BOLUMAR EN ESENCIA
(XLV ANIVERSARIO EN LAS BBAA)
Jesús Broch Selfa
BOLUMAR EN ESENCIA XLV ANIV. EN LAS BBAA
Querido(a) lector(a), hablar del personaje de Luis Bolumar Santamaria, (Segorbe 1951) y de su dedicación de XLV años a las BB.AA requiere una mirada retrospectiva a su trayectoria, a sus influencias más perennes. Un artista plástico fundamental para comprender el devenir artístico del Castelló contemporáneo en el tránsito del s.XX al s.XXI enmarcado en el espectro global valenciano, desde sus comarcas interiores hasta la capital del Túria. Una visión tan personal como su larga y variada trayectoria artística, original e intrínseca, dueña de un estilo propio. Toda una vida dedicada a la paleta y el pincel en un oficio aprendido de manera autodidacta, plasmado tanto en sus creaciones pictóricas como en su producción cerámica y escultórica. Mención aparte merecen la serigrafía y el grabado por su exaltación iconográfica, depuración y maestria.
Han pasado más de 45 años desde su primera exposición individual y no ha desfallecido en su empeño de pintar, de crear, de alcanzar su sueño personal y el camino de la libertad mediante su compromiso con el Arte. Pero como en todas las historias de artistas hubo una primera vez en una sala referente de aquel momento, el Círculo Mercantil (1973) con sus pinturas colgadas, numeroso público y un soporte intelectual de excepción, el hijo predilecto de la capital de la Plana, el poeta Miquel Peris i Segarra. Descriptor en su obra poética de una interesante semblanza del universo de Bolumar:
“ Defugir la realitat i caminar pels vials del somni, no ho fa qui vol, sinó qui pot. Afermat pels lligams de la societat de consum, l’home,Prometeu etern-, s’esforça en evadir-se i cerca camins sense trobar-los. Només la seua espiritualitat li permetrà alliberar-se.
Amb el seu món hippi d’ara , Bolumar, el nostre jovencell pintor, continua somniant però xafant terra. Aquelles formes ingràvides, estàtiques , de la darrera temàtica,-vitalista i contestatària enfront de l’estaquirot que sorgia en qualsevol cantó-, són més humanes perquè ja saben que l’estatisme , el gaudi de la vida amb tota la seua plenitut , només es pot assolir amb el món del treball. Qui pogués ser pitera! I així solca i sorrega amb sa suor el si de la mare terra collint flors i més flors,
ofrenant a l’amor el fruit de l’esforç amb la joia de qui tot ho rebutja per viure alliberat de tota mena de repressions i donant-se, -ja justificat, a l’essència que l’enquimera, reblint de somnis , -sempre surant- , els pradells i bucòliques contrades de l’espiritualitat.
Que les formes dionisiaques li donen a beure l’agredolç suc de pampoloses parres per enlairar més i més l’esperit creador acostant-lo on viuen els déus antics que tot ho perdonen quan tot s’adreça , amb sinceritat , per poder combregar amb la Bellesa nua.”
El relato de su crecimiento personal se gestaba en un movimiento cultural vivido en una experiencia previa a su primera muestra. Su pasión por la pintura era pareja a su deseo por conocer los entresijos de
los creadores desde la perspectiva underground, echarse a la calle con el caballete bajo el brazo, lienzo, pigmentos, óleos, pinceles…y mochila desvencijada como único equipaje. Caminar junto al asfalto rumbo al Parnaso del Arte de los primerizos 70`s, el Cau de L’ Art del solsticio de verano en la montaña de Llucena. Una morada para artistas liderada por el poeta Miquel Peris en unos tiempos difíciles para la actividad artística, plasmada desde las manifestaciones más variopintas.
Una figuración reinterpretada bajo su pincel, unas veces impregnada de un croquelado donde se entremezclan los paisajes, los personajes y los símbolos, imitando el revestimiento del mármol. Otras con variadas formas arquitectónicas, escenas mitológicas y ornamentación de guirnaldas y amorcillos, un imaginario que nunca abandonará durante su carrera pictórica.
DEL FAUNO MITOLÓGICO AL ICONO FEMENINO
Tal como relataba el crítico Felipe Mª Garín en 1989, “desentrañando la expresión artística de Bolumar me vienen a la memoria algunas reflexiones de Rainer Maria Rilke respecto al Arte Clásico”… “ como el griego no concebia un paisaje, un mundo sin pobladores humanos, sin hombres o dioses humanizados…de todo lo cual eran soporte o más que marco..”. La pintura de Luis Bolumar profundiza en un mundo mitológico lascivo donde habitan los faunos, seres representados como figuras humanas de orejas puntiagudas, cuernos, patas de cabra…o alados, y la androginia. Una ambigüedad manifiesta
Peris creaba una performance particular a medio camino entre la expresión teatral, la música clásica y el transformismo en la indumentaria, una revolución para la creatividad en ciernes. Un oasis libertario pese a vivirse aún bajo la égida franquista, un canto a la vida alegre de sus moradores. Música en vivo, recitales poéticos, rapsodas con una banda sonora del rumor de las aguas del barranco. Un remanso de paz para que pintara un ermitaño de barbas floreadas llamado Ripollés, el joven Lorenzo, el hippie Massó, el ceramista Safont y las visitas de futuros referentes de la cultura como Terenci Moix y Pau Casals. Unos años complicados donde se tocaba el cielo mediante la producción artística y literaria mientras Bolumar reafirmaba su influencia de los clásicos con su inspiración en las fuentes grecolatinas.
Fauno, Aguafuerte, 2018
en un universo identitario donde se entremezclan lo masculino y lo femenino, las obsesiones reflejadas en algunos casos en el desnudo integral, destacando el miembro viril.
cromáticas frías y cálidas para transportarte a sus sueños. Más adelante con las mujeres características de ojos rasgados Bolumar se recrea en arabescos, veladuras y detalles a todo color.
Su evolución hacia el eterno femenino se manifiesta en las primeras ninfas pintadas de formas voluptuosas, sin sus ojos rasgados característicos, reflejo de su mirada a la esencia de los clásicos. Desde aquí va madurando en su empeño de representar a otra mujer diferente, dueña de su feminidad que le permite desempeñar cualquier rol que potencie su empoderamiento. Un espíritu que se contagia desde su pincelada expresiva, romántica que define la voluptuosidad de la belleza con la maternidad primigenia. El desnudo como el espejo del alma. la sensualidad colorista de un atuendo o de un símbolo, envuelto en las carnes rotundas de las hembras jugando con las gamas
REGRESO AL MUNDO INTELECTUAL
Ya han transcurrido más de veinte años de creatividad artística con más éxitos que sinsabores, creciendo en experiencia y madurez en su devenir por las galerías de arte nacionales e internacionales hasta finales del s.XX, sin dejar nunca de lado los encargos de ilustración con un soporte intelectual. Un legado apreciado por el artista, colaborar con sus amigos en la esfera de la narrativa y la poesía, destacando sus serigrafías para el cronista de la ciudad, el catedrático Antonio Gascó, en El sonido del color (1994). Los aguafuertes para Los cuatro elementos(1996) de la artista plástica Rosanna Zaera, los encargos para la poetisa Rosa M. Villarroig, en Las cuatro estaciones (1995), o el poeta Marcelo Díaz en La luna presente(1997), con una identidad expresada en forma de aguatintas.
aguafuertes. Nadie ha sabido reflejar de una forma tan precisa un quehacer artístico para el escritor exiliado, un referente enmarcado en una personalidad propia imprescindible para trasladar a toda Europa y México la proyección internacional del exilio republicano.
Serigrafías del agua y del fuego, 2010
Un mundo aparte se configura por su estrecha relación sentimental con su patria chica Segorbe, y con su mayor referente de las letras y del pensamiento el escritor Max Aub. El encargo de su fundación y el conocimiento avezado del intelectual por parte del artista han supuesto la creación de las ilustraciones de sus Poemas traducidos(1998), y de sus Cuentos (1999), plasmados en sendos encargos en forma de
Recién iniciado el s.XXI expone en le Castell dels Ducs d’Híjar para regresar de nuevo al Cau de L’Art (2006), refundado por un servidor donde la pintura, la poesía y la música se daban cita año tras año. No lo hace sólo, le acompaña Melchor Zapata en este reencuentro con la nostalgia donde muestra en una nueva colección más de 20 lienzos, serigrafías y grabados.
Un rotundo éxito de público y crítica para Bolumar acompañado por Margarita Porcar, vicerrectora de cultura de la UJI, en esta reunión tan peculiar junto a otros intelectuales y artistas. También participa en su siguiente edición, celebrando con su obra el homenaje al alquimista de la cerámica, el ondense Manolo Safont.
Una velada en la que el poeta de l’Alcalatén, Romà Bernad, acompañado por la guitarra clásica de Rafael Carrillo, le recitó el poema original EL FOC SAGRAT
EL FOC SAGRAT
“Del color i la forma a la textura, la matèria de la dona: deessa fragant, benigna, vestal custòdia del foc sagrat.
La voluptat s’escampa per l’ascetisme del pinzell… Sentim el pintor de les dones que són sols emboscat en somnis de claredat enterca, i som nautes al mar procel·lós del llenç despullat.
Nàufrags per línies de vertigen joiós, meandres sinuosos de la travessia, fins que sirenes de llum ens menen com fars vers un port ignot, lluny enllà de la sofrença.
De la seua finestra estant, Eros ens crida pel nostre nom i amb un afany desmesurat, per diluir-nos en pura exuberància de pigments, que esclaten arran de la mirada.
Assedegats, bebem amb ansioses glopades l’encís, la sang que raja de la seua paleta, deliqüescència que es vessa al calze femení on s’hi liqüen les tonalitats de l’esperança ».
(Román Bernad)Un cierre triste para su periplo por Llucena por la pérdida del alcalde Vicent Nebot (2011) uno de los impulsores del regreso de la cultura a la perla de la montaña. Quien suscribe, vinculado a su persona y a la población, se encontraba muy afectado, recibiendo de primera mano una confidencia de una política de nuestra ciudad. Un hecho conocido por su viuda Mari Carmen Negre sin desvelarse la autoría. Alguien le dejó « Doce Rosas Rojas » en su lecho de muerte como despedida. Un gesto personal y poético que nunca se hizo público. Un leitmotiv para que le transmitiera al artista Bolumar la necesidad perentoria de crear una pintura dedicada a Vicente con las Rosas como símbolo. El pintor retrató su personalidad como nadie, un humilde campesino ensoñando junto a las Doce Rosas
Rojas. Más un texto prosaico escrito por mi en su memoria, y entregado a su familia como homenaje póstumo. Hoy desvelamos el secreto, quien legó las Doce Rosas Rojas a Vicent Nebot Gargallo. Una mujer, la política castellonense Amparo Marco Gual, ex diputada autonómica junto a Vicent en Les Corts Valencianes.
« ..Voy buscando un amor que quiera comprender la alegría y el dolor, la ira y el placer, un bello amor sin un final que olvide para perdonar; es mas fácil encontrar Rosas en el mar… (fragmento L.E.Aute)
DE BENICÀSSIM A TAIWAN Y VICEVERSA.
Las colaboraciones con otro gestor cultural y director escénico como Antonio Arbeloa quedaron para la posteridad en un volumen editado por el servicio de publicaciones de la Diputación provincial, y en el libro de poemas ilustrados por Bolumar, Paseo Alegría (2010). Hay que mirar al pasado, cuarenta años atrás para rememorar los veraneos junto a la Torre de Sant Vicent con fondo musical de cuerdas rasgadas, habaneras y poesia. Aquel tiempo era diferente por la eclosión pictórica de las exposiciones del Torreón Bernad, en las que se congregaban un buen número de coleccionistas. Poco a poco han ido dejándonos aquellos protagonistas de la vida cultural como Paco Puig y Lorenzo.
Una memoria evanescente le acompaña mientras pinta junto al paseo Coloma de las Villas de Benicàssim. Hoy reconvertida esa nostalgia del ayer por el éxito actual de su irrupción en el mercado asiático. Al norte de Taiwan se han trasladado 85 piezas para una exposición monográfica del artista, 65 lienzos y 20 grabados, en la ciudad de Hsinchu. Una muestra comisariada por el coleccionista Chris Chang convirtiéndose en la de mayor envergadura para la carrera de Bolumar.
Como él mismo ha manifestado, « les entusiasma el uso atrevido e imaginativo que hago del color y las formas que he creado a lo largo de tantos años ». «.. siendo curioso como de culturas tan alejadas podemos entendernos a través del Arte, ya que la creación es universal y no entiende de fronteras ... »
Una máxima para este artista pletórico, atrapado en las fauces de la madurez pictórica y alado en un pájaro dorado que aterriza en Madrid cargado de vivencias por su periplo taiwanés. Con el jet-lag anclado en la psique el artista sucumbe a la nostalgia de un mar plateado paseando a solas por la playa de Benicàssim, en una fusión ascendente con el universo por la fuerza del astro lunar. Pensando en un paraíso anhelado por aquellos que no pueden sentir el fragor del rompeolas en las noches frías de invierno. Una madrugada donde la luna llena azulada se ha teñido de rojo paulatinamente, hasta convertirse en una luna rojiza de sangre.
Un fenómeno astrológico irrepetible para las retinas y convertido en un eclipse lunar casi espiritual. Le evoca esta experiencia como hace más de veinte años, una inspiración de antaño le condujo al influjo de la luna. Una sabiduría ancestral plasmada en la ciencia empírica del cosmos para desarrollar la imaginación y posteriormente, plasmarla en un lienzo en una experiencia intensa capaz de afectar a los estados de ánimo. Influido por esa canalización, el artista Bolumar ha recreado un cuarto creciente de estigma femenino sostenido entremanos por un ser andrógino y ensoñador.
Cabalgando entre lo divino y lo humano, porque la ensoñación y la contemplación astral sólo pertenecen al universo del artista. Comparte esta visión cosmológica en una de las estampas más bellas creadas por su paleta y pincel, convertida en un aguafuerte repleto de arabescos, ornamentos y trampantojos.
Contemplado el Marenostrum vuelve a desatarse en su cabeza el solsticio del fuego de un verano inacabado, de la juventud de pasiones
desatadas entre Carrica y Segorbe. Del nacimiento y crecimiento de sus musas en Castellón paralelo al recuerdo imborrable de su Afrodita sumergida en el mar plateado de esta agridulce madrugada. Mientras las olas del mar rompen y devoran los entresijos de la memoria, despierta de un flashback que le sucumbe en la zozobra para volver a solas camino de su taller de la céntrica calle Caballeros.
de luna Con puntas de tu mojado pelo de espuma. Revivo aquel milagro de la marea blanca que era tu cuerpo derramando luz. Aún palpita en el recuerdo, eras tú, eras tu… Y se que no podré volver a verte jamás...» (fragmento L.E.Aute)
DE VUELTA A MI ESTUDIO
Y la rutina se instala de nuevo en la vida del artista, paseante desde el céntrico estudio a los centros de ocio donde departir con los amigos o a la presencia en la actividad cultural de su ciudad o donde se le requiera para ayudar a las causas más variopintas. Cada día y cada semana se sumerge en el interior del lienzo y pegado al caballete se dedica a crear una iconografía propia que le identifica con su leyenda como pintor consagrado. A su vez los encargos de retratos de estirpe “bolumariana” le ayudan a mezclar la realidad con su universo metafórico, intercambiado con el emisor y el receptor en el intríngulis de la obra.
La música de fondo le acompaña junto a las visitas de los amigos necesitados de un rato de tertulia o a las gentes asomadas al umbral del taller para visionar su creatividad mientras pinta y retoca con suavidad el cromatismo impregnado en el lienzo. Su pintura siempre ha despertado la curiosidad del público, unida a los diferentes formatos y colecciones que alberga en su estudio. Paisajes teñidos de colores cálidos y frios, mujeres devorando estampas de la feminidad, retratos de sus efigies con remarcado detalle, parejas que intercambian códigos de conducta y hombres viriles o andróginos que rechazan cambiar.
Junto a este collage de estilos, colores y formatos, la cerámica de nuevo cuño recién pintada, las carpetas de grabados para coleccionar de diferentes temáticas, las serigrafías con una pincelada o toque personal del artista y los bronces escultóricos para enmarcar su legado presente. Todo un universo albergado en su estudio mientras de fondo suena una canción de despedida y de bienvenida a una nueva era. Luis Bolumar Santamaria, artista muy querido y de sonrisa perenne recibe las muestras de cariño de un entregado público que visita su última exposición, brindando por la vida y cantando a Edith Piaf. Hasta siempre!!
Non, rien de rien
Non, rien de rien, non je ne regrette de rien Ni le bien qu’on m’a fait, ni le mal, tout ca m’est bien egal.
Non, rien de rien, non je ne regrette de rien. C’est paye, balaye, oublie, je me fous de passe.
« ..Lavaste mi pie contra tu pechoEl pintor y la modelo, 2005
Avec mes souvenirs, j’ai allume le feu, Mes chagrins, mes plaisirs, je n’ai plus besoin d’eux.
Balayes mes amours avec leurs trémolos, Balayes pour toujours, je repars a zero.
Non, rien de rien, non je ne regrette de rien, Ni le bien qu’on m’a fait, ni le mal, tout ca m’est bien egal.
Non, rien de rien, non je ne regrette de rien. Car ma vie, car mes joies, aujourdhui, ca commence avec toi!!
No, nada de nada
No, nada de nada, no me arrepiento de nada, Ni el bien que me han hecho, ni el mal, todo para mi es igual.
No, nada de nada, no me arrepiento de nada, Esta pagado, barrido, olvidado, ya pasó.
Con mis recuerdos, yo alumbro al fuego Mis recuerdos, mis placeres, no tengo necesidad de ellos.
Barrido mis amores con sus temblores, Barridos todos los dias, yo vuelvo a empezar de cero.
No, nada de nada, no me arrepiento de nada, Ni el bien que me han hecho, ni el mal, todo para mi es igual.
No, nada de nada, no me arrepiento de nada. Por mi vida, por mis alegrías, hoy esto comienza contigo!
El autor, Jesús Broch Selfa.
BOLUMAR IN ESSENCE-XLV ANIV. IN THE BBAA
Dear reader, talking about the character of Luis Bolumar Santamaria, (Segorbe 1951) and his dedication of XLV years to the BB.AA requires a retrospective look at his trajectory, at his most perennial influences. A fundamental plastic artist to understand the artistic evolution of the contemporary Castelló history in the transition from the 20th to the 21st century, framed in the Valencian global spectrum, from its interior regions to the capital of Túria. A vision as personal as his long and varied artistic career, original and intrinsic, owner of his own style. A whole life dedicated to the palette and the brush in a trade learned in a selftaught way, reflected both in his pictorial creations and in his ceramic and sculptural production. Special mention should be made of screen printing and engraving for its iconographic exaltation, depuration and mastery.
More than 45 years have passed since his first solo exhibition and he has not fainted in his effort to paint, to create, to achieve his personal dream and the path of freedom through his commitment to art. But as in all the stories of artists hu-bo a first time in a room referring to that time, the Círculo Mercantil (1973) with its paintings hung, numerous public and an intellectual support of exception, the favorite son of the capital of the Plana, the poet Miquel Peris i Segarra. Descriptor in his poetic work of an interesting semblance of the universe of Bolumar:
“To defuse reality and to walk the roads of the dream, it does not do who it wants, but who can. Confirmed by the bonds of the consumer society, man, -Prometeo etern-, strives to escape and find ways without finding them. Only his spirituality will allow him to free himself.
With his hippy world of now, Bolumar, our young painter, continues to dream but scouring earth. Those weird, static forms, of the last thematic, -vitalist and contestant in the face of the “estaquirot” that arose in any corner-, are more human because they already know that statism, the enjoyment of life with all its completeness, only can be achieved with the world of work. Who could be “pitera” plant! And so he sneaks and smiles with his sister’s mother, harvesting flowers and more flowers, offering to love the fruit of the effort with the joy of those who refuse him all to live freed of all kinds of repressions, It is, justified, the essence of the enchimera, rebuilt with dreams, always floating, the prairies and bourglics of spirituality.
That the Dionysian forms give him to drink the bittersweet juice of “pampolosos” vines to take more and more up the creative spirit by approaching it where the ancient gods live who forgive everything when everything is addressed, with sincerity, to be able to combine with Nude beauty “
The story of his personal growth was gestated in a cultural movement lived in an experience prior to his first show. His passion for painting matched his desire to know the ins and outs of creators from the “underground” perspective, to take to the streets with the easel under his arm, canvas, pigments, oils, brushes ... and rickety backpack as the only luggage. Walk along the asphalt to the “Parnassus of Art” of the first 70’s, the Cau de L’Art of the summer solstice in the Llucena mountain. A home for artists led by the poet Miquel Peris in difficult times for artistic activity, reflected from the most varied manifestations.
Peris created a particular “performance” halfway between the theatrical expression, classical music and the transformism in clothing, a revolution for creativity in the making. A libertarian oasis despite living still under the Francoist aegis, a song to the happy life of its inhabitants. Live music, poetic recitals, rapsodas with a soundtrack of the rumor of the waters of the ravine. A haven of peace to paint a hermit with flowered beards called Ripollés, the young Lorenzo, the hippie Massó, the ceramist Safont and the visits of future culture referents such as Terenci Moix and Pau Casals. A few complicated years where the sky was touched by artistic and literary production while Bolumar reaffirmed his influence of the classics with his inspiration in the Greco-Latin sources. A figuration reinterpreted under his brush, sometimes impregnated with a crochet where the landscapes, per-sounds and symbols intermingle, imitating the lining of the marble. Others with varied architectural forms, mythological scenes and ornamentation of wreaths and candies, an imaginary that will never leave during his pictorial career.
FROM MYTHOLOGICAL FAUNO TO THE FEMALE ICON
As the critic Felipe Mª Garín recounted in 1989, “unraveling the artistic expression of Bolumar reminds me of Rainer Maria Rilke’s reflections on Classical Art” ... “as Greek did not conceive a landscape, a world without human settlers hands, without men or humanized gods ... of all of which were support or more than frame .. “. The painting by Luis Bolumar deepens into a lascivious mythological world inhabited by
fauns, beings represented as human figures with pointed ears, horns, goat legs ... or winged, and androgyny. An ambiguity manifested in an identitary universe where the masculine and the feminine intermingle, the obsessions reflected in some cases in the integral nude, highlighting the virile member.
His evolution towards the eternal feminine manifests itself in the first nymphs painted in voluptuous forms, without his characteristic slanted eyes, reflecting his gaze on the essence of the classics. From here she is maturing in her effort to represent another different woman, owner of her femininity that allows her to play any role that empowers her empowerment. A spirit that is contagious from its expressive, romantic brushstroke that defines the voluptuousness of beauty with primitive motherhood. The naked as the mirror of the soul. the colorful sensuality of an outfit or a symbol, wrapped in the resounding flesh of the females playing with the cold and warm chromatic ranges to transport you to your dreams. Later, with the characteristic women with slanted eyes, Bolumar recreates in arabesques, glazes and full color details.
RETURN TO THE INTELLECTUAL WORLD
More than twenty years of artistic creativity have gone by with more successes than without flavors, growing in experience and maturity in their evolution through national and international art galleries until the end of the 20th century, never leaving aside the commissions of illustration with an intellectual support. A legacy appreciated by the artist, collaborating with his friends in the sphere of narrative and poetry, highlighting his serigraphs for the chronicler of the city, Professor Antonio Gascó, in The Sound of Color (1994). The etchings for Los cuatro elementos (1996) by the visual artist Rosanna Zaera, the commissions for the poet Rosa M. Villarroig, in Las cuatro estaciones (1995), or the poet Marcelo Díaz in La luna presente (1997), with an identity expressed in the form of aquatints.
A separate world is shaped by his close sentimental relationship with his homeland Segorbe, and with his greatest reference of letters and thought the writer Max Aub. The commission of his foundation and the knowledge of the intellectual experienced by the artist have led to the creation of the illustrations of his Poems translated (1998), and his Certain stories (1999), embodied in two commissions in the form of etchings. Nobody has been able to reflect in such a precise way an artistic task for the exiled writer, a reference framed in a personal identity that is
essential to transfer the international projection of the republican exile to all of Europe and Mexico.
Just started the XXI century exposed in the Castell dels Ducs d’Híjar to return back to Cau de L’Art (2006), refounded by a server where painting, poetry and music were meeting year after year. He does not do it alone, he accompanies Melchor Zapata in this meeting where he shows in a new collection more than 20 canvases, serigraphs and prints. A resounding success of public and critics for Bolumar accompanied by Margarita Porcar, vice-rector of culture of the UJI, in this very peculiar meeting with other intellectuals and artists. He also participates in his next edition, celebrating with his work the homage to the alchemist of ceramics, the Mandenonean ondense. An evening in which the poet of l’Alcalatén, Romà Bernad, accompanied by the classical guitar of Rafael Carrillo, recited the original poem
to dilute ourselves in pure exuberance of pigments, which burst through the eyes. Sit-down, we drink with anxious glopades the spell, the blood that cracks in its palette, deliqüescence that is spilled into the female chalice where the tonalities of hope lighten ». (
Román Bernad)EL FOC SAGRAT
“Of the color and the form
to the texture, the matter of the woman:
goddess fragrant, benign, vestal custody of sacred fire.
The voluptate spreads by the asceticism of the brush ...
We feel the painter of women who are alone ambushed in dreams of entertaining clarity, and we are high in the procelous sea of the stripped canvas. Shipwrels by joyous vertigo lines, Winding meanders of the crossing, until sirens of light lead us like headlights to an unknown port, far beyond suffering.
From his window being, Eros shouts us by our name and with an excessive eagerness,
A sad closing for his journey through Llucena for the loss of Mayor Vicent Nebot (2011) one of the drivers of the return of culture to the pearl of the mountain. The undersigned, linked to his person and the population, was very affected, receiving first-hand a confidence in a policy of our city. A fact known to his widow Mari Carmen Negre without revealing the author. Someone left him “Twelve Red Roses” on his deathbed as a farewell. A personal and poetic gesture that was never made public. A leitmotiv to convey to the artist Bolumar the peremptory need to create a painting dedicated to Vicente with the Roses as a symbol. The painter portrayed his personality like no one, a humble peasant dreaming alongside the Twelve Red Roses. Plus a prosaic text written by me in his memory, and delivered to his family as a posthumous tribute. Today we unveil the secret, who bequeathed the Twelve Red Roses to Vicent Nebot Gargallo. A politician woman, Amparo Marco Gual, regional deputy-partner of Vicent in Les Corts Valencianes.
«..I am looking for a love who wants to understand joy and pain, anger and pleasure, a beautiful love without an ending I forgot to forgive; it is easier to find Roses in the sea ... (fragment L.E.Aute)
FROM BENICÀSSIM TO TAIWAN AND VICE VERSA.
The collaborations with another cultural manager and stage director such as Antonio Arbeloa were left for posterity in a volume edited by the publications service of the Provincial Council, and in the book of poems illustrated by Bolumar, Paseo Alegria (2010). You have to look back, forty years ago to remember the summer holidays next to the Tower of Sant Vicent with musical background of torn strings, Havana and poetry. That time was different because of the pictorial emergence of the Bernad Tower exhibitions, in which a large number of collectors congregated. Little by little they have left us those protagonists of the cultural life like Paco Puig and Lorenzo. An evanescent memory accompanies him while he paints next to the Coloma de las Villas de Benicàssim. Today, that nostalgia of yesterday has been reconverted by the current success of its irruption in the Asian market. In the north of Taiwan, 85 pieces have been moved for a monographic exhibition by the artist, 65 canvases and 20 prints, in the city of Hsinchu. A sample curated by the collector Chris Chang becoming the largest in the career of Bolumar.
As he himself said, “they are enthusiastic about the bold and imaginative use I make of the color and shapes that I have created over so many years.” «being curious as of cultures so far away we can understand ourselves through Art, since creation is universal and does not understand borders»
A maxim for this plethoric artist, trapped in the jaws of pictorial maturity and winged in a golden bird that lands in Madrid full of experiences for his Taiwanese journey. With the jet-lag anchored in the psyche, the artist succumbs to the nostalgia of a silver sea by walking alone on the beach of Benicàssim, in an ascending fusion with the universe by the force of the moon star. Thinking of a paradise longed for by those who can not feel the roar of the breakwater on cold winter nights. One dawn where the bluish full moon has gradually dyed red, to become a reddish moon of blood. An unrepeatable astrological phenomenon for the retinas and turned into an almost spiritual lunar eclipse. He evokes this experience as he did more than twenty years ago, an inspiration of yesteryear led him to the influence of the moon. An ancestral wisdom embodied in the empirical science of the lunar universe to develop the imagination and later, translate it into a canvas in an intense experience capable of affecting moods. Influenced by this channeling, the artist Bolumar has recreated a lunar crescent quarter of female stigma sustained between us by an androgynous and dreaming being. Riding between the divine
and the human, because reverie and astral contemplation only belong to the universe of the artist. Share this cosmological vision in one of the most beautiful prints created by his palette and brush, converted into an etching full of arabesques, ornaments and cheating.
Contemplated the Marenostrum again unties in his head the solstice of the fire of an unfinished summer, of the youth of unleashed passions between Carrica and Segorbe. The birth and growth of his muses in Castellón parallel to the unforgettable memory of his Aphrodite submerged in the silver sea of this bittersweet morning. While the waves of the sea break and devour the intricacies of memory, he wakes up from a “flashback” that succumbs to his anxiety and returns alone to his workshop in the central street of Caballeros.
« ...Washed my foot against your moon chest
With tips of your wet hair of foam. Revive that miracle of the white tide it was your body spilling light. Throbs in the remember yet, you were, you were… And I know never I can´t see you again...» (fragment L.E.Aute)
BACK TO MY ARTIST STUDIO
And the routine is installed again in the life of the artist, stroller from the central studio to entertainment centers where to share with friends or presence in the cultural activity of your city or where you are required to help the most varied causes . Every day and every week he immerses himself in the interior of the canvas and, stuck to the easel, he dedicates himself to creating an iconography that identifies him with his legend as a consecrated painter. At the same time, the commissions of “bolumarian” portraits help him to mix reality with his metaphorical universe, exchanged with the sender and the receiver in the intrigure of the work.
The background music accompanies him along with the visits of friends in need of a chat time or the people leaning on the threshold of the workshop to see their creativity while painting and gently retouching the chromatism impregnated on the canvas. His painting has always aroused the curiosity of the public, together with the different formats and collections he houses in his studio. Landscapes tinged with warm and
cold colors, women devouring pictures of femininity, portraits of their effigies with remarkable detail, couples exchanging codes of conduct and virile or androgynous men who refuse to change. Along with this collage of styles, colors and formats, newly painted ceramics, engraved folders to collect different themes, silkscreens with a brushstroke or personal touch of the artist and sculptural bronzes to frame his present legacy. A whole universe housed in his studio while in the background sounds a song of farewell and welcome to a new era. Luis Bolumar Santamaria, a beloved artist with a perennial smile, receives the affectionate expressions of a devoted public that visits his last exhibition, toasting for life and singing to Edith Piaf. Always!
Nothing at all
No, nothing at all, I do not regret anything,
Neither the good that they have done to me, nor the bad, everything for me is the same.
No, nothing at all, I do not regret anything,
It’s paid, swept, forgotten, it’s over.
With my memories, I light the fire
My memories, my pleasures, I do not need them.
Sweep my loves with their tremors, Sweeps every day, I start again from scratch.
No, nothing at all, I do not regret anything,
Neither the good that they have done to me, nor the bad, everything for me is the same.
No, nothing at all, I do not regret anything.
For my life, for my joys, today this begins with you!