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Una ciudad familiar, cercana y rica en patrimonio e historia
ESTEFANÍA NIÑO
LEÓN. Al lado de León, tan solo a un paso, podemos descubrir Palencia. Una ciudad familiar y cercana, rica en patrimonio y repleta de zonas verdes que nos invita a conocerla a través de sus calles y parques, eventos culturales o su variada gastronomía para llenar nuestra visita de recuerdos únicos.
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Palencia tiene muchos rincones para descubrir, pero algunos de ellos son imprescindibles. Recorrer la Calle Mayor que conserva el espíritu y la arquitectura de la burguesía de los siglos XIX y XX y es la arteria principal de la ciudad soportalada gracias a las 199 columnas que flanquean uno de sus lados; la iglesia de San Miguel declarada Bien de Interés Cultural en 1992, siendo ejemplo de esa tipología de construcciones religiosas que mejor constata la transición entre el románico y el incipiente gótico; el popular ‘Monte El Viejo’, un valioso espacio natural ligado a la historia de Palencia desde hace al menos ocho siglos; la Huerta de Guadián, un parque de estilo romántico en el que se emplaza la ermita románica de San Juan Bautista, donde actualmente se encuentra el Punto de Información del Románico de Palencia; el Museo de Arte Contemporáneo que alberga gran parte de la obra del pintor DíazCaneja; o El Museo Diocesano, ubicado en el Palacio Episcopal, que acoge una interesante y valiosa colección de obras de arte sacro procedentes de distintas iglesias y templos de la provincia.
La ciudad de Palencia también puede saborearse a través de un viaje por su gastronomía, marcada por los saberes y tradiciones de los viejos fogones castellanos, donde disfrutaremos con platos como la sopa castellana y la menestra palentina, sus quesos, la perdiz guisada o en escabeche, su deliciosa repostería, los productos de la huerta, como el pisto, o los derivados de la matanza, como la morcilla. Aunque el plato estrella es sin duda alguna el lechazo, en especial el de raza churra, reconocido con denominación de origen.
EL CANAL DE CASTILLA
El Canal de Castilla es uno de los proyectos de ingeniería civil más relevantes de la España Ilustrada del siglo XVIII. El principal objeto de su construcción, que duró casi un siglo (1753-1849), era el de posibilitar el transporte del excedente agrícola, sobre todo harinas y granos, hasta Alar del Rey, localidad donde da comienzo el Canal, y ya a través de carros y posteriormente por ferrocarril, se trasladaban hasta el
En su interior podrán disfrutar de una experiencia inmersiva y multisensorial creada gracias a rodajes en 360ª, imágenes panorámicas, efectos 3D y recursos mapping con las que podrá recorrer los paisajes, enclaves históricos y la flora y fauna de la zona.
EL CRISTO DEL OTERO
Obra de uno de artistas palentinos de mayor renombre no podemos entender la escultura del Cristo del Otero sin antes conocer a su creador. Victorio Macho nace en Palencia en 1887 y desde sus comienzos da señales de grandes dotes para las artes. Este don, unido a los conocimientos adquiridos en el taller de carpintería de su padre y una agudizada sensibilidad serán piezas claves en el desarrollo de su obra a lo largo de los años la cual se llevará a cabo sobre todo en su ciudad natal, Palencia y otras relacionadas con el artista como Santander, Madrid y Toledo.
Si bien la obra de este autor es muy dilatada, no cabe duda de que su obra palentina y posiblemente la más conocida sea la escultura del Corazón de Jesús, popularmente. conocida con el nombre de Cristo del
Otero, que se alza como un faro de más de 21 metros de altura convirtiéndola en la segunda imagen del corazón de Jesús más alta del mundo, tras la del Cristo de Corcovado en Río de Janeiro.
En 1927, Victorio Macho recibe el encargo de esculpir un Cristo en el Otero palentino. La obra representaba un gran reto para él puesto que, a pesar de estar acostumbrado a trabajar en grandes obras, este Cristo suponía realizar una imagen a mayor escala de las que él estaba acostumbrado además del agravante de hacerlo en su ciudad natal.
Si bien la idea parecía nítida en la imaginación del escultor y pronto se presentaron los primeros bocetos, a esas primeras pautas iniciales le sobrevinieron algunas dificultades a la hora de solicitar su aprobación, lo cual, unido al elevado coste que suponía la idea original provocó que Macho tuviera que realizar algunas modificaciones entre otras respecto a los materiales constructivos.
La escultura fue finalizada en septiembre de 1930, tan solo 8 meses tras ser iniciada, convirtiéndose desde entonces en un faro para la ciudad.
A día de hoy este recurso se complementa con el Centro de Interpretación Victorio Macho, un espacio cultural donde se exhibe la obra del genial artista palentino, paneles explicativos, fotografías, bustos y moldes de esculturas y 24 dibujos inéditos del autor pintados a lápiz y a tinta.
Todo ello acompañado por un servicio de gafas de realidad virtual, que desde el pasado año 2022 ofrece al visitante la posibilidad de vivir una experiencia inmersiva trasladándose desde el taller imaginario de Victorio Macho hasta el interior de la imagen, atisbando desde los ojos una bella panorámica de la ciudad, sobrevolando los recursos turísticos más reseñados de la ciudad, La Catedral, Los puentes, el Canal de Castilla…
Por último, destacar la originalidad de su fiesta celebrada cada 16 de abril y conocida como la Romería del Pan y el Quesillo, una celebración cuyo germen lo encontramos en una leyenda. El apedreamiento que sufrió Santo Toribio de manos de los Palentinos por luchar contra el priscilianismo en la ciudad, echo que aconteció en el cerro del Otero y por el que, como castigo divino, Palencia sufrió un desbordamiento de su río, el Carrión.
De agravios, piedras y milagros; pero también del trabajo de la ciudad a lo largo de estos siglos, la Romería de Santo Toribio se ha convertido en una fiesta única en España, que congrega cada año a los pies del Cristo del Otero alrededor de ocho mil personas y que actualmente, está trabajando por conseguir ser declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional.
La Catedral De Palencia
La catedral de San Antolín es el corazón de Palencia. Su inmensidad y belleza atrae año tras año a miles de turistas que quedan asombrados por su espectacularidad y grandeza, ya que hay que recordar que es la tercera catedral más grande de España, por detrás de las de Toledo y Sevilla.
Construida en los siglos XIV y XV, se considera que la primera edificación que hubo en ese emplazamiento sería un templo romano al que después se le sobrepuso otro paleocristiano y otro más visigodo ya a mediados del siglo VII, que según la tradición se levantó en tiempos del rey Wamba para alojar unas reliquias de san Antolín que él mismo había traído de Narbona en el año 672. En 2021 fueron los actos de conmemoración del VII Centenario y cuenta desde 1929 con el distintivo de Monumento Histórico Nacional.
Serían las ruinas que el rey Wamba había traído desde Narbona las que servirían de base para una nueva edificación que dejó albergada en su interior la que hoy conocemos como “cripta de san Antolín”, la parte más antigua conservada, un templo erigido tras la dominación musulmana, cuando el rey Sancho III el Mayor restauró la diócesis palentina y le entregó al obispo Ponce o Poncio la organización de una nueva sede.
Su interior es uno de los grandes descubrimientos. Impresionantes y sorprendentes obras de El Greco, Alonso Berruguete o Zurbarán son algunas de las propuestas artísticas que el visitante puede encontrar en su interior.
Una de las curiosidades de la Catedral se encuentra en las campanas con las que cuenta, donde las más conocidas son el Cimbalillo y Zarambombón, ambas de 1524, pero tiene otro segundo grupo de campanas que en total suman nada más y nada menos que 6.000 kilogramos de peso.
Además, la Catedral tiene su propio scape room, llamado ‘Aventura en la Bella Desconocida’. ¿Te apetece jugar? https://catedral.aventuraenpalencia.com/