Local - Artístico - Independiente Octubre 2020 - El Chaltén Santa Cruz - Número 56 EDITORIAL
A
contraluz, parece flotar junto con la escalera entre dos macizos. Uno materializado con rocas emulando a la naturaleza y el otro recto, blanco liso; dando cuenta de lo que la mano de la humanidad hace y entiende como creación y efectividad. Encerrada entre esos dos mundos, mira al paisaje como interpretándolo todo. Lina Bo Bardi, creadora de esta obra denominada “La casa de vidrio”, nació en 1914 en Italia. Luego de la segunda guerra mundial, se trasladaron con su marido a San Pablo, Brasil. Con el pensamiento europeo como premisa llega a Latinoamérica para ser absorbida y anonadada por la naturaleza brasuca y todo su potencial. Esta imagen resume ese choque de dos culturas que enriquecen a la artista sobremanera y logran llevarla a ser una gran influencia en la arquitectura moderna en la región. Tanto en Italia como en el país vecino, estuvo conectada a lo editorial, por medio de lo cual se ocupó de dar a conocer sus ideas y las de su generación. Me gusta creer que todos los que llegamos a Chaltén desde grandes ciudades sufrimos ese choque cultural. Si debo definir una imagen que puedo tener del espacio y del paisaje de mi niñez, adolescencia y juventud puedo afirmar que es el ángulo recto. Es en las ciudades en donde se rectifica todo. El espacio que vivimos, los caminos que tomamos, la forma de vida que elegimos; todo ello se encuentra enmarcado en cubos, rectángulos y triángulos como la poca naturaleza que nos rodea en la vida diaria. Al llegar acá el impacto de lo natural ya no como paisaje enmarcado, sino como extensión inmensa, impacta y nos atraviesa. Es imposible que esta dualidad en referencia a nuestro entorno no nos enriquezca. Alimenta nuestra forma de pensar, de creer y de vivir y de relacionarnos con los demás. Quienes nos encontramos en el espacio que es Livre, podemos afirmar que desde los distintos puntos de pensamiento y de origen que tenemos, logramos ese equilibrio que se da al encontrarse entre ese sándwich ideológico, como en la escalera de la imagen, mirando hacia afuera, hacia adelante, al futuro. Por eso, decimos gracias. A este lugar, al encontrarnos hace ya cinco años y a quienes nos leen desde su lugar. No bajando la mirada a todo lo que vendrá, que sabemos será mucho más.