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Poetry / Poesía

The Bradbury Building

continued from previous page “How many do you want?” “I’ll take one.” “Only One? Don’t you like candy? Most men do, at least that is what they tell me. Why not buy two or more?” “Ok, I’ll take two.” He opened one box and shared it with me as Linda watched. Mr. Kesselman and I talked and talked and by the time we got down to the first floor the candy was gone. He couldn’t believe it was all gone as he held the box upside down and shook it. ”You ate all my candy!” i put my hand over my mouth as if i was surprised!

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He had just stepped out of the elevator, when I slammed the door, grabbed the handle, and took the elevator up and then turned to my co-worker Linda, in a loud voice saying, “Now that’s how you sell candy!” I let out such a laugh, that it echoed throughout the building. Mr. Kesselman heard every word as he looked up shaking his fists at me.

The offices in the Bradbury Building were rented to doctors, lawyers, architects, and printers. However, there was one renter who lived all alone in this building. He was an old man from Germany. His name was Voyer or something like that. He was Jewish and a well-known violinist in his country. He had left Germany during the second World War. Here in America, he was a music teacher: giving private lessons in a quiet corner of the building on the 3rd floor, far from an audience.

Many evenings while on break, I would hear him playing his violin. so sad and sweet was the sound to me. He must have missed his family and life back in the old country. I couldn’t even imagine his suffering. I had gotten to know most of these people at the Bradbury Building. And even now, I think back of those days at the Bradbury Building with such fond memories.

El Bradbury

viene de la vuelta do en la jaula: “Buenas noches, señor Kesselman ¡Qué guapo se ve hoy! y ¿qué es esa colonia que huele tan rico?” “¡A ver a ver, Fe! ¿Qué es lo que sonya Fe quieres?” “Vendo éstos” agitando mis cajas de las cruces, nm dulces... “¿Cuántos quiere?” “Llevaré uno”. “¿Solo uno? ¿No le gustan los dulces? A la mayoría de los hombres le gustan —al menos eso es lo que me dicen. ¿Por qué no comprar dos o más?” “Ok, tomaré dos”. Abrió una caja y la compartió conmigo mientras Linda miraba. El sr. Kesselman y yo platicamos y platicamos y. para cuando llegamos al primer piso, los dulces se habían acabado. Él no podía creer que ya había nada mientras sostenía la caja boca abajo y la agitaba. “¡Te comiste todos mis dulces!” Me tapé la boca con la mano ¡como si recién me hubiera dado cuenta!

Apenas salió del ascensor, cerré la puerta, agarré la manija e hice subir el ascensor. Luego me volví hacia Linda y, en voz alta, le dije; “¡Así es como vendes dulces!” Solté una carcajada que hizo eco en todo el edificio... El Sr. Kesselman escuchó cada palabra mientras miraba hacia arriba agitando sus puños hacia mí...

Las oficinas de el Bradbury se alquilaban a médicos, abogados, arquitectos e impresores. Sin embargo, había un inquilino que vivía solo en este edificio. Era un anciano de Alemania. Su nombre era Voyer... o algo así. Era judío y violinista muy conocido en su país. Dejó Alemania durante la Segunda Guerra Mundial. Aquí en Estados Unidos, era profesor de música: daba lecciones privadas en un tranquilo rincón del edificio en el tercer piso, lejos de toda audiencia.

Muchas noches mientras estaba tomando mi descanso le escuchaba tocar su violín. Tan triste y dulce era ese sonido para mí. Debe haber extrañado a su familia y su vida en su lejano país o algo así. no podía imaginar cuanto debe haber sufrido. Había llegado a conocer a la mayoría de la gente que vivía o trabajaba en el Bradbury. Y, aun ahora, recuerdo en esos días en el edificio Bradbury con tanta nostalgia.

roland godoy

Playa I

señor, quien pudiera morirse como tú, dolerse como te dueles tú, solitario y mordaz entre las playas, reventando tus salados espíritus, en los iracundos poros de las piedras. desnudo como tú, lamiendo con tus torsos la arena de los riscos milenarios, Y que tu seno azul erosione, palpitante y con agua magistral, la arista insoportable del planeta. señor, si tus ecos recorren mis palabras como en las valvas se agita rabiosa la espuma cansada de los tiempos, quien pudiera morirse como tú, hacerse y deshacerse como tú, entre la arista insoportable del planeta.

Canto IX si pudiera observarte volver entre los pinos, si pudiera mirarte sentada entre la hierba, ¿serás hoy como las frutas en cosecha? dame tus dedos las sed que entre mis manos confesaron, Y abramos, como ayer, desde mi pecho, la caja de Pandora que tu elijas

Playa II que es este musgo que me sigue a cada playa, que se ensaña con las piedras y descansa en las algas, que se expande y se contrae temblando entre las aguas, que se dispersa y se repliega en la espuma, que se pronloga bajo al ala alta del cormorán reproduciendo su fuerza en la atmósfera salada que regala dirección a los retornos pausados de las velas, que es este musgo que mis palabras ansían, como perla, tallar, para tus ojos, para tus ojos, con tu agua magistral, ¿será, viajera, quizá, mi corazón?

LaReina

Los dos niños jugaban al pie de la escalera. Arriba, dos filas de columnas abrían un corredor de dos metros de ancho. En el fondo del pasillo, como una visión, una pareja de bailadores se desplazaba al ritmo de una música sabrosa. Los niños permanecieron inmóviles ante la escena. La niñera trató de mirar lo que los niños veían, pero esa imaginación no pertenecía a ella; porque el fondo del pasadizo se encontraba vacío. Entonces desistió y se alejó del lugar. Los niños se fueron acercando. se detenían detrás de un pilar y sacaban la cabeza para espiar. Después de un momento desaparecían, saltaban al pilar de en frente y volvían a asomarse. La música era contagiosa. Los bailarines ondulaban sus cuerpos cadenciosos y los niños dibujaban una leve sonrisa. Las columnas fueron Manuel Camachoquedando atrás hasta que san Joaquin delta college stockton, ca los niños, atraídos por el baile, se plantaron a compartir el espacio con la pareja. El niño observaba sin expresión. La niña, en cambio, con la cabeza inclinada a un lado, se dirigió a la mujer: –¿Tú eres una princesa? –No –, contestó el hombre. –Ella es una reina.

La niña quedó pasmada. Estaba ante la presencia de un personaje de ensueño. Una mujer dorada, el cabello largo, brillante como los rayos del sol, alumbrándola toda. Su risa perfecta encantó a la niña quien, imitándola, le hizo una reverencia. Luego, la niña vio los aretes dorados de la mujer y exclamó: –¡Qué bonitos aretes!

El niño tomó la mano de la niña y em-

The.Queen

the two children were playing just below the stairs. Above, two lines of columns opened to a two meters wide corridor. At the end of the hall, like a vision, a couple of dancers were moving to the rhythm of delicious music. the children remained still before the scene. the nanny tried to see what the children were looking at, but she couldn’t imagine it because that space

pezaron a bailar. Eran sólo ellos como en un cuento fantástico donde los niños se apropian de todo y las inhibiciones no existen. La niña no se concentraba porque sus ojos seguían la gracia de los movimientos de la mujer. La pequeña paró un momento y habló a la mujer: –Eres excelente.

Esta vez, la niña puso su mano izquierda en el hombro del niño, lo agarró de la otra mano y dijo: –Cuando sea grande voy a ser una bailarina como esa reina.

El niño no la contradijo. sólo se limitó a decir: –Yo no quiero ser bailarin cuando crezca pero, por ahora, tú eres Mi reina. was empty, so she gave up and walked away. the children were getting closer. they would stop behind a pillar and lean out their heads to spy. After a moment they disappeared, jumped to the next column to spy again. the music was contagious, the dancers swaying their rhythmical bodies, as the children drew a slight smile. After the last column the children, attracted by the dancing, stood there sharing the space with the couple. the boy was observing without any expression. the girl, on the other hand, her head leaning to the side, addressed the woman:

“Are you a princess?”

“No,” answered the man. “She is a Queen.” the girl was bewildered as she stood before the presence of the fantastic character, a golden woman, long hair, shiny like sunrays, illuminating all of her. Her perfect smile pleased the girl who, imitating her, took a bow. Then, the girl saw the woman’s golden earrings and said:

“beautiful earrings!”

The boy took the girl’s hand and started dancing. It was just the two of them like being in a fantastical story where children own everything and inhibitions don’t exist. the girl could not concentrate because her eyes were following the woman’s graceful moves. stopping for a second she told the woman: “You are excellent.” This time, the girl placed her left hand on the boy’s shoulder, with the other took his hand and said: “When I grow up, I want to be a dancer like that queen.” the boy did not contradict her. His only reply was: “i don’t want to be a dancer when

I grow up, but right now, you are My

Queen.”

Una Pandémica Recesión

viene de la página 4 una estadística para ellos. Afirman no sentirse menos ante países similares como Canadá —que tiene solo alrededor de un tercio del número de muertes, y Australia, menos de un décimo. Por mientras, la tasa de mortalidad de Estados Unidos nos une al club de México, Ecuador y brasil.

Sin embargo, este es solo el comienzo de un nuevo capítulo y, si la tendencia de fines de octubre se mantiene, o en realidad se agrava alimentada por los súper esparcidores mítines de Trump al final de su campaña, Estados unidos podría alcanzar un nuevo récord de tasas diarias de muerte para el Día de Acción de Gracias ¡Qué manera de celebrar la tradición estadounidense de proteger y compartir! ¿Podrían nuestras conciencias, finalmente, sacudirnos lo suficiente para reconocer que no habrá recuperación económica sin un control del COVID? ¿O la profundidad del desastre económico que se avecina, y se espera, dada la actual tendencia de políticas económicas populistas y poco cooperativas, y que requerirán una década o más para una completa recuperación? Pero también, muchos republicanos se aferran al mito de que tampoco había nada malo en las políticas económicas de Herbert Hoover.

Chile: Lessons for the U.S.?

continued from page 10 and excess became increasingly visible.

While more and more Chileans were turning to mass transit because of their trouble affording gasoline and keeping their clunkers running, a growing fleet of luxury cars zoomed in and out of traffic jams. Gated communities, luxury mansions and stores, exclusive private schools, high-end resorts and architectural marvels sprouted up in all the choicest locations. the mushrooming prosperity of the one percent was everywhere, and billionaire Sebastian Piñera was easily able to finance his re-election blitz in a divided field and assume office for a second four years in March of 2018.

With the country already under growing economic strain and polarization when he took office, conditions deteriorated more rapidly during Piñera’s second term. thus the Metro fare hike in October 2019 finally unleashed the convulsions that enabled the people to see that the Constitution of 1980 was at the root of their misery. Rather than a fairer market, Friedman’s profit maximizing system shifted all the advantages to the owners of capital and was conveying the majority to virtual servitude.

The massive deregulation of financial and consumer protections, privatization of basic social services, undermining of collective bargaining, and constant displacement of higher cost workers enshrined inequality everywhere. Forty years of Friedman’s freedom for the rich and powerful did more to convince the Chilean people about the virtues of collective action than a hundred years of socialist propaganda. Fortunately, the Chilean traditions of valuing education and civic responsibility seem to have been crucial in their awakening both to the origin of their plight and understanding of how they hope to alter it by developing a new constitution. the societal crisis in the united states appears much more complicated as a number of scholars and muckrakers have recently documented. While economic inequality in the U.S. has not yet reached Chilean proportions, it has worsened dramatically now over the half century since ronald reagan’s republican Party started applying Friedman’s ideas here as well. in the u.s. even greater inequality may still be due to the legacy of slavery and white supremacy that continues to foster exclusion, racial resentment, nativism and social injustice. our democracy has also been derailed into a system of winner-take-all politics. Not only is majority will often subverted by electoral machinations, the political system has also been modified to concentrate power in the executive and open our country to abuses of authority, congressional irresponsibility, and partisan influence in the judiciary that our founding fathers could hardly imagine. Finally, these forces together have polarized the American people to the point that a second civil war is not hard to imagine.2 over the last decade increasingly massive public demonstrations of discontent suggest that the u.s. may be approaching the Chilean path of convulsion. Yet the American people do not seem to recognize the extent to which the roots of their discontent may also be sown in the allowance for slavery and exploitation, the privileges and favor given to the holders of property, the outdated distrust of the majority, the degree of trust that a few abusive public officials have now proven to be excessive, and the supremacy of white men that are embedded in our Constitution.

While so many of us may still believe that such a path breaking document was divinely inspired, we should also recognize that none of the world’s greatest temples have ever been spared from corruption. the current Chilean approach seems to be inclined to throw out the whole document and start over, but in the U.S. our practice of making specific Constitutional fixes the framers knew we would need seems to work quite well when we get down to it.

Chile: ¿Lecciones para los EEUU?

viene de la página 10 cago Boys”, del economista estadounidense Milton Friedman.

La versión chilena de lo que Friedman llamó libertad económica instituyó una radical desregulación de las actividades económicas y liberó actividades como la salud y el cuidado de los ancianos, las pensiones de los trabajadores, el transporte y otros servicios y servicios públicos —desde la educación preescolar hasta la educación superior— a un mercado supuestamente libre. Al mismo tiempo, la promoción del libre comercio, la inversión extranjera y el crecimiento impulsado por las exportaciones ayudaron a reactivar el crecimiento económico del país y crearon una apariencia de prosperidad creciente. De hecho, el crecimiento constante —más rápido después de que Pinochet fuese derrotado en un referéndum en la década de 1990 y el país regresara a la democracia— permitió a Chile

alcanzar el nivel más alto de ingreso per cápita en América Latina a principios de la década de 2000. Además Chile —y digno de nota— a diferencia de la mayoría de los sustanciales cambios de régimen en Latinoamérica, con esperanza y cautela optó por la reconciliación sobre el castigo, la retribución o incluso el retroceso.

Al mismo tiempo, el ya elevado índice de desigualdad en la sociedad —que en Chile ya era peor que Estados unidos cuando comenzó la intensificación del mercado en la década de 1980— desató una serie escenarios que fueron gradual, aunque constantemente, empeorando la situación de los pobres, la clase trabajadora y una creciente franja de la clase media. A medida que la educación, la atención médica y sí, incluso los costos del transporte público aumentaron en Chile, la única forma en que la gente podía mantenerse al día era endeudándose cada vez más.

Sin embargo, a diferencia de las décadas anteriores al cambio de siglo, cuando un puñado de universidades públicas de élite de Chile eran las que otorgaban credenciales que conducían a carreras bien remuneradas e incluso dinero para planes de pensiones, cada vez son menos los graduados de las decenas de nuevas instituciones con fines de lucro que pueden encontrar trabajos decentes. Cada vez más chilenos comenzaron a trabajar en dos empleos para mantenerse al día con sus enormes deudas. Al mismo tiempo, la evidencia de nuevas concentraciones de riqueza privada y exceso se hizo cada vez más visible.

Mientras más y más chilenos recurrían al transporte público debido al problema de pagar su gasolina y mantener sus carcachas andando, una creciente flota de autos de lujo entraba y salía de los embotellamientos en las autopistas. Comunidades enrejadas, mansiones y tiendas de lujo, escuelas privadas exclusivas, complejos turísticos de alto rango y maravillas arquitectónicas surgieron en todos los lugares más selectos. La creciente prosperidad del uno por ciento estaba en todas partes, y el multimillonario Sebastián Piñera pudo financiar fácilmente su bombardeo electoral en un campo dividido y asumir un segundo cargo de cuatro años en marzo del 2018.

Con el país ya bajo una creciente tensión económica y polarización cuando asumió el cargo, las condiciones se deterioraron más rápidamente durante el segundo mandato de Piñera. Así, el alza de la tarifa del Metro en octubre del 2019 finalmente desató las convulsiones que permitieron a la gente ver que la Constitución de 1980 era el génesis de su miseria. En lugar de un mercado más justo, el sistema de maximización de ganancias de Friedman transfirió todas las ventajas a los propietarios del capital y estaba marginando la mayoría a una virtual servidumbre.

La desregulación masiva de las protecciones financieras y del consumidor, la privatización de los servicios sociales básicos, el socavamiento de la negociación colectiva y el constante desplazamiento de trabajadores de alto costo instaló la desigualdad en todas partes. Cuarenta años de libertad friedmaniana para los ricos y poderosos convencieron más al pueblo chileno de las virtudes de la acción colectiva que cien años de propaganda socialista. Afortunadamente, las tradiciones chilenas de valorar la educación y la responsabilidad cívica parecen haber sido cruciales para despertar tanto al origen de su difícil situación como para comprender cómo esperan alterarla mediante el desarrollo de una nueva constitución.

La crisis social en los Estados unidos parece mucho más complicada, como lo han documentado recientemente varios académicos y más de algún busca-conspiraciones. si bien la desigualdad económica en los Estados unidos aún no ha alcanzado las proporciones chilenas, ha empeorado dramáticamente ahora durante medio siglo desde que el Partido republicano de ronald reagan comenzó a aplicar la filosofía de Friedman aquí también. En los Estados Unidos, puede la desigualdad ser mayor dado el legado de la esclavitud y la supremacía blanca —que hasta hoy continúa fomentando la exclusión, el resentimiento racial, el nativismo y la injusticia social. nuestra democracia también se ha convertido en un sistema político en el que el ganador se lo lleva todo. no solo la voluntad de la mayoría se ha visto frecuentemente subvertida por maquinaciones electorales, sino que además el sistema se ha modificado para concentrar el poder en el ejecutivo y abrir nuestro país a abusos de autoridad, irresponsabilidad del Congreso e influencia partidista en el poder judicial que los padres de la patria nunca imaginaron. Finalmente, estas fuerzas juntas han polarizado al pueblo estadounidense hasta el punto de que no es difícil imaginar una segunda guerra civil.2

Durante la última década, las demostraciones públicas de descontento cada vez más masivas sugieren que Estados unidos puede estar acercándose al camino chileno de la convulsión. Sin embargo, el pueblo estadounidense no parece reconocer hasta qué punto las raíces de su descontento también pueden estar enraizadas en la aceptación de la esclavitud y la explotación, los privilegios y favores otorgados a los propietarios de la tierra, la obsoleta desconfianza hacia la mayoría, el grado de confianza depositada en la autoridad y que ahora unos pocos funcionarios públicos han demostrado ser excesiva, y la supremacía del euroamericano blanco entretejida en nuestra Constitución. si bien muchos de nosotros todavía podemos creer que este documento que rompió el status quo fue divinamente inspirado, también debemos admitir que hasta los más grandes templos del mundo han caído alguna vez en la corrupción. El presente plan chileno parece indicar que desecharán todo el documento y empezarán de cero, pero en Estados Unidos nuestra práctica de hacer las enmiendas constitucionales específicas que los Arquitectos de la Constitución sabían que necesitaríamos, parece funcionar bastante bien cuando nos ponemos manos a la obra.

LA SOLIDARIDAD ES SENCILLA: USA MASCARILLA VENZAMOS AL COVID-19

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