Guía de estudio. Nociones básicas de Neurogerencia

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República Bolivariana de Venezuela Universidad Centro Occidental Lisandro Alvarado Decanato de Ciencias y Tecnología Departamento Estudios Básicos y Sociales Asignatura: Técnicas de la Comunicación

Tema 8



El estudio de la mente siempre ha ocupado a los investigadores de diversas disciplinas del saber, hay coincidencias en cambiar la manera de ver los problemas y comprender que una mirada integral exige contemplar las diversas interacciones del sistema, pero a su vez también obliga a superar nuestro empeño en tratar de explicar todo de manera segmentada, parcelada lejos de una visión holística, compleja y dinámica. Los avances de la neurociencia en especial en el estudio del cerebro humano han establecido múltiples lazos en las cuales los investigadores buscan patrones de activación y funcionamiento de neuronas, que expliquen el comportamiento humano y su relación con el entorno. La gestión de las organizaciones inteligentes, el manejo de la información y la gestión del conocimiento implica destrezas cada vez más necesarias como: el trabajo en equipo, una gestión gerencial novedosa, incluyente, capaz de generar compromisos, crear el acoplamiento de todos los nuevos conocimientos y una comunicación fluida, asertiva y estratégica que coadyuven al logro de metas y objetivos, pero que al mismo tiempo considere las necesidades del talento humano, todo ello acoplado con el uso adecuado de las TIC. Cabe destacar que los miembros de la organización son muy complejos y debemos gestionar esa complejidad entendiendo que son profesionales con destrezas, sentimientos, culturas y costumbres diversas que lo convierten en una integralidad en sí mismos, pero que están obligados y debemos motivarlos a interrelacionarse con todo el cuerpo de la organización y complementarse. En este sentido se precisa de información oportuna, veraz, útil para el desarrollo de la toma de decisiones adecuada, la cual en caso de no comprender todo lo anterior, podría verse entorpecida o truncada, pues es necesario entender que el cambio está a la orden del día y resistirnos a ello es el equivalente a no construir una visión compartida, cerrarnos al aprendizaje y quedarnos rezagados en las organizaciones tradicionales e inflexibles


NEUROCIENCIA Gonzalo (1999) planteaba a inicios del Siglo XXI que el problema del estudio de la mente-cerebro se solucionaría, no por la vía del reduccionismo, pues a su juicio pensamiento y percepción son metaneuronales, no puramente cerebrales. No hay duda que el cerebro interviene en la percepción y en los procesos mentales. Es frecuente en neurociencias achacar al instrumento, en este caso al cerebro, la causalidad de las operaciones. Aclara lo que entiende por percepción, pues comúnmente entre neurocientíficos emplean como sinónimos los términos sensación y percepción. Siendo el primero, el proceso mediante el que un estímulo sensorial llega al área cortical. (Una serie de potenciales evocados, por ejemplo visuales). Según Eccles, las neuronas no ven, lo único que hacen es disparar o inhibirse, nada más. Mientras que la percepción, implica dos saltos cualitativos con respecto a la sensación: 1) vemos los objetos que nos rodean como tales objetos, es decir como algo distinto de nuestra sensación visual, y 2) somos conscientes de que estamos viendo. Estas dos actividades propias de la percepción es lo que considero metaneuronal, lo cual no implica que se realice al margen de la sensación, ya que es previa pero una depende de la otra. Las neuronas solo reciben impulsos que de alcanzar un dintel determinado provocan la descarga de esa neurona. A una misma neurona pueden llegar

impulsos procedentes de varias neuronas (convergencia), unos se pueden comportar como facilitadores y otros como inhibidores. Si la suma de los facilitadores, menos la suma de los inhibidores, alcanza el dintel suficiente la neurona se descarga, envía un impulso por su axón que influirá sobre otras neuronas. Esta es la dinámica neuronal: cambios en el potencial de acción y nada más, en ella no se forma ninguna imagen que represente lo que estamos viendo, oyendo o tocando. Varios neurocientíficos afirman que lo que no se puede atribuir a una neurona aislada lo puede llevar a cabo una red neuronal, que asentarían principalmente en las áreas de asociación y más aún en las áreas polimodales, recibirían impulsos de diversos orígenes, muchos de ellos poli sensoriales, los integrarían y de esa integración surgiría la percepción. González (2015) expresa que la neurociencia estudia el sistema nervioso, su desarrollo, estructuras y funcionamiento; en particular, estudia el cerebro como órgano central de ese sistema nervioso. Entre los avances logrados por esta corriente menciona la neurociencia cognitiva, afectiva, neuroestética y neuroeconomía, en las cuales los investigadores buscan patrones de activación y funcionamiento de neuronas, que expliquen el comportamiento humano.


NEUROGERENCIA La neurogerencia puede verse desde dos vertientes, una enmarcada en la ciencia pura o básica y otra popular. La primera, está relacionada a los fenómenos de la gerencia experimenta con sujetos sometidos a estímulos para observar su desempeño mediante alguna de las técnicas utilizadas para medir la activación neuronal. La popular, es la aplicación y la con base en hallazgos de neurociencia. “Esta vertiente ciencia aplicada, y en ella se

justificación de prácticas alguna rama de la se caracteriza como producen los mayores

malentendidos y problemas por el uso inapropiado de la «narrativa» de la neurociencia” (González, 2015: 44) Abreu (2015) expresa que la neurociencia utiliza imágenes de la actividad cerebral y otras técnicas para inferir detalles acerca de cómo trabaja el cerebro. Presenta algunas reflexiones sobre la relación entre la neurociencia y la toma de decisiones dentro del marco de la neurogerencia en el campo de la negociación. El Modelo Spenta para la toma de decisiones, está basado en las premisas de que la información fluye desde el ambiente o entorno hacia el tomador de decisiones y viceversa. Está diseñado en base a las siguientes etapas:

 Etapa Intuitiva.

 Etapa Atencional:

Si se basa la intuición de acuerdo a algunas teorías psicológicas, se le conoce como conocimiento que no sigue un camino racional para su construcción y formulación, y por lo tanto no puede explicarse o, incluso, verbalizarse. Por intuición Descartes, desde el punto de vista racional básicamente atribuye el significado de conocimiento inmediato. Mientras que Kant lo distingue como una intuición sensible o intelectual en otras palabras es la manera que tiene el ser humano de conocer las cosas; a través de los sentidos. Se apela a la intuición cuando hay diversas soluciones a elegir considerando que todas se poseen suficientes argumentos. Pero ¿es si es posible confiar en la intuición para la toma de decisiones de negocios? En las negociaciones tanto la intuición como la realidad fungen un papel importante en la construcción de las razones para decidir en una negociación, sin embargo, existen personas que aprendieron a utilizarlas por separado y obtener resultados positivos.

importante para el proceso de negociación del neuromanagemet, etapa donde a través de los sentidos se puede conocer la posición de la contraparte negociadora y las estrategias que esta utiliza, en la medida que se programen los sentidos, se preste atención a su utilización, se programe el negociador programe su cerebro para prestar atención a la situación del medio que lo rodea, en esa medida se lograra el éxito en la negociación. Se traduce en observar, escuchar y comunicar. En este sentido, la autora refiere que la Programación Neurolingüística (PNL) aplicada a la negociación conduce al éxito en la vida.

 Etapa Emocional: es cuando el negociador se pregunta cuál es la finalidad de la Negociación. ¿Persuasión o Manipulación? Cita a Brocas y Carrillo (2007) quienes explican esto entendiendo las bases neurales de las emociones (neurociencia afectiva). La etapa emocional influye positiva o negativamente, exige del líder madurez, destrezas y habilidades para tener control de sus actuaciones.

 Etapa Cognoscitiva y de Razonamiento Suma de conocimiento que el ser humano ha cumulado en su vida. El conocimiento adquirido también modifica la conducta de las personas, es decir, a través de la información mental el ser humano tiene una mayor toma de conciencia y capacidad de reflexión sobre el entorno en el que ha nacido una persona y las vivencias que ha experimentado también influye en su forma de pensar y en su modo de ser. Abreu, basada en Schall (2001), plantea que para fortalecer la memoria existen diferentes maneras: entrenamiento de la memoria (gimnasia cerebral) y definición de los perfiles neurocognitivos. Entre los pasos que mejoran el rendimiento cerebral están: entrenamiento neurocognitivo; aprendizaje y las nuevas experiencias; auto liderazgo emocional; control del estrés y superación del condicionamiento emocional de la incertidumbre


Fuente: Blog de resulta2http://resulta-2.com/2016/11/5-infografias-que-no-puedes-perderte/

Según el portal web, neuro-capital humano, la neurociencia es una disciplina que incluye muchas ciencias que se ocupan de estudiar, desde un punto de vista inter, multi y transdisciplinario la estructura y la organización funcional del Sistema Nervioso (Cerebro). Una de las funciones básicas de la neurociencia es develar el misterio de la relación entre la mente, la conducta y la actividad propia del tejido nervioso. Es decir, que, a partir del estudio a distintos niveles: molecular, neuronal, redes neuronales, conductual y cognitivo, la neurociencia trata de desentrañar la manera de cómo la actividad del cerebro se

relaciona con comportamientos.

la

psiquis

y

los

Comprender la fisiología cerebral es imprescindible para comprender nuestros comportamientos y los procesos de enseñanza-aprendizaje; y también para poder aplicar herramientas que ayuden a la modelación de los estados emocionales, permitiéndonos cada día ser un poco más felices. La neurociencia está revolucionando la manera de entender nuestras conductas y lo que es más importante aún: cómo aprende, cómo guarda información nuestro cerebro, y cuáles son los procesos biológicos que facilitan el aprendizaje.


González (2015) nos habla de las falacias relacionadas con la neurociencia han recibido muchas denominaciones despectivas, tales como neuromito, neuromanía, neurosinsentido, neuroseudociencia y neurofalacia,entreotras.Todasserefierenaluso dehallazgosconpoca validez y al abuso de la narrativa neurocientífica, incluidas imágenes cerebrales y la jerga de la disciplina, para apoyar, justificar o interpretar indebidamente fenómenos psicológicos. Entre las diatribas más comunes destacan:

donde ocurren cientos de miles de conexiones, hace inapropiadas las técnicas estadísticas usuales; pues, por simple azar (o «ruido»), pueden surgir patrones ilusorios en los datos, correlaciones infladas y poca confiabilidad de las mediciones. Es posible confundir unruido con una señal válida del fenómeno. Por ello salen a la prensa reportes de estudios con resultados que llaman la atención, pero que en realidad carecen devalidez.

Representatividad. Suelen encontrarse hallazgos basados en

las aplicaciones de resultados de neurociencia al comportamiento humano es que se presentan hallazgos viejos como si fueran nuevos. Esto sucede porque muchas investigaciones de neurociencia toman fenómenos con resultados conocidos como criterios para explorar sus correlatos neuronales.

muestras de diez o veinte sujetos. Esto se debe a que las técnicas más confiables son muy costosas y, por lo tanto, resulta difícil utilizar grandes muestras.

Ilusión de realismo. Las personas tienden a pensar que las

imágenes producidas por los aparatos para medir activación neuronal, equivalen a una foto fidedigna del proceso cerebral, y no es así. Esas imágenes son productos de algoritmos que procesan la información generadaporlosaparatos,quedependendeparámetrosfijadosporlos investigadores. Si cambian los parámetros, pueden cambiar los resultados.

Relación activación - función. Un problema de

interpretación se deriva del concepto de activación. La narrativa habitualsugiere quelaactivación deunazona en elcerebro indica que esaregión se encarga deuna determinada función cognitiva.

Métodos de análisis. Al ser una ciencia relativamente

reciente, todavía se están detectando problemas con algunas herramientas y técnicas. Por ejemplo, la complejidad del cerebro,

Confusión entre criterios y hallazgos. Una crítica de

Inferencia reversa. Cuando se activa unaregión particulardel cerebro al realizar una tarea, suele inferirse que esa región es la responsable de producir un determinado proceso cognitivo Lo problemático está en que la activación de una región del cerebro puede estar implicada en distintos procesos cognitivos; por lo tanto, cuando se activa esa región no necesariamente es producto de un proceso específico. Por ejemplo, la activación de la región conocida como amígdala se asocia comúnmente al miedo; pero esta interpretaciónpuedesererrónea,porquelaamígdalaseactivatambién ante lanovedad ylasorpresa.

El enfoque neurocientífico tiende a reducir excesivamente los fenómenos psicológicos a lo que suceden en el cerebro, y obvia otros tipos de análisis, como el psicológico, el social y el cultural, cada uno con suspropiedades ysusteorías con mayor capacidad predictiva.


Refiere Martinez (2007) que el ser humano se ha entendido a sí mismo como una realidad dual, en primera instancia el problema mente-cuerpo. Desde la óptica religiosa la dualidad se traduce entre cuerpo y alma. En el ámbito filosófico tradicional la dualidad se da entre el cuerpo, que es público, observable por los demás y sometido a las leyes físicas, y la mente o pensamiento, que es una realidad privada, observable sólo por ella misma y en apariencia no sometida a las leyes físicas. La dualidad científica del problema mente-cuerpo, se da entre el cerebro (o bien el sistema nervioso central) y la mente. Esto es, la dualidad se refiere al cerebro, en cuanto órgano del cuerpo que recibe la información del ambiente, la procesa y produce respuestas adecuadas, y la mente, en cuanto el conjunto de las distintas clases de procesamiento de información. Tal es el problema mente-cerebro, en el que se discute si los procesos mentales (tal como los estudia la psicología) se identifican o no con los procesos cerebrales (tal como los estudia la neurociencia). Al referirnos el impacto de la neurociencia en el problema mente-cuerpo, Martínez (2007) se remonta a Descartes (1596-1650), quien abordó el problema mente-cuerpo. Descartes estableció un dualismo radical entre mente y cuerpo. Este dualismo genera el problema mente-cuerpo, que comprende dos dificultades clásicas en el estudio de la mente. 1) cómo explicar los procesos mentales al margen de los procesos físicos o corporales. 2) Cómo relacionar los procesos mentales con los procesos corporales, ya que, siendo tan distintos, debemos dar cuenta de nuestra experiencia cotidiana de que nuestra mente actúa sobre nuestro cuerpo. También nos refiere a Spinoza, Malebranche o Leibniz, quienes intentaron resolver el problema mente-cuerpo. Sin embargo, la constitución de

la psicología científica, a finales del siglo XIX, con Wilhelm Wundt y William James, produjo un conjunto de datos y teorías científicos, que fueron aprovechados, en mayor o menor medida, por los filósofos para enfrentarse al problema mente-cuerpo. Así, y ya en el siglo XX, el neopositivista Rudolf Carnap propuso reducir la psicología a la física y Bertrand Russell defendió el monismo neutral, según el cual mente y materia son manifestaciones de una misma estofa o material básico que en sí misma no es ni mente ni materia. Ya en el siglo XX, menciona los aportes de Gilbert Ryle y Ludwig Wittgenstein. Ambos fueron influidos por la psicología conductista (desarrollada en Estados Unidos a partir de 1913), para la cual la psicología debe limitarse al estudio de la conducta, es decir, las respuestas de nuestros cuerpos a los estímulos del ambiente. Para Ryle, quien denunció y criticó el dualismo cartesiano, los procesos mentales se distinguen de los procesos corporales en cuanto son disposiciones a la conducta y se manifiestan en ella. A su vez, Wittgenstein defendió la existencia de procesos mentales, pero argumentó que sólo es posible estudiar científicamente la conducta. Sin embargo, en la concepción más actual del problema mente-cuerpo, la mayor influencia no ha venido de la psicología científica sino de la neurociencia. Pero deben destacarse tres hechos respecto de la neurociencia. 1) Aunque surge a finales del siglo XIX, no inició su desarrollo firme hasta mediados del siglo XX. 2) Su influencia sobre los filósofos fue por tanto tardía. 3) Pese a sus notables descubrimientos, la neurociencia aún no constituye una ciencia completa con un cuerpo doctrinal comúnmente aceptado en todos sus detalles


A raíz de la evolución de la neurociencia, se replantea el problema mente-cuerpo como problema mente-cerebro. Es decir, empieza a resultar claro que los procesos mentales deben distinguirse de los procesos cerebrales en particular, y no de los procesos corporales en general, puesto que nuestras sensaciones, percepciones, recuerdos, creencias, inferencias, sentimientos o deseos tienen lugar en nuestro cerebro. Este autor cita a Ryle para describir lo que son los procesos mentales: disposiciones a la conducta moral o inteligente. En cuanto disposiciones a la acción se manifiestan en la conducta, pero no consisten en la conducta (y en este punto se aleja del conductismo psicológico). Cuando se predican de una persona atributos mentales, tales como prudente o imprudente (de carácter moral) o bien listo o tonto (de carácter intelectual), lo que se le atribuye es la aptitud o la ineptitud para hacer cierto tipo de acciones. La mente y el cuerpo se distinguen como las disposiciones a la conducta y la propia conducta. Cita a Wittgenstein (1889-1951) en su afán por la filosofía de la mente presta atención a lo que denomina “juegos lingüísticos” practicados por los seres humanos, es decir, a los diversos usos de lenguaje, entendido como cualquier sistema de signos; por ejemplo, son juegos lingüísticos dar órdenes pero también obedecerlas, contar un suceso pero también hacer teatro, maldecir pero también rezar. Advierte que, aunque existen experiencias privadas hay un lenguaje privado que pueda expresarlas adecuadamente. Ahora bien, mientras las sensaciones, por ejemplo, son privadas, en cambio el lenguaje que las

expresa es público y compartido. En general, toda nuestra experiencia privada (sensaciones, percepciones, creencias, inferencias, sentimientos, recuerdos, imágenes mentales y deseos) se expresa en un lenguaje necesariamente público. Deja claro que los procesos mentales sólo pueden ser estudiados mediante su manifestación en un lenguaje público. En síntesis, expresa que los procesos mentales se distinguen de los procesos corporales como se distingue la vida mental interna y privada de la conducta externa y pública, pero mientras que de la primera no cabe un estudio científico en cambio de la segunda es posible tal estudio, y además la conducta es manifestación de la vida mental interna. John R. Searle, profesor de filosofía de la mente y del lenguaje en la Universidad de California en Berkeley, también cree que existe el problema mente-cerebro, puesto que sostiene que los procesos mentales no se reducen a los procesos cerebrales tal como los estudia el neurocientífico. En resumen, este autor nos plantea que en el cerebro existen dos niveles de descripción causalmente reales: El macro nivel de procesos mentales y el micro nivel de procesos neuronales. Por tanto, los procesos mentales son algo diferenciado de los procesos cerebrales, aunque no existan al margen de ellos. En consecuencia, podrá distinguirse entre los procesos mentales tal como los estudia la psicología y los procesos cerebrales tal como los estudia la neurociencia.


Según García (s/f) las neuronas son células individuales e independientes. Sus prolongaciones (dendritas y axón)lleganaacercarsemuchoaotrascélulasenlassinapsis,perosiemprequedaunespaciodeseparación entrelasdoscélulas,deformaquelainformacióndeunacélulaaotratienequesuperaresaseparaciónfísica con un elemento químico que es el neurotransmisor. La neurona es la única que tiene la capacidad de integrar toda la información que le llega (estímulos) y decidir si genera y transmite (o no) un potencial de acciónparapasarlainformaciónaotrasneuronas(unidadfuncional).

En esta imagen vemos como las dendritas de una neurona reciben múltiples sinapsis de otras neuronas. Su axón, a su vez, conecta con otras células a través de los botones terminales o botones sinápticos, en los que terminan sus telodendrias (ramificaciones finales)


Según Braidot (2008) los estudios del funcionamiento del cerebro humano, extendiéndose a diferentes áreas del saber, ampliaron su campo de aplicación. Las interrelaciones de las organizaciones han visto en la neurociencia, aplicada al campo de la gestión gerencial y los negocios, los avances logrados sobre la forma como funciona el cerebro. Las áreas que han ganado ventaja son el liderazgo y la toma de decisiones, el diseño de nuevos negocios y el manejo de talento humano en todo lo referente a la selección de personal, la formación y la capacitación. El cambio está a la orden del día con la entrada de la neurociencia. Pues los métodos y modelos de gestión aplicadas al campo gerencial y sus interrelaciones se renuevan de manera vertiginosa. En la actualidad saber cómo funciona nuestro cerebro ante situaciones de liderazgo, trabajo en equipo, el mercadeo, las relaciones laborales, sociales representan un reto en el campo organizacional y en casi todas las áreas de acción del ser humano. Recordemos que según Braidot (2008) todo dato que aporta el medio ambiente (sabores, colores, olores, texturas o sonidos) ingresan a nuestro cerebro mediante los sentidos. Sensaciones que experimentamos ante la realidad, ese proceso son el resultado de la interacción de millones de células nerviosas que envían y reciben mensajes a lo largo de una enorme cantidad de redes

neuronales interconectadas. Los significados que le damos a los objetos producto de nuestras interrelaciones con el entorno y a los hechos están mediados no solo por nuestra percepción, sino también por los mapas mentales que vamos construyendo a lo largo de los años como resultado del aprendizaje y la experiencia. En fin, las diversas estimulaciones recibidas por el cerebro influyen de forma distinta en el procesamiento de la información Esto significa que, si se activa un determinado neurocircuito, éste será el que orientará el comportamiento posterior del individuo y, lo que es más importante, la activación de un determinado neurocircuito dará una respuesta diferente que si se activara otro. El autor nos invita a no dejar de lado la capacidad humana de imaginar, en razón de que también podría intervenir en la construcción cerebral. Nos habla además de la memoria metaconsciente, la cual suma a todo lo anterior emociones y sentimientos, estos también contribuyen en la construcción de la realidad y en la formación del carácter y la personalidad de cada individuo, lo cual determinará sus preferencias y su modo de actuar dentro del ámbito social y de las organizaciones, Braidot en este sentido advierte que cada cerebro construye su propia versión de la realidad. Finalmente ello implica que nuestras creencias constituyen un puente para nuestra interacción y relación con el mundo.


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Luis Alfredo Ramírez Ch. laramirez@ucla.edu.ve Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado Decanato de Ciencias y Tecnología Departamento. Estudios Básicos y Sociales Lara - Venezuela


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