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Avances en Cirugía Neuroendovascular Dr. Abraham Omar Pichardo Uribe

dijo que ya no había en la Física nada más para conocer, para avanzar o para descubrir, que simplemente lo que había que hacer era tomar mejores medidas de lo que ya conocíamos. Cinco años después Albert Enstein favoreció al mundo con la teoría de la relatividad.

Por eso nuevamente insisto en decirles que no pensemos que todo está hecho, sigamos adelante, avancemos y no nos demos por vencidos. Y yo no me doy cuenta de esas cosas, pero cuando uno ve para atrás y realmente se percata de que gente que estuvo con nosotros hoy está desarrollando Neurocirugía Funcional aquí en México, en Costa Rica, en Chile, en Puerto Rico y otros países, es algo que le da energía al motor seguir adelante.

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Como presidente de la fundación CENIT nunca he pensado en dejar algún legado, sino en trabajar constantemente. Creo que el fruto de ese trabajo es lo que uno deja día a día, yo lo que hago es con y por pasión, no me importan los sacrificios y no lo tomo por sacrificio. Hace poco mí secretaria me dijo:

Así, creo que el legado es lo que uno hace día a día y lo tiene que hacer con pasión.

Neurocirujano Universitario. Fellow of Interventional Pain Practice-WIP (World Institute of Pain). Profesor regular adjunto de Anatomía, Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Presidente de la Fundación Cenit para la Investigación en Neurociencias, Institución Afiliada a la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Tesorero de la International Neuromodulation Society (INS). Director de Certificación y Acreditación de la Academia Latinoamericana de Médicos Intervencionistas en Dolor (ALMID). Editor en jefe de la revista “Neurotarget – Vanguardia en Neurociencia”, Buenos Aires, Argentina.

Dr. Omar Abraham Pichardo Uribe

Coordinador de la ClíniCa de Cirugía CerebrovasCular, Centro MédiCo abC

Avances en Cirugía Neuroendovascular

Actualmente soy presidente de la Sociedad Neuroendovascular Mexicana, un área difícil de definir porque es poco conocida al ser relativamente nueva, pese a que la Neurocirugía tiene una tradición muy amplia en nuestro país, distinguiéndose por ser uno de los más significativos a nivel mundial.

La Neurocirugía endovascular no tiene los procesos convencionales de cirugía: es mínimamente invasiva y busca resolver padecimientos de la circulación cerebral sin abrir el cráneo, sino por una punción en mano o pierna, navegando dentro del cuerpo por el sistema circulatorio y llegar al sitio del problema para, con diferentes tecnologías resolverlos.

Empezó con enfermedades muy básicas, luego aneurismas y ha ido extendiendo sus posibilidades de tratamiento de este tipo, incluyendo administrar quimioterapia para tumores cerebrales en forma muy selectiva, en ocasiones neoplasias muy agresivas, lo que es algo muy prometedor. Todos los aspectos tecnológicos permiten que la navegación del cerebro sea una realidad, es algo que tiene mucho futuro y desde hoy tenemos gente en formación, en tanto que la tecnología va siendo cada vez más asequible.

En el Hospital 1º de Octubre del ISSSTE podemos hacer reconstrucciones en tercera dimensión, planeaciones y mediciones de los vasos, etcétera, así como tratamientos de aneurismas, así como un proyecto para atacar coágulo ya no con medicamentos sino navegar, localizarlo y extraerlo, lo que nos ha dado resultados muy satisfactorios.

Fuimos pioneros en esto, publicamos nuestros resultados y enfatizábamos la importancia de la capacitación del personal y el entrenamiento continuo para tener buenos

resultados, además de que todo el equipo esté involucrado. Estamos orgullosos de ello, nuestros avances son claros y hemos reducido significativamente el tiempo para restablecer la circulación, logrando que el paciente pueda recuperarse muy pronto, valerse por sí mismo y regresar a sus actividades cotidianas.

En la situación isquémica del infarto cerebral el tiempo es apremiante: cada minuto que pasa mueren 2 millones neuronas. En otro escenario, cuando hay una ruptura o hemorragia, las complicaciones y circunstancias son otras, por ello hemos iniciado una campaña en que nuestro mensaje principal es la detección para tratar esos aneurismas antes de que se rompan.

Cuando un paciente sabe que lo tiene, se interna, se trata, regresa a su casa en dos días y se reintegra a sus actividades normales en siete días, los que recomendamos para evitar algún tipo de problema. Es fundamental detectarlo antes de que se rompa, de otra manera siempre existe la posibilidad de estar en terapia intensiva con monitoreo, intubado, con riesgo de muerte del 50 %, posibilidad de que tenga un déficit permanente, postrado en cama, etcétera.

Determinados factores aumentan la posibilidad de tener un aneurisma, pero literalmente cualquiera pudiera tenerlo, incluso niños. El 2 % de la población lo tiene y en muchos casos no lo sabe; puede que le duela la cabeza o tenga algún síntoma, pero la mayoría de las veces no va a tener ningún síntoma, por lo que sugerimos que de tanto en tanto se revisen, por cada 10 años hacerse un estudio, tomografía con contraste o resonancia magnética y así descartar riesgos.

Desafortunadamente en mujeres es más frecuente; y en las que fuman, mayores de 40 años y con presión alta tienen hasta 7 veces más posibilidades. Hay un factor común en personas con un familiar directo que tuvieron el aneurisma, padres, hijos, hermanos, por lo que es muy recomendable que se revisen, ya que tienen hasta 4 veces más posibilidades que la población general. También influyen situaciones especiales, como riñones poliquísticos, problemas de la colágena, enfermedades genéticas específicas que alteran la formación adecuada de vasos sanguíneos, entre otras.

Para el infarto cerebral influyen factores como diabetes mal controlada, presión alta, tabaquismo, obesidad, insuficiencia arterial, colesterol o triglicéridos altos, depósito de placa que puede tapar las coronarias y cualquier otra parte de la circulación, incluyendo las arterias que llevan sangre al cerebro, las carótidas y las vertebrales.

En el aneurisma cerebral los síntomas son muy vagos e incluso puede haber pacientes completamente asintomáticos, por eso la importancia de cuidar esa parte de diagnóstico, incluso sospechando de un dolor de cabeza persistente, cuando ya hay algo grave de mayor relevancia, es el peor dolor de cabeza de la vida. Recomendamos no esperar e ir directamente a Urgencias, además de contactar a un especialista en algún aspecto de las neurociencias.

Si ya se rompió el aneurisma puede haber pérdida del estado de alerta, crisis convulsivas, problema en que se desvía el ojo súbitamente y tiene mirada doble, dato muy sugestivo de un problema inminente y hay que ir con el especialista.

En cuanto al infarto, hay síntomas claros como distorsión de la cara, imposibilidad de levantar los brazos, no tener un lenguaje fluido, arrastrar la lengua, todos ellos datos de urgencia extrema que ameritan atención inmediata. Conforme pasa el tiempo va disminuyendo el margen de acción y la estadística del INEGI del 2016 mostraba que hay más muertes de mujeres por infartos cerebrales que por cáncer de mama, entonces es una enfermedad muy significativa, tenemos mucho que hacer, sobre todo en la parte de difusión, de concientización.

La Sociedad Neuroendovascular Mexicana participa activamente en ello. Se fundó en 2018 y estamos haciendo acciones concretas los más de 100 especialistas que hay actualmente ejerciendo en el país. Pero en esta área confluyen radiólogos, neurólogos y neurocirujanos. Sin embargo, en México la práctica y desarrollo de la neurointervención tiene menos peso, muchas veces por falta infraestructura, carencia de salas específicas disponibles las 24 horas de los 7 días de la semana, insumos caros, y otras cuestiones.

Sin embargo, justamente es la misión de la Sociedad difundir y fortalecer la especialidad y, en la medida de lo posible, contribuir a robustecer el sistema para que pueda todo mundo pueda tener acceso, que la gente sepa que esto existe y tiene mayores opciones. Ha habido mucho trabajo y muy buena difusión, por ejemplo en aspectos mínimamente invasivos para columna u otras áreas del cuerpo, laparoscopia y otros procedimientos, cada vez más rápidos, seguros, precisos; la tecnología tiende a ser mínimamente invasiva, hay menos molestia, es más fácil y práctica la intervención y se sigue avanzando en esa tendencia.

En Estados Unidos se tiene un movimiento muy importante para hacer de septiembre el mes de la concientización sobre los aneurismas cerebrales y esto porque allá la legislación involucra presupuesto para investigación. En nuestro caso hoy tenemos la concientización antes que otra cosa, necesitamos que la gente sepa qué es un aneurisma cerebral. Por ello, vemos diferentes acciones de difusión, puesto que es una enfermedad que tiene un 50 % de mortalidad. Lo haremos principalmente en redes sociales para tener mayor alcance en esta campaña pletórica de material audiovisual, para ser muy didácticos, con información asimilable y acceso para todo mundo, a través de la página aneurismascerebrales.com.

Participaremos en el Congreso Nacional Tópicos Selectos de Neurocirugía con el Dr. Carlos Castillo Rangel, con quien siempre estamos de la mano. Él ha sido un elemento muy importante para darnos apoyo, quien tiene un largo camino recorrido con el Colegio Nacional de Neurocirugía; es un profesional muy reconocido en el medio, que siempre tiene una mano dispuesta para apoyar.

Estaremos en el congreso difundiendo esto hacía los colegas, en un aspecto más científico, ya desde otro ángulo, pero sin perder el objetivo que es ir a los pacientes.

Médico Cirujano en la Universidad La Salle, especialidad en Neurocirugía por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Maestría en Ciencias Médicas en la misma institución; Fellowship en Neurorradiología Intervencionista en el Centro de Stroke en Buenos Aires, Argentina. Profesor a las conferencias WLNC 2018 en Kobe, Japón y XVI World Congress of Neurosurgery en Estambul, Turquía. Certificado por el Consejo Mexicano de Cirugía Neurológica, miembro de la Sociedad Mexicana de Cirugía Neurológica.

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