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Un cinturón de Quercus sobre la Tierra
Representación de una boda bajo Peru y Mari, los Castaños de Mugica, que actúan como testigos del compromiso 25 (Gobierno Vasco).
para fortalecer el compromiso amoroso aparece de forma difusa en otras fuentes gallegas, sobre todo de forma indirecta a través del cancionero popular. Uno de esos rastros está reflejado en una de las coplas que recogen X. M. González Reboredo y C. Loureiro, donde queda claro el papel que desempeña el árbol como testigo de la palabra dada en cuestión de amores. La condición popular de la copla lleva a una tradición que debió ser común y, tal vez, contaba con árboles concretos ante los que se practicaba el ritual de compromiso con el vegetal como testigo, que encadena a la palabra dada, recordada en cada encuentro posterior bajo la sombra garante:
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Arrimadiño a un carballo [Cerquita de un carballo, din palabra a unha morena, di palabra a una morena, o carballo éche testigo, el carballo es el testigo, el será a miña cadea. 163 él será mi cadena].
“Cuenta la leyenda que a los pies del roble [de santa Margarita] y bajo el verde dosel de sus ramas, existía, desde tiempo inmemorial, una piedra llamada de los enamorados