Local - Artístico - Independiente Mayo 2022 - El Chaltén Santa Cruz - Número 74 EDITORIAL
E
l mundo de la diseñadora gráfica Paula Scher está inundado de palabras. Caminando por las calles de Nueva York no puede dejar de ver letras, tipografías, tamaños, etc. Desde hace varios años, su trabajo se centra en el diseño editorial, gráfico y en sus pinturas. Trabaja para Pentagram, un estudio de diseño gráfico entre los más conocidos. Pero, como quien realiza el mismo trabajo hace años, Paula en un momento necesitó hacer algo más creativo. Por eso comenzó (o volvió) a pintar. Sus pinturas son, en general, mapas. El amor por este tipo de representación de la realidad se lo debe a su padre. Sin embargo, su mundo laboral no dejó de invadir esas líneas con palabras, con letras. Sus obras muestran una meticulosa obsesión. Las horas que le lleva llenar de caracteres los diseños son lo que más disfruta. La clave, asegura, está en el proceso: el resultado es anecdótico. Scher disfruta de estar sentada en su estudio pintando por horas, concentrada en su canvas, escuchando música. La dueña de algunos de los diseños paradigmáticos y pioneros del diseño gráfico se relaja en la eternidad de las letras que pareciera la persiguen por ese mar de cemento que puede ser la ciudad que habita. Los diseños laborales van siendo modificados por los clientes en un ida y vuelta que describe casi con exactitud de tiempos y momentos. Pero esto es otra cosa. Sus pinturas son ella, su historia, su presente, su trabajo, su todo. Las palabras que surgen de su mano, las controla, las recorre y posiciona cautelosamente en un mapa que más que una ciudad puntual, pareciera el recorrido mental de esta gran artista.