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Navidad: Acción Comunicativa

Pero el ángel les dijo: «No tengan miedo, pues yo vengo a comunicarles una buena noticia, que será motivo de mucha alegría para todo el pueblo. Hoy, en la ciudad de David, ha nacido para ustedes un Salvador, que es el Mesías y el Señor. Miren cómo lo reconocerán: hallarán un niño recién nacido, envuelto en pañales y acostado en un pesebre.» Lucas 2, 10-12

Navidad es celebrar la acción comunicativa más plena registrada en la historia: Dios dijo una Palabra que no se quedó en el vacío del aire que se expulsa por la boca, sino que se hizo carne, sangre, hueso, historia, tiempo, cultura, llanto, risa... Dios dijo una Palabra viva en la persona de Jesús y esta comunicación de Dios con nosotros ha sido, es y seguirá siendo, motivo de gran alegría para todo el pueblo.

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Celebramos la manifestación de un Dios que realiza la comunión con la humanidad; un Dios que vive construyendo comunión entre nosotros y nos invita a buscar formas de comunicación que dejen atrás las palabras vacías, dando paso a palabras de carne y hueso. Palabras vivas. Palabras de comunión.

Si queremos celebrar este maravilloso acontecimiento, como Dios manda, tenemos que permitir que las comunicaciones al interior de nuestras comunidades, en nuestra obras apostólicas, en nuestros encuentros cotidianos, se dejen tocar, redimir, convertir en espacios en los que nos podamos encontrar en profundidad. Espacios en los que nos podamos descubrir, develar, siendo transparentes mensajeros de alegría para todos.

En su intervención durante el primer día del Coloquio para nuevos Superiores Mayores en el que participo en Roma, el P. General comenzó diciendo: “La comunicación es un elemento esencial para la unión del cuerpo universal de la Compañía de Jesús. Ésta fue una intuición de Ignacio desde la fundación de un cuerpo religioso y apostólico unido por la obediencia al Espíritu Santo, para quien la comunicación es clave. La comunicación con Jesús, cabeza de la Iglesia y del cuerpo de la Compañía, está en el centro de nuestra vida” (A. Sosa, Colloquium for New Major Superiors, 29/11/2021).

En un mundo en el que la palabra parece haber perdido su valor y en el que decir paz, verdad, justicia, libertad, igualdad o fraternidad puede convertirse en un discurso que se pierde en el mundo de las ideas y no acierta a transformar las relaciones entre los seres humanos, tenemos que celebrar la Navidad permitiendo que nuestras existencias se conviertan en palabras vivas que se encarnen en abrazos solidarios, cadenas rotas, caricias tiernas, deudas perdonadas y una paz hecha comida.

Así podremos dar un paso desde el reino de la palabra al imperio del Espíritu, para no solo nombrar las cosas sino hacerlas realidad en la historia, transformando la tierra de sombras y tinieblas que habitamos, en tierra de luz, que mana leche y miel. Es el camino de la pascua que llevó al pueblo esclavizado a caminar por el desierto hasta una tierra de libertad. Es el camino de Emaús en el que se hace presente el Resucitado para invitarnos a dejar atrás la tristeza y el fracaso, y correr al encuentro de la comunidad que se hace comunión de fragilidades.

Que en estos días nuestra celebración abra espacios entre nosotros para escuchar con un corazón dispuesto, y para decirnos con más generosidad. Que vivamos esta dinámica comunicativa a la que nos invita la Navidad: escuchar la Palabra, que desde la fuerza del Espíritu, vuelve a hacerse carne en nuestra carne, sangre, en nuestra sangre, para ofrecer una esperanza a toda la creación que gime con dolores de parto esperando su liberación.

"Jesús de Nazaret, palabra sin fin en tu nombre pequeño, caricia infinita en tu mano de obrero, perdón del Padre en calles sin liturgia, todopoderoso Señor en sandalias sin tierras, culmen de la historia creciendo día a día, hermano sin fronteras en una reducida geografía. (...) Y en cada uno de nosotros sigues creciendo hasta que todo nombre, raza, arcilla, credo, culmine su estatura" (Benjamín González Buelta, SJ).

Hermann Rodríguez Osorio, SJ | Provincial de Colombia Roma, 1 de diciembre de 2021

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