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6. Presente y futuro de las cooperativas de vivienda

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Prólogo

Prólogo

los muebles de mi casa, para que al final el Juez diera fallo a mi favor ya que se demostró que los pagarés y mi firma, eran falsificados por el Buitre.

5. No conforme con dicho resultado llevó la acusación a los tribunales federales, resultando igualmente el fallo a mi favor, por demostrarse nuevamente, que efectivamente no era mi firma y que dichos pagarés fueron mañosamente elaborados por el Buitre y sus seguidores incondicionales. En seguida entablé demanda, contra quien o quienes resultase responsable de tal ilícito, dando como resultado la procedencia de mi petición, pero como un acto vil de corrupción entre las autoridades judiciales, por una parte, y por la otra,

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Mario Puente Hernández y Eloísa Hernández Quintanilla, representante legal de la cooperativa, le dieron al fiscal en turno la cantidad de cincuenta mil pesos, para retardar y/o no emitir el fallo final, me pregunto en donde dejaron los valores de; la ayuda mutua, la honradez, la transparencia y la unidad entre los socios, pero el tiempo y la historia se encargan de poner a cada quien en su verdadero lugar y principalmente, que brille la verdad y la justicia en nuestra cooperativa, que tanto queremos.

6. Durante los años de terror y pesadilla que vivimos en la gestión de Mario Puente, nos vimos en la necesidad de crear un movimiento para restablecer el orden y la vida democrática en nuestra colonia cooperativa, la denominamos UNIDOS HOY, con un grupo de valientes y decididas socias y socios, realizamos acciones de manera organizada, pacífica y por las vías legales, acciones no correspondidas por los pocos y malos directivos en turno.

7. En este apartado publicamos, solo como muestra, el contenido del artículo del Boletín, UNIDOS HOY de fecha 30 de abril de 2011.

“Mario Puente ha insistido en perjudicar a Esteban Dávalos, pero esta vez ya rebasó todo razonamiento al meter demanda en contra de la hija del Prof. Dávalos y de su esposo Felipe Ibarra, por supuestas agresiones en contra de las señoras; esposa de Mario Puente y esposa de su hijo. Acontecimientos que claro están nunca sucedieron, solo lo hicieron por ardidos y con el afán de perjudicar a la familia del profesor Dávalos.

También es bueno decir que, para levantar dicha demanda, Mario acudió con falsos testigos ante las autoridades, mismos que en seguida los mencionamos; Juana Alberta Téllez, María Luisa Almaguer, Juan Rangel Anguiano y Felipe Arvizu, estos falsos testigos tendrán que responder ante las autoridades competentes, por sus mentiras y asumir sus actos irresponsables.

No conforme con lo anterior, Mario Puente, contrató a un grupo de por lo menos tres jovencitos, les dio dinero para que golpearan a Felipe Ibarra, afortunadamente éste se dio cuenta a tiempo, ya que casualmente se encontró con algunos de ellos y al cuestionarlos lo que hacían en la casa de Mario, le dijeron que los había contratado, sin saber que era en contra de Felipe. (la redacción del presente Boletín. Tiene pruebas para demostrar lo aquí dicho).

Por eso Mario Puente fue a dar a la cárcel, detenido por 24 horas y esta es una de las supuestas razones de su renuncia ante el Consejo de Administración”.

8. Con lo anterior se terminó la mala administración, que no fue administración democrática, como lo dice el segundo principio cooperativo, y se nombró nuevo consejo de administración, quedando entre sus integrantes, algunas y algunos de los miembros del equipo de Mario Puente (los buitres), como lo fueron; Juana Alberta Téllez, Juan Rangel Anguiano y Martina

González González, esta última resultó electa como presidenta del nuevo consejo de administración, a continuación, explico su mal desempeño.

La C. Martina González lleva en el cargo aproximadamente 10 años, mismos que se han caracterizado por no haber hecho absolutamente nada en favor de nuestra Colonia Cooperativa. De forma ordenada presento algunos de los resultados o, mejor dicho, consecuencias de esta pésima administración.

1. En diez años no organizó una sola asamblea oficial, solamente realizaron algunas reuniones informales, que más bien se parecían a pláticas de vecindad, donde se ventilaban los chismes, rumores y dimes y diretes, pero sin lograr llegar a algún acuerdo o avance, se acabó la convivencia, nuestro salón social, se encuentra secuestrado, desde el tiempo del

Buitre por parte de los malos directivos en turno hasta la actualidad, pero de eso hablaremos un poco más adelante.

2. Gracias a la inactividad por parte de esta administración, no se ha podido, ni rentar, ni vender el salón social, propiedad de la cooperativa, es decir de los socios, ni liquidar la organización cooperativa, que son dos de los acuerdos sacados en asambleas amañadas, en el tiempo de Mario

Puente, ya que no son capaces de tener un mínimo de organización interna, mucho menos capacidad para resolver problemas que trasciendan a nuestra colonia. En una palabra, la administración de Martina Gonzáles González resultó, un verdadero fracaso, agregando que ya no vive en la colonia pues ya vendió su casa que consiguió gracias al haber pertenecido a la membresía de La Unión. Aclarando que no vendió, sino que se la quitó el Banco, por haber perdido una demanda judicial.

3. En Asamblea Extraordinaria, realizada recientemente el domingo 15 de marzo de 2020 y que fue convocada por el 20% de los socios se tomó, entre otros el acuerdo de destituir a la C. Martina González, así como a los integrantes de los cuerpos directivos, por tener nueve años, sin haber convocado a asamblea general, por lo menos una vez al año, como lo

señala la Ley Cooperativa. Otro de los acuerdos de dicha asamblea fue el que la C. Juana Alberta Téllez, entregue a los integrantes del Consejo Directiva; las llaves del salón social, así como el informe de ingresos y egresos, y la entrega física del Salón Social, que es propiedad de los socios.

Es hasta ahora que un pequeño grupo de socias y socios, estamos encabezando acciones e iniciativas para regularizar la cooperativa, ya que es necesario decirlo aquí, parte de la situación que actualmente vivimos en la Colonia se debe a dos factores; el primero a la falta de participación por parte de los socios, ni para bien ni para mal, después de la situación de desunión que existe desde los tiempos del Buitre y el segundo factor, el abuso de poder y aprovechamiento personal por parte de la C. Juana Alberta Téllez, en complicidad con Martina González, abusos que en seguida explico.

Por cierto, el término nefasta significa, latín nefastas, 1. Que causa desgracia o va acompañado de ella, 2. Muy malo, perjudicial: influencias nefastas, malvado, malvada, detestable. Adjetivo derivado de esta persona, que no merece el título, ni de socia, ni de directiva, mucho menos el de cooperativista, se ganó el título de “Nefasta” ya que en una ocasión cuando me inventaron los dos pagarés, me llamó en asamblea nefasto, a lo que yo le cuestioné, si por lo menos sabía el significado de dicho término, quedando en evidencia que ni eso sabía, por lo que le dije que yo no era eso, de lo que me acusaba.

Durante años se apoderó del salón social, para uso personal, no permitiendo el ingreso a nadie, ni a los niños, ni a los jóvenes, ni a los adultos, ni a las mujeres, que en nuestros tiempos había lugar y actividades para todos estos grupos.

1. Renta el salón para fiestas, cobra altas cantidades y no informa a los socios, sobre los ingresos y los egresos, por cierto, tiene deudas, como pago de servicios y el impuesto predial, así como multas ante las autoridades municipales.

2. Tiene rentado el salón a unos hermanos de una iglesia de cristianos, que usan el salón periódicamente y lo tiene comprometido para realizar, según ella el contrato de compraventa del inmueble, no se sabe ni por qué cantidad, ni en qué términos y lo peor de todo es que ella no tiene la representatividad legal, para realizar dicha operación.

3. Este personaje, Juana Alberta Téllez, es y representa el enemigo número uno, en estos momentos, precisamente por nefasta, ya que se ha dedicado sistemáticamente a robar el dinero generado de las rentas del salón, pero principalmente a negar el uso y disfrute del mismo por parte de los socios y sus familias, parece imposible pero así es.

4. En los últimos años de estas malas administraciones, ellos han dejado crecer las deudas, por diversos conceptos, como multas por falta de permisos municipales, servicios, etc.

Actualmente se encuentra el salón sin servicios de agua y electricidad. En mayo de 2021, las deudas por multas, sanciones y recargos son por la cantidad de $ 79, 529.48, un verdadero desajuste en la administración, por parte de

Martina González y sus seguidores. 5. El domingo 31 de mayo del 2020 rescatamos para la sociedad cooperativa el salón social, e inmediatamente hubo reacción por parte de la anterior presidenta del consejo de administración, Martina González y su equipo, lanzaron el martes 2 de junio una convocatoria ya que piensan realizar asamblea general informativa el domingo 7 del presente.

Los resultados fueron los siguientes;

Debido a los acontecimientos derivados de la pandemia por el Covid-19, no se ha podido realizar la asamblea y estamos en espera de que las autoridades de Salud, así como las municipales, den luz verde para poder realizas asamblea sin correr riesgo de contagio por la enfermedad.

En los primeros meses del presente año, enero de 2021 ya se están aplicando las vacunas contra el Covid-19, por lo que esperamos en Dios que pronto se tenga un control sobre dicha pandemia, disminuyan las enfermedades y sobre todo las muertes que tanto nos han afectado en nuestra comunidad, en el estado de Nuevo León, en México entero y a escala mundial.

El pasado domingo 14 de marzo del 2021, los integrantes del Consejo Directivo convocamos a asamblea eleccionaria para nombrar nuevos consejos de administración y consejo de vigilancia, por un período de dos años, pero desafortunadamente dicha asamblea no se pudo realizar y nos vimos en la necesidad de cancelarla una vez iniciada, porque no nos permitieron, Martina González, Juana Alberta Téllez, Blanca Sánchez, Javier Carranza y otras dos o tres gentes, se comportaron de forma muy violenta e indisciplinada, por lo que se corría el riesgo de que desencadenara en violencia. Así las cosas, están en el presente de nuestra Sociedad Cooperativa.

Acabamos de tomar la decisión de realizar, al fin la asamblea eleccionaria el próximo domingo 4 de julio del 2021, esperando y haciendo todos los preparativos y previsiones necesarias, para que dicha asamblea resulte todo un éxito y salvar la vida democrática de nuestra querida sociedad cooperativa de vivienda la unión. Pero lamentablemente no pasó así y a dicha asamblea solamente acudieron veinte tres socios por lo que nos vimos en la necesidad de declarar falta de quórum, en esa ocasión pusimos a consideración de los asistentes, dos propuestas, volver en segunda convocatoria para el próximo domingo 11 de julio del 2021 o convocar con el 20% de la membresía, es decir con la firma de por lo menos 40 socios, y esta segunda propuesta fue la que decidimos, es decir convocar para el domingo 18 del presente.

Estas personas convocaron a asamblea el domingo 11 de Julio, y la asamblea les ratificó en los cargos, integrando una comisión para disolver a la cooperativa, violando La Ley Cooperativa, ya que pretenden vender el salón, por lo que la codicia brilló en los so-

cios que asistieron a dicha asamblea. Veremos tristemente el fin de nuestra querida sociedad cooperativa.

Afortunadamente con esta explicación termino la parte negativa del presente capítulo, como podemos ver no tenemos ni hemos tenido, a lo largo de nuestros 40 años de historia, enemigos externos que vencer, los enemigos los tenemos al interior, son nuestros Caballos de Troya, introducidos por los antivalores de la sociedad; la codicia, el individualismo, la envidia, la mentira, el ocultamiento, la irresponsabilidad, el desprecio por el prójimo.

Cuando iniciamos una organización cooperativa, partimos invariablemente de sembrar en el razonamiento y en el corazón de los futuros socios, la semilla de la confianza, sin la cual no prospera ninguna empresa. Confianza en la, o las personas que inician el sueño y lo transforman en proyecto y éste en realidad tangible; como son los terrenos, las casas, las calles pavimentadas, con su red eléctrica, su alumbrado público, agua potable al interior de sus casas, escrituras, buenos vecinos y mejores ciudadanos.

Confianza en la doctrina y los métodos cooperativos, confianza en la vivencia y cumplimiento de los valores de ayuda mutua, responsabilidad, democracia, igualdad, equidad, solidaridad, honestidad, transparencia, responsabilidad social y preocupación por los demás.

Confianza en que tanto los socios como sus directivos y funcionarios en turno, cumplan y hagan cumplir los principios cooperativos, como la forma más clara y oportuna de vivir los valores cooperativos.

Confianza en depositar los ahorros personales en una cuenta común, pagar las partes sociales, como parte del capital de pertenencia común, mediante el cual hacer frente a las necesidades propias de la cooperativa. Para ilustrar esta afirmación, recuerdo una anécdota personal, vivida al acudir a dar la primera charla de moti-

vación a un grupo de futuros socios de una nueva organización cooperativa, en la ciudad de Monterrey.

Dimos la charla de ocho a nueve de la noche, de tal forma resultó tan convincente y motivadora, que a las nueve y cinco, ya estaban depositando sus primeros ahorros, para crear una cuenta que abrirían al día siguiente en una sucursal bancaria. Para lo cual se nombró una comisión entre los asistentes y futuros socios de la nueva sociedad cooperativa, eso habla de confianza, pero claro lo que sigue es responder positivamente con acciones concretas, claras, solidarias y consecuentes a dicha confianza.

Para visualizar el presente y futuro de las cooperativas de vivienda, desde el punto de vista muy personal y apoyándome en las encuestas y entrevistas, aplicadas a los socios y sus familiares de la Cooperativa de Vivienda La Unión y otras cooperativas, citadas en el presente libro, enumero algunos resultados positivos de lo que representa el participar en una experiencia de organización cooperativa de vivienda. El orden de presentación no representa necesariamente el orden de importancia, es solamente un orden aleatorio para su debida divulgación, dentro del presente capítulo del libro.

Son once apartados, pudieron haber sido más, pues al estarlos redactando me lleno de gusto y entusiasmo al recordar tantas vivencias, historias y satisfacciones, por haber tenido la oportunidad de servir a mis semejantes en el quehacer cooperativo. Recordando que el presente libro, no es ni pretende ser un libro histórico, es un libro anecdótico, más poético que científico.

1. El hábito del ahorro.

“La confianza es el primer requisito para las grandes empresas”.

Samuel John

Comenzaremos por incluir una definición del concepto del ahorro, diciendo que es el resultado entre consumo y abstención de consu-

mo, ejercido por las empresas o por los individuos. Aclarando que se habla de elección por lo que quien no consume por no poder, no elige, no ahorra. Se define también como la diferencia entre suma de ingresos y suma de consumos.

En las cooperativas de vivienda, se establece un mínimo de ahorro que se deposita en una cuenta colectiva, mediante las llamadas aportaciones, por parte de cada uno de los asociados, como uno de los requisitos básicos para tener acceso a los derechos que le ofrece la cooperativa.

Aquí es oportuno incluir una práctica muy común y sobre todo muy solidaria, que se practicaba en las décadas de los 50s y 60s, en la primeras Cajas Populares de todo México y consistía en que el socio, hacía ante sus directivos y los socios la llamada promesa de ahorro, consistente en ahorrar un mínimo de dinero semanal y se apegaban y cumplían tal promesa de forma solidaria, sabiendo que con ello contribuían al bienestar de todos y al de ellos mismos, al ir adquiriendo no solamente fondos sino el hábito del ahorro.

También incluimos el concepto de aportaciones: Las Aportaciones o Partes Sociales, significan el total de las entregas de dinero que han hecho los socios con carácter de Capital Social de la cooperativa; esto es con lo que se forma la sociedad cooperativa y el que se arriesga en la empresa.

Uno de los hábitos positivos que hemos visto desarrollar en las personas que participamos en las cooperativas, es el hábito del ahorro, práctica que ha traído grandes beneficios al interior de todas las sociedades cooperativas de vivienda ya que el ahorro colectivo sirve de base y plataforma de lanzamiento para desarrollar cualquier proyecto cooperativo.

Recuerdo una buena cantidad de casos vividos en las cooperativas de vivienda, de parte de compañeras trabajadoras domésticas y a la vez orgullosamente, jefas de familia, que se distinguieron por su constancia al ahorrar semanalmente, durante años la cantidad

mínima de ahorro obligatorio. Superando por su esfuerzo constante, su solidaridad y su perseverancia en el ahorro, a muchos de otros socios con mejores empleos e ingresos semanales, e incluso recibieron su vivienda o terrenos, antes que otros con ingresos familiares muy superiores.

Aquí se hace realidad el dicho popular, que dice; “Más vale paso que dure y no trote que canse”, en la visión cooperativa, cuenta más la participación constante y solidaria que los ingresos económicos fuertes, pero sin constancia, sin solidaridad hacia los demás.

Nos hemos distinguido, como entidades cooperativas, por el cumplimiento en las obligaciones adquiridas por créditos; al comprar terrenos, materiales de construcción y préstamos bancarios. Esto ha sido resultado de la adquisición por parte de los buenos socios, del hábito del ahorro y que luego resulta en un valor agregado para cada uno de los asociados y sus familias.

Sin el ahorro sistemático practicado desde los inicios de cualquiera de los nuevos proyectos, se vendría abajo, ya que por esa práctica se logra avanzar en dos aspectos por lo menos; primero en generar la confianza en una buena, sana y transparente manera de llevar los asuntos relacionados con el dinero y segundo, se puede responder efectivamente ante la necesidad de solicitar los créditos, que siempre serán necesarios para, acelerar y llevar a buen término un proyecto cooperativo de vivienda.

A continuación, presentamos unas ideas para que hagamos buen uso del dinero en forma de ahorro: (Fuente: Confecoop)

1. Aprenda a vivir con menos de lo que recibe. 2. Clasifique los gastos. 3. Ahorre en uso y consumo de agua y energía se reflejará en sus egresos. 4. Si quiere tener bienestar primero trabaje en mejorar sus ingresos.

5. Ahorre su dinero con posibilidades de obtener rendimiento financiero. 6. En caso necesario de adquirir una deuda que sea en el menor tiempo posible, si es tarjeta de crédito difiérala solo a una cuota. 7. Adquiera hábitos de compra responsable, compre solo lo que necesite.

Me viene a la mente el recuerdo de un libro, llamado el libro de la sabiduría, en donde se afirma que todo en la vida es vanidad y es muy cierto y aplicable sus conceptos al tema del ahorro, ya que muchas veces compramos ropa para cubrir nuestras aspiraciones de vanidad antes que, de protegernos del frío, del calor, de la lluvia, de los elementos de la naturaleza.

Lo mismo nos pasa con el uso de carro, buscamos marca y moda, en lugar de servicio y ahorro en combustible, en refacciones, en otras situaciones. Así nos podemos extender a otras áreas de nuestra vida, en donde se antepone, el qué dirán, la opinión ajena, como si eso fuera lo más importante.

No olvidemos que el hábito del ahorro representa un verdadero tesoro, cuando lo hemos adquirido como un hábito personal, o familiar y no se diga cuando es un hábito colectivo, como lo representa en nuestra sociedad cooperativa.

2. Formación cooperativa. “El descubrimiento más grande de mí generación es que el hombre puede cambiar su vida, simplemente al cambiar su actitud mental”.

William James

Uno de los aspectos más importantes al formar parte de una sociedad cooperativa, es el recibir formación solidaria, dentro de lo que es la doctrina cooperativa, es decir el cambiar la visión individualista por una visión colectiva, el cambiar el yo por el nosotros,

el dejar de pensar solamente en el bien personal, por el bienestar colectivo y social.

Esta formación se adquiere mediante dos caminos;

1) El primero es al participar activamente y de forma consciente en el proceso de trabajar, junto con otros, por un bien común, por el logro colectivo de un proyecto, como el de la autoconstrucción de una colonia cooperativa, con todos sus servicios. 2) El segundo camino es el de participar de forma constante y periódica, de un plan de educación cooperativa, lo que consiste en dar o adquirir, más bien el hábito de ver, de juzgar y actuar conforme con los valores y los principios cooperativos.

La instrucción cooperativa procura el conocimiento de la parte técnica del movimiento, su historia, sus principios esenciales, sus métodos de negocios, su importancia y extensión. Proporciona la información que contribuye a la formación o educación cooperativa.

El concepto de educación, igualmente se aplica a los integrantes de una sociedad cooperativa, ya que éste se refiere al proceso por el que se desarrollan las facultades de una persona, de acuerdo a la influencia que sobre ella ejercen otras personas, en nuestro caso otros asociados, los dirigentes, y otras personas del ambiente cooperativo y solidario.

El término también es utilizado para referirse al producto del proceso, por eso hablamos de la persona con formación o educación cooperativa, cuando esta se refleja en sus actos, en sus acciones cotidianas, es decir en su conducta.

Igualmente incluimos el concepto de educación, el cual nos dice que es un proceso que tiende a capacitar al individuo para actuar conscientemente frente a nuevas situaciones de la vida, aprovechando la experiencia anterior y teniendo en cuenta la integración, la continuidad y el progreso social.

Todo lo anterior de acuerdo con la realidad de cada uno de los asociados, de modo que sean atendidas las necesidades individuales y colectivas.

Es por eso que los programas anuales de educación cooperativa, deberán tomar en cuenta los conocimientos previos, así como las necesidades de los asociados y del momento histórico, que esté viviendo el proyecto cooperativo. En algunos momentos requiere mayor énfasis en; la doctrina, la administración, la parte técnica de la construcción, la participación solidaria, etc.

Pero no olvidemos que la educación cooperativa, se suscribe dentro del marco de la educación para adultos, por lo que es necesario tener en cuenta sus características, al momento de diseñar los planes y los programas educativos y principalmente al momento de impartir los temas.

Hablaremos brevemente de la Andragogía, como la disciplina que se ocupa de la educación y el aprendizaje del adulto, según lo afirma Fernández en el 2001.

Las claves del aprendizaje de los adultos son las siguientes: 1) El adulto se motiva aprender cuando tiene necesidades sentidas y estas lo impulsan a buscar, por todos los medios posibles, aprendizajes. 2) La organización para aprender, por parte del adulto, se centra en la vida misma y no tanto en las teorías. 3) El adulto tiene necesidades de autodirigirse. 4) Las diferencias individuales se incrementan con la edad.

No olvidemos que los principales componentes en la educación de los adultos son; el mismo participante adulto, el Andragogo o el facilitador y desde luego el entorno.

En la educación de los adultos se deberán respetar y aplicar por lo menos los siguientes tres principios:

1) Horizontalidad en donde tanto el facilitador como el participante adulto, tienen características cualitativas similares, es decir; adultez y experiencia, las cuales se deberán tomar en cuenta al momento de interactuar en el proceso de enseñanza aprendizaje. 2) Participación esto quiere decir que interactúa con sus compañeros y facilitadores, intercambiando experiencias que fortalecen la asimilación de los contenidos. 3) Flexibilidad que es la necesidad de contar con lapsos de aprendizaje, acordes con sus aptitudes y destrezas, que generalmente son muchas, todo consiste en ponerle las condiciones, para que éstas se manifiesten y se reconozcan.

Si al momento de aplicar los programas de formación cooperativa, tomamos en cuenta estos principios de la Andragogía, tendremos más y mejores resultados.

3. Apoyo con vivienda durante la etapa de construcción.

“La cooperación es una empresa colectiva constituida por los perjudicados en la distribución, con el propósito de restablecer el equilibrio distributivo”

Valentí.

Durante el tiempo de la autoconstrucción en la Unión, muchos de los socios estábamos viviendo en casas de renta, en cuartitos improvisados, arrimados con parientes, o en la familia paterna, pero contando ya con familia propia, en fin, casi todos muy necesitados de contar con nuestra vivienda propia.

Algunas familias vivían en terrenos irregulares, en los márgenes del Rio Santa Catarina, del Arroyo el Obispo, o en las faldas del Cerro de las Mitras. Por lo que nos veíamos obligados a realizar doble gasto por la vivienda, al pagar la renta y al tener la obligación de cumplir con las aportaciones mensuales a la cooperativa, tanto en dinero al ahorro, como con las llamadas horas hombre, horas de trabajo obligatorias mensualmente.

En algún momento de la autoconstrucción y dadas las condiciones señaladas en el párrafo anterior, algunos socios solicitaron al Consejo de Administración, la posibilidad de usar algunas de las instalaciones propiedad de la cooperativa, para meterse a vivir, junto con su familia, ya que la necesidad era tanta que se veían desesperados ante tales circunstancias de sus vidas.

Fue así como se habilitaron algunos espacios para ser habitados de manera provisional, en tanto se avanzaba con el proyecto, se terminaban las doscientas viviendas y se hacía la entrega de las mismas a igual número de socios y su respectiva familia. Estos espacios fueron entre otros los siguientes; el sótano del salón social, los antiguos están o módulos de tiro, algunas casas en obra gris, aún sin tapiar, sin ventanería, o en situaciones similares. Condiciones que para nada eran cómodas, pero que algunos casos no se diferenciaban en mucho de las condiciones en que vivían dichas familias fuera de nuestra nueva colonia.

Esto significó en su momento una gran ayuda para estos socios ya que representó entre otras las siguientes ventajas:

a. Pudieron aumentar sus horas de trabajo semanal, al no tener que trasladarse de sus antiguos domicilios a la construcción de la colonia cooperativa. b. Igualmente ahorraron en el gasto de transporte y el tiempo de traslado, ahorro que lo invirtieron en el proyecto colectivo de autoconstrucción. c. No es lo mismo tener que pagar renta, que es dinero que va a parar al bolsillo del dueño de la vivienda rentada, que

dedicar esa misma cantidad a las aportaciones para la cooperativa, que a final de cuentas servirá, para el pago de lo que será su propia vivienda.

Esto resultó ser una práctica solidaria de lo que entendemos como ayuda mutua, lo que es pensar en el prójimo, en el nosotros, en anteponer los intereses colectivos, por encima de lo individual.

También es adaptarse a las circunstancias cambiantes en un proyecto colectivo, como lo es la autoconstrucción de doscientas viviendas, es salirse del libreto e improvisar a favor de los demás.

Al principio en que comenzamos a vivir en la Unión, contábamos con tomas de agua colectivas, por lo que acudíamos con botes para acarrear agua, lo toma colectiva estaba al frente del salón social, la cooperativa tenía un solo medidor de agua, ya que no se habían autorizado las tomas de agua domiciliarias, esto se logró tiempo después.

Lo mismo nos pasó con el servicio de electricidad, antes de contar con medidores particulares, se tenía un contrato colectivo por parte de la cooperativa, por lo que el servicio de electricidad en nuestras casas, era muy deficiente, con altas y bajas en el voltaje, con los consecuentes daños a los aparatos eléctricos, focos y los inconvenientes de un servicio colectivo.

En esos primeros tiempos de vida colectiva, se carecía igualmente de alumbrado público, por lo que circular y camina por las noches era un verdadero peligro, además de contar con una gran cantidad de bichos y animalitos del cerro, pues éramos en ese tiempo las últimas viviendas en la zona.

Fueron tiempos difíciles, pero con el gusto de ya contar con una vivienda digna y propia, lograda gracias al esfuerzo compartido de doscientas familias, viviendo y luchando por adquirir nuestro sueño.

Son bonitos recuerdos que nos llenan de orgullo y de nostalgia, de los tiempos en que vivíamos como verdaderos socios cooperativistas, fueron tiempos que contrastan con la división y el egoísmo que se viven en estos momentos, en que vivimos la parte final de nuestra historia como sociedad cooperativa.

4. Creación de fuentes de trabajo.

“En realidad nos necesitamos mutuamente”. Rubén Welch

Durante el desarrollo del proyecto de construcción de nuestras doscientas viviendas, ocupamos de la mano de obra externa, es decir la que no era de parte de los socios y/o sus familiares y que obedeció a dos razones, que son las siguientes:

A. Ocupamos contratar mano de obra especializada, para el desarrollo de algunas etapas que, por sus características, así lo requerían como el levantamiento de muros que se pagaba a destajo, con el consecuente logro de buena calidad y ahorro de tiempo para poder continuar con las siguientes etapas, como el vaciado de placas, que ese si generalmente lo realizábamos los socios, en cuadrillas encabezadas por el jefe de Obra en turno, o por algún maestro albañil de entre los mismos socios.

Por lo tanto, la cooperativa pagó y contrató a gente especializada para el tendido e introducción de la red eléctrica en toda la colonia, obra que al finalizar se entregó y contó con el visto bueno de la Comisión Federal de Electricidad y de esta manera se garantizó dicha etapa de nuestro proyecto general de construcción.

Aquí destacamos las gestiones que se realizaron, ante las autoridades correspondientes, para colocar el alumbrado público en los mismos postes que se usaron para la red eléctrica y que nosotros mismos costeamos. Con estas acciones nos ahorramos el costo e instalación

de arbotantes para colocar las luminarias, que fueron de luz mercurial, lo que dotó a la colonia y al barrio de un bello alumbrado y una mayor seguridad al caminar por las calles de nuestra colonia.

También es válido destacar que en lo referente a la pavimentación y tendido de cordones para banquetas realizó el señor Luis Serratos, contratista avecindado en el poblado de La Fama, y que contaba con experiencia en el ramo y con la maquinaria y equipo necesario para terminar satisfactoriamente la pavimentación, obra que al terminar le dio un gran realce y embellecimiento a nuestra colonia cooperativa.

B. La segunda razón se debió a la ayuda que la cooperativa brindaba a los trabajadores de la construcción, para generarles fuentes de trabajo, mientras duró el proyecto. Aquí hay que destacar que algunos socios por razones de sus trabajos y ocupaciones cotidianas, no se daban el tiempo suficiente para poder cumplir con sus obligaciones de horas de trabajo en la cooperativa, por tal razón pagaban a trabajadores asalariados, externos a la organización cooperativa.

Fue así que creamos y nos transformamos en fuente de trabajo, para diferentes personas que se vieron beneficiadas, con estos empleos, gracias a nuestro proyecto de construcción de viviendas.

Queremos recordar y darles nuestro merecido reconocimiento y agradecimiento a algunas y algunos trabajadores, que pasaron por nuestro proyecto y que nunca se afiliaron a la membresía de La Unión. Sin pretender enlistar a todas y todos y sin citarlas en orden de importancia, porque todos ellos y ellas, lo fueron en su momento de una u otra forma, para lograr avanzar y en su momento terminar nuestro proyecto de dotar de vivienda y servicios a igual número de familias y de forma indirecta a otras colonias y familias aledañas a la nuestra, como lo fueron los primeros sectores de la colonia Pro vivienda del Poniente, San Humberto y Fomerrey 2, entre otras.

Recordamos con cariño al llamado “Socio 201”, número que se ganó a pulso y por la cercanía que siempre tuvo con nosotros, el compañero Chano, (QDEP) que siempre participó como trabajador externo destacándose por su profesionalismo y cumplimiento en sus tareas de construcción. figuraron como albañiles sin ser socios de la cooperativa de vivienda, recordamos a Don Gudelio Juárez, al Sr. Mario Hernández, a don Sixto vecino que situó su domicilio en la esquina de Netzahualcóyotl y Tezozómoc, vecino de nuestra colonia y que supo brindar un excelente servicio para la colonia.

También recordamos a las llamadas “Jilguerillas”, dos damas que se distinguieron por su laboriosidad y constancia en el trabajo, igualmente recordamos al conocido como el Matehuala o el Chapala, al inolvidable Tino Gutiérrez, al Sr. Santos González y otros muchos más.

Otros socias y socios, que se distinguieron por su trabajo especializado, ya porque trabajaban en ese oficio, o porque aprendieron y se hicieron especialistas a base de observar a los grandes maestros albañiles, soldadores, carpinteros, electricistas, bloqueros, etc.

Por ejemplo, recordamos a soldadores; José Gonzalo Coronado, además de gran conocedor de muchos oficios, hermano de nuestro asesor Lic. Benito Coronado a quien le dedicamos el siguiente apartado, como un factor humano positivo para nuestro proyecto cooperativo.

Como socios que colaboraron en algún tiempo como jefes de obra mencionamos a los compañeros; Jesús Valentín Ramírez, al compañero Jesús Medina, a Emilio Almanza, a Luisito Flores, al compadre Pancho Pérez, todos ellos realizaron una labor muy destacada en el avance y buenos logros de la construcción de las viviendas que hoy disfrutamos, todos y cada uno de las doscientas familias de nuestra querida colonia La Unión.

Desarrollo de oficios o carreras técnicas durante los trabajos del proyecto de autoconstrucción, se desarrolló de forma constante una especie de escuela técnica claro está que, sin serlo de forma explícita, pero si en la práctica ya que algunos socios llegaron a ser buenos en sus oficios; como electricistas, soldadores, plomeros, albañiles, etc. Oficios que algunos ejercen en la actualidad, ya sea como fuente principal de sus ingresos o de manera complementaria, para sus trabajos.

5. Nuestro asesor Lic. Benito Coronado Ortega.

“Al hombre se le reconoce no por lo que sabe, sino por lo que hace con lo que sabe”

Juan Antonio Razo

Nuestro asesor fue para la Cooperativa La Unión un factor determinante, desde la fundación, durante todo el desarrollo del proyecto nos apoyó con los trámites ante las autoridades, desde el registro como entidad cooperativa, hasta la escrituración de todas y cada una de las viviendas.

Vecino de La Fama, participó como socio y directivo de la cooperativa de vivienda La Concordia, donde estableció su domicilio junto con su propia familia y en donde adquirió experiencia en las cooperativas de vivienda.

Siempre se distinguió por su trato amable y cordial para con los socios, los directivos y con los colaboradores de la sociedad cooperativa. Tenía un gran carisma y capacidad para motivarnos e involucrarnos en el desarrollo y consecución del objeto social.

6. El sobresaliente papel de la Mujer Cooperativa. “A veces sentimos que lo que hacemos es solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara una gota”

Madre Teresa de Calcuta

Las mujeres cooperativistas en nuestro proyecto, como en todos los demás es y ha sido un factor determinante en el trabajo y consecuente logro del objeto social, se han distinguido por su constancia y dedicación al trabajo. Comprometidas y muy disciplinadas en el cumplimiento de sus ahorros y aportaciones económicas para con la sociedad cooperativa, igualmente, cumplidoras en y con las asistencias tanto a las asambleas como a la formación y educación cooperativa y otras actividades solidarias, como festejos del día del niño, nuestro aniversario como cooperativa, fiestas navideñas y otras más.

Tenemos bellos recuerdos de aquellos taquitos mañanero, que los domingos preparaba en la cocina del salón, Doña Elenita eran una verdadera delicia al hacer una pausa en el trabajo de obra dominical para ir a saborear unos ricos tacos de diferentes guisos que nos preparaban un grupo de compañeras encabezadas por Elenita, como siempre le dijimos con mucho cariño.

Recuerdo el lugar de trabajo llamado popularmente “Gallinero”, por ser un lugar en cercanía al salón, techado con láminas y rodeado de mallas tipo gallinero, de allí viene su nombre, en donde las

mujeres trabajaban, entre otras cosas, en el armado y prefabricado de las losetas, que luego se colocaban en las placas de nuestras viviendas, armado y fabricación en donde las compañeras llegaron a ser verdaderas expertas en la materia.

Personalmente opino que la participación de las mujeres, fue determinante, tanto aquí en la cooperativa La Unión, como en otros proyectos que me tocó conocer personalmente, o por medio de referencias e investigación, que me tocó hacer para tener información y poder escribir el presente libro.

A pesar de que vivimos inmersos en una sociedad machista, nuestras compañeras, desarrollaron tareas muy importantes en las labores de construcción, en el momento que se ocupó de su trabajo. Posteriormente algunas administraciones, pretendieron hacerlas menos por ejemplo en la participación en las asambleas, donde pretendieron privarlas de voz y de sus valiosas opiniones, al momento de discutir algunos temas, relacionados con el desarrollo de nuestros proyectos cooperativos.

7. Creación del seguro de vida interno.

“La característica fundamental de los seguros de vida es que el pago de la cantidad pactada en el contrato depende del fallecimiento o supervivencia del asegurado. En este tipo de seguro, es conveniente delimitar el concepto de: Asegurado, de cuya vida depende el pago del capital”.

El seguro de vida fue un requisito que nos exigió el banco, cuando solicitamos los dos créditos a Banamex, pero nosotros como administradores de la cooperativo, vimos más allá del requisito de cumplir con el pago oportuno al banco, vimos la oportunidad de crear un fondo solidario, que al finalizar el pago de los créditos obtuviéramos beneficios para la sociedad cooperativa y para cada uno de los doscientos socios.

Así lo hicimos y tanto la administración como el manejo de los fondos obtenidos por dicho concepto, se los encomendamos a los integrantes de la Comisión de Previsión Social.

El seguro de vida creado en nuestra cooperativa, se integró con las aportaciones que fijamos como obligatorias de una pequeña cantidad mensual, aportada por cada uno de los doscientos socios, pero que ya en conjunto representaba una muy buena cantidad, que estuvimos reuniendo durante todos los años que pagamos los créditos al Banco.

A lo largo de estos años, lamentablemente ocurrieron cinco decesos, por lo que entró en operación el seguro de vida, y de los puros intereses que obteníamos de los fondos invertidos, se pagaban a la tesorería de la cooperativa, los abonos mensuales por parte de la familia del socio fallecido, de manera tal que los deudos no se preocupaban por pagar por ese concepto, y solo de manera solidaria seguían pagando el seguro de vida.

A lo largo de los años esta iniciativa, reportó dos tipos de beneficios, que en seguida enunciamos:

Primero que las familias de los fallecidos, aparte de la pena de perder al ser querido, jefe de familia, no tuvieran que soportar la carga de pagar su casa, de la que para ese tiempo ya poseían y disfrutaban y.

Segundo, que la cooperativa no se viera retrasada en los pagos mensuales al Banco, gracias a lo cual, al cumplimiento del resto de los socios y a la buena administración de los dineros obtenidos por dichos conceptos, realizamos las diferentes administraciones hasta ese momento.

Nos enorgullecemos y a la vez nos felicitamos, por haber tenido esta buena ocurrencia e iniciativa y haber cumplido cabalmente con este requisito que el Banco nos puso al otorgarnos los dos cré-

ditos, gracias a lo cual pudimos llevar a feliz término los objetivos de construir una colonia cooperativa y las doscientas viviendas.

El segundo beneficio obtenido por dicho fondo, fue que al finalizar de pagar los créditos, en el momento en que ya pudimos, como organización cooperativa escriturar a nombre de cada uno de los doscientos socios, fue que hicimos uso del capital reunido a lo largo de los años en el llamado fondo de previsión social y pagar la mitad del costo de las escrituras, por lo que cada socio con ese dinero, solamente debimos de desembolsar la cantidad de $2,500.00 y los otros $2,500,00 con dicho fondo, en total nos costaron cinco mil pesos escriturar a cada uno de nosotros.

Este caso solidario es un claro ejemplo de lo que significa poner el dinero al servicio de la colectividad y no a la inversa, como ocurre en el sistema capitalista, en donde se busca obtener y acumular ganancia sobre ganancia, para hacer realidad lo que llaman, “dinero llama al dinero”

Invitamos a las compañeras y compañeros cooperativistas, que en el presente y en el futuro, integren una sociedad cooperativa de vivienda, a que repitan y multipliquen éste y otros tantos ejemplos de iniciativas cooperativas, aplicando los valores de; solidaridad, ayuda mutua y responsabilidad social, entre otros.

8. Organizaciones deportivas; para niños y para adultos. “Los beneficios del deporte no son solo físicos, sino que también ayudan a la salud mental, pues previene la aparición de la depresión y el estrés, además de que mejora la autoestima e, incluso, las relaciones sociales cuando se practican deportes de equipo.

En definitiva, ¡te hace sentir bien!, de ahí la importancia del deporte”.

Dominio público

Cuando estábamos en pleno desarrollo del proyecto, en el trabajo de construcción de las casas de la Unión, el promedio de nosotros,

como jefes de familia rondaba en los 30 años, de tal manera que estábamos activos en las prácticas deportivas, muchos de nosotros jugábamos en equipos de futbol amateur, en San Pedro, en la Fama, Santa Catarina, etc. O el beisbol, o el softbol los fines de semana. Por tal motivo nos vimos obligados a dejar de practicar deportes, para poder cumplir con las horas de trabajo obligatorias para con nuestra sociedad cooperativa, los fines de semana ya que entre semana no nos quedaba tiempo después de cumplir con nuestros trabajos, en mi caso como maestro, con trabajo por las mañanas y por las tardes-noches.

Fue hasta que terminamos con la construcción de nuestras casas, que pudimos organizarnos en equipos representativos de los adultos, en el torneo de futbol de la Fama. Recuerdo que nos prestaron un terreno donde habilitamos una cancha de futbol, por Mosaicos Rivero, donde ahora está un estacionamiento de una gran empresa de capital extranjero.

Recuerdo que también organizamos un equipo de futbol infantil, donde jugaban nuestros hijos, niños que crecieron en un ambiente sano y donde pudieron practicar deportes. Los dotamos de uniforme, balones y lo necesario para apoyarlos en esa bonita experiencia.

Merecido reconocimiento se le otorga el compañero Sergio Rogelio Hernández, “El Popeye” por la labor que hizo al organizar los torneos internos de futbolito, en la canchita que habilitamos en nuestro salón social, junto al sótano y la cocina. Torneos que sirvieron mucho para convocar a las familias que acudíamos a echar porras a nuestros hijos, los cuales convivieron con sus compañeros y amigos de su edad, en un ambiente sano y sin tener que alejarse de la colonia y bajo la vigilancia de los adultos.

En ese mismo lugar montamos un tablero para practicar el basquetbol, por lo menos las llamadas retas del veintiuno, igualmente llegamos a poner una red para practicar el voleibol, al lado norte, dentro de las instalaciones del salón, o por la calle Netzahualcóyotl, esta última principalmente la usamos en los torneos que organizamos durante los festejos de nuestro aniversario, el 1 de agosto de cada año.

Fue muy común ver en las calles de nuestra colonia, principalmente luego que ya contamos con la pavimentación, los niños y uno que otro adulto también, jugar futbolito y otras actividades recrea-

tivas, con el consecuente enojo de una que otra vecina que se molestaba porque le dañaban sus plantitas, casos que algunas veces terminaban en conflictos entre vecinos, que luego iban a ventilarse, turnarse y resolverse satisfactoriamente ante los directivos de la cooperativa, del denominado consejo de conciliación y arbitraje.

Algo de esos deportes se siguen viendo en nuestras calles, pero ahora por parte de nuestros nietos y bisnietos como en mi caso, ¡cómo han pasado los años!

9. Club social para hombres, mujeres, actividades sociales.

“Ningún ser humano carece de vida social ya que todos, en menor o en mayor medida, nos relacionamos con el entorno

circundante. Desde que percibimos la existencia del otro nos comunicamos, porque el hombre y la mujer es un ser social por naturaleza”.

Dominio público

Convivimos a lo largo de nuestro proyecto en festejos como; Aniversarios, Dia de las Madres, Día del Niño, Virgen de Guadalupe, Fiestas Navideñas, etc. Una serie de festejos que fomentaren entre las familias cooperativistas; el apoyo solidario, la buena vecindad, la camaradería en una palabra la unión, haciendo honor al nombre de nuestra sociedad cooperativo y colonia LA UNIÓN.

Por ejemplo, al cumplirse el décimo aniversario de la fundación se realizó un festejo en donde le pusimos el nombre al Salón principal de FUNDADORES, en honor de nuestros socios fundadores que, a la fecha en agosto del año de 1992, seguían activos en nuestra membresía.

LISTA DE SOCIOS FUNDADORES ACTIVOS EN 1992  Jesús Acevedo Ramírez  Jesús Ma. Perales Malacara  Ramón Medina Escobedo  Rosa Ma. Maldonado Castillo  Jesús Guillén Hernández  Gabriel Moreno Cervantes  José Raúl García Estrada  Francisco J. Ramírez González  Martín Vázquez Huitrón  Pedro Castillo Pérez  Julio Hernández Hernández  Antonio Hernández Alonso  Álvaro Terrazas Vargas  David Burciaga Soto  Ignacio A. de la Rosa S.  Francisco Burciaga Soto  Antonia Ávila Castillo  San Juana Maldonado Vda. De Espinoza  José Gonzalo Coronado Ortega  Elena Soto Castillo  Juan Francisco Rangel Reyna  Javier Cerecero Sánchez  Pablo Coronado Saucedo  María Felicitas Guillén de Celestino  Juan Ángel Peña Ramírez

 Martín Rodríguez Ortiz  Jesús Ramírez González  Jesús Valentín Ramírez Rodríguez  Genaro Guerra González  Eloísa Hernández Quintanilla  Roberto Mata Ayala  Juan Antonio Maldonado Talamantes  José Javier Carranza Torres  Melania Tristán Chía  Alma Rosa García Cedillo  Javier Zertuche Castañeda  Simón García Hernández  María del C. Vda. De Contreras  Arturo García Rodríguez  Norberto Garza Martínez  Juan Hernández Hernández

También se fundó un club de mujeres, que se reunían en el salón de actos, a convivir y realizar diversas actividades sociales, para fomentar la sana diversión y distracción de sus actividades del hogar, que por cierto nunca se acaban.

Habilitamos el sótano del salón social, con mesas para jugar al dominó, convivir y con-beber cerveza, alguien arrimó una televisión, donde nos reuníamos a ver los partidos de futbol, de Tigres o el Monterrey, partidos de beisbol de los Sultanes, de las ligas mayores, o el box sabatino, y otros deportes más.

Nos vendíamos la cerveza a un precio razonable y con las ganancias o dividendos, que quedaban, se utilizaban para apoyar algún proyecto deportivo, ya fuera para niñas, niños o jóvenes deportistas de nuestra colonia cooperativa.

Estos tipos de convivencias y distracciones, los pudimos realizar mayormente una vez que terminamos de construir las doscientas casas y todos los servicios, con los que dotamos a nuestra colonia La Unión.

Aquí vemos una de las tantas ocasiones en que celebramos y organizamos festejos infantiles, en esta ocasión con disfraces, muy posiblemente para un día de Muertos y/o de Halloween. Esta foto fue tomada en la escalinata, a la entrada de nuestro salón social. Fueron tradicionales las fiestas del día del niño, el 30 de abril de cada año, o en un fin de semana cercano a dicha fecha.

10. Buena calidad en los materiales y colonia con todos los ser-

vicios básicos.

“El fracaso retrasa, pero no vence, es una desviación temporal, no un callejón sin salida”. William Arthur Word

Por ejemplo, la calidad en los blocs que se usaron en las casas fue de muy buena calidad, esto nos consta porque los fabricamos nosotros mismos, utilizando materiales de primera calidad, sin escatimar en la fórmula utilizada y exigiéndonos un excelente control de calidad al momento de producirlos. Han transcurrido casi 36 años desde la construcción de nuestras casas y éstas siguen igual de firmes y resistentes, a pesar de que la mayoría de ellas ya cuentan con dos o más niveles.

Es notable observar que, por ejemplo, al momento de intentar clavar un clavo en las paredes, tanto al interior como al exterior, se

batalla para lograrlo, o perforar con taladro, no se diga ranurar parte del muro.

Por otra parte, y afortunadamente, dadas las condiciones del terreno en que están asentadas nuestras viviendas, en las faldas del Cerro de las Mitras la cimentación de las viviendas, al excavar un metro de profundidad, generalmente se topaba con piedra por lo que podemos decir que nuestras casas están sentadas sobre piedra. Por tal razón poco se presentaron o no se presentaron, ni cuarteaduras ni hundimientos, casos muy comunes en otras latitudes.

Cabe aclarar que las casas cuentan con nueve zapatas y sus respectivas nueve columnas, con almas de buena calidad y cantidad de varilla de acero, por lo que sabemos que están bien cimentadas y al igual que el resto de la construcción donde se ocupó abundante varilla.

El Chapulín Colorado, es el nombre de este camioncito, que sirvió en la recolección de basura, acarreo de materiales de construcción y tantos servicios más, que nos proporcionó este camioncito INTERNACIONAL. Un verdadero símbolo del trabajo que realizamos solidariamente para dotar a todas y cada una de las doscientas familias de la colonia de los servicios básicos, para vivir en un ambiente agradable.

Desde el primero de ellos, que les tocó a los fundadores e iniciadores, para lograr la introducción del servicio de alcantarillado, para contar con el servicio de drenaje sanitario en cada vivienda. Platican los compañeros, que fueron verdaderas jornadas de arduo trabajo, ya que la conexión estaba retirada, allá por Mosaicos Rivero y con un terreno sumamente duro y pedregoso, ya que en algunos lugares se debió usar hasta dinamita para poder excavar a la profundidad requerida.

Igualmente, un gran logro cuando ya pudimos contar con el servicio de agua potable domiciliario, ya que no siempre fue así, como ya lo dijimos en párrafos anteriores, al respecto recuerdo de una anécdota relacionada con la introducción de este servicio.

Cambiaré los nombres de los personajes, para no herir susceptibilidades. Estando en el almacén un domingo al terminar la jornada de trabajo y ya con algunas chelas en la mente, se desarrolló la siguiente plática entre algunos compañeros bromistas:

Jaime Zúñiga- oiga mi estimado Licenciado, qué tan cierto es que ahora que se terminen las negociaciones sobre la toma de agua potable domiciliaria, se tiene pensado firmar con la Cervecería Cuauhtémoc, un contrato para meter cerveza por un conducto especial para cada casa, de toda la colonia. Lic. -todavía no es nada seguro, pero hay van muy avanzadas las pláticas, vamos a seguir insistiendo con los representantes de la Cervecería, y ojalá y si lo logremos.

Jaime Zúñiga- Ojalá que, si se pueda imagínese que exitazo de parte de la cooperativa contar con tremendo servicio.

-Tras bambalinas se encontraba escuchando el cuñado de Jaime, llamado Toñito un joven recién llegado del rancho, sencillo y buena persona, pero también buen aficionado a la cerveza, por lo que aquella plática le interesó sobremanera. Fue entonces que, al momento de disolverse la tertulia dominical se acercó a su cuñado Jaime.

Toñito- Oye cuñado, ¿qué tan cierto es eso que acabo de escuchar de que van a contratar con la Cervecería, el servicio de toma domiciliara de cerveza?

Y ya se imaginarán la respuesta de parte de Jaime, que era tremendo. (nota del redactor: a la fecha siguen las pláticas con la Cervecería y Toñito, encabeza la comisión negociadora).

Cuando logramos los servicios de conexión eléctrica domiciliaria y el alumbrado público en las calles de la colonia, marcó un verdadero cambio en la zona ya que todos nos vimos beneficiados por ambos servicios. La primera noche que se encendieron las luminarias, nos sentíamos verdaderamente felices por dicho logro.

No se diga el gusto por poder encender, el televisor, el refrigerador y otros aparatos eléctricos de la casa sin el riesgo de que se dañara por altibajos en el voltaje, ya que dotamos a la red eléctrica con posterío y material de calidad, al igual que con el número y calidad suficientes de transformadores, recordando que en todo momento contamos con la asesoría, supervisión y visto bueno, en su momento de la Comisión Federal de Electricidad.

Ya para cerrar este apartado diremos cómo nos llenó de gusto y satisfacción cuando logramos la pavimentación de todas y cada una de las calles de la colonia, incluyendo la colocación de los cordones de banquetas, denominados cuello de paloma. Las banquetas de 1.5 M fueron construidas por cada familia, dejando uno, dos o hasta tres espacios para plantar arbolitos, por lo que pronto las calles de nuestra colonia lucieron verdes y sombreadas, contribuyendo con esto al embellecimiento de la misma y del sector.

11. A manera de reflexión en torno a las cooperativas de vi-

vienda.

“Las sociedades cooperativas nunca serán otra cosa que lo que son sus socios. Por esta razón la tarea más urgente y quizá la más esencial, no es tanto establecer cooperativas como formar cooperadores; es decir, gentes que comprendan las ventajas y condiciones de la labor en común, formadas en los principios coopera-

tivos que son sobre todo principios éticos- familiarizadas con la estructura y métodos de la organización cooperativa y claramente conscientes de los objetivos inmediatos y de los más remotos por conseguir e igualmente conscientes de las posibilidades y límites de la acción cooperativa».

Maurice Colombiain.

Revisando la situación actual de algunas de las cooperativas de vivienda, entre ellas La Unión, nos damos cuenta que la realidad al finalizar la etapa de auto construcción, o cuando ya se entregaron las escrituras individuales, la gente o por lo menos una buena cantidad de gente, se olvida de los valores y los principios cooperativos y se comportan de manera egoísta e individualista, en algunos casos renegando de todo lo concerniente a permanecer unidos, organizados y con las consecuentes ventajas para ellos y sus familias.

Por ejemplo, me gustaría que, en las cooperativas de vivienda, nuestros hijos, es decir la segunda generación, cuando ya son jóvenes o adultos que forman otra familia, generaran otro proyecto de construcción cooperativo, para adquirir su casa propia, aprovechando la experiencia, el registro, los contactos, los aciertos de sus padres y desde luego evitando los errores o fallas cometidos por nosotros. El hecho de que yo no conozca experiencia en que se cumplan tales situaciones, no es prueba contundente de que no exista, me gustaría que así fuera.

Por otro lado, y de forma positiva, me consta que el fenómeno de que se inicie y se realice un nuevo proyecto, basado en una experiencia anterior, eso sí es muy frecuente. Es por ello que me animé a escribir este libro, para que más gente necesitada de contar con una vivienda propia y de calidad, a precios razonables se animen a iniciar una experiencia exitosa junto con otras personas que seguramente se encuentren en situaciones similares.

Necesidad que se intensifica en las grandes ciudades, como en Monterrey y su área metropolitana, donde día con día llegan más

gente, atraída por la necesidad de trabajo, que en sus lugares de origen no encuentran, o van de paso, con la intención de cruzar la frontera norte, en busca del llamado sueño americano, pero al ser rechazados una y otra y otra vez, se quedan a vivir en ésta enorme ciudad, esto se repite lo mismo en otras ciudades de nuestro México, de manera exponencial en la Ciudad de México.

El comportamiento individualista es comprensible, ya que vivimos en una sociedad capitalista, en donde predomina el consumismo, el individualismo y la vanidad, estas características alimentadas y fomentadas por la intensa publicidad, a través de los medios masivos de publicidad, principalmente la televisión, con tantos y tantos comerciales, la prensa, la radio y el teléfono móvil, hacen que predomine el individualismo.

Cuando impartimos una charla sobre los valores cooperativos e intentamos fomentar la ayuda mutua y la solidaridad en las cooperativas, basta con que estas mismas personas que acudieron a la formación cooperativa, lleguen a su casa y se sienten a ver la televisión, o enciendan su móvil para que reciban una gran dosis de pensamientos adversos y contrarios a la doctrina cooperativa y solidaria, dando al traste con la información que acaban de recibir en la formación cooperativa.

Aquí veo oportuno referirme a dos términos o conceptos muy parecidos, pero que encierran una sutil diferencia en la práctica cooperativa, estos son el ser cooperativista o ser cooperatista. El primero, cooperativista y decimos que una persona es cooperativista cuando pertenece a una sociedad cooperativa, por ejemplo de vivienda y acepta cumplir con sus obligaciones, a las que está obligado por estatutos de su sociedad cooperativa y vive y disfruta de sus derechos con todo lo que esto implica, sabiendo y aceptando que si no cumple con los primeros se ve afectado por tales fallas e incluso, cuando esas faltas son graves y reiteradas, puede llegar a perder sus derechos, privilegios, prestaciones e incluso puede hasta perder la calidad de socio, si le aplican la cláusula de exclu-

sión, prevista por la Ley Cooperativa en el artículo 38, en donde se enumeran las causas de exclusión de un socio.

En cambio, el cooperatista, se dice de la persona partidaria de que una obra humana se realice conjuntamente sin limitación alguna por lo que respecta a su campo de actividad, en contraposición de individualista, sin que ello signifique obligación exigible para actuar, el cooperatista toma la acción de cooperar, por su propia conveniencia, como un simple deporte, no compromete su vida más allá de lo obra materia lograda.

Por lo tanto, el ser cooperativista es un estilo de vida es aceptar y hacer propios los principios, pero principalmente vivir en los valores cooperativos de ayuda mutua, responsabilidad, democracia, igualdad, equidad y solidaridad.

Ch. H Barbier dijo “El producto más valioso de la cooperativa es el cooperador”. Pero si al finalizar un proyecto cooperativo de vivienda, podemos decir que terminamos con éxito en lo referente a la economía, ya que se logran abatir los costos de las viviendas, al bajar el costo en mano de obra, en compra de materiales al realizar las compras al mayoreo o medio mayoreo, al fabricar algunos insumos como lo son ventanería, producción de blocs, introducción de servicios, y otros más. No sucede lo mismo en el factor humano, pues no podemos presumir que hayamos logrado el producto más importante, que es el producir auténticos cooperativistas y que estos, en caso de lograrlos trasciendan en sus descendientes, parientes o amigos.

Es que en algunos casos se pierde el rumbo de la doctrina cooperativa y nos olvidamos del pensamiento que dice, “La institución cooperativa no es un fin en sí misma; es más bien un medio en virtud del cual todos y cada uno de nosotros podemos llegar a ser económicamente más fuertes, socialmente más competitivos y cívicamente más ilustrado”.

Si llegamos a entender y sobre todo aplicar esta afirmación, estaremos contribuyendo a convertir nuestra cooperativa, como una verdadera escuela o institución de formación cooperativa, para así contribuir a lograr una sociedad más justa y solidaria para todos los ciudadanos.

Quiero terminar diciendo que doy gracias a Dios y a la Vida, por haberme permitido conocer el movimiento cooperativo, en diferentes etapas de mi vida, hasta la actualidad, en seguida las enumero:

1) En una cooperativa de consumo de víveres de primera necesidad, siendo yo estudiante normalista, en la Asociación

Estudiantil de San Pedro Garza García, N.L. A.C., durante la segunda mitad de la década de los años setentas. Esta experiencia me permitió, en mis tiempos de formación profesional, conocer de cerca, no en la teoría, el movimiento cooperativo, con todas sus ventajas y bondades, pero también con sus dificultades humanas, ya que la praxis cooperativa es una cosa muy distinta a la teoría.

2) Posteriormente me tocó en suerte conocer el movimiento de las Cajas Populares, que son auténticas cooperativas y me hice socio en la Caja Popular León XIII, que hoy pertenece a Caja Fama, en el año de 1980 donde al paso de los años llegué a conocer las cooperativas de vivienda, gracias a los contactos y bellas amistades que cultivé en las cajas populares.

3) Gracias a lo antes citado, logramos conocer e ingresar como familia a la Cooperativa de Vivienda La Unión, S.C.L., colonia en la cual vivimos desde hace 36 años y desde donde pudimos apoyar y servir, a La Unión y otras cooperativas

de vivienda, como la de Valle de Santa Catarina.

Pienso que el movimiento cooperativo en general y las cooperativas de vivienda, en particular son y representan un bello movi-

miento social, altamente solidario y lleno bondades hacia el ser humano, en donde se antepone la dignidad humana por encima del valor monetario, el capital al servicio del pueblo, es decir de las personas. De socio

Quien quiera iniciar y fundar una sociedad cooperativa de vivienda, deberá empezar por entender y practicar el AHORRO COOPERATIVO “que consiste en un servicio a los demás; que yo administro y gobierno con mi voto igualitario de socio; que se queda en mi comunidad para las necesidades de los demás y mías; que producen rendimientos para todos los que lo usan, y que es: regular y sistemático hasta formar un hábito; que se hace con un fin cercano o remoto; y que significa verdadera moderación de gastos… >que duele<. Este es el ahorro cooperativo; éste es el ahorro educativo. Este ahorro es insustituible por otras instituciones, en este y en cualquier otro medio social”.

Espero que la lectura del presente texto, contribuya en el logro de alguna o algunas de sus expectativas, para con las cooperativas de vivienda que tanto bien hacen y seguramente seguirán brindando para sus asociados y sus familias, así como en general para la población de nuestro México querido.

Bibliografía

i Ian MacPherson

ii Consulta en Internet Wikipedia.

iii https://sites.google.com/site/fundacionladulce/wwwfundacionladulceorgar/ centro-de-educacion-cooperativa/los-simbolos-cooperativos

iv IDENTIDAD COOPERATIVA, Ian McPherson y Florencio Eguía Villaseñor

v IDENTIDAD COOPERATIVA, de Ian MacPherson y Florencio Eguía Villaseñor

vi John Cellers

vii Datos tomados de SINESTESIA MEDIA 2019, video. viii Entrevista con socios fundadores; Juan Manuel Celestino Álvarez y Luis

Mora Reyes ix PROVIPO Y LA VIVIENDA… HICIERON LA LEYENDA, Memoria histórica de la lucha de PROVIPO, Pedro Mariscal y José Andrés Medina. x Arq. Abraham Rodríguez Buendía

xi Artículo uno de los estatutos de los Justos Pioneros de Rochdale, 1844

xii Documento archivo, para solicitar el crédito.

xiii Autor: Andrea Salas Ortiz

xiv Documento para solicitar ampliación del crédito a Banamex

xv W. P. Watkins.

xvi LAROUSE, diccionario enciclopédico

xvii José Luis del Toro.

xviii LAS CAJAS POPULARES Y LA UTOPÍA DEL PADRE VELÁZQUEZ,

Manuel Velázquez H. pp. 153

Profr. Esteban Juan Dávalos Esqueda

Originario de La Leona, Garza García, N.L., profesional de la Educación por más de cuarenta y cuatro años, cuenta con estudios de Normal Superior en Física y Química, Licenciatura en Pedagogía, Maestría en Psicología Laboral, Especialización en Dirección de Instituciones de Educación Superior, Diplomado en Consultoría Empresarial por FACPYA-NAFINSA, estudios y formación como Instructor y en Oratoria.

Cuenta con una amplia experiencia en el Sector Cooperativo; Socio de la actual Caja Fama, desde el año de 1980, donde ha ocupado los cargos de educador voluntario, vicepresidente y presidente del Consejo de Administración.

En la Federación Regional de Cooperativas de Ahorro y Préstamo Noreste se desempeñó como Coordinador del Centro de Educación Cooperativa y posteriormente como jefe del Departamento de Educación Cooperativa.

Actualmente vive en la Colonia Cooperativa de Vivienda La Unión, en donde lograron la autoconstrucción de 200 viviendas, para igual número de familias. En ella se ha desempeñado como; integrante del Comité de Educación, presidente del Consejo de Administración en cuatro ocasiones y presidente del Consejo de Vigilancia, actualmente integrante del Consejo Directivo.

Es Iniciador, Fundador y Asesor de Cooperativas de Vivienda, localizadas en el Municipio de Santa Catarina, N.L.

Tlatelolco 68-53

Y dónde quedó el fuego de la antorcha estudiantil, Me pregunto al haber pasado 53 años hoy Canciones alegres de la tropa estudiantil Se escuchan por las amplias calles de México y de mi ciudad. Cómo olvidar esta fecha, estamos en la plaza De las tres culturas, siendo las 15:30 el mitin inicia ya Convocado con prudencia por el Consejo Nacional Estudiantil Tomado por el ejército, Ciudad Universitaria, Politécnico también Helicópteros del ejército, bengalas de bellos colores Alguien inocentemente, dice ¡que bonito! Pero alguien le dice ¡son señales del ejército, que nos vienen a matar! No corran, nos dice el líder, nos vienen a provocar, lo que provocan Son muertos, cientos con balas de metralla, vienen directo a matar, Disparos directos a la gente, sin ninguna contemplación. Sorpresa, caos, terror, muerte, corre por tu vida, no es un juego, es verdad Se le llama represión, ventanas en edificios llenas de francotiradore Díaz Ordaz y su Batallón Olimpia, guantes blancos, bota fuerte, armados Hasta los dientes, departamentos llenos de polvo, metralla, plomo, heridos. Ya vienen las olimpiadas, campeones de Tiro son, ¡Un médico, un médico! Gritan y gritan los heridos, murieron y murieron tantos, que no los pueden contar. Cientos murieron baleados, otros tantos apresados, heridos por todos lados Yo me pregunto con tristeza, con lágrimas en mis ojos, ¿Dónde quedaron las Antorchas, el fuego de la justicia?, ¿afanes de libertad? ¿Dónde quedaron?, Yo por lo menos mantengo encendida una, y la pongo a tu servicio Por si quieres encender la tuya, juntos alumbramos más.

Esteban Juan Dávalos esqueda

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