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México y Estados Unidos: La radiografía de una relación comercial

A pesar de las tensiones generadas por las consultas del T-MEC, el vínculo con el país vecino se mantiene fuerte

En los últimos años, el Gobierno de México y el de Estados Unidos se han enfrentado en el ámbito económico. Desde las exigencias de Donald Trump para cambiar el TLCAN, hasta las nuevas políticas energéticas en nuestro país, pasando por las críticas contra la estrategia de seguridad o el tráfico ilegal de armas, en los medios de comunicación parece reinar la división entre ambas naciones. Sin embargo, la relación comercial se mantiene saludable y muestra indicios de seguir mejorando.

De acuerdo con datos proporcionados por American Chamber of Commerce of Mexico (AmCham), en febrero pasado el país recuperó su lugar como el principal socio comercial de Estados Unidos (el año pasado quedó en segundo lugar por detrás de Canadá, pero por encima de China). En el primer trimestre del año, la Inversión Extranjera Directa (IED) estadounidense superó los 7 mil 600 millones de dólares, lo que representa un crecimiento del 24 por ciento comparado con 2021 y el mejor dato para un periodo similar desde 2001.

Después del desplome comercial derivado de la pandemia, la relación parece haber vuelto a la normalidad. El año pasado México llegó a importar más de 276 mil millones de dólares de Estados Unidos, mientras que las exportaciones superaron los 384 mil millones, según AmCham.

384,000 millones de dólares Las exportaciones de México hacia EE.UU. en 2021

Para dimensionar el tamaño de todo esto, es necesario voltear a ver toda la industria que generan los países al momento de trabajar juntos. American Chamber of Commerce destaca que representa a un gremio de más de mil 200 empresas. En conjunto, estos negocios aportan el 21 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de México. Asimismo, son responsables de más de 8 millones de empleos directos e indirectos. Por su parte, históricamente Estados Unidos ha representado el 50 por ciento de la IED en el país.

Los beneficios son para todas las partes ya que se estima que el comercio con México genera alrededor de 5 millones de empleos en territorio estadounidense.

Contra viento y tensiones políticas

El principal conflicto entre México y Estados Unidos actualmente en el ámbito económico gira en torno a la política energética de nuestro país. El actual Gobierno ha dado marcha atrás a la apertura realizada por el expresidente Enrique Peña Nieto y busca que el Estado vuelva a retomar el control del sector. Este tipo de medidas han tenido un impacto en las inversiones realizadas por empresas extranjeras. Sin embargo, el conflicto ha escalado a otras áreas.

El mes pasado, el embajador estadounidense, Ken Salazar, criticó la estrategia de seguridad y advirtió que si no se soluciona, no se pueden llevar a cabo inversiones seguras. Por su parte, la Secretaría de Relaciones Exteriores le contestó que el combate al crimen tiene que ser un trabajo en equipo entre las dos naciones y que primero atienda el problema de tráfico ilegal que aflige a Estados Unidos. Este tipo de intercambios dificulta la cooperación económica y hace imprescindible la labor que hacen organizaciones como American Chamber of Commerce.

Todos los actores económicos mantienen un interés porque el diálogo no se acabe entre las partes y sigamos en una relación ganar-ganar. Aquí es donde el rol de un mediador como AmCham ha destacado por mantener a flote los intereses de todos.

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