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Dark Stores, ¿el futuro de la logística?

Cada vez más empresas apuestan por cerrar sus tiendas abiertas al público para enfocarse en las entregas a domicilio de pedidos realizados en línea, una tendencia que promete cambiar la industria logística como la conocemos hoy en día.

Por Alejandro Dabdoub

Durante años la forma de adquirir productos ha sido tan lógica y natural que pocos se habían detenido a cuestionarla. Si necesitas algo, lo “normal” era salir a la tienda de preferencia que lo vende, adquirirlo y regresar a casa. Las entregas a domicilio estaban reservadas a compras especiales, pero en los últimos tiempos todo ha cambiado rápidamente y no parece que la transformación se vaya a detener.

Gigantes del retail por Internet como Amazon han planteado nuevos paradigmas, sin embargo, nada ha acelerado más la transformación de la industria como la pandemia de COVID-19. Hoy en día los consumidores se han acostumbrado a pedir lo que quieran a través de sus smartphones y recibirlo rápidamente, incluso en menos de 24 horas, lo que supone un reto para quienes se dedican a la logística.

Bajo este escenario es que se han puesto de moda las llamadas dark stores o tiendas oscuras, comercios que no cuentan con una tienda física abierta al público, sino más bien almacenes relativamente pequeños ubicados en zonas estratégicas para cubrir pedidos on-demand o por encargo.

Al igual que otras revoluciones comerciales, las dark stores presentan ventajas y retos, tanto para las empresas, como para las autoridades responsables de regularlas.

Dark stores, un nuevo modelo

La principal función de estas tiendas es satisfacer la demanda que se genera principalmente a través de pedidos por Internet. Cada vez más negocios cuentan con su propia plataforma de ventas en línea o se apoyan de algún tipo de marketplace o cibermercado para ofrecer sus productos y/o servicios a través de un intermediario.

Desde un punto de vista logístico, esto representa una serie de retos. Las grandes tiendas han acostumbrado a los clientes a entregas rápidas y confiables que se pueden estar monitoreando casi en vivo. Es por eso que contar con un almacén ubicado estratégicamente es una de los principales atractivos de las dark stores.

Al no tener que ofrecer un espacio para que los clientes visiten la tienda, los negocios reducen considerablemente el espacio de sus negocios, lo que a su vez les permite estar en zonas estratégicas donde las rentas son más altas.

Una vez que se cuenta con una ubicación estratégica, el principal obstáculo para que una dark store sea exitosa es la adecuada gestión de inventario. El espacio en los almacenes siempre será limitado y nadie quiere perder dinero al tener productos que no se venden guardados o tener un stock agotado al momento de que los clientes quieran hacer una compra.

El último gran eslabón de las tiendas es la entrega final al cliente. Una adecuada organización puede reducir considerablemente los costos. Compañías como Amazon y MercadoLibre, quienes ya ofrecen entregas en menos de 24 horas para algunos productos, han elevado los estándares de la industria a un nivel en el que sólo pueden competir los mejores.

En ese sentido, contar con un personal calificado y un sistema de gestión de punta son esenciales para sobrevivir en el nuevo ambiente comercial.

Cada vez más negocios cuentan con su propia plataforma de ventas en línea o se apoyan de algún tipo de marketplace o cibermercado para ofrecer sus productos y/o servicios a través de un intermediario

El lado “oscuro”, en cifras

Oficialmente, la primera vez que se usó el término dark store para referirse a este nuevo modelo de negocio fue en 2009 cuando la cadena de supermercados británica Tesco abrió una tienda que sólo admitía pedidos por demanda y a domicilio. A partir de entonces, el concepto fue replicado, especialmente en Reino Unido y Europa, y comenzó a crecer a un ritmo lento, pero constante.

Al igual que con otras tendencias tecnológicas actuales, la pandemia de COVID-19 aceleró la adopción de las tiendas. En 2020, Amazon abrió su primera dark store de Whole Foods en Brooklyn, su subsidiaria en temas de alimentación.

De acuerdo con la empresa de servicios y asesoramiento inmobiliario comercial Newmark, las primeras aperturas de naves industriales especializadas en dark stores en México abrieron en 2017. No obstante, su crecimiento sigue estando limitado a las grandes ciudades del país.

Un análisis realizado por Data Sutram afirma que las dark stores alrededor del mundo han permitido realizar entregas 1.25 veces más rápidas, reducir los costos operativos hasta en un 35 por ciento y aumentar la eficiencia operativa en un 40 por ciento.

En esa línea, la consultora Precedence Research, con sede en Canadá e India, señala que actualmente las dark stores presumen un tamaño de mercado de más de 12 mil millones de dólares en todo el mundo y la tendencia sigue siendo a la alza. De tal modo, prevé que para 2032 alcancen una capitalización de más de 307 mil millones de dólares.

En el caso de México, la industria sigue siendo relativamente nueva y no se cuentan con cifras específicas acerca del número de empresas que cuentan con este tipo de negocios. Sin embargo, el comercio electrónico o e-commerce ha explotado en el país tras las cuarentenas del COVID-19.

La Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO) señala que el comercio electrónico minorista en México creció en un 23 por ciento en 2022 para llegar a unas ventas totales de más de 528 mil millones de pesos. Esto representa casi tres veces más de lo que se tenía en 2019 previo a la pandemia cuando las ventas en línea rondaban los 184 mil millones de pesos. De tal modo, nos encontramos entre los primeros cinco países con mayor crecimiento de comercio electrónico del mundo después de Indonesia, Filipinas y la India.

Detrás de este crecimiento se encuentra una mayor penetración del uso de Internet. Un estudio de 2023 publicado por la agencia de consultoría We Are Social advierte que en México existen actualmente alrededor de 94 millones de internautas (14 millones más que en 2019), lo que representa a más del 73 por ciento de la población.

Todos los pronósticos del sector apuntan a la alza. Según Statista Digital Market Insights, se tiene previsto que México duplique el monto de ventas en línea en los próximos cinco años.

Las ventajas de las dark stores

A pesar de que operar una dark store representa grandes retos, los beneficios suelen superar los costos cuando se implementa una buena estrategia logística. Algunas de las ventajas más destacadas de este modelo de negocio son las siguientes:

  1. Reducción de costos operativos: además de que requieren un espacio mucho más reducido que las tiendas tradicionales (y por lo tanto reducen el costo de la renta del local), las dark stores pueden operar con menos personal. Principalmente se recortan puestos de personal de ventas y cajeros, pero el ahorro puede ir más allá dependiendo del giro comercial.

  2. Ubicación, ubicación, ubicación: uno de los cuatro pilares del marketing es el punto de venta. No obstante, las grandes ciudades cada vez cuentan con menos espacios en los lugares más concurridos y es ahí dónde las dark stores brillan porque pueden operar en lugares reducidos bien ubicados, aunque no necesariamente de fácil acceso para los clientes de a pie.

  3. Adaptabilidad: la demanda está en constante cambio y el comercio electrónico nos ha ayudado a prevenir nuevas tendencias. Al contar con un sistema automatizado on demand es más fácil modificar las estrategias de venta si es necesario.

  4. Tierra fértil para la eficiencia: el cliente siempre tiene la razón, pero el cliente también puede ser el mayor dolor de cabeza de los comerciantes. Al reducir al mínimo la interacción con las personas y automatizar sus preferencias, se reducen también los malentendidos y se crea un ambiente para establecer sistemas operativos eficientes con mayor facilidad.

No todo es color de rosa

A pesar del gran auge que ha tenido el nuevo modelo de negocio, la tendencia ha comenzado a toparse con resistencia en algunos países, sobre todo en grandes ciudades europeas como Barcelona, París y Amsterdam.

La principal queja es que estas empresas, aprovechando la flexibilidad de su modelo de negocio, se suelen instalar en zonas residenciales para estar más cerca de sus clientes. Al no ser tiendas “normales”, pueden evadir las regulaciones existentes de uso de suelo.

No obstante, ahora existe una ola de regulaciones que busca limitar a las draks stores a los parques industriales o zonas de trabajo para mantener la paz en los vecindarios. Las autoridades advierten que esta actividad genera ruido, molestias y representa una invasión de la vía pública por parte de los repartidores.

En esa línea, y similar a los que ha pasado con otros sectores de la economía colaborativa, los reguladores buscan proteger los derechos laborales de quienes realizan las entregas. Por ejemplo, en Barcelona buscan hacer obligatorio que las dark stores cuenten con un espacio al interior de sus instalaciones para poder esperar y recibir pedidos, lo que representaría un costo adicional para las empresas.

A pesar del gran auge que han tenido las dark stores, la tendencia ha comenzado a toparse con resistencia en algunos países, sobre todo en grandes ciudades europeas como Barcelona, París y Amsterdam

De la oscuridad, a tu mesa

Cocinas fantasma, virtuales, en la sombra o en la nube, no importa cómo les digan, el concepto de las dark kitchens sigue creciendo en todo el mundo.

Similar a las dark stores, este tipo de negocios de comida se caracteriza por sólo ofrecer entregas a domicilio, especialmente a través de pedidos en línea. Las cocinas suelen instalarse en lugares estratégicos donde repartidores de diversas plataformas, o incluso de la misma empresa, esperan a que les entreguen los platillos para ir a entregarlos.

En ese sentido, los nuevos “restaurantes” no tienen un área para comensales, no hay mesas ni sillas y mucho menos un letrero que anuncie en dónde están. Están cerradas para el público de a pie, aunque sus menús los puede ver cualquiera en la web.

También existen dark kitchens que se dedican a prestar sus instalaciones a otros chefs o restaurantes. Su modelo de negocio es invertir en todo el equipo necesario para operar una cocina comercial y luego rentarlo a terceros. De tal modo, puede haber cocinas fantasmas en las que convivan diferentes marcas o conceptos culinarios.

La otra gran ventaja de estos lugares es que fueron creados para este propósito en especial. Si los restaurantes tradicionales batallan para recibir a los repartidores y contar con la infraestructura de cumplir con pedidos en línea de manera rápida y eficiente, las dark kitchens son su mejor opción para aprovechar la nueva tendencia que cobró auge con la pandemia.

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