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«Hay muchos motivos para que Guardo sea una referencia en el turismo»
ESTEFANÍA NIÑO
LEÓN. El municipio de Guardo, a un paso de la provincia de León, es sinónimo de turismo de interior. A 1.100 m de altitud, en el valle que el río Carrión, es paso peregrino a través del Camino Olvidado a Santiago y hogar de colosos como el Espigüete y el Curavacas. Su alcalde, Juan Jesús Blanco, analiza en esta entrevista para La Nueva Crónica las fortalezas y proyectos en materia de turismo.
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–Guardo es uno de los municipios más visitados de Palencia debido a su equilibrio entre patrimonio y naturaleza. ¿Qué motivos destacaría?
-Hay muchos motivos para que Guardo sea una referencia en el sector turístico. El primero es su ubicación, está en un lugar donde el medio ambiente es primordial. En su momento se afectó por temas de minería, pero se está restaurando y volviendo al origen. Tenemos un patrimonio natural conservado, patrimonio arquitectónico, construcciones, parques… Además es un importante centro de servicios. Estamos intentando que esto sea un centro de referencia turístico, aunque sigamos trabajando en otros sectores.
–La visión va más allá, intentando que sea un centro de referencia por sus servicios y recursos, pero también para acoger a turistas del entorno…
-Es importante tenerlo en cuenta y prepararse para acoger a los visitantes de los alrededores, bien sea Cervera, sea Aguilar, Saldaña, Cistierna, Puente Almuhey, u otros sitios que están cerca de aquí. La idea es que Guardo sea un eje que pueda expandir, aquí tenemos todos los servicios necesarios, y puedes tener la oportunidad de disfrutar nuestro entorno, el más cercano, y el que está un poco más lejos, pero que pueda hacer un efecto radial para que no se venga un día solo de paso. Esa es la vocación con la que venimos trabajando desde hace tiempo. ¿Para eso qué hay que hacer? Hay que tener un pueblo que esté bien, con servicios, y hay que ofrecer otros servicios alternativos: si tenemos una piscina cubierta y un spa, pues es una guinda a ese pastel turístico, a otro le puede gustar la naturaleza, a otro el arte y prefiere ver la Casona o el Puente de Piedra, a otro el río… O ir a Saldaña, o a Sabero a Aguas Bravas… Que cada uno pueda elegir.
–Han puesto en marcha una serie de rutas con gran aceptación…
-Es un tema fundamental del eje del desarrollo de nuestro turismo de cara al futuro. Estamos muy volcados en el tema de las bicicletas, como es la ruta minera, a su vez las rutas que ha programado la Diputación de Palencia que se llaman ‘Ciclopes’, y otras rutas que se van a establecer ahora con un programa con ayuda europea de la Montaña Palentina, también relacionado con el tema de miradores y bicicletas.
–El turismo y los servicios deben ir ligados. ¿Inversiones o proyectos en materia de infraestructura?
-Estamos desarrollando una zona de caravanas, no solo aparcamiento de caravanas, de estancia, como si fuera un camping con zonas muy amplias para que quien lo visite pueda estar aquí unos días. También queremos hacer una pequeña zona de campamentos y una zona de parque-aventuras en parte de lo que eran restos de la fábrica, en sitios donde hay torres, depósitos y demás. Todo ello va ligado con el propio desarrollo urbanístico del pueblo, con zonas accesibles, los paseos del río, otra zona que vamos a hacer donde existe un antiguo azud.. ¿Ahora que necesitamos? Que el tejido industrial y el tejido social vaya adquiriendo un compromiso más firme con el turismo de cara al ofrecimiento de servicios.
–Con el cese de la actividad minera, muchos municipios están poniendo en valor el patrimonio industrial. ¿Hay alguna iniciativa de este calado?
-Tenemos un proyecto estrella para ir desarrollando que es el desarrollo turístico del Valle del Sestil. Aprovechando unos cielos abiertos que no queremos restaurar en su totalidad, y dotarlo con un centro de bicicletas como un parque temático, con dos secciones, una para niños pequeños y otro para gente mayor. Desarrollaremos zonas de acampada, prestación de servicios, el ‘glamping’… Nos costará tiempo hacerlo, pero vamos a emprenderlo. Estamos intentando poner en valor, más que los restos mineros, los retos de una fábrica que hubo muy potente, la fábrica de Explosivos Río Tinto. Hay unas partes de los edificios que queremos rehabilitar y restaurar con vocación museística, no solo en el sentido etnográfico, sino en todo el peso y sentido industrial que ha tenido la comarca con el carbón, la térmica, explosivos, el tren… También estamos trabajando en el Museo Vivo, en el que queremos ir rotando temas expositivos que se van a ir cambiando, o alguna iniciativa más en la que estamos como puede ser un Museo de Miniaturas. La idea es que no vayas a ver un museo en un día, sino que te invite a volver.
–¿Qué rincones o lugares diría que son ‘imprescindibles’ en una visita?
-Tenemos muchos recursos, hay sitios estupendos para ver. Como ya comentaba antes la Casa Grande, o la Pila Bautismal, pero están los Campos de la Peña que es un sitio precioso y a su vez es un campo de golf natural, o el Valle de Erro… Todas las rutas de bicicleta o rutas temáticas que hemos ido haciendo por todos los montes con imágenes y representaciones y con toda la cartelería y paneles explicativos. Tenemos los recursos fundamentales, las montañas y ríos, tenemos cultura y patrimonio, y eso es lo primordial para nuestro desarrollo.
PALENCIA Tiene muchos rincones para descubrir, pero algunos son imprescindibles
puerto de Santander.
Desde los primeros momentos de su construcción el Canal se convirtió en una importante vía de transporte consiguiendo, no solo el desarrollo de la agricultura sino también el de la industria, al permitir el transporte de materias primas y el aprovechamiento de la fuerza del agua para las diferentes fábricas bien de papel, de harina o batanes que fueron apareciendo a sus orillas.
La apertura de la línea férrea Valladolid-Alar del Rey, con un trazado casi paralelo al del Canal de Castilla, motivo que el tráfico de mercancías por agua experimentara una caída en picado.
A día de hoy, este Bien declarado de Interés Cultural en la categoría de Conjunto Histórico, está destinado tanto para aprovechamiento de sus aguas para el riego como para uso turístico.
A lo largo de sus tres Ramales, el del Norte, el de Campos y el del Sur atraviesa tres provincias Palencia, Burgos y Valladolid, permitiendo al visitante el disfrute de la flora y fauna del entorno, al igual que realizar actividades deportivas como paseos en bicicleta, rutas a caballo o el uso de piraguas, tablas de paddle y embarcaciones turísticas que, cada verano, le permitirán contemplar este recurso desde otra perspectiva.
En Palencia capital, junto la Dársena del Canal de Castilla, el visitante puede ver el Museo del Agua. Un espacio de mas de 150 metros cuadrados ubicado en uno de los antiguos almacenes de cereales.