Local - Artístico - Independiente Abril 2021 - El Chaltén Santa Cruz - Número 62 EDITORIAL
U
no de los primeros instintos que tenemos los seres humanos es el de dibujar. Cuando somos niños, con mayor o menor entusiasmo, atravesamos esta etapa pictórica que nos ayuda, de alguna manera, a entender el mundo que nos rodea. Asimismo, este es uno de los registros ancestrales que poseemos de nuestra especie. La pintura rupestre, por ejemplo, siempre me fascinó desde el hecho de la necesidad de plasmar historias en imágenes, realidad, identidad. No menos que los dibujos de los niños y niñas: cómo ven sus familias, al que tienen al lado, cómo representan los conceptos de casa, auto, perro, etc. Como establece Berger en su libro “Ways of seeing” (“Modos de ver”), la imagen está siempre primero, aun antes que las palabras. Éstas llegan después, llegan para explicar, para ordenar, para clasificar. Pero el instinto de dibujar tiene que ver con otra cosa. Así lo entendía Emma Kunz, autora de la obra de arriba. Durante su vida se le atribuyeron tres tareas: la reconocían con el título de sanadora, pero para ella era solo una investigadora y artista. Aunque los resultados de sus investigaciones la llevaban a, de alguna manera, ayudar a curar a otros; ella solo aceptaba que había descubierto el poder de una piedra o de algún elemento, o mismo el poder propio que poseemos los seres humanos en nuestro interior – palabras textuales. Como lo expresó Beatriz Colomina “Dibujar, tal y como ha sido puesto de manifiesto numerosas veces, juega un papel crucial en la apropiación del mundo exterior”. Sus obras representan esa búsqueda, pero ya no de un mundo exterior, sino de uno interior y colectivo. La forma metódica de dibujar, casi como un ritual, denota su manera de encarar cualquier tipo de consulta o investigación. Ese hipnotismo a través del papel, es logrado como resultado de haber podido plasmar ese mundo interior, ese poder que estudia. Me parece interesante cómo desde una óptica supuestamente alejada de lo pictórico, llega a que este cuadro sea una herramienta para decir algo. Y lo dice de la manera en la que todos podemos entender, en la manera más primitiva: a través del dibujo.