Local - Artístico - Independiente Febrero 2021 - El Chaltén Santa Cruz - Número 60 EDITORIAL
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uánto puede durar cualquier cosa que dejemos en la playa? No sé ustedes, pero de niña me gustaba dibujar algo en la arena o colocar piedritas en un orden determinado tan solo para ver si al otro día estaban todavía ahí. Con suerte, encontraba algún vestigio de mi intención. Pero no más que eso. Lo cierto es que la playa es absorbida por el mar todos los días, tragando lo que encuentra y escupiendo lo que ya no le sirve. La obra de arriba, titulada “El Guardián” de Cecilia Vicuña, fue instalada en la arena para ver el efecto que en pocas horas este tenía sobre ella. La intención de la artista chilena radicada en Nueva York fue mostrar la llamada «precariedad». Casi toda su obra intenta hablarnos de eso, de lo temporal, de la fragilidad de la vida, del mundo y de las cosas. En este caso, prefiero utilizar esta instalación para hablar de la precariedad de las conexiones interpersonales. Muchas veces manejamos ciertos conceptos vinculados a la familia, la pareja o la amistad como absolutos. Se nos educó, muchas veces, en el amor, el perdón y en la paciencia como hilos unificadores entre los seres humanos. No vengo hoy a hablar en contra de las relaciones ni mucho menos. Pero sí a hablar de hasta cuándo ese “hilo” se puede estirar y cuándo se rompe. Porque sabemos que se rompe, ¿o no? Como en muchas otras acciones, en general se nos habla de estos temas desde el lugar de quien recibe los tratos. Es decir, se nos educa en cómo proceder al ser engañades, defraudades, violentades, violades. Pero no en cómo actuar si soy yo quien realiza cualquiera de estas acciones. Nos enseñan a no hacerlas, de alguna manera, pero a hacerme cargo de mis actos posteriormente a haberme “equivocado”, casi nunca. Creo que una buena manera de entenderlo es pensar en la precariedad. ¿Cuántas veces se sostiene algo precario si el mar lo abate una vez? ¿y si lo hace varias veces? Hoy quiero pensar que todos esos hilos que nos unen a otros son muy finos y que si quiero continuar esa relación, mantener esa amistad o perpetuar cualquier tipo de vínculo tengo que cuidarlo. Como se dice por ahí, muches de nosotres no somos frágiles como una rosa, sino como una bomba.
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E s ta do d e c ul t ur a
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l otr o día t uve la opor tuni dad de ver un document al que habl aba del f enóm eno del hi p hop en Cuba. Sí, como l o l een. De al guna maner a y a pes ar de l as t rabas , es t e género mus i cal cruzó el gol fo de M éxico y ll egó a las cos tas de La H abana. El document al s e cent raba en l as dis t int as formas que es t e es t il o encont ró en l as call es y como s uf ri ó una t rans f orm ación y una dis t inci ón entr e s us int érpr et es al ser s umado como pol ít i ca de Es t ado. C omo s i em pr e, el hip hop ent ró des de el under cubano com o una maner a de pr otes t a de la vi da s ocial y cul tur al cot idi ana. Los adept os, t ant o cantant es como segui dor es , uti l izaban es t a forma de rebel ar s e contr a el s is t ema y a l a vez como una es peci e de al i anza s i mból i ca con la cul t ur a del capit ali s mo: l a es t adouni dens e. Por ende, al pr inci pio l os modi s mos y l as maneras de hacer hi p hop no vari aban demas i ado de s us i ni cios en las call es neoyor qui nas; de l a mi sm a for m a que no l o hacía el color de pi el de quienes s e adherí an. Cabe des tacar que l a poblaci ón negr a en Cuba com pr ende cerca del ses ent a por ci ento de l a poblaci ón. Con el cor r er de los años , quienes defi enden el s is t ema cubano por s obr e el nor t eam eri cano, encontr ar on en est e es ti lo mus ical una nueva for ma
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de expr es ión, per o deci dier on condi ment ar l a l ír ica, l a mús i ca y l a maner a de mover se con sazón pr opia, aut odef i niéndos e como una evoluci ón del género al est i lo local . Par ti endo de es t os dos pol os, encont ram os m uchos ot r os que s e encuent ran en el gr is i nter medi o, alguna vez más negr o y otr a más blanco. Es deci r, que la ofer t a cubana a par t ir de es ta i nvas ión m us ical hoy enri quece el es cenar io ar t ís t ico de m aner a i nus ual . Ar t is t as per teneci ent es a cualqui er a de l as t endencias antes des cr i ptas deciden s oli cit ar al Es tado que adopte es t a nueva ola com o propi a y que de es ta m aner a s e puedan gener ar pol ít i cas des de el gobi er no t anto para i mpul s ar nuevos ar t is t as como par a gar anti zar l as pr es entaci ones de l os ya exi st ent es . Luego de una l ucha que r equir ió el t r abaj o de m uchos que hoy s on r efer entes , se logr ó que s e cr ear a l a A genci a Cubana de Rap. O bviam ente, en un país en donde coexis t en dis t int as per s onas con i deol ogí as diver s as , los r aperos cubanos s e di viden entr e qui enes el igen per t enecer a est a agencia y qui enes opt an por mant eners e en las s om bras del under que t odaví a per s is t e. En un paí s en donde el Es t ado es qui en maneja t odo el es cenar i o cult ural , ya que cas i no exi s ten f ies t as o eventos cl andes t inos , qui enes se quedar on del ot ro l ado de l a l ínea di vis or ia ent re el Es t ado y la r ebel i ón no l ogran cons egui r ni lugar es par a t ocar, ni compañí as que
FOTO: wikimedia
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edit en s us di scos . Vari os de ell os dej ar on s u t ier ra natal para j ugar con l as r egl as del m ercado en nom bre de l a l iber tad de expr esi ón. Qui enes apoyan l a AC R s on en l a actual idad qui enes t ienen pr omoci ón y, bás i cam ente, pueden vi vi r de lo que hacen. Es t a r eali dad que en pr i nci pi o par ecier a aj ena a la pr opia, m e obl iga a r ef lexi onar s obr e l os puntos en com ún que podem os encontr ar. En l a Argent ina cada vez que hay un gobi er no popular, exi s ten pol ít i cas de E st ado par a apoyar e im puls ar el art e. Es im posi bl e negar l a canti dad de tal ento con que nues tr o país cuenta. Per o i gual mente y en si m il it ud a l a r eali dad cubana, exi s t en r eglas que mar can un cami no al éxi t o. En m i opi ni ón est e cami no es tá di rect am ente li gado al mer cado. Def i nit ivam ente es una real idad que at ravi es a casi cada una de las pr ofes i ones que el ij amos . Per o en el art e cada vez más es el capi tal el que deci de qui én va a ll egar y adónde. C om o con todas l as r eglas , exi s t en excepciones que l o único que hacen es conf i rm arl as . No s olo el tener f inanci am i ent o par a poder r eal i zar cualqui er m uest r a o evento, s i no s um ado a est o l a ut i li zación de es tos es paci os como f uente de di ner o ya no del art i s ta s i no de qui en pr omueve o has t a par ecier a que desi nt er es adam ente br inda un es pacio. E l ar t e hoy es negoci o. Es por es o que var ias pers onas que pr et enden hacer de s u t al ent o una f uent e de i ngres o es tudi an el m ercado par a
s aber qué es l o que deben hacer. Muchos adm i ran a Van Gogh, pero nadie quier e mor ir pobre y l oco. Por otr o l ado ot r o grupo de art i s tas eli gen depender del gobi er no de tur no par a s er pr omovi dos y par ti cipar en Fi es tas N aci onal es o Pr ovinci ales , s er adqui r ient es de becas , fondos y oport uni dades . Per o al go que m e l lam a la atención es que en general de l a t eta de Es tado no se es per a mamar l eche, s ino únicam ent e di ner o. Ent onces es ta especie de dependencia no s e tr at a de crecer como ar ti s ta o de ver l a pos ibi l idad de l levar lo que hacen a ot r os lados , si no bás i camente en t ras l adar l a r es pons abi li dad capit ali s t a. Por úl ti mo es tán qui enes hacen lo que hacen bás i cam ente por amor al ar t e, ya que es m uy dif í ci l poder vi vi r de s u t al ent o y el igen f uent es de ingr es o ajenas a l o que hacen con el úni co propós i to de s obr evivi r. M i i nt enci ón no es hacer un jui cio de val or s obr e es te t ema, s i no s olo poner en l a vidr i er a una r eal idad que nos r odea a l os art i s tas . Cual qui er a que s ea el grupo de mi el ecci ón, t anto de for m a espor ádica como fi j a, s i empr e voy a encontr ar f actor es a mi f avor y en mi cont ra. Pero lo que qui er o des tacar es que opt e por la opci ón que s ea, el fi n s iem pre deberí a s er poder hacer cr ecer lo comuni tar io y cult ur al y no el del ei te per s onal , l a f ama o cualqui er ot ra pr etens i ón i ndi vidual , s ino s eguir def endi endo entr e t odos es tos es pacios que s on necesar i os y de l os cual es todos nos ali ment amos .
FOTO: aljazeera Página 3
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E l a r te de s p o i l ea r
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l ot r o dí a, char l ando con un am igo, m e pr egunt ó por qué pens aba que l os j óvenes chal t enens es f all aban cuando s alí an al m undo r eal. De por s í me l l am ó l a atenci ón cómo es t aba com pues ta l a pr egunta. La pal abr a “f al l ar”, a m enos que est em os haci endo t i ro al bl anco, ref i er e a al go tan s ubjet i vo…P ri mer o deber íamos acor dar cuál es el bl anco y, en t odo cas o, en qué y par a qui én. Porque cuando fal l am os l o hacem os ant e l os oj os de algui en( es ) que subj et iva y arbi t rar iam ente decide qué es dar en el bl anco. Por ot ro l ado, t ambi én l lam ó mi at ención el t érm ino “mundo r eal” en opos i ción a la “burbuj a chal tenens e”, dando por s ent ado que lo que enf r ent amos y at raves amos en nues t ra coti di anei dad di f ier e de lo r eal per o, de nuevo, ¿qué es lo r eal y para quién? M ás al lá del anál is i s s emánt i co de la pr egunta en s í , me dejó pens ando en nues t ros j óvenes , s us f ut uros y s us deci s iones , t al vez s í l os malcr i am os y no los pr epar amos par a cier t as real idades . Cada l enguaje r epres enta una cult ur a, una i dios i ncras i a, m i ent ras m ás i di omas aprendés , más podr ías ent ender a otr os . En al gunos cas os , una pal abra s igni f ica l o que en otr a lengua s on di s ti nt as cos as o vi cever sa. E n ingl és , por ejem plo, la pal abra “s poi l” s ir ve tant o par a deci r “mal cri ar” como “arr ui nar ”, cuando mal cri ás a un niño, aut om át i cam ente l o ar rui nás o así , al menos , podemos t raduci rl o. Ent onces , es t a pr egunt a de m i ami go me l levó a pens ar si no es tar emos ar rui nando a nues t ros jóvenes al mal cri arl os con una cot idi aneidad i ns ert ada en una bur buj a que m uchas veces s e alej a de l o que se vi ve en otr os l ugares .
Los prot egemos de algunas cues t iones , no neces it an enfr entar s e a al gunos desaf í os que la mayor ía de l as ci udades pr es ent a ( tr as ladar s e, ins eguri dad, di st ancias , et c.) , s uelen com par t ir t odas l as act ivi dades con el mi s mo grupo de per s onas , es tán cas i t odo el t iem po movi éndos e en una zona de conf ort . Y as í los vem os que s e van a est udi ar y vuel ven, dejan car r eras si n ter mi nar y r egr es an al puebl o, muchas veces s e cons iguen un t rabaj o en l a muni ci pal idad, hipot ecando cualqui er ot r a pos ibi l idad de f ut uro. La m ayor í a de nos otr os ll egamos al Chalt én en l a adul t ez y deci dim os quedarnos por que al go en es te l ugar f unci ona com o campo magnét ico que t e at r ae y no te deja ir, ¿t al vez en ell os es aún más f uer t e? Per o el pr obl ema no s erí a que eli j an es t a vi da, el pr oblem a ser í a que no tengan l a pos ibi li dad r eal de el egir otr a cos a por que l os ar rui namos tant o al pr oteger los que no l es dejam os ver cuánt as opciones ti enen y de cuánt o s on capaces . Cuando est ás en una pos ici ón de docent e de l o que s ea en El Chal t én, hay m uchas chances de que sepas por qué est á pas ando el ni ño o ni ña y s u f ami li a, t endés a empat izar y por ende, a pr ot eger y mal cri ar. La i ntenci ón es buena, ver al ot ro y compr enderl o. Per o si t odos los vecinos y vecinas l o hacem os , t al vez cuando l es toque una si t uaci ón en l a que al i nter locut or no l e i mpor te, la s i t uación de abandono s ea dem as i ado f uer te para es tos j óvenes puebl eri nos . Ent onces , ¿qué hacemos ? ¿A bogamos por la empatí a o pr opici amos un buen enf r entam ient o con l a “r eal i dad”? ¿O no lo pens amos tant o ya que el concepto de f all ar es ext r emadament e r elat ivo y mej or defi nim os qué es y ant e qui én?
FOTO: Leo Gambella - CACH
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Re la t o Li v re M e des per té con un s oni do extr año, más al lá del vient o. Er a algo par ecido al rechi nar de unas uñas s obre un pi zarr ón. Una f r ecuenci a mol es ta, que vení a acentuándos e desde m i yo onír ico. M i ré por encim a de mi cabeza. D etr ás de la cor ti na, que parecí a de cart ón en compar aci ón con el af uer a, vi unas gar ras de ár bol ar añando mi ventana. Fue ext raño ya que l os ál amos del jar dí n es t aban lej os . ¿Serí a que el vi ento l os había dobl egado al punt o de es t ar pidi éndome ayuda de al guna maner a? M e envol ví en una mant a del color del lí o de af uer a y s alí . El vient o par ecí a s aber adónde iba y m e invi t aba al r ecor r ido com o quien i ndi ca un cam ino, con s us mi l manos i nvis i bles por toda m i es pal da. Dent r o mí o los órganos s eguían dur mi endo, mi i nter i or s eguí a durm iendo, m i cer ebro ¿s egui rí a dur mi endo? Si n poder f i jar l a mi rada en nada que no fuer a mi pecho y quizás al gún cuadr o de t ier ra, pas t o y r áfagas , me dej é guiar has ta l os álamos del cos tado de l a cas a. Ot r o cober t or aún m ayor, l as hoj as pas eándome por el int eri or de un mundo de m edianer a. Tenía l a piel eri zada, la pequeña mant a que me envolví a ahora er a de hojas que danzaban. ¿D ónde es t án aquell as garr as ? Los poros al ar m ados de m i pi el , dim inut os nudos de álam os, tom aron el color de mañana at urdi dor a. No s upe en qué mom ento m e detuve, es t oy s egur a de que no f ue vol unt ari o. Bus qué al rededor una s eñal de que aún s eguía en el pati o y al gi r ar l a cabeza vi l os l adr il l os de m i cas a, y, unos m et r os más al lá, l a ventana de mi cuar to. Qui s e avanzar y ya no pude mover me, l a r igi dez de m i s r aí ces no acus aban reci bo de mi orden neur onal. M e es ti r é l o m ás que pude y con m is gar ras de ár bol i nt ent é abri r la vent ana o golpear o lo que s ali era, a ver s i al gui en dent r o me es cuchaba.
FOTO: plantas y flores.pro
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Cu l tur a L iv re En el año 1997 l a autor a Chr is K raus , nacida en l os Es tados U nidos , publ i có el l i bro “Yo amo a Di ck”. Poco acept ado en es a época, t uvi er on que pas ar vei nt e años par a que es t a mar avil l osa novela s e hi ci er a fam os a junt o a l a r eali zaci ón de l a s er ie con el m is m o nom bre, tr ans mi t ida en l a actual idad por A mazon Pr im e. Adel ant ada a su época, Chr i s nos enf rent a con una mi r ada at ípi ca s obr e l as r el aci ones , pero que dej a a l a luz una s er ie de cir cuns tanci as y ver dades con las que nos hemos t opado en algún m oment o de nues t ras vidas . La pr otagoni s ta es el la m is m a en el r ol de ci neas ta ( que es l a ot r a pr of esi ón de Kr aus) , cas ada con un hom bre m ayor que el l a y vi viendo de m aner a pr ecar i a en N ueva Yor k.
Se mudan a un pueblo en el medi o de Texas y es ahí donde se nos apar ece m os tr ándos e como una muj er par adóji ca, i nexpli cable, autodes t ruct iva, y s obr e t odo públ ica. Todas l as per s onas que l a rodean s e r el acionan de manera extr aña, y a l a vez, cr uda y real . Chr i s logr a poner en t el a de j uici o, per o antes que es t o, l ogra poner a l a l uz ver dades que t odos tenemos adent ro y de las cual es pocas veces s e habl a. Sobr esal e el r ol de la muj er en un mat r im onio, en un pueblo y en s u int enci ón de ser vi st a com o es , ya que parece s er que es i mpos i ble es conder s e. La ser i e es más acces ibl e por es tar emi t iéndos e en l a act uali dad. Per o l a novela, di f ícil de cons eguir, es un t es oro por encontr ar.
FOTO: amazon prime Staff D irecc ió n d e red a cc ió n : R o mi na Lo j o R eda c ci ó n: Cec il ia Fa c a l - Ro m i na S a n ch ez C ol a b o ra ci ó n: A nt o n el la M a r a ng e ll i li v r ed i to r i al @ g m ai l.c o m
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