
4 minute read
Templo de Cristo Rey: 80 años de historia
P. Héctor Manuel Londoño, SJ
Los padres dominicos, luego de permanecer muchos años en el Putumayo, vinieron a la ciudad de Pasto en el año 1572, donde se establecieron e iniciaron la construcción de una iglesia en el mismo sitio en el cual se encuentra el actual Templo de Cristo rey, dedicada a santo Toribio. La construcción tenía las características de aquel tiempo: una sola nave y al lado la torre de las campanas, con vigas de madera en el techo, paredes de bahareque o barro pisado, teja cocida y piso de ladrillo. Con el tiempo los pastusos hasta el s. XVIII la identificaban como iglesia de Santo Domingo. El tiempo avanzaba y la iglesia colonial de los Dominicos se deterioraba, en cuanto que la Comunidad abandonaba la ciudad y dejaban la iglesia al obispo de Pasto, Monseñor Antonio María Pueyo de Val, quien dio la iglesia el 13 de marzo de 1918 a la Compañía de Jesús, que con su iniciativa y la del provincial P. Gabriel Lizardi, SJ., y el superior de los jesuitas en Pasto P. Rafael Toro, SJ., levantaron allí un templo en honor a Cristo Rey, para lo cual tenían que tumbar la vieja iglesia; la demolición se inició el 1 de junio de 1928. Y el 8 de mayo de 1931 se inició la construcción en un terreno de 64 mts de largo por 22 de ancho.
Advertisement
La construcción fue llevada a cabo por cuatro hermanos jesuitas: el hermano Gogorza, arquitecto que había construido en la Habana el templo de María Reina, hizo los planos. Luego el hermano José María Ibarmia comenzó la construcción, terminando todos los cimientos, pero muere en un accidente
automovilístico, continua la obra el hermano Juan Aranguren, quien levanto las columnas hasta las cornisas y fundió la plancha del coro y los arcos. Finalmente, el hermano Rubén Vega continuó la construcción de los arcos y las bóvedas, terminando la obra, con la ayuda de los maestros de obra pastusos Rafael Rojas, Buenaventura Jojoa, Juan Segovia Ortiz y Antonio Erazo. Así mismo colaboraron voluntariamente los obreros de las veredas cercanas de San Ignacio, Mocondino, Jamondino, Buesaquillo, Daza y Cujacal, acercando el material de construcción hasta el lugar de la obra, como madera, vigas, ladrillos, cemento, arena, bajo la dirección del hermano jesuita español Cándido Olañeta. En la obra se presentó un accidento destacándose la muerte de los albañiles Luis Castro y un joven de apellido Moncayo.
La iglesia se terminó en 1942 después de once años. Se inauguró solemnemente durante el rectorado del P. Germán Fernández, el 24 de octubre de 1942. Antes, el 21 de octubre el señor obispo Ángel María Ocampo hizo la solemne bendición.
Su estilo
El estilo de la Iglesia de Cristo Rey es de un estilo gótico románico estilizado. No podemos afirmar que es de un estilo gótico puro ni de un románico puro. El gótico se nota más en la parte del techo que es tipo ojival.
Interiormente su planta de cruz latina se compone del coro, las naves laterales, la nave central, el crucero, transepto y ábside.
La decoración total del templo estuvo a cargo del artista y maestro José León Eraso quien le dio el color para que sobresalga su estilo monumental que hoy admiramos. La decoración tanto en la parte superior como inferior está hecha en formas geométricas utilizando textura de cáñamo y delineaciones con pincel.
Para resaltar
La obra del maestro Zambrano “el genio del arte nariñense”, es el retablo con los santos jesuitas (18 santos jesuitas y el escudo en el centro IHS); dicho retablo fue hecho en dos etapas. Los de los extremos son de la primera etapa de su obra. Se notan diferencias claras entre ambas etapas, en el corte, en el tallado de los vestidos, un poco más abigarrados y con estilo barroco.
El santo Cristo de Sibundoy, tiene una larga tradición, fue traída desde España por los Franciscanos a la misión de Sibundoy; cuando ellos dejan la misión la reciben los Dominicos. Se considera que esta imagen que se venera en el templo de Cristo Rey, es la reliquia histórica más antigua que hay en Pasto. Se le veneró en Sibundoy desde 1547 y está en Pasto desde 1583, donde se le invocó por los antepasados en las públicas calamidades.
Otra valiosa obra son las 14 estaciones trabajadas en cedro por los escultores ecuatorianos Luis F. Villaroel y Otoniel Narváez, quienes emplearon más de cinco años en su elaboración. Los cuadros, incluídos los marcos, miden 80 cms. Por 70 cms.
Entre otras obras de valor se encuentra una obra antiquísima de valor incalculable pintada por el maestro Bernardo Rodríguez, pintor ecuatoriano del año 1750, quiteño especializado en obras de arte religioso. Es pintada en cáñamo y representa las almas del purgatorio aplicando las misas gregorianas.
En general este Templo es reconocido por las imágenes y otras obras de valor que contiene.


