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Colegio Nacional de Neurocirugía, A.C. en la pandemia por COVID-19 Dr. Carlos Castillo Rangel

Presidente del Colegio naCional de neuroCirugía, a.C. El CNNC en la pandemia por COVID-19

En marzo de 2020, cuando sabíamos de la inminente llegada a México del virus SARS-CoV-2, cambio nuestro panorama en el aspecto asistencial, académico, laboral y de todo tipo. Repentinamente los neurocirujanos que trabajamos en instituciones públicas debíamos atender tanto los problemas neuroquirúrgicos como los de la pandemia, que fue y sigue siendo un problema importante. El riesgo de rebrotes siempre está latente, como se vio en la reciente tercera oleada.

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Cambió el panorama no solo en Neurocirugía sino en todas las especialidades, todo se volcó hacia el COVID, la academia cambia, las clases se difieren, cada especialidad deja de atender pacientes y solo se brinda atención a aquellos en urgencias; muchos establecimientos se convirtieron en Hospital COVID, por lo que en los pisos de cada especialidad atendíamos a este tipo de pacientes.

Hubo un momento en los meses de básicamente noviembre, diciembre y enero ya de 2021 en que ya no internábamos pacientes neurológicos y nos dedicamos de lleno a atender pacientes COVID, porque así lo exigía la situación y autoridades sanitarias.

Los residentes también se concentraron en torno al virus, dejamos las clases presenciales para continuar mediante videoconferencias para seguir con la academia de Neurocirugía, pero incluso eso se vio rebasado y nos centramos definitivamente en el COVID. Afortunadamente pudimos atender una amplia población, ese es nuestro deber y es nuestra vocación estar al servicio de la gente.

Trabajo permanente

Hubo quienes durante todo el año estuvimos atendiendo pacientes neurológicos, neuroquirúrgicos y al mismo tiempo COVID. En muchos lados no se podía, nosotros fuimos de las pocas

sedes donde seguimos trabajando en ese aspecto.

Se suspendieron todos los cursos programados en Neurocirugía, así como el IV Congreso de Nacional Tópicos Selectos en Neurocirugía a realizarse en Acapulco.

Actualmente, de forma paulatina vamos retomando el entorno de la especialidad, reiniciamos clases, conversatorios, durante todo el año hubo webinars, pero evidentemente no se alcanzan las expectativas que tenemos de la enseñanza en Neurocirugía. Ahora intentamos volver a la llamada “nueva normalidad”, han vuelto las cirugías programadas, las clases presenciales combinadas con la vía digital.

Y en ese mismo entorno queremos celebrar del 3 al 6 de noviembre el Congreso Nacional Tópicos Selectos de Neurocirugía en Acapulco, donde volvemos a situaciones presenciales, que sin duda son lo mejor y permiten

una forma dinámica y plena de exponer y discutir casos clínicos. Podemos decir que la Neurocirugía intenta regresar a sus parámetros habituales, normales y es por eso que queremos preparar este congreso en Acapulco.

Tecnología, gran aliada en la pandemia

En estos meses de pandemia accedimos a muchos avances tecnológicos que nos permitieron una comunicación fluida e interacción simultánea con muchos colegas y miembros de otras especialidades afines o relacionadas.

Estas fueron valiosas herramientas que ayudaron a que no se detuvieran las actividades asistenciales, porque si bien campeaba el COVID, había otras cuestiones que requerían atenderse.

Dichos avances siguen y en la Neurocirugía de hoy la tecnología es muy importante, con los avances en nuevas técnicas de imagen, nuevas técnicas quirúrgicas, microscopios más avanzados, otoscopios, los puertos únicos, la combinación de la resonancia magnética con el microscopio, ligados al neuronavegador y al endoscopio, es un avance impresionante de la tecnología conjugada, que nos permite mejorar los resultados en los pacientes.

Sabemos que la tecnología no está al alcance de todos, pero afortunadamente ha llegado y está permeando en diferentes ámbitos, como el nuestro; es una realidad y quizá en los centros de las grandes urbes es donde se tiene la mayor parte de tecnología, pero no podemos decir lo mismo de la gran mayoría de centros en las diferentes entidades de la república.

Habrá que ir adaptando muchas cuestiones, legislativas, presupuestales, etcétera, para que cuenten con esa tecnología y especialistas que la operen.

Por supuesto, son bienvenidos todos los avaneces tecnológicos que nos permitan operar de la mejor manera a un paciente; hoy algunas salas prácticamente se manejan con computadoras, la tecnología que rebasa al ser humano, a quienes estamos dentro. Cierto, es una gran ayuda, útil, pero nunca podrá remplazar a las manos y cerebro de un cirujano y de su equipo quirúrgico.

Recuperar tiempo en Enseñanza

Es una preocupación y la propia UNAM lo ha reconocido, que la preparación académica en esta pandemia fue deficiente para las especialidades.

Puedo asegurar que hoy por hoy muchos sabemos de COVID enormemente, pero en muchos que entraron como estudiantes de alta especialidad en áreas específicas no se logró el objetivo porque no hubo posibilidades debido a la pandemia y, por las necesidades, no hubo enfoque hacia la parte académica.

¿Cómo recuperarlo? La única forma es mantenerse en el trayecto de estudiar, ver pacientes, estar constantemente en el hospital y dedicarnos a ello intensamente para poder asimilar lo que en su momento no se pudo.

En algunos centros pudimos seguir con ambas situaciones, COVID y Neurocirugía, pero en la mayoría no fue así.

Evidentemente, para recuperarse estos médicos en formación tendrían, en la medida de sus posibilidades, que estudiar más, entrar de observadores a muchas cirugías y procedimientos, estar pendiente de ver a los pacientes, pasar visita, estudiarlos, ver cómo se desarrollaron, para así recuperar ese tiempo empleado en la pandemia, que no es perdido porque pudimos atender a nuestra población.

Coincido con lo señalado por nuestra máxima casa de estudios: no podemos retroceder ni podemos cancelar un año, porque esto es una dinámica continua, los de atrás vienen empujando y no nos queda sino que quienes estuvieron cursando en la pandemia alguna especialidad, se acerquen como observadores, lo que en el extranjero llaman fellow observer.

No va a haber otra forma de recuperar ese tiempo, pero se necesita la cooperación de las Unidades de Enseñanza, de los profesores asignados, de los residentes que cursan ese año actualmente para darle cabida a sus otros compañeros y puedan observar los procedimientos.

Se requiere un esfuerzo múltiple: económico, de tiempo, organización y demás, pero será la única forma en que se pueda recuperar la gente que le tocó vivir esta etapa.

Ojalá que la pandemia no nos cause más estragos, que no llegué una tercera oleada como ha pasado casi en todo el mundo. Tenemos nuestras esperanzas puestas en ello.

Sin embargo, recordemos que en general toda la Medicina es práctica, por eso deben estar ahí con los pacientes, revisándolos, estudiándolos, viendo sus avances, etcétera.

Y en las especialidades que requieran técnicas quirúrgicas de cualquier tipo, convencional, endoscópicas, no endoscópicas, abiertas, mínima invasión o máxima invasión, es imperativa la práctica, es lo único que da experiencia y desarrolla habilidades, que aumentan y se perfeccionan conforme el número de casos que uno haga, por su puesto con las bases adecuadas.

Hacemos un llamado a los maestros, a nuestros catedráticos, para que tengan esta apertura hacia los residentes que no tuvieron esta oportunidad de práctica, que puedan tanto los que van en tiempo cursando el año, como los que se quedaron atrás, llenar ciertos recovecos que hubo debido a la pandemia. Insisto: es muy importante la colaboración de todos.

IV Congreso Nacional Tópicos Selectos de Neurocirugía

En cuanto al congreso en noviembre, la primera novedad es que se une el 1er Congreso Intercontinental de Neurocirugía, al que vendrán expertos de África, Asia, Europa, Latinoamérica y Norteamérica.

Será especial porque esas personalidades contribuirán al compartir sus conocimientos, además de que es muy emotivo el que se unan todos los continentes en torno a la Neurocirugía.

El segundo aspecto de trascendencia es que van a realizarse cuatro talleres en la Universidad de Acapulco; uno de abordajes a la base de cráneo con especímenes; otro de abordaje tubular de mínima invasión a columna con especímenes también; un tercero también con especímenes, neuronavegación, microscopios de abordaje tubular a

lesiones intracraneales y un cuatro con material que aporta el Colegio Nacional de Neurocirugía, siempre pensando en la gente joven, en los residentes y en los neurocirujanos jóvenes.

Este material es de realidad virtual y permitirá visualizar y adentrarse en aneurismas, realizar abordajes convencionales en modelos de una semejanza muy parecida al cerebro en forma, tamaño real de un cerebro, consistencia, agregando tecnología donde uno pone su celular, se incrementa la realidad virtual y aparece otro tipo de lesiones que se pueden ir abordando. muestren las habilidades de cada quien y como siempre, que el más beneficiado sea el más joven y el residente.

Es un material que hemos adquirido a través del Colegio Nacional de Neurocirugía en beneficio de los neurocirujanos, sobre todo de los residentes.

Eso es lo nuevo que hay en el congreso, que como siempre se caracteriza por ser un evento fraterno, de amistad, empatía, sin involucramientos del ego, con toda Estarán como siempre las tradicionales noches de cena, la convivencia en la playa que nos permite la otra parte de los médicos, somos humanos y esa parte también aprovechamos el tiempo para la convivencia, estrechar y forjar lazos de amistad, al necesario esparcimiento.

Algo muy importante, para lograr la mayor inclusión posible y que el mayor

la disponibilidad para que los profesores enseñen lo que saben.

Lo más importante del Congreso Nacional de Acapulco son los lazos de amistad, es algo fundamental que nos da mucha apertura para que todo mundo se sienta cómodo, realmente se reparta la enseñanza, se

número de personas disfruten de los conocimientos, es que el congreso se va a transmitir a través de las redes sociales, para que la gente que no pueda acudir lo vea también.

Tocando el tema de las preocupaciones del Colegio, lo que ha procurado y donde ha tenido una participación activa durante toda la pandemia, es en la difusión de las medidas preventivas para el COVID, participando activamente en la difusión de la situación que tenía y tiene actualmente la enfermedad en nuestro país.

Pero también tuvo participación activa en la repartición de cubrebocas, mascarillas y equipo de protección personal para todos los residentes del país. Estuvimos participando activamente en ello porque es un compromiso social.

También el Colegio Nacional de Neurocirugía ha tomado todas las precauciones para que el congreso sea seguro, no vamos a bajar la guardia en ningún momento, tendremos control de cupo en determinados salones y todas las medidas como lavado de manos, gel, uso de cubrebocas en ciertas áreas y todos los cuidados recomendados a nivel nacional e internacional.

La salud de la población, prioridad del CNNC

Para el Colegio Nacional de Neurocirugía es importante la salud en el país, no solo en el ámbito de la especialidad sino en el aspecto general de la salud.

El Colegio ha estado muy cercano a la población, a través de campañas de salud de primer contacto, porque es importante que en forma temprana se detecten enfermedades. Es increíble que a estas alturas parte de nuestra población no tenga acceso a una consulta temprana y oportuna. Es ahí que en estas campañas hemos detectado a muchos pacientes con problemas metabólicos, que antes de que se compliquen, antes de que lleguen a insuficiencia renal, etcétera, puedan atenderse o dirigirlos hacia donde puedan tener atención temprana y eficiente.

Para mí, la cercanía con los pacientes es de suma importancia, estoy convencido de que es necesario tener contacto con ellos, platicar; un médico no ve solo el aspecto de Medicina, siempre somos como los consultores y acompañantes, la gente nos platica sus problemas sociales, económicos, familiares, etcétera, y pasamos de simples médicos a ser un apoyo.

Prevención, la mejor herramienta

Así, increíblemente, si se tiene la oportunidad de ayudar a la población en una etapa muy temprana con atención oportuna, podemos disminuir los costos de lo que destina el país a la salud.

Podemos dirigir nuestra atención integral de manera preventiva y no nada más a la curativa cuando el paciente requiere atención intrahospitalaria, cirugías muy complejas, terapia intensiva, costos que pudieron haberse reducido, pero el paciente no recibió una atención temprana, no lo canalizaron ni lo detectaron a tiempo, por múltiples factores que existen en el país. Es una de las cosas en las que tenemos que enfocarnos.

Es increíble que en una de nuestras campañas de salud pudimos detectar gente que tenía una tumoración y ni siquiera lo sabía; igualmente datos de insuficiencia renal que desconocían.

Ellos son pacientes que llegan años después a los hospitales, pero en etapa terminal, donde los beneficios que le podemos dar son pocos ya, pero además los costos se elevan muchísimo.

Hay que estar cercanos a la población, con mis pacientes siempre procuro hacer una empatía muy importante, porque pienso que la fe y la confianza que se tenga en la relación médico-paciente es de suma importancia, además de que ayuda a superar muchas cosas.

En estas campañas y sin olvidar la parte que corresponde a la educación del paciente temas que atañen directamente a los pacientes neurológicos, nuestra rama específica, hemos visto situaciones

de epilepsia, prevención de eventos vasculares cerebrales, ya sean hemorrágicos o isquémicos como el infarto, por ejemplo.

También temas de enfermedades degenerativas localizadas a tiempo, síntomas primarios de lesiones en columna, en médula espinal, todo eso que puede detectar en consulta oportuna por supuesto.

Es básico poder atenderlos a tiempo y se reducen los costos, tanto para el paciente como para el gobierno. Para fortalecer esa cercanía, nosotros realizamos un suplemento en una revista, el que trató el tema de atención COVID, la situación que existía y de las medidas que se podían tomar para reducir contagios.

Hicimos una transmisión en una plataforma digital dirigida a la población, también con esta temática. En ese aspecto el Colegio seguía participando con videoconferencias para población abierta, publicamos suplementos en salud con diversos temas, uno de ellos, por supuesto, el neurológico y neuroquirúrgico, que es nuestra área y que vemos precisamente, además de las campañas de la salud. El Colegio fue muy activo, a pesar de la pandemia,

Aplicando el legado de grandes maestros

Mi inquietud por la Medicina se dio muy temprano en mi vida, recuerdo tener esta vocación desde la primaria y ya estudiando la carrera se reforzó con la inspiración que me dieron tres grandes profesores, que me han dejado una enseñanza muy amplia.

Primero fue el Dr. Juan Girón Marqués, cirujano general, él me dio lo básico de la clínica y me enseñó cómo se da consulta y se atiende al paciente; era enérgico en muchas cosas, pero era todo un personaje.

El maestro Girón me enseñó cómo se estudia al paciente, yo creo que bastante bien. Su personalidad me transmitió muchas cosas de lo que ahora soy actualmente.

El segundo fue el Dr. Luis Delgado Reyes, a quien conocí como estudiante, y sí, por él decidí ser neurocirujano, porque en él se plasmaba todo lo que es la enseñanza, la facilidad con la que uno puede enseñar, la pasión de hacer cosas adecuadas, de estudiar, de investigar; él ha sido un investigador, quizá no tiene

el titulo como tal pero ha sido un gran investigador en cuestiones de anatomía. Él me enseñó después que la Neurología, la Neurocirugía, eran algo muy preciso, exacto y por ello las estudié.

Ya como residente el Dr. Luis Delgado me enseñó cómo se trata al cerebro, cómo se trata al paciente, los abordajes, los cuidados que se debían tener con el cerebro; me enseñó también que la responsabilidad de uno como médico al tener la vida de un paciente en sus manos es actuar de la mejor manera posible, contar con los conocimientos adecuados, pero de verdad me enseñó como neurocirujano, cómo tratar al cerebro con la delicadeza necesaria, sin maltratarlo, eso es algo que siempre voy a llevar, él ha sido mi maestro de toda la vida y cuando me preguntan mis estudiantes: “maestro, ¿cómo aprendió esa parte?” les respondo que gracias al Dr. Delgado.

Y el tercer gran maestro que tuve, el Dr. José María Sánchez Cabrera, a quien le hemos hecho ya un homenaje en el Congreso Nacional Tópicos Selectos de Neurocirugía. El maestro me enseñó muchas cosas, de la vida, de la Neurocirugía; era un caballero en toda la extensión de la palabra; me enseñó la justicia porque él era muy justo y, lo digo, hasta su muerte fue muy justa, porque simplemente se quedó dormido.

Él me enseñó lo que es ser justo con los residentes, con los compañeros, nos enseñó también a estudiar, nos enseñó mucha clínica, nos trataba de enseñar cómo vestir también, esa es una parte muy importante. Pero sobre todo, él decía: “yo puedo ser tu amigo, pero no tu cuate”.

Entonces, esos son los tres grandes maestros que he tenido. Podría mencionar otros, pero los fundamentales que me han forjado el carácter, la personalidad, fueron ellos tres.

Por supuesto, en su momento nosotros en el Congreso Nacional de Neurocirugía le hemos rendido homenaje a cada uno de quienes pensamos que han contribuido a la Neurocirugía, por todo lo que han dejado, por la enseñanza, por la formación de residentes, por su legado que no se va a borrar nunca. Creo que lo más importante no es tener más títulos, sino dejar un legado que vivirá en todos y cada uno de quienes lo reciban.

Hay gente a la que en su oportunidad vamos a ir dando reconocimientos porque han dejado huella, y eso es lo más importante, ya que uno trasciende al dejar huella, decía uno de mis maestros, el Dr. Carlos Mercado Coria, de Histología en la UNAM, un tipo brillante, genio en la palabra, en la figura, en la personalidad, al igual que su gemelo, ambos muy carismáticos.

Él fue quien nos enseñó la introducción a la cultura; nos enseñaba Histología muy bien, pero nos enseñaba la pasión por la cultura, la música, la pintura, de lo que nos daba clases compartiendo su pasión, que nos la contagiaba a nosotros, ya que era un experto conocedor que transmitía su entusiasmo.

El maestro mencionaba también que el fin de estaba vida es ser feliz y es algo que también le transmito a todos, no solo a mis residentes sino a mi hijo, a mi familia, a todo mundo. Hay que ser feliz con lo que uno haga, se pueden tener muchas actividades, pero hay que ser feliz en y con cada una.

En cuanto al COVID, es de tal trascendencia que cambió la vida en el mundo entero. Por ello hemos publicado artículos internacionales acerca del tema, puesto que este coronavirus tiene mucho que ver con el aspecto neurológico, por esa razón uno de los primeros síntomas que hay es la anosmia, que deja de oler el paciente porque el virus se introduce por el nervio olfatorio. No es casualidad que después de ahí se deriven muchos padecimientos neurológicos.

Hay muchas líneas de investigación en cuanto a cuál es el comportamiento del virus dentro del sistema nervioso, cuáles son las enfermedades que causa, por supuesto eventos vasculares cerebrales, enfermedades inmunológicas como el síndrome de Guillain-Barré, neuropatías que quedan después de la enfermedad, trastornos que no se pueden llamar emocionales puros porque son desencadenados por alteraciones neurológicas, pero también trastornos que se pueden identificar como psiquiátricos después del COVID, así como otros padecimientos medulares, por ejemplo mielitis, inflamación de la médula por COVID, etcétera.

Las líneas de investigación ahí están, porque además se trata de una enfermedad nueva, de la que todavía no sabemos ni cómo se va a terminar, cómo se comportará, si llegará a controlarse completamente.

Las vacunas afortunadamente se dieron muy rápido, pero igual por esa rapidez tendrán que estarse colocando cada cierto período conforme surjan nuevas cepas y variantes.

Quienes hemos tenido la oportunidad de recibirla sabemos que no nos va a proteger toda la vida y se tendrán que colocar nuevas dosis cada cierto tiempo, hasta que se logre una vacuna definitiva como la de la varicela, viruela o sarampión, con dosis únicas para toda la vida.

Falta mucho por estudiar. Ya tuvimos una vez un conversatorio en la Cámara de Diputados con gente experta en salud ambiental y sabemos que la actual no es la única pandemia, otras van a venir, desafortunadamente, y si no cambiamos la conducta humana van a venir cada vez más tempranamente.

Antes la pandemia de la gripe española se registraba cada treinta años, después vino a presentarse cada diez años, ahora cada seis años y así se van a ir presentando las pandemias de diferentes situaciones por la intervención de nosotros los humanos en el medio ambiente y no saber llevar un equilibrio. porque esto es la consecuencia de eso, finalmente.

Y cada vez serán más agresivas en las consecuencias o secuelas para el ser humano, por ejemplo en el caso de los daños neuronales de los que ahora estamos hablando.

Y había también un medicamento efectivo, ahora a casi un año ocho meses de que empezó la pandemia no hay medicamentos efectivos para el problema, hay una vacuna, hay uno que otro medicamento que ayuda a mejorar la situación, pero no hay un medicamento efectivo hasta la fecha. En cambio, para la influenza AH1N1 sí hubo en su momento el antiviral adecuado que paró el problema y se acabó.

Vemos muchos países del llamado tercer mundo en situaciones muy severas, que no han comenzado siquiera a vacunarse o llevan apenas ínfimos porcentajes de su población algunos de ellos. No vamos a estar terminado de vacunar a toda la población mundial contra este virus cuando llegue otra pandemia.

No es que uno lo quiera, pero por la interacción con el medio ambiente eso va a pasar. Esperamos que el humano aprenda y que modifiquemos nuestra conducta ante el medio ambiente.

Médico cirujano egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México UNAM. Especialidad en Neurocirugía en el Hospital Juárez de México de la Secretaría de Salud federal en 1995. Aprobación del examen del Consejo de especialidad de Neurocirugía. Como parte de su formación académica y profesional es cirujano de base de cráneo y cirujano vascular cerebral. Certificado por el Consejo Mexicano de Cirugía Neurológica. Promotor permanente de la enseñanza de la Neurocirugía y las neurociencias en México, ha participado por varios años como profesor y asesor en la formación de diversas generaciones de médicos residentes de la especialidad; procura intensamente la academia mediante la organización de cursos y congresos nacionales e internacionales. Conformó el Colegio Nacional de Neurocirugía A.C., reconocido por la Dirección General de Profesiones de la Secretaría de Educación Pública. Mediante la operación de este organismo, busca una práctica médica digna, otorgar atención con altos estándares de calidad y seguridad en el paciente con enfermedades neurológicas, así como la seguridad jurídica en el ejercicio laboral y el bienestar en general de estos profesionales de la salud.

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