Día 1: 30 de Noviembre del 2015 ¿Qué sucedió? Comencé platicándoles que esa semana estaría con ellos y les prometí que iba ser muy divertido. Les pregunté si sabían qué son los números, la plática fue así: -
Bueno chicos entonces ¿ustedes saben qué son los números?
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¡sí!
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¿Qué son?
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Números – contestó Gabriel
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Claro, los números son números, los números son unos dibujitos que las personas hacemos para comunicarnos en cierta forma con los demás, a ver, ¿qué pasaría si no existieran los números?
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(Silencio)
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A ver, imagínense que yo le doy dinero a Allison y le pido que me traiga dos helados, uno de chocolate y otro de vainilla. Si no existieran los números Allison no sabría cuántos helados comprar, qué tal si me trae 100 o 50 de cada uno, ¿qué voy a hacer con tanto helado?
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El señor de los helados tampoco podría hacer cuentas exclamó Gabriel
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Claro, tampoco las podría hacer – contesté
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¿En dónde hemos visto los números?
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En la escuela- contestaron algunos
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Aquí – señaló Allison una tarea que habían hecho de los números
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En nuestro cuerpo también hay números – les dije – porque ¿cuántas narices tenemos?
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¡Una!
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¿Cuántos ojos tenemos?
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¡Dos!
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¿Y cuántas manos?
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¡Dos!
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¿Cuántos deditos tenemos en cada mano?
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¡Cinco!
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Muy bien chicos, ya ven cómo podemos ver los números en muchos lugares hasta en nosotros mismos. Ahora les voy a platicar una historia de un amigo que se llama Pablito, este amigo nos cuenta acerca de su fiesta de cumpleaños.
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La maestra les va a contar un cuento, escuchen con atenciónles dijo a los niños la maestra Yasmín. Empecé a contarles el cuento (el cuál llevaba en mi Ipad), poco
a poco los nervios se me fueron quitando, un poco. Los niños estuvieron atentos al cuento, en algunas partes hice pausas para preguntarles sobre algunas cosas de su vida, como cuantos años tienen. Al terminar de narrarles el cuento, les repartí unas imágenes, las cuales eran: 1 casa, 2 peritos, 3 niños, el número 4, un pastel con 5 velitas, 6 niños, una casa con el número 7, un reloj que marcaba las 8, 9 regalos y 10 estrellas. Todos estos objetos y
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personas fueron mencionados en el cuento, así que para retomarlos les pregunté si recordaban cuántas casas tiene Pablito, cuántas mascotas, cuántos hermanos, etc. Como vi que los niños no recordaban cuántos objetos había de cada uno tuve que volver a narrarles el cuento para que entre todos identificáramos qué imagen se relacionaba con lo que nos contaba Pablito. Así fue más fácil y todos los niños estuvieron atentos. Después de eso, les pedí que levantaran su sillita y que se sentaran en círculo, la maestra me ayudó a organizarlos. Les presenté el tapete mágico de Don Pepe (ésta es una actividad que se encuentra en Mi álbum Segundo Grado. El objetivo de esta actividad era poner en un tapete varios tipos de juguetes como son: dados, sonajas, una alcancía, muñecas, pelotas, tambores, cuentos, osos de peluche y carritos de plástico. En el tapete puse 2 dados, 5 sonajas, una alcancía, 2 muñecas, 2 pelotas amarillas, 2 pelotas rojas y 1 pelota azul, 2 tambores, 4 cuentos, 3 osos de peluche y 6 carritos de plástico. Les hice varias preguntas como: ¿Verdad que tenemos más muñecas que carritos?, ¿Cuántas pelotas amarillas tenemos?, ¿Tenemos más cuentos o más tambores?, etc. También les pedí que pesaran a tomar cierta cantidad de objetos, como 4 carritos y dos pelotas amarillas y después contar cuántos juguetes teníamos en total. En este juego, les pedí a varios niños que pasaran a contar los juguetes, participaron Gabriel, Allison, Edi, Kevin (quién tiene ciertos problemas de lenguaje debido a la epilepsia), Irving,
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Lakshmi, Astrid y Carlos. En esta actividad, me volví a poner un poco nerviosa porque vi el reloj y ya eran las 10:00 a.m., así que sentí que me iba a sobrar tiempo. Esta actividad que iba a durar 20 minutos, de acuerdo a mi planeación, duró tan sólo 10 minutos. Esto se debió a que me faltó hacerles preguntas como las siguientes:
¿De qué juguete hay menos cantidad?
¿De qué juguetes hay la misma cantidad?
¿Qué podríamos hacer para tener la misma cantidad de baleros y de canicas?
¿Qué hay menos: luchadores o capas?, ¿alcanzan las capas para que cada luchador tenga una?, ¿por qué?
¿Qué hay menos: cuerdas o yoyos?, ¿cuántas cuerdas faltan para que todos los yoyos tengan su cuerda?
¿Cuántos banderines hay?, ¿alcanzan los banderines para poner uno en cada coche? Si faltan, ¿cuántos faltan?, ¿por qué? Si sobran, ¿cuántos sobran?, ¿por qué?
¿Qué hay más: luchadores o coches?, ¿alcanzan los coches para que cada luchador tenga uno?, ¿por qué? Estas preguntas son las que vienen escritas en Mi álbum 2 de
preescolar y que, debido a mi nerviosismo, se me olvido preguntárselas a los niños. Además estaba preocupada porque no quería perder su atención y sentí que si les seguía haciendo más preguntas su atención se iba a dirigir hacia los juguetes en vez de dirigirse hacia los cuestionamientos que les propuse.
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Como ya eran las 10:10 a.m. y la maestra me dijo que ocupara el tiempo de expresión corporal (ya que la maestra de esta clase se jubiló), ocupé los rompecabezas que llevaba de emergencia para que los niños jugaran. Estos rompecabezas son para armar números, por la mañana los clasifique y los puse en bolsitas para distinguir qué números eran. Eran 9 rompecabezas: del 1 al 9. Al principio les pedí a los niños que trabajaran en equipos de 3 y 4 integrantes, pero después me di cuenta que algunos niños trabajaban mejor en parejas o trabajando individualmente, los niños se organizaron de la siguiente manera: Ivana y Gabriel
Ximena, Irving y Edi
Lakshmi
Rafael y Allison
Kevin
Nina y Astrid
Abraham, Antonio, Daniel y Said
Como se puede apreciar en la tabla, algunos niños trabajaron en parejas, otros formaron un trío o cuarteto y otros prefirieron trabajar individualmente. Al ser mi primer acercamiento con ellos, esta organización mixta elegida por ellos mismos no me incomodó porque me permitió conocer sus formas de trabajo y de aprendizaje. Además al transcurrir la actividad se establecieron múltiples zonas de desarrollo próximo, algunas veces Nina y Astrid recibían ayuda de Gabriel, mientras que Ivana trabajaba sin problemas individualmente. Otras veces Allison ayudaba a su
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grupo de amigos (el cuarteto) mientras que Rafael ayudaba a sus 3 amigos: Ximena, Irving y Edi. Lakshmi no quiso recibir ayuda de nadie, sin embargo muchas veces intentó ayudar a Kevin. Kevin, como ya mencione, padece de epilepsia y por ello algunas veces se le dificulta aprender ciertas cosas, en esta actividad pudo armar sólo un rompecabezas (el más fácil, el del número 2 porque sólo tenía 2 piezas). Algunas veces se negaba a recibir ayuda, pero cuando le explicaba que sus amigos sólo le iban ayudar y no le quitarían las piezas del rompecabezas, aceptaba. Aunque esta actividad no estaba prevista, fue un éxito porque me permitió observar a los niños trabajando de acuerdo a su organización, establecieron zonas de desarrollo próximo y también se trató de un aprendizaje por descubrimiento, ya que yo les repartí los rompecabezas pero ellos no sabían de qué eran, sino que conforme los armaron se dieron cuenta de que se trataba de rompecabezas de números. Después de mi intervención los niños comieron su refrigerio y salieron a jugar en el recreo- Más tarde los llevé a su clase de juegos compartidos y por último los entregué a sus papás. La maestra
me
volvió
a
presentar
con
ellos,
quienes
muy
amablemente me saludaron. Análisis
Material didáctico: El material fue bueno, sirvió para atraer la atención de los niños. Les permitió manipular objetos para
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organizar
mejor
sus
pensamientos
y
construir
sus
conocimientos. El cuento lo tuve que llevar en mi Ipad, lo cual sirvió para hacer uso de las TIC. Aunque la actividad de los rompecabezas no estaba planeada, a los niños les interesó mucho y estaban muy concentrados tratando de resolver los problemas.
Intervención: Considero que mi intervención fue buena, demostré seguridad ante los niños, aunque en realidad sentía muchos nervios. Considero que es muy importante aprovechar la atención e interés de los niños, sin embargo, no aproveché la situación al máximo ya que me faltó hacerles preguntas importantes, las cuales estaban explícitas en mi planeación pero al momento de implementar la actividad las olvidé. También me faltó hacer que todos los niños participaran y poner un cierto orden para que todos estuvieran involucrados, ya que estaban organizados en plenaria, tal vez preguntarles por turnos o jugar la papa caliente o alguna otra estrategia en la que todos pusieran atención y participaran activamente en la actividad.
Alumnos: Los niños estuvieron muy atentos, interesados, respetan la participación de sus compañeros, se muestran ansiosos
por
aprender
y
por
poner
en
práctica
sus
conocimientos. Les gusta participar y entienden que hay reglas y momentos para cada actividad. Las actividades me permitieron observar la forma de organización de los niños y en este sentido conocerlos mejor, cómo son sus relaciones
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interpersonales, qué habilidades han desarrollado en el campo de Desarrollo personal y social y cómo hacer para que descubran nuevas formas de organización.
Contexto: El contexto de las actividades de hoy fue favorable, aunque no llevaba una actividad planeada para el espacio de “expresión corporal”, los rompecabezas fueron formativos e interesantes para los niños. Me parece que ese sería el único imprevisto de este día.
Conocimientos/aprendizajes:
Los
aprendizajes
que
se
favorecieron con las actividades propuestas fueron practicar los principios del conteo (correspondencia uno a uno, abstracción, cardinalidad, irrelevancia del orden y orden estable). En cierta manera, las actividades me sirvieron como un diagnóstico para conocer hasta qué número saben contar los niños, qué entienden por el concepto de número, cómo están relacionados con los números, etc. La maestra del grupo me comentaba que en este momento están trabajando con los niños hasta el número 5, sin embargo, los niños saben contar hasta el 20. La maestra me enseñó las actividades que han hecho de pensamiento matemático, y la mayoría de ellas son impresas, se tratan de colorear el número, seguir la figura de los números para trazarlos, unir los números con una línea, etc. Estas actividades me parecen buenas para que los niños reconozcan los números escritos, pero, contrastándolo con la
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visión e ideas de autores como Irma Fuenlabrada, Edith Weinstein o Barody, me parece que no es suficiente llevar a cabo esas actividades. Los niños tienen que encontrarle sentido a usar los números, deben de saber que los números están presentes en todo lo que nos rodea, por ejemplo cuando van a jugar con sus juguetes, o como en el cuento de Pablito: cuando cumplimos años, cuando sabemos cuántos hermanos tenemos, cuando contamos a nuestros amigos, las velitas de nuestro pastel, para saber la hora, etc. Reflexión Como ya mencione, este día me pareció muy importante para saber los conocimientos de mis niños, hasta dónde puedo llegar con ellos (en una semana), para conocer sus formas de organización y para conocer sus conocimientos previos y cómo han trabajado con su maestra. Me pareció muy importante observarlos al momento de armar los rompecabezas, considero que es indispensable trabajar con ellos el campo formativo de Desarollo Personal y Social, porque el hecho de que se sienten juntos no significa que trabajan colaborativamente. Deben de aprender a trabajar en equipo, todavía les falta saber respetar turnos, compartir materiales y aceptar y recibir ayuda de sus compañeros. En los próximos días trataré de que trabajen en equipos y también trataré de ponerme nerviosa para poder aprovechar mejor la situación y como menciona Díez Navarro, poder escucharlos con mi oreja verde, muy verde...
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Conclusión Hay que aprovechar los recursos con los que cuento: material didáctico, espacio, tiempo, interés de los niños. También fomentar el trabajo colaborativo en la resolución de problemas y proponer actividades en las que los niños sigan practicando los principios del conteo, dichas actividades deben estar relacionadas con el contexto de los niños para que les encuentren un sentido y significado a las matemáticas, en especial a los números.
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