en realidad necesitan las garantías efectivas de todos sus derechos y necesidades básicas. Fuente oficial: Secretaría de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación.
imaginaria Nave de los locos, los pobres de la Era Digital han sido echados al mar de las ausencias y por allí navegan en busca de un puerto de aguas generosas, pero los vientos de la civilización los expulsan una y otra vez hacia sus patrias de origen: las islas de la desolación y el miedo. En el planeta de la economía global y el mercado sin límites, sólo los capitales viajan sin restricción alguna, porque la tierra y el cielo, la dignidad y la brisa han sido vendidas y llevadas muy lejos de aquí, donde no pueden ser contaminadas por el mal de la pobreza. Pero nunca nada es demasiado afuera y nadie jamás ha conseguido ponerse a resguardo de la esperanza humana. Ya es hora de ir sabiendo, entonces, que los pasajeros ilegales, los hambrientos de siempre, los niños vagabundos y las mujeres perdidas, antiguos y eternos leprosos de la tierra, no son únicamente la muestra congelada de unas penas. Son la imagen que algún día romperá el espejo y llegará al aquí. Entrarán en el mundo con sus nadas al hombro, los seguirá el aroma milenario de las lluvias y traerán el olor desenterrado de la tierra para enseñarnos de qué lado de la luz está la vida, en qué margen del exilio se ha refugiado el tiempo durante todos estos siglos de tristeza. Mientras tanto, como el viejo Mascaró en su lento carromato de desdichas, «nosotros los ustedes» seguiremos adelante, reclutando poco a poco la esperanza, contando pétalo por pétalo la fe recogida en los caminos. Escrito en colaboración con Miguel Semán Escrito extraído del libro Crónicas Desangeladas. Alberto Morlachetti Avellaneda, Provincia de Bs. As · 2007
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BIOGRAFÍA
ANTONIO BERNI Y EL ARTE SOCIAL
JUANITO LAGUNA
PARA EL PUebLo Juanito Laguna no pide limosna, reclama justicia; en consecuencia pone a la gente ante esa disyuntiva; los cretinos compadecerán y harán beneficencia con los Juanitos Laguna; los hombres y mujeres, de bien, les harán justicia.
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Pintor y grabador neofigurativo argentino, para el que las personas, el barrio y las anécdotas de la calle se convierten en imágenes plásticas; ellos serán los protagonistas de sus obras, inscritas en una pintura de observación y crítica social. Delisio Antonio Berni nació en Rosario, provincia de Santa Fe, en 1905. A los 10 años entró como aprendiz en un taller de vitrales (vidrieras de colores), donde aprendió a dibujar, y más tarde cursó estudios de dibujo. Con 15 años expuso en su ciudad natal y fue calificado como un niño prodigio; paisajes, flores y retratos eran los temas de esta primera exposición, a la que siguieron otras cuatro en Rosario y Buenos Aires (Los álamos, 1922). En 1925 consiguió una beca para estudiar en Europa y en noviembre llegó a Madrid donde permaneció tres meses. Durante este tiempo viajó a Toledo, Segovia, Granada, Córdoba y Sevilla. En febrero de 1926 se marchó a París, donde vivió hasta 1931. Allí descubrió las vanguardias y asistió a los cursos de los pintores franceses André Lothe y Othon Friesz, cuya influencia se dejó sentir en una serie de desnudos figurativos. También frecuentó el Grupo de París, integrado por artistas argentinos, e inició una sólida amistad con el pintor Lino Eneas Spilimbergo. De la mano de Max Jacob se introdujo en el grabado, y en 1929 trabó amistad con el literato francés Louis Aragón al tiempo que se relacionaba con los círculos surrealistas, estilo que inspiró su obra durante la década de 1930 (Napoleón III, 1930; Objetos en el espacio, 1931; La siesta y su sueño, 1932). Berni está considerado como uno de los primeros artistas surrealistas latinoamericanos. Desde París realizó algún viaje
a Italia, Bélgica y Holanda. Tras su regreso a Argentina en 1930, colaboró con su compatriota Spilimbergo y el mexicano David Alfaro Siqueiros en la realización de un mural en Tortuguitas (Mural Botana, 1933) y evolucionó hacia un realismo social narrativo del que fue uno de los más destacados representantes (Manifestación, 1934; Chacareros, 1935). En la década de 1950, sus obras adquirieron un carácter dramático y expresionista (Los hacheros, La comida) e inició una serie de paisajes suburbanos donde los personajes están ausentes (La casa celeste). Al comienzo de la década de 1960 su obra se orientó hacia el expresionismo, para más tarde desembocar en una síntesis entre el Pop Art y el realismo social. La anécdota popular en episodios se convirtió en una de las características de su obra, que se inscribió en una pintura de observación y crítica social, cuyos protagonistas principales eran Juanito Laguna (muchacho de los suburbios de Buenos Aires) y Ramona Montiel (mujer de los bajos fondos parisinos). En ellas Berni utilizó el collage, trapos, trozos de latón, botones, y en general materiales de desecho, así como fotografías o ilustraciones de revistas, para componer las figuras y organizar el cuadro según un verdadero sentido de la composición, en la que también hay partes pintadas, bosquejos de figuras o pinceladas que acentúan los efectos del collage. Son obras de gran riqueza plástica, notable fantasía e indudable originalidad, en las que se aprecia una vuelta a sus inicios surrealistas. Junto a estas dos series están la de La luna, Los monstruos y una de retratos populares. Murió en 1981 en Buenos Aires.
UNA IDENTIDAD ¿QUIÉN ES JUANITO LAGUNA?
Juanito Laguna es un personaje que Berni creó para mostrar lo que le sucedía a muchos chicos pobres del país. En este cuadro está remontando un barrilete, pero podemos encontrarlo en variadas situaciones.
¿DÓNDE VIVE JUANITO LAGUNA?
Juanito vive en una villa de emergencia pero, a pesar de esta dura realidad y como a todos los chicos, a él también le gusta jugar.
1 Barrilete hecho con retazos de tela
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2 Viviendas de la villa hechas con cartón
3 Suelo hecho de latas y objetos de desecho
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Juanito remontando su barrilete (1973)
¿CON QUE MATERIALES ESTÁ HECHO?
Berni trabajó con la técnica de collage, utilizando diferentes materiales de desecho para poder darle más realismo a su obra. En este cuadro aparecen latas, telas, plástico, cartones y objetos reciclados.
* TODO SOBRE EL COLLAGE
Es una técnica que usa distintos pegados sobre una superficie, como un cuadro. Se pueden usar telas, cartones, papeles, fotos, recortes de diario, etc. Muchos artistas del siglo XX utilizaron el collage en sus obras.
propia
Opinión: José Luis Volpogni Juanito Laguna es un personaje que atravesó las coyunturas y se instaló como un referente cultural. Su nombre convoca a la solidaridad, evoca la sensibilidad artística y provoca el necesario malestar que desestabiliza cualquier orden cuando éste se anuncia como único, verdadero y salvador. Como Mafalda su sola mención es movilizadora del pensamiento. Invocarlos no es sin consecuencia. Imaginación y lucidez se articulan para dar cuenta de su presencia. Su creación —por parte de Antonio Berni— es fruto de una operación que, esquivando el panfleto oportunista, se instala en un punto donde se encuentra la historia política de nuestro país y la historia del arte. La obra de Berni puede ser interpretada —como ocurre con las grandes obras— desde múltiples sentidos. El que me interesa en esta ocasión es destacar la importancia de la decisión en el momento de la producción de su obra plástica. En la temática se advierte la decisión de ser fiel a sus convicciones ideológicas y en lo retórico la decisión estética de incluir sus producciones en la serie del arte del siglo XX. Lanzado a la búsqueda de nuevos efectos de sentido con nuevos materiales y ampliando las posibilidades expresivas que proporciona un nuevo concepto del espacio gráfico, Berni construye a Juanito Laguna rodeado de todo el material de deshecho que una sociedad tira como fruto del consumo desmesurado e irracional. Berni toma es material y al darle otro sentido nos da una lección: como torcer creativamente lo que nos toca. No hay destino. Hay elección. En esa elección se juega una ética al servicio del hombre. El Juanito de Berni no pide limosna. Lo que a otros les sobra el ya lo tiene. Convive con ello. Con legítimos recursos plásticos que Berni toma del surrealismo, del expresionismo Juanito Laguna es la imagen del malestar, invita a la reflexión y si algo reclama es justicia.
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VARIEDADES
LIBROS AURORAS EN PROVINCIAS
CRÓNICAS DESANGELADAS
POEMA PEDAGÓGICO
Una obra que nos invita a recupera huellas, debates y marcas de distintos proyectos educativos y discursos pedagógicos en la formación docente santafesina a lo largo de un siglo. Se trata de historias y memorias desde múltiples miradas, que recuperan la voz de los sujetos desde sus propios testimonios, desde las huellas signadas en producciones documentales, y que reconstruyen no sólo un pasado que interpela las historias de una institución de formación docente, ex Escuela Normal de Coronda, sino que también abren horizontes de conocimiento y reflexión. En los distintos trabajos se pone en juego permanentemente la tensión entre las dimensiones nacionales, provincial y local a fin de contextualizar de manera compleja las problemáticas educativas de cada período analizado y desentrañar, en la intersección de estas escalas de análisis, los proyectos y discursos pedagógicos locales. Amalia Homar.
Un capitalismo feroz anidó en nuestros barrios como una pesadilla —o un viejo rencor— y los pequeños como una luz vacilante escriben sus vidas en el «secreto nocturno de las pizarras». Parece milagro que esos niños donde el hambre ha tallado en sus cuerpos sus mejores filigranas puedan maravillarse ante un eclipse de luna que equivoca a las flores y adelanta el reloj de los pájaros. Los ungidos señores de la muerte exasperados por su propia incapacidad para erradicar la miseria, optaron por erradicar a los pobres. Mientras una literatura servil proclamó el fin de los tiempos, y muchos políticos mudaron de barca según la rosa de los vientos y gozaron de beneficios de una democracia que nunca desearon y menos merecieron. Un país que construyeron sobre la derrota de nuestros sueños.
En 1920, A. S. Makarenko recibe del departamento de Instrucción Pública de la Unión Soviética el encargo de organizar una colonia para delincuentes menores que más tarde se llamaría Colonia Máximo Gorki; ahí fueron recogidos niños vagabundos que el torbellino de la guerra civil había dejado sin hogar. En esa y otras comunidades infantiles, a las que dedicaría treinta años, fue recogiendo experiencias que resultan unos presupuestos pedagógicos innovadores. Un nuevo método que descansa en la influencia benéfica del trabajo colectivo en la educación de los pequeños. Con esta forma, ha demostrado que las personas pueden retomar el buen camino, ser honradas y rearmar sus vidas. Poema pedagógico es una obra literaria, una obra de vida y lectura indispensable para aquellas personas que se relacionan de alguna forma con la educación y formación de personas.
LA VENDEDORA DE ROSAS
PIXOTE: LA LEY DEL MÁS DÉBIL
LA LENGUA DE LAS MARIPOSAS
Se basa en el cuento La Vendedora de Cerillas de Hans Christian Andersen, y en la vida de Mónica Rodríguez (una joven de la calle). La historia habla de Mónica, niña de 13 años que vende rosas para Navidad en la ciudad de Medellín. Después que muere su abuela, huye a la calle y se encuentra con un mundo lleno de drogas, alcohol y prostitución. Una noche, un borracho le obsequia un reloj; el cual comenzará a usar hasta que finalmente se lo roba un pandillero (El Zarco). Ahora, además de los problemas cotidianos de sobrevivir en la calle, Mónica debe huir de El Zarco, que se siente estafado porque el reloj deja de funcionar.
En São Paulo, los niños vagabundos, para sobrevivir, han de hacer cualquier cosa. La ley prohíbe que un menor de 18 años vaya a la cárcel, cosa que aprovechan los criminales para usar a los muchachos. Pixote es uno de esos niños, ya lleva unos cuantos viviendo en la calle, pues su madre desapareció y no soporta a sus abuelos. Una noche es capturado en una redada policial y conducido al reformatorio, dónde conocerá a otros muchachos y hasta qué punto puede ser dura esa vida que les ha tocado vivir.
Situada en 1936, Don Gregorio enseñará a Moncho toda su sabiduría en cuanto a los conocimientos, la literatura, la naturaleza, y hasta las mujeres. Pero el trasfondo de la amenaza política subsistirá siempre, especialmente cuando Don Gregorio es atacado por ser considerado un enemigo del régimen fascista. Así se irá abriendo entre estos dos amigos una brecha, traída por la fuerza del contexto que los rodea. ¿Cómo recobrar después de esto, la inocencia? Parece ser la pregunta de José Luís Cuerda. Dura y con un dramático final, el film explora el nacimiento de una vida a los horrores de una guerra.
Editorial: María Muratore ediciones. Coordinación: Bernardo Carrizo y Juan Cruz Giménez
Autor: Alberto Morlachetti Ediciones: APE. Colección Sociedad, Niñez y Juventud de APE. Buenos Aires, 2007 [280 páginas].
Autor: Antón Semiónovich Makarenko [728 páginas].
FILMS 1998 / Colombia / Drama / 104 minutos Dirección: Víctor Gaviria
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1981 / Brasil / Drama / 128 minutos Dirección y Producción: Hector Babenco
1999 / España / Drama / 95 minutos Director: José Luis Cuerda.
PEC DISEÑO MANUAL DE ESTILO «Revista Malabares» Fontana Flavia Lis
La revista «Malabares» se realizó bajo el Proyecto de Extensión de Cátedra –PEC– : «Una revista para la reinserción social de niños y jóvenes en situación de calle».
Res. C.S.Nº: 254/11
Este proyecto posibilita un nuevo medio de comunicación, concientizando a
DISEÑO Y MAQUETACIÓN DEL PRIMER EJEMPLAR Fontana Flavia Galetto Belén Huguenet Angelina Pretel Jesica
COORDINADOR GENERAL Bomrad Martín Miguel
COLABORADORES PASANTES TALLER 3
Almirón Facundo Sánchez Emiliano Valente Nicolás Vázquez Lucía
la comunidad santafesina y regional a través de la visibilización sobre la problemática de la vulnerabilidad social en niños/as y jóvenes de nuestra ciudad, especialmente con aquellos que se encuentran en situación de calle. Realizado por el Taller de diseño 3 · Cátedra Gorodischer Carrera: Licenciatura en Diseño de la Comunicación Visual FADU | UNL · Santa Fe, Argentina · Año 2011 · Directora: DG. Torres Luyo Silvia · Co-director: Lic. Bomrad Martín Miguel · Coordinadores: Lic. Bergero Darío, DG. Juani Gabriel Fernando, DG. Oliva Mariana
ALUMNOS QUE PARTICIPARON DEL PEC Alarcón Mariangeles · Astrada Juan Pablo · Baratti Lucila · Bautista Maira Pía · Bruch Marina Brumnich Inés · Bonfanti Romina · Brochero Natalia · Buchet Constanza · Cabrera Constanza Casanello Juana · Chiabo Lisandro · Cohan Paula · D´Amelio Mariana · D´Stefano Malcon Dabin Virginia · Díaz de León Galvan Cinthya · Dotti Alejandra · Duré Diego · Fabre Luciano Etcheverrigaray Virginia · Ferro María Agostina · Fessia Natalia · Fiorentini María Virginia Fontana Flavia Lis · Galetto María Belén · Gallardo Julieta · Garay Adriana · Gerlo Noelia Inés Gervasoni Lucía · Giarratana Flavio · Gualtieri Nicolás · Guastoni María Leticia · Heill Nadia Huguenet María Angelina · Kühn Gabriela · Lara Diana · Mallozzi Camila · Marani Marina Meichtry Daisy Luciana · Mercado Silvana · Molaro Asensio Lucía · Ortiz Perez Chica Citlali Piedrabuena Milena · Planells Victoria · Pretel Jésica · Raniolo Juan Pablo · Rodríguez Diana Roldán María de los Ángeles · Romito Florencia · Sobré Amalia · Sotera Florencia Stumm Melania · Temporelli Anahí · Tibaldo Juan José · Toniollo Lucila · Treboux Daiana Valente Franco · Vignatti Magdalena · Yesciani Virginia · Zarza Romina · Zordán Christian
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haY un niñno
EN la CALlE A esta hora, exactamente, hay un niño en la calle. Le digo amor, me digo, recuerdo que yo andaba con las primeras luces de mi sangre, vendiendo una oscura vergüenza, la historia, el tiempo, diarios, porque es cuando recuerdo también las presidencias, urgentes abogados, conservadores, asco, cuando subo a la vida juntando la inocencia, mi niñez triturada por escasos centavos, por la cantidad mínima de pagar la estadía como un vagón de carga y saber que a esta hora mi madre está esperando, quiero decir, la madre del niño innumerable que sale y nos pregunta con su rostro de madre: ¿qué han hecho de la vida? ¿dónde pondré la sangre? ¿qué haré‚ con mi semilla si hay un niño en la calle? Es honra de los hombres proteger lo que crece, cuidar que no haya infancia dispersa por las calles, evitar que naufrague su corazón de barco, su increíble aventura de pan y chocolate, transitar sus países de bandidos y tesoros poniéndole una estrella en el sitio del hambre, de otro modo es inútil ensayar en la tierra la alegría y el canto, de otro modo es absurdo porque de nada vale si hay un niño en la calle. Dónde andarán los niños que venían conmigo ganándose la vida por los cuatro costados, porque en este camino de lo hostil ferozmente cayó el Toto de frente con su poquita sangre, con sus ropas de fe, su dolor a pedazos y ahora necesito saber cuáles sonríen mi canción necesita saber si se han salvado, porque sino es inútil mi juventud de música y ha de dolerme mucho la primavera este año.
[...] ARMANDO TEJADA GÓMEZ [1929 · 1992] Fue un poeta, letrista, escritor y locutor argentino, relacionado con la música folklórica.