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Bosques enterrados

Ahora forma parte de una práctica costumbrista, de recuperación añorante del pasado, o de auténtica alternativa para aquellos que no desean o no puden tomar cafeína. En nuestros días se ha hecho popular el licor de bellota de encina, promovido desde Extremadura, donde se ha recuperado el consumo tradicional hasta hacerse muy popular como bebida alcohólica fruitiva, de sabor fuerte, seco, aromático, muy apreciada en la región. El uso alimenticio de las bellotas ha presentado el inconveniente de su amargor y ha sido necesario seleccionar bellotas dulces o eliminar ese sabor mediante procedimientos diversos. Por el contrario, ese mismo amargor ha servido para dar un toque especial al gusto de cervezas artesanas. Las bellotas no sustituyen al lúpulo en su función conservante, pero complementan el sabor amargo con un gusto original, que permite abrirse paso en el mercado a este tipo de cervezas.

la porculatio, calendario agrícola

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La secuencia climática en países de latitudes extratropicales, determina un ciclo estacional, que ha tenido interpretaciones simbólicas y en cualquier caso ha regido la vida de los hombres, con alternancia de periodos de mucha actividad agrícola y pastoral seguidos de otros más pausados, incluso de sueño casi absoluto. Toda la actividad agro-silvo-pastoral de los europeos, ha estado gobernada por el cambio de estaciones y por la secuencia de

Etiquetas comerciales de licor de bellotas de encina, procedentes de Extremadura (Licores Almendralejo y de Sabores del Guijo, respectivamente). Moderno café de bellotas (Soria Natural).

artículo 1 declara “La Nación Española es la unión de todos los españoles de ambos hemisferios”. El color de la tinta de ese artículo, al igual que todo el texto, apunta a un escrito con tinta de agalla, algo que está pendiente de confirmar. Con el nombre preciso de tinta de bugalla se ha empleado también en pintura, dando lugar a cuadros con esos tonos ocres mencionados antes, como los de Leonardo Alenza, que siguió a Francisco de Goya en sus Pinturas negras de la serie Los Caprichos, del museo de El Prado, Madrid. De entre las agallas disponibles era la más apreciada aquella procedente de Quercus tinctoria, especie cuyo adjetivo alude precisamente al uso que se hacía de ella, conocida también como agalla de Alepo por proceder de esta localidad de la actual Siria, aunque se usaron agallas de otras especies de Quercus. Son numerosas las recetas para fabricar tinta de agallas, a gusto y según la experiencia de los interesados, pues frecuentemente eran producidas por ellos mismos. Entre las fuentes antiguas más conocidas para la fabricación destaca la obra de Pietro Canepario, sobre los diferentes tipos de tinta, publicada en Venecia a principios del siglo XVII. El descubrimiento de América proporcionó un nuevo mundo vegetal, plantas con propiedades no conocidas antes o que entraron en competencia con las conocidas previamente. El palo de Campeche (Haematoxylum campechianum) proviene del sur de México, Belice y Guatemala y su madera se utilizaba tradicionalmente como colorante. Esta ma-

Aquelarre, de Leonardo Alenza. Pluma y aguada de tinta de bugalla. (Museo del Prado, Madrid).

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