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Dedicatoria
Para las y los compañeros y amigos que lograron entender el verdadero sentido del cooperativismo.
Ruth Rosales Silva
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Silvia Pérez Fernández
Raúl Esparza Hernández Pascual Rangel Gallegos
Y a todos las y los integrantes del movimiento denominado Unidos Hoy, que luchamos por una cooperativa más Justa, democrática y fundamentada en los valores y los principios cooperativos.
Prólogo
Agradezco a mi amigo el Lic. Esteban Juan Dávalos Esqueda, la oportunidad de escribir este prólogo y lo hago como un reconocimiento a su sólida formación profesional, mi admiración y respeto a su gran talento artístico en la pintura y en la literatura, que lo ha llevado a ser fundador y director del Taller de Arte La Leona, pero sobre todo, y de manera muy especial por su congruencia como cooperativista y maestro de cooperativistas, que ha hecho de los valores y principios del cooperativismo universal su estilo de vida.
En su libro “En la “Unión” todo se puede” Esteban hace una síntesis de su gran obra social, la de fundar, organizar y dirigir cooperativas de vivienda y servir como; compañero, educador y dirigente de la cooperativa de vivienda la Unión en la que ahora vive, desde hace treinta y seis años con su esposa, y en la que dieron formación y sustento a sus tres hijos, que, ahora disfrutan también con sus nietos, que ya comparten este maravilloso legado.
El autor de esta obra nos recuerda, en los primeros capítulos, la historia y la filosofía del cooperativismo a nivel mundial, hace una breve historia de algunas cooperativas de vivienda, y nos ofrece una crónica del proceso formativo de la Cooperativa de Vivienda La Unión, S.C.L.; también nos habla de una experiencia cooperativa exitosa, un proyecto que desarrolló en 2002 con el apoyo de su esposa, que también es una destacada cooperativista, la señora Ruth Rosales Silva y; finalmente, escribe sobre el presente y futuro de las cooperativas de vivienda, aquí nos habla de la praxis cooperativa, que es la esencia de la educación cooperativa y que transforma a hombres y mujeres, de seres egoístas e individualistas, en personas humanistas y solidarias, la praxis es la relación dialéctica que va de la acción a la reflexión, para volver a una acción mejorada, permanente y ascendente.
Esteban describe con emoción la experiencia enriquecedora de formar parte de la cooperativa de vivienda en la que ahora vive, pero
también nos recuerda que no todo fue “miel sobre hojuelas”, pues la formación de una cooperativa de vivienda enfrenta muchos retos y para lograrlo tuvieron que superar grandes obstáculos, tanto del entorno adverso que vivía la economía del país, como al interior de la cooperativa hasta que se logra avanzar en el proceso de formación cooperativa de sus socios, a base de talleres de formación cooperativa y arduas jornadas de trabajo solidario.
Y es que las cooperativas en general navegan con dificultad en el incierto mar del neoliberalismo, plagado de competición, exclusión, empobrecimiento, marginación y violencia social, que todo lo mercantiliza y se rige por una dinámica de especulación y ganancia desmedida para unos cuantos, hasta generar una sociedad en decadencia, que por la codicia y la especulación del suelo urbano, condena a las familias a vivir en viviendas pequeñísimas, indignas y encarecidas por inmobiliarias y entidades financieras sin escrúpulos.
Henri Lefebvre, un filósofo francés que escribió en 1967 un ensayo titulado “El derecho a la ciudad” afirma que el derecho a la ciudad, es el derecho de los ciudadanos a transformar la ciudad en algo radicalmente distinto. Según la Carta Mundial del Derecho a la Ciudad de la ONU, es un derecho colectivo de los habitantes de las ciudades, que les confiere legitimidad de acción y de organización, con el objetivo de alcanzar el pleno ejercicio del derecho a la libre autodeterminación y un nivel de vida adecuado.
Según la Organización de las Naciones Unidas el Derecho a la Ciudad es el ejercicio pleno de la ciudadanía, es decir, el ejercicio de todos los derechos humanos, que aseguran el bienestar colectivo de los habitantes y la producción y gestión social del hábitat.
La gestión democrática de la ciudad, en donde se reconoce la función social de la propiedad, siendo predominante el bien común sobre el derecho individual de propiedad, lo que implica el uso socialmente justo y ambientalmente sustentable del espacio urbano.
Ese es el marco ideal para las cooperativas, un estado social de derecho, para que la sociedad se rija por los valores de fraternidad
y solidaridad social, la inclusión de los trabajadores y de las comunidades como sujetos de su propio desarrollo.
En México falta mucho por hacer en cuanto al marco jurídico de las cooperativas, que dé un mayor impulso a la formación de cooperativas de vivienda; si bien la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece en su Artículo 4 que “Toda familia tiene derecho a disfrutar de vivienda digna…” y la Ley de Vivienda, reglamentaria del citado Artículo, trata de la producción social de vivienda en su Título VII, trata de normar a las Sociedades Cooperativas de Vivienda con solo tres Artículos en el Capítulo II de ese Título.
Falta mucho por hacer en la propia Ley General de Sociedades Cooperativas, ya que no tiene un solo Artículo relativo a las cooperativas de vivienda y solo hace una mención en su Artículo 26; hace falta una nueva Ley que venga a robustecer el marco normativo de las cooperativas de vivienda, que defina el derecho individual de uso y la propiedad social de la vivienda.
El reto que asumieron, primero los socios fundadores y en su momento, en el año de mil novecientos ochenta y tres, Esteban Dávalos y su esposa Ruth Rosales, como parte de las 200 familias que formaron parte de la Cooperativa de Vivienda La Unión, S.C.L. fue una gesta ejemplar que tenía como motor que la impulsaba, la necesidad de vivienda, y un ideal cooperativista que los guiaba, como la estrella de Belén, a forjar una sociedad más humana, más justa, más fraterna y solidaria. Eso demuestra que El ser humano rinde lo mejor de sí mismo cuando lo estimula la esperanza de una recompensa, el temor al fracaso o la luz de una estrella.