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Discapacidad auditiva, con- tinuemos el camino a la empatía

Discapacidad auditiva, continuemos el camino a la empatía

Ahora que todos tenemos que utilizar cubrebocas como medida de prevención ante Covid-19, usemos los que faciliten la lectura de labios, una de las vías de comunicación en las personas con pérdida auditiva; los transparentes la mejor opción. Seamos empáticos.

Por: Alejandro Valdez,

Director de Starkey México alejandro_valdez@starkey.com https://www.starkey.com.mx/ @starkey https://www.linkedin.com/in/ alejandro-valdez-le%C3%B3n-91582a49/ Al parecer, la pandemia por Covid-19 llegó para quedarse, al menos este año y el siguiente, afectando la salud integral y emocional de las personas; pero aún más en las que sufren hipoacusia.

A pesar de que el uso de cubrebocas ha sido una de las medidas preventivas con gran efectividad para evitar el contagio, no podemos dejar de pensar en lo difícil que resulta, a veces, escuchar lo que nos están diciendo, y eso asumiendo que nuestro oído funciona al 100%.

Ahora imaginemos este mismo escenario en personas que son sordas, y que su vía de comunicación es la lectura de labios, ¿qué representa para ellas la limitante del cubrebocas que no se puede dejar de utilizar porque va la vida de por medio?

En mi trayectoria profesional en el campo de la audición, me ha tocado presenciar muchos de los desafíos que conlleva la vida diaria a las personas con pérdida auditiva y sordera total.

Si bien es cierto que no todas las personas con discapacidad auditiva dependen de la lectura de labios, hay muchas que sí, y esta es su manera principal de comunicarse en la sociedad, es el medio que los une con su familia, amistades y actividades.

Desafíos de la hipoacusia

Entonces aquí se presenta un problema, ¿cómo lidiar con el no poder ver los labios cuando se va a un restaurante y queremos pedir una bebida? ¿O a la tienda? ¿O no saber cuánto se tiene que pagar por un servicio si no podemos leer los labios de la cajera o del dependiente? Es un hecho, la pandemia no ha sido fácil para nadie, pero ha sido mucho más complicada para las personas que no tienen el privilegio de tener buena audición.

Observar los gestos, movimientos corporales, o señas con las manos de la gente, ha sido una manera de complementar el mensaje qué nos están diciendo; pero al final, es adivinar y no se tiene la certeza de que lo que se está entendiendo sea lo correcto.

De acuerdo con los especialistas, los sordos (personas con nula audición) se valen del lenguaje de señas, lectura corporal y labial para comunicarse. Es aquí donde el cubrebocas es una barrera que salva vidas, pero aísla y frustra a las personas.

Tenemos que ser empáticos y buscar la forma de facilitar la comunicación a esta comunidad, y ¿de qué manera podemos hacerlo? Poniéndonos en sus zapatos, ¿alguna vez te has tapado los oídos he intentado “escuchar” lo que dice la persona que tienes enfrente con cubrebocas? Difícil verdad, sino que imposible.

Pues esto es lo que justamente se está buscando actualmente en México, la aprobación oficial del uso de cubrebocas transparentes en instancias de gobierno y negocios, para favorecer la inclusión social de las personas con discapacidad auditiva.

María Nazaret González, egresada de Ciencias de la Comunicación del ITESO, ha sido la promotora de “Escucha México”, y parte de la comunidad de personas con discapacidad auditiva, quien desde agosto del año pasado ha luchado por hacer válida la iniciativa mundial “Cubrebocas Transparentes”, que inició en España (si quieres apoyar, puedes ayudar con tu firma aquí: http://chng.it/6CmgD9zN).

De aprobarse esta iniciativa por parte de las autoridades mexicanas, se facilitaría la equidad e inclusión de la comunidad hasta ahora llamada “invisible” que alcanza en México, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), más de dos millones de personas.

Así que, cuando te cuestiones cómo ser empático con las personas con pérdida auditiva, intenta escuchar a alguien con tapones en los oídos y el oyente con la boca cubierta, o piensa en una situación donde tú seas el que no escuche y tengas que recibir una instrucción de una persona con mascarilla sin que puedas leerle los labios, ¿qué harías?

Ser empáticos no es difícil, si somos conscientes de las necesidades que pueden tener otras personas que batallan con algo tan básico como comunicarse, y/o apoyando iniciativas que les hagan más fácil la vida.

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