Las comunidades virtuales en la educación Vivimos en la era de la tecnología, nadie se escapa de ella, celulares, tablets, computadoras y otros aparatos electrónicos podemos encontrarlos en nuestra vida diaria y junto con la superautopista de la información, nos permiten comunicarnos virtualmente de muchas maneras ya sea por escrito, oral e incluso por imagen con las videollamadas. No podemos quejarnos de no tener comunicación o formas de comunicarnos porque hasta nos sobran. Con el crecimiento de las redes sociales la comunicación está a la orden del día, pero ¿Qué es una red social?, ¿Podría ser una especie de comunidad? o ¿Sólo podemos hablar de comunidad cuando interactuamos con las personas cara a cara? Una comunidad abarca tanto la dimensión material como la simbólica; tiene sus propias reglas, significados e ideología. Es una dinámica de grupo que permite la asimilación, aculturación, adaptación y participación dentro de ella. Así como existen comunidades “físicas” (interacción cara a cara”), existen comunidades virtuales, estas son redes informáticas que sirven para comunicar a las personas, para llevar a cabo la interacción entre ellas en el ciberespacio, es un sistema de comunicación on-line. Algunos ejemplos de comunidades virtuales son el correo electrónico y las listas de discusión, los sistemas de conferencia (Usenet, BBs), chat de texto, MUDs (realidades virtuales, inicialmente inventadas para juegos de aventura) y las redes sociales (Facebook, Twitter, Instagram, Vine, etc.) Las comunidades virtuales se centran en las interacciones, dichas interacciones son las que se encargan de dar el sentido al espacio virtual que estamos utilizando. Las comunidades son sitios para las creencias y prácticas que tienen en común un grupo de personas que están físicamente separadas. El ciberespacio se convierte en una fuente de información instantánea gracias a todas estas interacciones que a su vez son la base para el diseño, implementación y uso de los sistemas y herramientas tecnológicos. La comunidad virtual debe de tener ciertas características como alcance, sustancia y dominancia. Esto se refiere a que la comunidad debe estar disponible para todos los que la vayan a utilizar o para el público en general (aunque en algunas ocasiones para determinadas comunidades virtuales se tenga que pedir permiso para ingresar a ella), debe de tener un sentido o tema(s) específico(s) y los usuarios de la comunidad deben poseer la habilidad para crear, mantener o controlar el espacio virtual.
La comunidad virtual permite a la sociedad dialogar, discutir y opinar sobre algún tema en común y permite ocultar su identidad si así lo desean. Aunque esto podría resultar un poco peligroso al establecer una comunicación más directa con algún usuario de la comunidad, por eso es importante que los datos personales y la información importante jamás la compartamos por este medio. De igual manera se debe proteger la propia intimidad y privacidad.
Además la comunidad también tiene sus propios valores que
Schuler1 denomina “valores nucleares de la nueva comunidad”, estos son jovialidad, cultura, educación, democracia, salud, bienestar, respeto, equidad, oportunidad, información y comunicación. Sin embargo es difícil encontrarlas en la vida on-line y offline, como en las situaciones anteriormente mencionadas. La comunidad virtual también es un espacio multicultural, porque aunque se esté en un mismo espacio tecnológico éste no es el mismo espacio cultural para todos los usuarios, ya que cada usuario pertenece a un contexto diferente, lo cual enriquece la información y comunicación al dar su punto de vista sobre el o los temas que son abordados en dicha comunidad y permite que el ethos (carácter, tono cultural y moral, forma de expresión) de la comunidad sea más variado. De igual manera, gracias a este carácter multicultural, las comunidades virtuales pueden resultar muy útiles al intercambiar información académica porque nos permite conocer los aprendizajes y conocimientos de otras culturas. De esta manera las comunidades virtuales nos ofrecen oportunidades para la educación y el aprendizaje. Utilizando esta herramienta los alumnos pueden participar en foros de discusión o debates virtuales en los cuales se compartan o debatan ideas sobre algún tema en específico que contribuya a su formación individual y colectiva. También los maestros y alumnos pueden crear su propia comunidad virtual, como por ejemplo plataformas virtuales en donde los maestros pueden compartir textos, vídeos o algún otro material didáctico que sea encargado de tarea o para fortalecer los contenidos vistos en clase. Además los alumnos pueden entregar tareas en las plataformas e ir anexando trabajos, de igual manera las plataformas virtuales pueden ser de gran utilidad para los docentes ya que éstas registran toda la información que cada usuario comparte, permite la creación de grupos, la retroalimentación, seguimiento de los estudiantes y contribuye a la identidad de la escuela o institución.
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Citado por Steven G.Jones (Pág.39)
Así mismo las redes sociales, que también son comunidades virtuales, son utilizadas para establecer comunicación docente-alumno, resolver dudas y actualizarse. También son de son útiles al momento de realizar trabajos colaborativos por la misma facilidad de comunicación, descubrir nuevas formas de interacción y adquirir nuevas experiencias sociales y de aprendizaje a través del internet. Nos podemos dar cuenta que la interacción on-line compite con la interacción cara a cara, debemos saber que ambas son buenas siempre y cuando las sepamos usar y sepamos cuidarnos como actores sociales que somos. Todos formamos parte de una comunidad y sabemos que en ésta existen reglas y valores para mantener un cierto orden y equilibrio, es necesario que nos cuidemos, no compartamos información personal a personas que no son de confianza y que respetemos a los demás, que seamos conscientes de que al interactuar con otras personas existe una variedad de pensamientos, opiniones y formas de expresarnos de acuerdo con nuestra cultura. De igual manera debemos darnos cuenta del potencial educativo que tienen las comunidades virtuales y que podemos utilizarlo y agregarlo a nuestros planes de clase como un recurso tecnológico que contribuya al aprendizaje. Debemos dar oportunidad a que esa comunidad se convierta en un “ambiente de aprendizaje on-line” que, gracias a la participación de todos, fomente un mejor uso (reflexivo) de las TIC y nuevas formas de interacción con los actores de la comunidad educativa (padres de familia, docentes, alumnos, directivos y la sociedad en general).
Referencias: Mar A. Smith y Peter Kollock. (2003). Comunidades en el ciberespacio. Barcelona: UOC. Steven G. Jones. (2003). “Cibersociedad 2.0″. Barcelona: UOC. Ramírez, Alexa. (S.F). Posibilidades y ventajas de una comunidad virtual de educación matemática. Marzo 2015, de Academia.edu Sitio web: academia.edu