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Res Publica Ocuritanorum, por Giacomo Gillani

RES PVBLICA OCURITANORVM

Giacomo Gillani*

Introducción

El trabajo que presentamos no constituye una aportación novedosa, ni quiere modifi car sustancialmente las últimas interpretaciones sobre el nombre de la ciudad romana ubicada en el paraje del Salto de la Mora en Ubrique (Cádiz), ya que en dos trabajos de Guerrero Misa se pone orden entre las diferentes interpretaciones y se resuelve, a nuestro entender, la larga diatriba sobre el nombre de la ciudad (GUERRERO MISA e HIGUERAS-MILENA CASTELLANO, 2001: 109-111 y GUERRERO MISA, 2006: 34-58).

No obstante, en varios ámbitos se sigue perpetuando el error, que genera cierta confusión y consiguientes citas inexactas, al no existir una única nomenclatura. No nos referimos sólo al Corpus Inscriptionum Latinarum (inscripciones nº 1336 y nº 1337), que fue la primera víctima ilustre de una mala trascripción, sino a otros trabajos más recientes, algunos de ámbito internacional como la Tabula Imperii Romani, que siguen citando de forma inexacta el nombre de la ciudad.

La falta de un criterio homogéneo queda refl ejada no sólo en las publicaciones de carácter histórico y arqueológico sino también en las de geografía histórica, ya que en los mapas no es infrecuente ver citada la ciudad con los nombres de Ocvri, Ocvrri u Ocvrris. Por ello, alcanzado ya el siglo XXI, sería deseable emplear, una vez por todas, una nomenclatura uniforme y conforme a los resultados de las últimas investigaciones. Cuanto decimos tiene cierta importancia, ya que diatribas que parecen pertenecer a un ámbito simplemente local luego tienen resonancia en ámbito nacional e internacional. Muchas publicaciones de carácter general, pues, se basan o en la fi abilidad de los autores locales o en el mismo CIL, ya que es lógico suponer que los investigadores no tengan la oportunidad de ver el epígrafe directamente.

Por ello, tras este preámbulo y sin ánimo polémico, vamos a volver a publicar uno de los epígrafes que tendría que demostrar la correcta lectura y pronunciación del nombre de la ciudad.

*Dep. de Latín, IES Nuestra Señora de los Remedios, c. Herrera Oria, s/n, 11600 Ubrique (Cádiz) gillani@atlantic.polito.it, ggillani67@hotmail.com

1. El origen del error

Las fuentes literarias clásicas, tan ricas de información sobre la geografía de la Península Ibérica, omiten citar el nombre de la ciudad ubicada en la altura del Salto de la Mora. Fue sólo y únicamente gracias a la Epigrafía que su nombre fue rescatado del olvido.

En el año 1795 se dieron a conocer dos inscripciones de los emperadores Cómodo y Antonino Pío pertenecientes, con toda probabilidad, a sendos pedestales conmemorativos. Este hallazgo fue de gran relevancia, pues se trataba de la primera información útil para identifi car el nombre de la ciudad romana próxima a Ubrique. Por lógica, al ser inscripciones honorarias dedicadas a emperadores, su lugar de emplazamiento original tuvo que ser en el área pública por excelencia, es decir el Foro (Figura 1).

En el trabajo citado anteriormente, Guerrero Misa y Higueras-Milena Castellano reconstruyen y describen todos los avatares sufridos por la lectura de los dos epígrafes desde fi nales del siglo XVIII hasta nuestros días, consiguiendo desenmarañar la complicada madeja en la que se veía envuelta la interpretación del nombre de la ciudad. Por ello, para más detalles remitimos directamente a este trabajo exhaustivo, puesto que carece de sentido volver a recorrer el mismo camino ya tan claramente trazado.

Sin embargo, sí que nos interesa puntualizar exactamente de dónde arrancan los errores de lectura de los epígrafes. En un reciente trabajo (BAENA DEL ALCAZAR y BERLANGA PALOMO, 2004: 396-416) se publicaron documentos conservados en la Real Academia de la Historia referentes a las Antigüedades de Ocvri.

En ellos se puede observar que las primeras transcripciones que llegaron a la Real Academia de la Historia eran correctas. Nos referimos al documento nº 3 (Anónimo) citado por los dos autores y que está archivado en la RAH con la signatura 9/5951 (del año 1798) y el nº 4 (Informe de Diego Clemencín de 1802) con signatura CAIGR/9/3939/05. En ambos casos, excepto la distribución de alguna letra, las lecturas son bastante fi ables y, en lo referente a lo que nos interesa, se recogen el genitivo plural OCVRITANORVM, en la de Cómodo, y el genitivo plural abreviado OCVRITANOR, en la de Antonino Pío.

Figura 1 - Plano de Ocvri: indicación de la zona del Foro

Figura 2 - Página del CIL donde aparecen las inscripciones nº 1336 y nº 1337

Las cosas se complican a partir del año 1805, cuando se insinúa el primer error de trascripción en la nota del presbítero Simón de Zamora, quien transcribe bien el epígrafe de Antonino Pío y mal el de Cómodo. En el primer caso transmite el texto POPVLI PROCVRATORI PVBLICO OCVRITANORVM, en el segundo PROCVRATORIS PVBLICO REI PVBLICA OCVRRITANORVM. Sucesivamente, los eruditos Masdeu (1805), Ceán Bermúdez (1832) y Rodríguez de Berlanga (1862), siguiendo la lectura de Simón de Zamora, citarán erróneamente la inscripción. Poca culpa tuvo Hübner quien, al no poder ver el epígrafe, publicó el texto siguiendo las lecturas existentes, adoptando para ambas inscripciones el genitivo plural OCVRRITANORVM (Figura 2).

A partir de este momento, la versión OCVRRITANORVM se extiende por toda el orbe debido al prestigio y a la difusión del CIL. En efecto, cualquier investigador que necesite información para un estudio epigráfi co, toponímico o de geografía antigua sobre el Imperio Romano recurre a esta fuente epigráfi ca por excelencia. Esta es la razón por la cual no sólo en los estudios de investigadores locales, sino también en trabajos de ámbito nacional e internacional se acepta la versión de Ocurri y Ocurris. No es de extrañar, por lo tanto, que el error se haya perpetuado, pues quien no tenga la oportunidad de acercarse al Museo Arqueológico de Cádiz para estudiar de forma directa el epígrafe allí expuesto tiene que recurrir a repertorios que perpetúan lecturas erróneas y consolidadas.

2. El epígrafe de Antonio Pío (CIL, II, 1336)

El primero de los epígrafes que estudiaremos corresponde a la inscripción del CIL, II, 1336. Fue encontrada por Juan Vegazo en 1795 en las excavaciones que se realizaron en el lugar de emplazamiento de la ciudad romana, pago entonces denominado Benafí Alto. Posteriormente fue donada al Museo de Cádiz. A partir de ese momento se desconoce su paradero (GONZÁLEZ, 1982: 275-276). Medidas: 0.75 m de altura por 0.64 m de anchura.

Texto e interpretación IMP(eratori) CAESARI DI

VI HADRIANI F(ilio) DIVI TRA[I] ANI PART(ici) NEPOTI DIVI NERVAE PRONEPOTI 5 [T(ito) AEL]IO HADRIANO ANTONI NO AVG(vsto) PIO PONTIFICI MAX(imo) TRIB(vnicia) POTEST(ate) V CO(n)S(vli) III P(atri) P(atriae) [RES] PVB(lica) OCVRITANOR(vm) [DE]CRETO DECVRIONVM 10 D(onum) D(at)

Traducción: «El gobierno de los Ocuritanos, por decreto de los Decuriones, ofrece como obsequio al emperador césar Tito Elio Adriano Antonino Augusto, hijo del divino Adriano, nieto del divino Trajano pártico, biznieto del divino Nerva, pío, pontífi ce máximo, revestido de la tribvniciapotestas por quinta vez, cónsul por tercera vez, padre de la patria».

Al no poderse examinar directamente, no es posible analizar desde el punto de vista epigráfi co la inscripción. Desconocemos, pues, el material con el que se hizo el soporte de la inscripción, el tipo de decoración que podía tener el mismo soporte así como el tipo de letra que se empleó para grabar el texto conservado. Únicamente podemos hacer algún comentario sobre el texto de la inscripción y sobre su cronología.

La inscripción pertenece al emperador Antonino Pío. Tenemos una fi liación larga, en la que aparecen hasta los tres predecesores de este emperador, esquema que será seguido también por sus sucesores de la dinastía antonina.

Gracias a la presencia de la tribvnicia potestas, se puede determinar la cronología de la inscripción, que se sitúa entre el 1 de enero y el 10 de diciembre del 141 d.C. (CAGNAT, 1914: 198).

3. El epígrafe de Cómodo (CIL, II, 1337)

Al no poder disponer ya de la inscripción anterior, el único documento existente en la actualidad que nos permite saber algo sobre el nombre de la ciudad es esta segunda inscripción muy bien conservada y depositada en el Museo Arqueológico de Cádiz (Figura 3). Sobre ella centraremos nuestra atención y fundamentaremos nuestros argumentos en las líneas siguientes.

Figura 3 - El epígrafe del emperador Cómodo del Museo Arqueológico de Cádiz

Figura 4 - Calco de la inscripción de Cómodo

Se trata de una inscripción perteneciente a un pedestal conmemorativo, con toda probabilidad proveniente, al igual que la anterior, de la zona del Foro. Fue donada por el alcalde de Villaluenga a A. Segovia y A. Guerrero (GONZÁLEZ, 1982: 276-277).

Está grabada sobre caliza gris del lugar, presenta una decoración muy sencilla constituida por dos líneas paralelas que enmarcan el campo epigráfi co. El estado de conservación es bueno, el tipo de letra parece una capital con ápices, apreciables en varias letras. Las letras están grabadas en surco a V (Figura 4).

Medidas: 0.59 m de altura por 0.454 m de anchura.

5 Texto e interpretación Altura letras

IMP(eratori) CAESARI

M(arco) AVRELIO COM Entre 3.4 y 3.8 cm.

MODO ANTONINO

AVG(vsto) PIO FEL(ici) GER(manico) SARM(atico) PON(tifi ci) MAX(imo) TRIB(vnicia) P(otestate) IIII IMP(eratori) X CO(n)S(vli) V P(atri) P(atriae) RES P(vblica) OCVRITANORVM

DECRETO DECVRI

10 ONVM D(onvm) D(at)

Traducción: «El gobierno de los Ocuritanos, por decreto de los Decuriones, ofrece como obsequio al emperador césar Marco Aurelio Cómodo Antonino, augusto, pío, feliz, germánico, sarmático, pontífi ce máximo, revestido de la tribvnicia potestas por cuarta vez, aclamado emperador por décima vez, cónsul por quinta vez, padre de la patria».

Comentario

L1: aparece la clásica forma de encabezamiento en dativo con la titulación imperial.

L2 y L3: son las líneas donde se graba el nombre del emperador; llama la atención que COMMODO esté distribuido en dos líneas y que no haya casi separación con ANTONINO. La O fi nal entra en contacto con el borde del epígrafe y hay un signo de interpunción después de la M.

L4 y L5: son las líneas que contienen los títulos imperiales.

L6: se utiliza un numeral barrado para indicar la tribunicia potestas.

L7: también aparece barrado el numeral del consulado. Al fi nal de la línea se sitúa el comienzo del nombre del dedicante, es decir la Res Pvblica Ocvritanorum.

L8: aparece el gentilicio OCVRITANORVM, tan importante para conocer el nombre de la ciudad. No se ha tenido en cuenta la extensión de la palabra en relación con el espacio disponible, por lo que el lapicida, al llegar al fi nal de la línea y no disponiendo de espacio sufi ciente para grabar una V y una M, decide realizar un nexo entre las dos letras, grabando una M minuta que resuelve el problema de espacio.

L9 y L 10: aparecen la típica fórmula dedicatoria, por decreto de los decuriones, y la abreviatura donvm dat. Señalamos la presencia de cuatro puntos de interpunción.

A parte de los comentarios estrictamente epigráficos, que ya hemos apuntado, el epígrafe no presenta ningún problema de lectura ni de interpretación. Sin embargo hay un inconveniente que tanto Hübner como más tarde González señalan: las titulaciones imperiales no se corresponden entre ellas, de aquí que que la cronología de la inscripción no puede ser precisa.

Sabemos que Cómodo nunca alcanzó el imperivm X, que se señala en la sexta línea (CAGNAT, 1914: 204-205). Por otro lado, Cómodo ostentó la tribvnicia potestas cuarta entre el 1 de enero y el 10 de diciembre del año 178 d.C., mientras el quinto consulado entre el 186 y el 189 d.C. Como se puede apreciar, existen fuertes incoherencias. ¿Cómo se pueden resolver?

González, siguiendo las conclusiones del CIL y por ende de Mommsen, considera que la fecha del 186 d. C. debe de aceptarse con grandes reservas, así como la integración propuesta por Mommsen: TRIB P XIII IMP IIX COS V. En efecto, Mommsen corrige el numeral IIII con XIII y el numeral X con IIX; sin embargo, si observamos el calco del epígrafe se aprecia que no puede haber duda alguna respecto a los numerales IIII y X. Por lo tanto no es posible, a nuestro entender, hablar de mala lectura o trascripción, como ocurre con OCVRITANORVM.

Se nos ocurren dos razones para poder explicar las anomalías presentes en la inscripción. La más sencilla es que el lapicida, que tenía que grabar el texto encargado a partir de una minuta, haya copiado mal los numerales o los haya descolocado. A título de ejemplo, si se coloca el numeral X a la tribvnicia potestas y el IIII al consulado estas dos cifras encajarían con el año 184 d.C., pero no con el imperio V ya que tendría que estar grabado el VII. Podríamos seguir realizando otras combinaciones más, sin estar seguros de haber dado con la solución.

La otra eventualidad es que, al hallarse Ocvri en un lugar alejado, la información disponible sobre los cargos imperiales no fuera exacta. Creemos que esta eventualidad no es imposible, pero poco probable habida cuenta de que el documento que estamos estudiando es un documento ofi cial y que los principales cargos de la ciudad, los Decuriones, tenían que estar informados de ellos.

Como se ha visto, el problema es de difícil solución. Por ello lo más prudente es, tras refl ejar las anomalías existentes y las posibles soluciones alternativas, limitar a fechar la inscripción entre una horquilla de tiempo comprendida entre el 178, año en que Cómodo revistió la cuarta tribvnicia potestas, y el 189 d.C., año en que revistió el quinto consulado (CAGNAT, 1914: 204-205).

4. Conclusiones

Como dijimos en la introducción, el presente trabajo no aporta grandes novedades, pero si tenía el objetivo de dar a conocer con todo detalle por qué es correcta la versión de Ocvri para denominar la ciudad iberoromana ubicada en el Salto de la Mora, cerca de Ubrique. Se ha puesto de manifi esto de dónde arranca el error, al comienzo del siglo XIX, y por qué el CIL recoge la versión equivocada. Por otro lado, se ha realizado, por primera vez, un calco de la inscripción depositada en el Museo Arqueológico de Cádiz para que quedara patente y de forma inequívoca la versión correcta del texto RES P(vblica) OCVRITANORVM.

Esperamos que esta modesta aportación pueda contribuir, en un futuro, a que no aparezcan citadas ni en publicaciones ni en mapas históricos las versiones Ocvrri u Ocvrris, que siguen defendiendo algunos sin aportar pruebas y otros por simple desconocimiento de la problemática.

BIBLIOGRAFÍA

ÁLVAREZ MARTÍNEZ, J. M., ARANEGUI, C., CEPAS PALANCA, A., CORZO SÁNCHEZ, J. R., GONZÁLEZ BLANCO, A., RODRÍGUEZ OLIVA, P., CORZO TOSCANO, M., TOSCANO SAN GIL, M., CORRALES AGUILAR, M. P. (2001): Tabula Imperii Romani (TIR), Hoja J-30: Valencia, Madrid, p. 252.

BAENA DEL ALCÁZAR, L., BERLANGA PALOMO, Mª. J. (2004): «Las antigüedades de Ocuri (Ubrique, Cádiz) según los documentos de la Real Academia de la Historia», Mainake, XXVI, Málaga, p. 395-416.

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VIVES, J. (1971): Inscripciones latina de la España romana (ILER), Barcelona.

NOTAS

1. En un reciente trabajo Guerrero Misa manifi esta que el documento considerado anónimo por Baena del Alcázar y Berlanga Palomo en realidad fue redactado por el mismo Juan Vegazo, el mismo descubridor de las inscripciones. Recogemos a continuación la primera lectura de las inscripciones citada en ambos trabajos (BAENA DEL ALCAZAR, BERLANGA PALOMO, 2004: 398-399 y GUERRERO MISA, 2006: 52-53):

1º 2º

IMP CAESARI IMP CAESARI DI M AURELIO COM VI HADRIANI E DIVI TRA MODO ANTONINO IANI PARE NEPOTI DIVI AUG PIO FELCER NERVAE PRONEPOTI 5 SARM. PON. MAX PIO HADRIANO ANTONI TRIB. P. IIII IMP X NO AUG PIO PONTIFICI MAX COS V P.P. RES . P P.P. OCURITANORUM POTEST. V COS III PP DECRETO DECURI R PUB OCURITANOR. 10 ONUM D.D. DECRETO DECURIONUM

D.D.

2. Curiosas son las anécdotas sobre la visita de Hübner a Ubrique. Por un lado Hübner alude a la «sórdida astucia de los indígenas ubriqueños que le negaron el camino», por otra Fray Sebastián de Ubrique indica que Hübner no pudo nunca llegar a ver los dos epígrafes porque se topó con «un vivo desaprensivo y codicioso que le pidió una cantidad desorbitada de dinero por llevarlo al Salto de la Mora». En ambos casos, se trata de miserias que impidieron transcribir los textos correctamente.

3. Agradecemos el asesoramiento del Prof. J. A. Abásolo sobre las variantes de la abreviatura D D en Epigrafía.

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