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Qué es un debate? / Organizamos un debate

3. Leo este texto y, en mi cuaderno, lo explico con mis propias palabras.

4. Leo el procedimiento para organizar un debate. Luego, con toda la clase, elaboramos un plan para realizar nuestro debate.

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¿QUÉ ES UN DEBATE?

Un debate es una técnica de comunicación oral donde se opina sobre un tema y se lo defiende o rebate con argumentos. La condición de un debate es que sus participantes presenten distintos puntos de vista. Es decir, que tengan dos o más posiciones contrarias en torno al tema o problema que se vaya a tratar. El debate es un tipo textual oral persuasivo y argumentativo, es decir que el propósito de cada expositor es convencer acerca de sus ideas, mediante argumentos y razonamientos que demuestren la validez y la lógica de sus opiniones. No obstante, el debate no se puede transformar en un concurso para ver “quien gana” ni en una pelea. Es indispensable que todos los participantes comprendan que el tener ideas diferentes, y a veces totalmente opuestas, no es un ataque personal ni un motivo para enemistarse. Por el contrario, es una oportunidad para conocerse más y para acceder a puntos de vista que no se habían considerado.

Generalmente, hay un moderador que es el encargado de dar la palabra, un relator que se encarga de registrar la memoria del debate y un público que participa en la discusión.

ORGANIZAMOS UN DEBATE

1. Elegimos un tema de interés para todo el curso, sobre el cual haya distintos puntos de vista que generen controversia. En este caso, se trata de las opiniones acerca de los textos de ciencia ficción.

2. Organizamos la clase en dos grupos. Cada estudiante decide estar en uno de los equipos: el que va a argumentar a favor, o el que va a argumentar en contra. Si el número de estudiantes es muy numeroso, se pueden hacer varias rondas de debate o seleccionar varios temas para debatir. En cualquier caso, debemos cuidar que haya equilibrio en el número de los participantes de cada grupo. 3. Decidimos el esquema del debate, que puede ser abierto, es decir que cada grupo preparará sus argumentos a su manera, o basado en un cuestionario con preguntas que provoquen la exposición de opiniones opuestas. Si se escoge esta opción debemos evitar las preguntas que puedan

contestarse con “Sí” o “No”, pues con ellas no se puede generar un debate, sino que den pie para desarrollar criterios propios y argumentos. 4. Escogemos un moderador, quien estará a cargo de conducir el debate, y un relator, que registrará las intervenciones de cada equipo y las conclusiones a las que se llegue. 5. Cada equipo preparará los argumentos para defender su posición, así como la refutación de los argumentos del oponente. Una estrategia para ello es hacer una lluvia de ideas, para luego descartar lo que no sean válidos para sustentar la posición del grupo. También puede ser necesario realizar una investigación sobre el tema para dar solidez a los argumentos y tener elementos para rebatir al grupo oponente. 6. Cada equipo nombra a los representantes que van a intervenir en el debate.

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