Palabras del Pregonero 2022 “Llegó el momento…” Todo poco a poco va volviendo a la normalidad. Poco a poco, las manillas del reloj van avisando que los días van pasando, sin que nos demos cuenta, acercándonos a esa fecha que con tanta ilusión soñamos con su llegada.
Una ilusión que sin esperarla, a mí, me llegó en aquel doce de octubre del año dos mil diecinueve. Un día que para el que os habla en estas líneas, coincidió con el día más grande que marca en su calendario. Ya que ese año, en ese día, salía a la calle en procesión mi Virgen del Rosario.
Fue tras salir de la Función Principal de mi Hermandad del Rosario, cuando el presidente de la Junta de Gobierno que se encontraba en esa fecha, se acercó y me dijo que tenía que comentarme algo. Aunque no lo creáis, supe al instante, que me iba a comunicar esa noticia que desde unos años antes, los rumores rondaban de que ya me tocaba. Y así fue, no sé ni lo que sentí cuando Manuel Jesús Pérez Luna, me dijo, que ya llegó mi hora de pregonarle a mi Hermandad Centenaria. Al cual, mi respuesta fue: para delante. Si la Virgen del Rocío ha querido que sea yo el próximo en pregonarle a través de nuestro Simpecado azul y plata, es por algo. Todo al principio, fue al igual que en la noche antes de la Romería. Nervios, deseos, sueños… Pero al igual que avanza el camino, pasando las horas, los momentos, lo días…, han ido pasando las semanas, los meses, incluso años. Dos largos años que nos ha marcado de una manera que no podremos olvidar nunca por todo lo que hemos pasado.
Pero en el mes de octubre del pasado año, volvió la luz de la esperanza a brillar por las calles de nuestro pueblo, en forma de mujer con un niño en brazos y con un rosario de corales en sus manos. Sí, porque fue Ella, quien nos comunicó a través de su dulce mirada, de que ya llegó la hora de comenzar a prepararnos, porque nuestros sueños iban a comenzar a cobrar vida de nuevo. Pasó el día de la Pureza, pasó esa ansiada cuaresma que no podremos olvidar. Y ahora, nos llegó el momento de prepararnos para ese bendito Lunes de Pentecostés.
Desde que comencé a escribir mi pregón, he experimentado al escribir momentos de emociones, momentos duros, momentos de paz, momentos de gloria.