Local - Artístico - Independiente Octubre 2019 - El Chaltén Santa Cruz - Número 45 EDITORIAL
E
n medio de una multitud de chinos con mi amiga Euge nos hicimos lugar y llegamos frente a ella. Cualquier pintura impacta mucho más en vivo que en un libro o un catálogo, pero algo diferente pasó al ver a “La Gioconda” o “Monalisa”. Su mirada. De alguna manera me sentí transportada a ese momento en que Leonardo la pintaba. Algo la hizo sonreír y, en vez de obviar ese detalle, su pintor decidió inmortalizar ese momento. Da Vinci es una persona que todos, aún los no aficionados a la pintura, conocemos por varias razones. Entre ellos, varios historiadores del arte lo han catalogado como el inventor de la pintura moderna por su técnica, pero algo que me gusta de él y de esta pintura particular es como se rompe un poco cierta concepción de la mujer en la pintura occidental europea. La mujer siempre es tratada como un objeto de admiración, un objeto para retratar; como si fuera una naturaleza muerta más, porque esta mujer objeto siempre es pasiva. Se deja observar desde cualquier ángulo, con o sin ropa. El pintor la mueve a su antojo, la sitúa como quien decora o coloca un florero. Basta ver la prolongación de esta visión en otras artes como la fotografía o el cine. Las modelos de hoy en las publicidades de moda, parecen muchas veces hasta muñecas rotas que necesitan ser miradas y casi rescatadas. Pero no ella. Desde su posición de objeto tan solo con su mirada penetrante y su esbozo de sonrisa, se activa. Interactúa con el pintor y con cualquiera que tenga la suerte y se atreva a mirarla. De alguna manera, esta famosa mujer se planta y desafía a quien se atreva a llamarla objeto de deseo. Puede hasta serlo, pero desde una postura, para mí, innovadora. Una frase que leí varias veces se me viene a la memoria: “Mujer bonita es la que lucha” y la Monalisa lucha desde hace varios siglos de una forma casi imperceptible, pero que se mantiene viva hasta hoy.
Página 1
LIVRE - Octubre 2019 - El Chaltén Santa Cruz - Número 45
E l p ro pi o l a v a do
D
í a de l l uvia en Chal t én es el es cenar io per fect o par a m ir ar una s er ie o pel ícul a. Pr epar ada es taba par a ver al go tr i vial cuando encuent ro en l a l i s ta de r eproducci ones un l argomet raj e que me s or pr endi ó por s u tí t ulo y l a actr i z que apar ece en la publ ici dad: Mer yl S tr eep. La pelí cula s e l lam a: «The Laundr omat » o «La l avander ía». S in i ntenci ón de conver t ir me en una cr ít ica de ci ne, s olo puedo deci r que, más all á de lo i nt er es ante de s u tr ama, es t á bien di r igi da, ti ene buena fot ogr afí a y unos act or es que l a r ompen. No quier o s er “s poi ler ”, s olo voy a deci r que expl i ca de una f orm a ingeni os a gran par te de l a corr upción a gr an es cal a que exi s te hoy en el mundo. U no es cucha si empr e como l os gr andes demócr atas del mundo condenan l a cor r upción a gr andes voces . Ser corr upt o est á mal , per o si empr e es tá enf ocada a un t ipo de cor rupci ón que, en mi opi nión, s e centr a s olo en un par de as pect os . El pri m er o de ell os que s obres al e, des de m i punt o de vi st a, es el de que s i empr e s e habl a de una cier ta cant idad de di ner o. Ser corr upt o es robar mucha pl ata al Es t ado. En s egundo tér mi no creo que es i nter es ante com o es a cor rupci ón mol es ta cuando s e r eal i za de una m aner a bur da.
Página 2
A t odo el mundo l e encant aba im aginar s e l a es cena de unas m onjas r eci bi endo bols os de di ner o de un f uncionar io públ i co, fuer a cier to o no. Lo cli ché y abs urdo de l a es cena es l o que lo hace condenator io. Pero exi s ten ot r os dos ext rem os que no s on t an condenados s ocial ment e o, por l o menos , por dos s ect or es de l a s ociedad que, def ini t ivament e, ut il izan uno de es t os. Por un l ado es tá el robo de guant e blanco. El l avado de di ner o, por ej empl o, cas i que no s e t erm ina de ent ender y por ende, s e l o condena m uy poco. Com o algo “neces ari o” que real izan ci er t os empr esar i os par a poder cui dar s us gananci as . Es t an as í que nadie s al ió a condenar al t odavía pr es ident e de l a Naci ón, una vez expues t o en los l lam ados P anamá Paper s . Val e dest acar que en ot ros l ugares del mundo l a soci edad condenó es t o de tal maner a que los f uncionar ios en cues ti ón no t uvier on opción y renunci ar on a s us pues tos . De l a mi s ma m anera, es cas i s oci al ment e acept ado que un empr es ari o no t enga en bl anco a sus em pleados . Es que l as cargas s ocial es s on vi s tas como un gas to y por ende, es te t i po de evas i ón “no se ve t an mal”… m ient ras t e den tr abajo. P er o l a real idad es que es ot r o ti po de corr upci ón. Es r obo al Es t ado y a los der echos de l os em pl eados . Es t os t ipos de cor rupci ón pert enecen a un s ect or de l a s ociedad que aument a sus r i quezas ut il i zándol os .
ILUSTRACION: Pawel Kuczynski
LIVRE - Octubre 2019 - El Chaltén Santa Cruz - Número 45
ILUSTRACION: Pawel Kuczynski
Ot r o s ect or real iza pequeños act os corr upt os que j ust i fi ca por su condi ción s oci al. R obar el ement os del l ugar de t r abaj o, s ea es t e es tat al o pr i vado. Puede s er des de una l api cera has t a al go un poco más gr ave. Pero exi s te y s i empr e s e r el aciona de m aner a di rect amente pr opor cional al ni vel de expl otación que s i ente el empl eado. En s u ment e y en la de s us compañer os no es t á mal vi st o. A si mi s mo es al go que s e j us t if ica y has t a a veces s e al ient a. Es tá r elaci onado con el m er ecimi ent o, un ti po de mer i tocr aci a r elaci onada con l a si t uaci ón s ocial . Am bos s ect or es s e encuentr an atr aves ados por una f orm a de for zar l a l ey que en gener al no es t á mal vi st a, al cont r ari o. Es t a es el t ráf ico de i nf luenci as . S i t uvi ér amos que condenar a al gui en por est e t ipo de f alt a, cas i nos encontr ar íam os en el es cenari o bí bli co de “quien es te l i bre, t i re l a pri mer a piedr a”. Cons eguir un pues to polí ti co r elacionado a l a confi anza en vez de que s e r eal icen concurs os par a los pues tos t écnicos es un ejem plo de el l o: cons eguir el pues t o por haber vot ado a t al o cual ; por s er hi jo o her mano de; dar favor it i s mos l abor al es con r elaci ón a ést os t ér m inos ; entr ar en t al o cual categor í a o cons egui r o no ir a plant a perm anente.
Todas es t as cues t iones s e r el acionan con “a qui en conozco” y aunque est én muy acept adas en nues tr a s ociedad no dej an de s er una for m a de cor rupci ón. Uno no ni ega la neces idad de al ianzas polí ti cas gener adas a tr avés de l a conf ianza, per o cual qui er par ti do pol ít i co deber ía s er capaz de f oment ar l azos con gent e capaci tada par a los pues tos que qui ere ocupar o empezar des de cero e i ncent ivar l a for maci ón en los j óvenes y as í generar equipos de t r abaj o que no es tén bas ados s obr e conoci mi entos s uper fi cial es en la m at er ia o que, por el cont rar i o, uti l izan el conoci mi ento de ot ros par a ll enars e de l aur el es . Podr án ll egar has t a acá y pens ar que todo es t o no es más que una li nda ut opía y has t a podr í a s er ver dad. Pero en es te t i empo cr eo neces ari o empezar a l l am ar las cos as por s u nombr e. Si s aco un r édit o a cost a del det r im ento del ot ro, s i r eci bo una coim a para hacer al go que no deberí a, s i el i j o uti l izar una am i st ad para no cum pli r una ley o par a cons egui r t anto un tr abajo com o un ascens o, s i cr eo que l os el ement os que se encuentr an en mi l ugar de t r abaj o me per t enecen, s i me apr ovecho del ot r o en una s it uaci ón de poder ; s i eli j o alguna de es t as cos as podré s er part e del s i s tem a y de l o que “t odos hacen” o podr é pens ar que es t oy aprovechando mi mom ento por que alguna vez me deber ía t ocar…, per o en defi ni ti va no es toy s iendo ot r a cos a m ás que cor r upto.
Página 3
LIVRE - Octubre 2019 - El Chaltén Santa Cruz - Número 45
Ne g ro p l a cer
M
i abuel o m ater no s iempr e decí a, res pecto a la comi da, que nunca es tar de par a probar al go nuevo. Des de es e cons ejo y s u pal adar madr il eño, puedo decir que hay muy pocas cos as que no me gus ten. Las que m ás me i ntr i gan s on las que veo que ot r os l e r inden cult o. U n gr an m is t eri o par a mí fue s iem pre el café. Si empr e que la caf et er a es ti l o it ali ano s e pr endí a en l a cas a de mi s padres , yo decía: huele m ej or de lo que s abe. La pr im er a vez que probé un caf é que me gus t ó f ue una t arde en un bal cón cuando un bar is t a querí a mos t rar me s u ar te y no quis e negar me par a no ser des cor tés . La bri s a del mar que es taba a unos met r os m ovía una tel a que es t aba col gada cuando s entí un s abor has ta el mom ento des conocido en vez del es perado amargor. P ens é, ent onces , que no er a que no me gus taba es a bebida, si no que t enía que expl orar más . Pas aron años has ta que em pecé a ani mar me a t omar el café con m enos l eche y menos azúcar. Has t a que un dí a, t ent ada por una ofer ta en i nt ernet adquir í m i cafet era. Hoy dis f rut o cada sor bo de es e negr o pl acer com o un mom ento par a mí .
Negr o y s i n ni ngún agregado. O ri gi nar i o de Áf r ica, el caf eto es el árbol que da f r uto a l a s emi l la que l uego, tos t ada, mol emos par a prepar ar es t a famos a bebi da. C on el gr ano mol ido s e r eal i za una i nfus i ón. Exi st en muchas vari edades par a cada uno de es t os pas os . Agr egados de azúcar dur ant e el t os t ado, mol iendas ar tes anales o manuales y ot r as i ndus tr i ales . A sí como múl ti pl es maneras de real izar l a inf us ión. U na de las pri m er as cos as que me dij o aquel bari s ta del balcón f ue que l o mej or er a t ost ar el gr ano casi en el mom ent o de s er cons umi do. De es t a m aner a s e cons erva el s abor de ot r a maner a y el gr ano, mol i do o no, no l lega a oxi dars e ( que es l o que l e da es e s abor amargo) . Exi s ten m uchas var i edades hoy en día que s e plant an en vari os país es del m undo. Sea como sea, una habit ación no es la mi s ma una vez que em pieza el proces o de pr eparaci ón. Es e aroma es pes o l l ena el ai r e y podemos sabor earl o aún s in la t aza en l a mano. A gradezco el consej o de mi abuel o con es e t es oro ent r e mi s m anos mi r ando l a l luvi a caer aunque es t em os en pr im aver a.
FOTO: Cafeto
Página 4
LIVRE - Octubre 2019 - El Chaltén Santa Cruz - Número 45
Re la t o Li v re Dónde nace el i nt erés . Habl emos de l os dom i ngos. Habl ame de vos en los dom ingos . Qui er o saber que hacés cuando t e dej ás al abur r im ient o. ¿que s al e de vos ? ¿adónde te l leva? O el vi aj e es haci a dentr o? Uno s uel e tener s ecr etos guar dados en los abur ri mi entos , y al ser de vi tal im por tanci a m antener los encerr ados , nos l lenamos l as horas de comi das ; aparat os elect róni cos , act i vidades , etc. Cuál f ue el ul ti mo s ecr et o que s e aburr i ó con vos? Le ens eñas t e a comer se l as uñas? Apr endier on a i nter pret ar las manchas de humedad en l a par ed? Le cont as t e lo que s e s i ent e s onr eí r s in que t e vean? O poner t e col or ado y tener ti empo de s ent ir el cam bio de t emper atur a en tu r os t ro? Cont ame de vos l os dom i ngos, por que te qui ero conocer de ver dad.
ILUSTRACION: Escher Página 5
LIVRE - Octubre 2019 - El Chaltén Santa Cruz - Número 45
Cu l tur a L iv re Un puebl o per dido en l a Pat agoni a, con una s ola rut a de entr ada y s i n cementer i o. Un puebl o donde s e puede vi vir, per o donde no s e puede mor i r. Si bi en es al go norm al y cot idi ano par a t odos los que habi t am os El Chal tén, es as dos l íneas pueden gener ar gr an cur ios i dad e ins pi ración par a muchos aut or es . Y eso f ue lo que les s ucedió a un gr upo de veci nos quienes vi vier on un i nvi er no grande en es t e pueblo tan chi co. Pi enso en qué harí a Tar anti no con es e concept o… Pr obablem ente algo gr andi os o, per o est oy bas tant e s egur a de que l a producci ón l ocal no t enga tant o que envidi ar le al gr an magnate del cine. E st e próxi m o 10 de novi embr e s e es t rena Puebl o C hico I nvier no G rande, pr oduci da por un gr upo de veci nos de El C halt én que encont r ar on l a i ns pi raci ón en ocho “aburr i dos ” i nvi er nos . En 2011 s urgió todo, nos cuent a Gabr i el Oter o, l e l l egó l a s t ory l ine que en el ` 97 habían cr aneado ot r os veci nos y qui si er on fi l mar algunas es cenas , hacer un cort o. P oco a poco f ue tr ans for mándos e en una mega pr oducci ón que contó con la col aboraci ón de gr an part e del pueblo y s e convi rt i ó en un largomet r aj e. “Fue m ági co - asegur a Ana l a catal ana-, yo me i ncor por é en 2012, no es tuve en l a pr im era t empor ada, per o al uciné en cóm o s iem pre que neces it ábam os al go, l os veci nos l o cons eguían”. Nos cuent an de las l ocaci ones , de lo agr adecidos que es tán con t odos l os es paci os que se pr es tar on y la predi s posi ci ón de qui enes l os habit an.
“Recuerdo cuando f il m am os en la Comi s arí a, es tuvi mos dos dí as ent eros y l os agent es f uer on súper s im páti cos , has t a probabl ement e hubi es en apar eci do en el r odaje”. Tam bién rel atan anécdotas del Regi st r o Ci vi l y del Puest o Sani tar io. “Los dos días en el pues to f ueron et ernos , ter mi nábam os a l as diez o doce de l a noche y t odo el mundo tuvo t ant a paci encia”. Gaby es muy pr ofes i onal, det al l is t a y det erm i nado: s abe lo que quier e y es tá dis pues to a poner t odo par a cons eguir l o. O bviam ente es to muchas veces s igni f icó r epet i r es cenas y pul ir detal les dur ante hor as en l a pos t pr oducción: “que seam os un puebl o chi co en la Pat agoni a no s i gnif i ca que no podamos bus car el prof es ional i sm o. Si bien no t enemos l as herr ami ent as o l os t écni cos neces ar ios , l o hi ci m os l o más pr ofes i onal que pudi mos ”, as egur a. Es i ns pir ador y r econf or tant e ver cómo, a pes ar de haber pas ado tant os años y haber i nvert ido t anto t r abaj o, cada uno de el los , el grupo, s e des envuel ve con mucho car iño, r es pet o y s im patí a. La cat alana r econoce la capacidad de G aby de es pecif i car qué es l o que pr et ende como di rect or, pero hacer par t e al res t o de la pr oducci ón de la deci si ón y acept ar suger encias . La em oci ón es de ell os , per o t am bién es nuest ra, de los es pect ador es , que est amos ans ios os por ver el est r eno, por compar ti r un r at o de r is as con nues t ros veci nos y ver qué s e puede logr ar a par t ir de una i dea y m ucha volunt ad.
Staff D irecc ió n d e red a cc ió n : R o mi na Lo j o R eda c ci ó n: Cec il ia Fa c a l - Ro m i na S a n ch ez C ol a b o ra ci ó n: A nt o n el la M a r a ng e ll i Página 6
li v r ed i to r i al @ g m ai l.c o m
f ac eb o o k /l iv r e