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EL TIEMPO LO CURA TODO
Las rupturas son dolorosas para muchos pero deben ser limpias. Hay que ser fuertes, evitar caer en la tentación y no contactar con la otra persona para que no se te atraviese, de manera trágica, ninguna de las etapas del duelo.
El verano es la oportunidad perfecta para pasar más tiempo con la pareja. Sin embargo, esto no es sinónimo de estar mejor. Al llegar septiembre, se nota un aumento en las rupturas y solicitudes de terapia. Después de pasar semanas juntos o en familia, es inevitable que salgan a relucir conflictos que estaban escondidos. Quienes pasan por una ruptura y para los precavidos, es bueno conocer las etapas del duelo por las que se transcurre para superar una situación como esta. Generalmente, las roturas amorosas son unilaterales, uno quiere finalizar la relación y el otro quiere continuar.
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Este proceso nunca es fácil aunque, se entiende que la persona que ha tomado la decisión tiene parte del duelo hecho. Es frecuente tener pensamientos ambivalentes sobre la ex pareja y sensaciones dispares. Se puede padecer del “síndrome del corazón roto” o miocardiopatía, con síntomas de un infarto del miocardio pero sin sus graves consecuencias.
Las etapas del duelo no funcionan en orden ni duran lo mismo para todas las personas. A veces se avanza o retrocede en función de los recursos psicológicos que tenga cada persona.
LARA FERREIRO, PSICÓLOGA Y SEXÓLOGA
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ETAPA: NEGACIÓN.
Cuando se recibe la noticia de que el otro miembro de la pareja no quiere continuar, se pasar por un shock emocional. No se cree lo que se dice y se siente sensación de anestesia. La persona que ha sido dejada niega la realidad, actúa como si todo continuara igual e idealiza a su pareja. La mente, en la etapa de negación, se empeña en buscar maneras de solucionar la situación y volver a estar juntos.
ETAPA: RABIA, IRA Y CULPA.
Se siente mucha rabia hacia la persona que ha abandonado y la sed de venganza empieza a despertarse en la persona dejada. La precaución en lo que se haga es fundamental ya que el estado emocional está afectado y después llega el arrepentimiento o la autodestrucción. Hay comportamientos de ira sin darse cuenta. La rabia moviliza a las personas en busca acción. Será positivo si se mueve hacia el autocuidado y el bienestar propio.
ETAPA: MIEDO, TRISTEZA Y DOLOR. Cuando la anestesia emocional y la ira se van yendo, dan paso a la tristeza. Hay una concienciación de que la ruptura es una realidad, la relación se ha acabado y la otra persona se ha ido. Se genera miedo e incertidumbre. No encontrar a nadie, quedarse solo, empezar de nuevo. Hay a quienes se les cierra el apetito o comen demasiado, se pierde el sueño. Una de las maneras de lidiar con esto es dejar salir las emociones para entrar en “la habitación del duelo”.
ETAPA: ACEPTACIÓN.
Se acepta la realidad. Aunque no siempre viene de manera secuencial se puede intercalar con alguna fase del duelo.
ETAPA: RENACER Y APRENDER.
Como se ha perdonado y sanado, ahora se ve la relación con objetividad. Se analizan y evalúan los errores cometidos en la relación para aprender y no repetirlos. Muchos disfrutan de la soltería e incluso han podido atreverse a hacer cosas nuevas. Otros quieren volver a ser amigos de su ex pareja, pero lo mejor es darse tiempo. El duelo es un proceso que no se puede acelerar. No se debe sustituir el dolor enganchándose a otra compañía. Si se quiere construir algo sano y fuerte con otra persona, se debe haber aceptado el final de la relación anterior para que no quede un vínculo emocional que haga daño.