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Un ícono mexicano hecho en China
Por Roberto Gutiérrez
A pesar de que México cuenta con 35 de las 58 especies de cempasúchil en el mundo y su producción aumentó considerablemente de 664 mil plantas en 2018 a 1.2 millones en 2020, su semilla es importada del continente asiático
Durante el año, cientos de mexicanos esperan a que llegue el otoño para celebrar una de las fechas más importantes al vivir la gran tradición del día de muertos. El 2 de noviembre se reúnen todas las familias para adornar ofrendas, panteones y altares con el fin de recordar a sus seres queridos. Para cada uno se utilizan diferentes elementos pero existe uno en especial que no puede faltar: el cempasúchil.
Esta flor de origen mexicano la utilizamos comúnmente en los altares del día de muertos y puede ser de corte natural o de maceta, lo que hace referencia a su orígen. Las semillas del cempasúchil de maceta son importadas de países como China, Estados Unidos, Japón o India, donde se mejoran para que el color de su flor sea intenso y su ciclo de cultivo más corto. Así los aceites, que dan su olor característico, pueden ser reducidos y su generación de semilla también.
La tradición de que campesinos mexicanos cultiven esta flor para los meses de octubre y noviembre lleva más de 3 mil años, ¿se conservará en las siguientes generaciones?
¿Dónde se cultiva el cempasúchil?
El Estado de México, Puebla, Hidalgo, Guerrero, Michoacán, Tlaxcala, San Luis Potosí, Morelos, Oaxaca, Ciudad de México y Durango.
En 2019, el estado de Morelos produjo alrededor de 6 mil plantas con semilla importada y en flor de corte, solo cultivó aproximadamente 221 toneladas. Su precio va de los 20 a 30 pesos por ramo y hasta en 70 por maceta.