JESUS TERAN 82

Page 1

JESÚS

TERÁN

Suplemento sobre Estudios Internacionales para LJA.MX Febrero 2020

No. 82

Coordinadores: Aurora Terán Fuentes Soren Héctor de Velasco Galván

Editorial AURORA TERÁN FUENTES

El 24 de enero se celebró el Día Internacional de la Educación, día instaurado a propuesta de países miembros de la ONU y aceptado por la Asamblea General. 2020, es el segundo año que se conmemora, se dedicó al aprendizaje en estrecha relación con los siguientes tópicos: los pueblos, la prosperidad, la paz y el planeta. La definición de dicho día internacional, se suma a otros, como el 26 de enero dedicado a la Educación Ambiental, el 8 de septiembre es el Día Internacional de la Alfabetización o el Día Mundial de la Educación del 1o de abril. Cabe aclarar la diferencia entre días internacionales y mundiales desde la ONU, los primeros son definidos por la Asamblea General y los segundos por los organismos especializados, de tal forma, que el 1o de abril, definido como Día Mundial de la Educación fue declarado por el organismo dedicado a la educación, es decir, la UNESCO. La importancia tanto de días internacionales como mundiales, radica en la necesidad de visibilizar, tomar conciencia y generar acciones con respecto a determinadas problemáticas de carácter global. A nivel internacional la educación supone problemáticas y retos a cumplir, cada 24 de enero servirá como un recordatorio de los compromisos a cumplir con respecto a la Agenda 2030, uno de ellos es garantizar una educación de calidad, inclusiva y equitativa en todos los rincones del mundo. Son grandes los retos, porque todavía existen millones de niños, niñas y jóvenes que no van a la

escuela, debido a circunstancias asociadas a la pobreza, marginación, migración y discriminación, por mencionar algunas. La importancia de la educación radica en ser un recurso en la construcción de un mundo mejor, basado en el desarrollo sostenible. Por otro lado, la educación es un derecho humano, y se debe garantizar para todos los habitantes del planeta, como una forma de empoderamiento de las personas y los pueblos. La primera colaboración del suplemento, pertenece a quien suscribe estas líneas, trata sobre la importancia de destinar un día internacional a la educación, a la luz de una serie de datos que dan cuenta de la situación que se guarda a nivel global; en su escrito, Leticia Torres Soto plantea la problemática de una educación global que realmente atienda a la diversidad, por ejemplo cuestiona el carácter eurocéntrico de los planes y programas de estudio, aspecto a revisar y modificar para dar cabida a las diferentes manifestaciones culturales y visiones de mundo; en el último artículo, se desglosan los cuatro conceptos de la celebración del 2020, se definen prosperidad, pueblos, planeta y paz, en relación al tópico educativo. Como siempre, agracedemos a LJA.MX este espacio para la libre expresión de opiniones y el tratamiento de temas de relevancia internacional, política e histórica. Y, desde este espacio, ponemos nuestro grano de arena para no dejar pasar por alto el Día Internacional de la Educación.


JESÚS 2 TERÁN

¿Por qué apostar por la educación?

AURORA TERÁN FUENTES

Doctora en Historia Universidad Pedagógica Nacional, Unidad 011 La educación es uno de los puntos más importantes de la agenda internacional llevada por la Naciones Unidas. Es considerada como uno de los recursos renovables de gran valía, porque la educación es el puente para construir un mundo mejor, a través de la formación de niñas, niños y jóvenes que adquieran habilidades para la vida y se conciban como ciudadanos globales o planetarios. En el marco de la conmemoración de 2020 del Día Internacional de la Educación, desde la UNESCO se conceptualizó y caracterizó a la educación de la siguiente manera: “el aprendizaje para los pueblos, el planeta, la prosperidad y la paz”. Los cuatro conceptos se incluyen en una noción mayor de la definición de educación que incluye la calidad, la inclusión y la equidad. ¿Qué significa la articulación de los conceptos? Refiere a una concepción de una educación integral con un enfoque humanista y sostenible, en relación con la Agenda 2030 y los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible. Según información del portal oficial de la UNESCO, las cifras en materia educativa dejan ver una serie de problemas y lo que todavía falta por hacer: Sin una educación de calidad, inclusiva y equitativa para todos y de oportunidades de aprendizaje a lo largo de toda la vida, los países no lograrán alcanzar la igualdad de género ni romper el ciclo de pobreza que deja rezagados a millones de niños, jóvenes y adultos. En la actualidad, 262 millones de niños y jóvenes siguen sin estar escolarizados, 617 millones de niños y adolescentes no pueden leer ni manejan los rudimentos del cálculo; menos del 40 por ciento de las niñas del África Subsahariana completan los estudios de segundaria baja y unos 4 millones de niños y jóvenes refugiados no pueden asistir a la escuela. El derecho a la educación de estas personas se ve afectado y eso es inaceptable.1

Por supuesto, el concepto de educación es más amplio y va más allá de la noción de escuela, sin embargo, cuando se habla de compromisos y de problemáticas, se pone el énfasis en la educación formal o escolarizada, ya que ésta, deriva de la definición de políticas públicas, es decir, la educación como un derecho humano, debe ser garantizada por los Estados, en un esfuerzo conjunto del sistema internacional por consolidar y fortalecer los sistemas educativos nacionales. No obstante, lo anterior no exime de compromisos y responsabilidades a diversos actores sociales involucrados con propuestas educativas, como las organizaciones civiles y la iniciativa privada, y otros tipos de grupos, colectivos y sociedades. Los datos refieren a situaciones más severas como el impacto ambiental (el 26 de enero es el Día Mundial de la Educación Ambiental), la pobreza, la desigualdad social, la marginación, la guerra, los desplazados y refugiados, y la discriminación en general y de forma particular la de género. Apostar por la educación, es una forma de combatir y dar solución a dicha problemática bastante compleja. No obstante, la educación como un sistema escolarizado también entraña dificultades y obstáculos, porque es una esfera no ajena a prácticas de corrupción, de operación política y electoral, de lucha de poderes de grupos e instituciones, de inequidad, entre otros asuntos espinosos; que imposibilita que las niñas, los niños y los jóvenes tengan un lugar en una escuela, se garantice su permanencia y reciban una educación de calidad y significativa. Se enfrenta una crisis civilizatoria, una crisis planetaria, la educación no es la panacea, pero es necesaria para pensar y construir un mundo armónico entre los individuos, con las comunidades y con la naturaleza. De ahí la importancia de instituir un Día Internacional de la Educación, para propiciar e invitar al debate, a la toma de conciencia, a la acción y a la colaboración. 1 UNESCO,

Día Internacional de la Educación. Disponible en: https://es.unesco.org/commemorations/educationday


JESÚS 3 TERÁN

Una mirada distinta de la educación LETICIA TORRES SOTO Maestra en Educación, Campo: Práctica docente. Universidad Pedagógica Nacional, Unidad 011

Las Naciones Unidas han establecido el 24 de enero como el Día Internacional de la Educación, con el fin de sensibilizar, concienciar y llamar la atención sobre la educación en cada uno de los países, y que derive en el establecimiento de políticas educativas que permitan superar los problemas que en ese sentido enfrentan. Pero ¿qué es la educación? De acuerdo con las Naciones Unidas, la educación es un derecho humano fundamental, además de ser un bien público y una responsabilidad colectiva, por lo que la coloca como mejor recurso renovable de la humanidad, cuyo propósito es lograr aprendizajes que conduzcan al empoderamiento de los pueblos, la preservación del planeta, a construir la prosperidad y a promover la paz. Esta definición de educación se vincula con los objetivos de la Agenda 2030 , en particular con el objetivo de desarrollo sostenible 4 (ODS 4), el cual plantea la importancia de garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad y promover oportuniddes de aprendizaje para todos. El ODS 4, propone a su vez, diez metas, de las cuales siete serán los resultados esperables y las tres restantes, consituyen los medios para conseguir dicho objetivo sostenible. Las metas tienen distintos niveles de implicación para los países, dado que van desde cuestiones de cobertura en los niveles inicial, preescolar, primaria y secundaria, y de acceso en niveles técnico y superior; hasta principios orientadores de las prácticas educativas, las cuales están relacionadas con perspectivas de ciudadanía, igualdad entre sexos, inclusión y desarrollo sostenible. Este marco de referencia de la educación, permite plantearse varias preguntas: ¿qué implicaciones tiene para los diferentes agentes educadores?, ¿cómo se interpretan estos principios orientadores desde los marcos curriculares de las políticas educativas?, ¿estas interpretaciones posibilitan una transformación de realidades sociales que se construyen a través de los aprendizajes? Para responder en alguna medida estas preguntas, es importante recuperar una perspectiva crítica donde se discutan cuestiones relacionadas con los modos en que se determina o legitima el conocimiento que educa a través de las prácticas educativas que se desarrollan en la escuela. Y dado que la escuela es el espacio o lugar desde donde se enseña y se aprenden los conocimientos válidos que han sido legitimados públicamente para promover procesos de socialización, es relevante volver la mirada sobre

los criterios o principios en que se basa dicha determinación de los conocimientos que se proponen oficialmente, y se espera se aprendan en la escuela. A partir de ello, valorar si éstos posibilitan “…el empoderamiento de los pueblos, la preservación del planeta, a construir la prosperidad y a promover la paz” desde una mirada inclusiva, y como una bien público y una responsabilidad colectiva. Atender estos retos problemáticos debe partir desde un aspecto sustantivo: la necesidad de superar una mirada eurocentrista en la selección de los contenidos que subyace en los planes y programas educativos. Esto implica modificar desde planes y programas de estudio de los diferentes niveles educativos, hasta los cursos con los que alimentamos el sistema educativo, de tal modo que demos cabida a otras historias, contenidos y narrativas que permitan valorar la propia cultura y construir nuevas realidades sociales. Como la ha indicado Bauer y otros autores, se trata de una tarea colectiva (una responsabilidad colectiva en términos de la ONU), donde analicemos y modifiquemos los cursos de la historia instituidos, como lo propone Dussel; identifiquemos la perspectiva de las fuentes de información validadas públicamente en los currículos oficiales, o dicho de otro modo, la “geoeducación” que se impone en los referentes teóricos que fundamentan y orientan los programas educativos; los códigos restringidos o elaborados que enmarcan o amplían los discursos educativos según el planteamiento de Basil Bernstein. Ello posibilitará una educación que coadyuve al empoderamiento de todos los pueblos con una mirada realmente inclusiva que dé cabida a otras historias, a otras fuentes de conocimiento valiosas y no incluidas actualmente, y a códigos elaborados que amplíen el abanico de realidades y mundos por preservar.

Bauer, F. (2001). Aportes para descolonizar el saber eurocentrista. Recuperado de: journals.openedition.org. Bernstein, B. (1984). Hacia una teoría del discurso pedagógico. Traducido de Collected Original Resources in Education (CORE), Vol. 8, No. 3. Naciones Unidas. ¿Para qué sirven los días internacionales? Recuperado de: es.unesco.org y blogs.un.org UNESCO. Educación 2030. Recuperado de: www.unesco.org


JESÚS 4 TERÁN

C O N C E P TO S BÁS I C O S : LÉXICO

AURORA TERÁN FUENTES Doctora en Historia Universidad Pedagógica Nacional, Unidad 011

Las imágenes que acompañan este escrito remiten a los cuatro conceptos bajo los cuales se entiende el aprendizaje en el contexto conmemorativo del pasado 24 de enero. El Día Internacional de la Educación 2020, tuvo como tema central: “El aprendizaje para los pueblos, el planeta, la prosperidad y la paz”. La UNESCO, como el organismo encargado de los asuntos de educación de las Naciones Unidas a nivel internacional, define dichos conceptos de la siguiente manera: Los pueblos: esta noción hace énfasis en la necesidad de un enfoque humanista e integral en materia educativa, que ubique a la educación en el centro que permite el desarrollo de las personas y las comunidades. La educación con un sentido humanista será el medio para que el individuo desarrolle sus talentos, sin olvidar su compromiso y la necesidad de contribuir con la sociedad, porque la educación es una estrategia para el combate de diversas problemáticas que aquejan a los diferentes pueblos como la pobreza, la desigualdad, la falta de oportunidades y la marginación, entre otras. Así como a través de la educación se empoderan las personas, también se empoderan los pueblos. Por otro lado, también es imperioso trabajar en función del reconocimiento de la diversidad entre los pueblos y las culturas, para tender puentes de colaboración, en donde siempre unos se reconozcan en los otros. El planeta: La supervivencia de los humanos como especie, depende de un cambio de conciencia sobre el medio ambiente, la ecología, los recursos y las otras formas de vida. Es apremiante formar en el respeto a la naturaleza, para transitar a formas sociales sostenibles que permitan que los individuos y las comunidades establezcan relaciones armónicas con la naturaleza. Para tal propósito, la educación juega y jugará un papel medular. La prosperidad: “La educación y la formación pueden mejorar las oportunidades de empleo, incrementar los ingresos de los más pobres y, si se imparten de manera equitativa, reducir las desigualdades”. La reducción de la brecha en materia educativa, permitirá que en las países menos desarrollados, las personas pueden optar por mejores oportunidades laborales, de tal modo, se puede construir una sociedad global más equitativa y con mayor bienestar. La paz: Finalmente el gran objetivo, por el cual se fundó en 1945 la ONU: la paz. Todavía, ya bien entrado el siglo XXI, estamos en un mundo donde se observan diferentes tipos de violencia, desde las más sutiles, hasta los países que se encuentran en estado de guerra; una paz duradera, todavía es la gran utopía, no obstante, a través de un modelo educativo para y por la paz, se puede construir un mundo de respeto, tolerancia, cooperación y armonía; de este modo, “la educación puede desempeñar un papel esencial en la construcción de la paz y la reconciliación. Se ha demostrado que las iniciativas educativas tienen el potencial necesario para ayudar a las poblaciones marginadas a acceder a la justicia que contribuye a la creación de sociedades pacíficas”. Los cuatro conceptos se articulan y suponen procesos complejos y complementarios en materia educativa, sin embargo, es apremiante trabajar en función de políticas, modelos y acciones educativas, porque en algunos aspectos, como el del medio ambiente, estamos, como sociedad global, contra reloj.

Fuente consultada:Día Internacional de la Educación. 24 de enero de 2020. UNESCO. Disponible en https://en.unesco.org/sites/default/files/education -day-2020-concept-note-es.pdf:


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.