Luis L. FRANCO
LIBRO DEL GAY VIVIR Trisli fummo V e11aer dolce che dat sol sallcra. INFERNO, c. vn, Y. 121-22.
EDITORIAL BABEL BIBLIOTECA AMJEkTINA de BUENAS EDICIONIÍS LITERARIAS
BUENOS AIRES MCMXXIII
CANTO INICIAL
SCUCHADOS en
los rastrojos, En las viflas, en los huertos, A la orilla de los ríos, En el campo desierto, En la cima de algún monte (Ha cruzado sobro ellos A veces una sombra de águila), He aquí mis versos, Sencillos como hierbas, Hondos como arroyos de cerro, Ocon misterio de selva, Desnudos y de pies ligeros, Coronados de laurel, de rosas, O coronados del auténtico Esplendor de mi alegría E
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(Lo que aprendí enseño: Gay saber: gay vivir), Oh vida, y como tú prestos, Volubles, imperiosos, libres, Salvajes, sinceros, La Oda con su soplo y su llama Y la Egloga de ojos risueños. Mas buscando ser de mí mismo Discípulo y maestro, Paciente y ferviente, Con sal de lógrimas y hierro De sangre impetuosa, Trabajé sólo a mi fuego. Coronado de mi canto Me alzo ahora, sereno.
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LA SONRISA DEL SOL Y LA RISA DEL AGUA
de la tierra que huele a vifla y rosa... Del crespo rumor de agua... Del día cristalino Como tu trino, oh pájaro, que en esa melodiosa Invitación al gozo y al canto estás divino. EGALO
R
Maravilloso polen de oro es el sol. Del Este Alienta un soplo pánico. En intrincado vuelo Las golondrinas dicen su alegría celeste, Y es como si el paisaje se impregnara de cielo. La inocencia del campo purifica. Con brío Ritual una cigarra vibra su caracol. La soledad virgínea calla. Sonrío y río, Oh agua, con tu risa, con tu sonrisa, oh sol. 11
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OH TIERRA
tierra, tu emoci贸n O (Primavera se inicia) Debe ser emoci贸n De madre primeriza Que a sus t铆midos senos, Secreta, dulce, viva, Siente afluir la leche Y sonr铆e, divina.. H
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AMANECER
ALIDECE la
luna, P Se aclaran los confines, Y es gรกrrula como una Calandria la esquila que toca a maitines.
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MOMENTO MATINAL
N silencio clarísimo. Remotas U Nubeejilas de oro. Calma ufana. Vuela, cantando, un pájaro. En las gotas De rocío sonríe la mañana...
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JTJCIINDITAS
OMO el de bañarse al aire libre, Como el de comer miel salvaje, Como el de poseer una moza sobre la hierba, ¡ Oh gozo del verso que nace! C
Fundo mi cuerpo y mi alma en el verso Así como dos bocas en la unidad del beso.
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PALABRAS MILENARIAS
para coronar la belleza del día, Las ramas encorvábanse en guirnaldas. El sol En milagrosos chorros de bendición llovía. UÁL
C
El silencio escuchábase a sí mismo. Armonía De inmensidad y bondad. (Como un caracol Al oído, el murmurio de la vida bullía...) Dije: La luz
(1)
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es dulce y es grato ver el sol (1).
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ISTETHOSAMENTE llegó
al retiro en el misterio del cailaveral. «Ay!»... El suspiro Se apagó en mi boca. (Los follajes Parloteaban frescos como agua manantial.) Sus bellos ojos salvajes De halcón me decían albricias. Me embriagué, la embriagué con mis caricias. Y, corona del Amor que eterno siembra, Fiié ui'i triunfo de macho y un triunfo de hembra. M
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Se fu... Mas ha dejado mis sentidos llenos De ella: su rumor, su suavidad, su fragancia, Su ansia Contenida y loca, En mis manos el temblor de sus senos Y la humedad de su boca en mi boca. Miro en las hierbas la huella Amorosa del cuerpo de ella. Y pienso, estremeciéndome, en el regalo ardiente De mi cuerpo a su cuerpo profunclaiuente, Y en su vientre, pálido como mi frente, Que en sagrada y secreta Labor de madre Puede darme la gloria ¿le ser padre, Mejor que la ¿le ser poeta.
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MEDIODIA
u mediodía, Q Corona de oro del mundo, Equilibrio de oro del día, Profundo Diamante sin sombra, armonía Tácita y serena, Melodía De la luz plena!
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ZAFIROS H azul del crepĂşsculo, Q Oh prodigio sereno: Es un zafiro bruto todo el monte Y un zafiro pulido todo el cielo.
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ANOCHECER
ensombrece el valle; pero el cielo puro Mira aún con dulces ojos de paloma... Y el lucero brilla ya en el horizonte Que se aclara en nimbo: y el azul y oscuro Y enorme y ceñudo tuisterio del monto Va transfigurándose: y la luna asoma. E
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Locos, en los setos, tañen sus flautillos Los grillos, los grillos, los grillos, los grillos.. La aldea se duenñe como una paloma.
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EUFORIA
los mĂĄs agrestes senderos GuiĂĄis mis pasos hiatutinos, Oh alegrĂa de pies ligeros! Oh salud de ojos cristalinos! OR
P
Voy como en carne de inocencia, Lleno de pensamientos claros; La vida aspiran como esencia Mis cinco sentidos avaros. Y de lira o de caramillo, Hondo o armonioso o alado o rudo, El verso me viene sencillo Como el placer de estar desnudo. 24
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HUERTO MADURO
wrn, después del sol, al huerto. E Medio oculta en los árboles reía la mañana. El peso de oro de los frutos Maduros dulcemente doblegaba las ramas. Un guindo ofrecía sus guindas, Rojos pezones vivos que el sol acariciaba. Un granado bello y sanguíneo En venturosa plétora abría sus granadas. Al pecado paradisíaco, Desnudas como Evas, tentaban las manzanas. 27
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Duraznos rosa y ámbar claro (Este o aquél mellizo) la boca hacían agua. Nogales con más nueces que hojas, Y qué de peras rubias y ciruelas moradas. Mas recordándote, oh Epicuro, Sólo probé los sobrios lugos que tú gastabas.
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FUE ERTAS
STA moza
es de todas la mรกs blanca Y la mรกs gรกrrula. Y la mรกs arisca. Ya canta igual que una calandria. O trisca Esbelta y รกgil como una potranca. E
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INITUS
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9i Mila
Tuno Venus in Ey1vis junjebat corpora aa.ntum. Lucrecio.
x el verde potrero que rodea E Un seto vivo ahora salpicado De rosas, bajo la lujiiria ¿le oro Del sol, - el burro, en hípico arrebato, Persigue a la potranca que resiste A coces y mordiscos; relinchando Hacia un extremo del potrero escapa, Y vuelve inquieta la cabeza. El macho, Cauteloso, se acerca. Lentamente La huele... Y con el belfo remangado, Lúbrico y anheloso, bebe el aire... Y más terco otra vez vuelve al asalto: Ella resiste con pudor salvaje. 33
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El ceja... Titubea... Pero en vano; La voluntad profunda de la especie Con saña cruda le espolea el flanco: Dilata, enormes, los ollares; lanza, Ronco de brama, su rebuzno, y ívido (Oh hambre y sed de hembra!) la acomete Ciego, feroz, con ímpetu de onagro. Victoria! La rebelde al fin se entrega. Soberbio, casi augusto, triunfa el macho. La yegua cabalgada abre la boca. Ya quieta, sufre y goza, y anhelando, Lo que, inmenso, el amor siembra en su entraña Recibe oscuramente, en sopor vago. Así el eterno amor cumple su obra, Inocente, fatal, obsceno, bárbaro, Entre el rubor genuino de las rosas Y la sonrisa azul del cielo casto.
IWI
TRIPTICO A Fernรกndez iitoreno
I
A LA CALANDRIA What moro foicity can Lali to creaturo Than to cnjoy delight with liberty. d.mond Spensor. ANTA la
hija de la aurora, C La multilingĂźe criatura Que inaugura El dĂa, la inspirada cantora De los celestes alegros, La reina de los ojos negros. Busca las ramitas ralas, Oscila, baja la cola, Entreabre las alas, Lo palpita La maravillosa gola, Salta a un gajito seco, 37
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Y entrecerrando el pico, cluietCcita En mágico silencio se abisma Corno escuchando gozosa En melodiosa Intimidad su propio eco. ¿Canta para sí misma? Y es un trémolo do fruición Vivísimo. • una pausa profunda. • un pío clarísimo. Una pausa todavía. Luego el suspenso corazón Se inunda De un irisado arroyo de melodía. Y el grito Del benteveo, Y el gorjeo Del cardenal, Y el pito Del zorzal, Y el flauteo De la perdiz, Y el chillido De la golondrina, 38
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LIBRO DEL GA Y V IV IR Y el piar feliz De los polluelos En el nido... Todo se oye cii la canción divina. Oh fiesta bajo «el reino de los cielos»! Libertad y alegría, Inaudita arnionía! Canto de la luz! Felicidad sublime de la luz!
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AL HALCON
テ]o de pico gacho P Y flavo y atigrado plumaje, Tan noble, tan prテウcer, tan macho, Sereno o 'violento: Salud, por tus alas veloces Entre el rayo y el viento, Y tu gran alarido Salvaje, Y tus pupilas esplテゥndidas y feroces, Y tu firme elegancia de bandido, Y tu continente, Orgulloso y desdefioso, Imperialmente, 40
LIBRO DEL GA Y V IV IR por ese Coraje Que pones En tus luchas, grandioso Como el de los leones. Oigo tu grito mientras resbalas Por la inmensidad altísima y tersa: «¡Llevo en las garras la fuerza Y la serenidad en las alas!»
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(fC
P1)A
ce]cb LOS con Cl sal tus bodas, M Oh hija dilecta del verano, Te escucho, y, jocundo y pagano, Te celebro en la mĂĄs ferviente de mis olus. 1LYTPL.S
En los claros dĂas del sol griego A poetas y postores diste la pauta Y fuiste alabada en la lira y la flauta, Oh armoniosa y gloriosa Amiga del labriego, Que igual tu voz exhalas En el olivo casto y en la vid lujuriosa Y vibras como la luz tus alas Y te alimentas con tu propio canto. 42
LIBRO DEL GA Y V IV IR Tu canto, tu canto, Acre delirio sonoro, Fervor santo, Maravillosa orgía! Suenas como si fueses toda ¿le oro! Sol, sol, sol, armonía! Te purificas en el canto Como en un crisol; Cinco ojos tienes para tu anhelo De mirar al sol, Y en una gota de rocío Ves todo el cielo.
Y me enseñaste en un mediodía de estío: Vibra todo en tu canto como yo en el mío !».
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•
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LA GOTA DE MIEL
no esperaba nada De tu avaro querer, Cuando hoy, al fin, me has dado Tu gotita de miel: A
y
Con la boquita abierta, Como besan los ni単os, Con la boquita abierta, Me has besado, cari単o.
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EPIFAA azul profundizase en silencio de lira. En la metamorfosis sin tregua, uno y diverso, Todo está en el Gran Todo divinamente inmerso. Veloz, en el Espacio sin fin, el Tiempo gira. L
Como en un «fiat» os virgen la luz. El Universo En el sol, en el monte y en mi pecho respira. Y de dónde me vienes, soplo, con que delira El cafiaveral hondo y antiguo de mi verso? 46
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Ah, lo grande y humilde de la Belleza, diosa, Reverenciar devoto; mirar en cada cosa Un justo receptåculo del inmenso misterio; Comprender que ser puro y sereno es ser fuerte, Que la vida no es menos sagrada que la muerte— Indispensables ambas en su concorde imperio.
sol
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BXO AL AIRE LIBRE
is loas más claras al agua del baño. M Oh límpido Placer do sentirse en el agua desnudo, Desnudo como ella y genuino; La sangre en las venas con fresca dulzura de savia, La carne como hoja que besa el rocío, Y el alma ligera, ligera.. ¡Oh inocencia inicial: paraíso: Sentirse en el agua desnudo Y un poco animal y divino!
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CAPRIPEDE
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mañanita es como un lirio azul.
Mis sentidos se impregnan de paisaje Entre un olor de rosas y de chivo. El cielo brilla azul, azul, azul... Siento ahora danzar en ritmo vivo Mi corazón. Y rítmico y salvaje Danza también mi verso pies de chivo.
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AVE
VE, llena Á
eres de gracia por gracia Del secreto vivo que esconde tu entraña.
(Esconde un misterio de alba tu vientre. Tu ombligo es el puro lucero del alba.) Misterio... Lo mismo que un corazón late, Pálido, tu vientre, de emoción sagrada. La luna es ahora benigna contigo; Te besa y te vuelvo más suave y más blanca. Como si en tus venas hubiese instilado Su miel, una pura delicia te embriaga. 53
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La leche que afluye dichosa a tus senos Todo el sér te llena de dulzura cándida. Otras veces tienes rubores de novia, O dengues y antojos de niña mimada. Te obsede ci Pesebre... La estrella. . . los magos. El Niño sonriente.., la Madre beata... Tu sonrisa tiene la clara inocencia Con que él en tus brazos sonreiré. mañana. Hay un lento ritmo de cuna en tus pasos. Sólo para él vives ya en cuerpo y en alma! alma! Ave, llenas eres de gracia. Así sea Y bendito el fruto que guarda tu entraña.
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GRABADO EN LA PIEDRA Baños de Villavil a - xi- icuxxr.
salvajes, aire libre, aguas de secreta Virtud: aquí su cuerpo y su alma bañó un poeta.
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½ Za pocillo!,
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PRIMICIAS
nueva primavera, Dándole senos, le enseñó a besar. En la vida casera e el alfalfar 0 El la habló muchas veces. Un día La halló juntando nueces. Ella no lo sintió llegar. (Cubría Su cabeza un pafluelo Blanco a cuadritos rojos, Y silbaba lo mismo que un chicuelo Redondeando la boquita fina). A
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—Quién?. .. quién es? Adivina!—
Palpitaron opresos Bajo los dedos sus queridos ojos. 59
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Y oh la azúcar divina De los primeros besos Y oh gozo De sentir en sus senos Morenos Latir todo su cuerpo delicioso... Y de pronto ella resistióse, pálida... Se desasió.., Pero la cálida Y dulce voluntad de las caricias La conquistó definitivamente. Y en las sombras propicias Gimió anhelosa y subyacente... Y él tuvo sus primicias. (Como reciente sangre virginal, Roja, una flor manchaba el yerbazal).
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y; 1
el pecho C De la golondrina El alba blanquea En la noche azul oscura. Duerme aĂşn la aldea. Dejo mi cama Y mi techo. Afuera me llama La amistad Divina De los pĂĄjaros. Pura Es el alba. Me echo A vagar, y vago, vago Por todos Los senderos y recodos, Gustando el halago De la soledad Y de la hora. OMO
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Colorea ya la aurora. Lejos, se alza una palmera. Los párpados siento Frescos como hojas de morera. Sorbo sediento El embriagador Aliento De las hierbas de olor. Miro como un novio todas Las cosas. Emoción de bodas...
Un pájaro canta, Y su alegría Es gemela de la mía. Humildemente Como el alma de una santa, A la orilla De un arroyito transparente Sonríe una campanilla. Florece mi corazón. Bajo un nogal profundo Como un callejón, Rumia un buey, meditabundo.
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LIBRO DEL GA Y V IV IR Paso junto a una viña. Tras el seto, Un racimo Prieto Como una piña, Y como un odre, opimo, Me provoca... Oh, las uvas deleitosas Que revientan entre los dientes Aromando la boca: Frías con el salubre frío Matinal, vidriosas, Casi transparentes, Virginales de rocío! Corto menta y poleo Para perfumarme las manos. Frente a unos manzanos Maduros me ?nuerde el deseo; Pero envidio fliíis su linfa, La sangre dulce y fresca, fresca... (¡Oh la Frescura, Esa ninfa Que incita mi álacre y oscura Vitalidad faunesca!)
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Y he aquí que, inocente De fresca inocencia salvaje, Ceñida la frente Breve y la oliente Cabellera De ligera Guirnalda de follaje, Los ojos verdes, deliciosa La boca, flexible La armoniosa Cintura, Y como si invisible Flauta guiara Sus menudos Y ágiles pies desnudos, Viene hacia mí la Egloga purzL Apasionada y juguetona, Llena de sonrisa clara, Extiende los brazos desnudos. Y hermosamente mo corona.
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NOCHE EN LAS CUMBRES H emoci贸n de estas horas tan altas y tan bellas: Q Sentirse aqu铆 en las cumbres como un pastor de estrellas.
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irn.a ya... Su andar llena de gracia los caminos: V Sus caderas redondas y sus tobillos finos... Llega sonriendo. La hago sentar en mis rodillas. Me abraza, estremeciéndose hasta en sus pantorrillas. Y para demostrarme que ella por mi está loca, Su beso cruel y dulce me ha mordido la boca. Y es cosquillosa y ríe por todo. (Sus encías Más frescas que la fresca pulpa de las sandías). Como una rama al peso de su fruta madura, Entre mis brazos fuertes la rinde la dulzura. TI
ME-
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Cómo pintar ahora, ni quién lo puede hacer, El divino paisaje de tu cuerpo, mujer. El mirar de tus ojos anegados de amor... El temblor con que tiemblan tus párpados ca flor. Tus cabellos que huelen.., a qué sé yo... a follaje De nísperos, a parvas, a acequia, a miel salvaje.. Tu risa, entre las risas clarísima y cordial, Donde - pastor - me abrevo como en un manantial; Y tus pechos que sacas para mí del corpiño, Tímida, y que me ponen contento como un niño; Y tus codos lo mismo que huevos de paloma; Tus rodillas lo mismo que pecho de paloma; Tu vientre, aun en gracia de doncellez, pulido Como una guija, y como fina arena, mullido (Su ombligo es un hoyuelo de agua de arroyuelo), Y tu sexo amoroso y tibio como un nido.
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LOS GOZOS DEL VERANO
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HIMNO
N la acequia recamada de arena E Fina y lajas azules, llena De esa agua con gusto a raíces Y olor a malva y a menta y a verbena, Me bañé esta mañana de lo lindo, Sorprendiendo en su calma Rumorosa a los pájaros felices. • salí renacido de cuerpo y de alma, • añoré aquellas sandalias de tamarindo • mirto, que el más griego de los dioses Se trenzó un día para sus pies veloces... Y uní mi voz al coro Armonioso de las cosas bajo el sol: ¡ Gloria al verano de ojos de oro! Gloria al verano coronado de sol! 75
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Por el aire celestcmeute Límpido y sonoro, Por la gente Que se levanta al canto de los gallos, Por las mozas Descalzas y en enagua Y los mozos en mangas de camisa, Por el relincho vibrante de los caballos, Por las risas voluptuosas Y puras Del agua, Por la molicie de la brisa Pesada y dulce de viñas maduras, Por la arena Que se mulle y se irisa, Por la viña profunda como una colmena, P or el maizal de crenchas blondas, Por el verde innumerable de las frondas Y el verde aurisolar del picaflor, Por la prismática policromía De los insectos, por el fuiro ardor Del mugido del toro, Por el populoso rumor De la alameda bajo el viento, Por el mediodía Blanco y el ocaso sangriento, 76
LIBRO DEL GA Y V IV IR Por los pichones Que vuelan de los nidos, Por el glauco profundo de los con-os Que salpican de flores inmensas los cardones, Por los alfalfares floridos Donde juegan los potros o los perros, Por el esplendor mineral De las hojas, por el cañaveral Que guarda a toda hora un misterio de siesta, Por el arrullo de las palomas, Ronco, por la pereza mórbida de la siesta, Por los árboles que sudan sus gomas O sus resinas O sus trementinas, Por las lechigiianas, Que destilaban sus mieles serranas, Por la hierba, oh amor, que es un lecho de aromas, Y por el sosiego En que canta Mejor que nunca la concordia santa Del Agua y la Tierra y el Aire y el Fuego. Y alabé con deleite cierto Las dulces glorias del huerto: La uva de todos los colores Y todos los sabores, Encanto del gusto y de la vista77
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Rubia, morada, rosa, Azul, oscura, amatista; Y la granada ubérrima y bermeja Que se abre en múltiple parto, maravillosa; Y lleno de arrugas, el higo Con su gota de almíbar en el ombligo Donde suele pegarse alguna abeja; Y con los deliciosos toques En el translúcido ámbar de su piel, Y con su líquida miel, Los duraznos, damascos y albaricoques; Y la ciruela Que se azula • se aterciopela; • la preclara Manzana que tentara, Oh Eva, tu divina gula. Y dije: alabemos al escarabajo, Coprófago corno Ezequiel profeta, Sagrado en su inmundo trabajo, • que rueda su bola como el sol un planeta; • a la abeja, peregrina Obrera, dulcísima y cruel, Por su geometría divina Y el divino don de su miel; Y al lagarto de ojos puros, 78
LIBRO rEL GA Y V IV IR Pardo, verde y áureo, quieto o esquivo, Sobre piedras o muros, Adorador del sol estivo; Y a la cigarra, criatura Celeste, que Vive do melodía Y de rocío, pura Entre todas las hijas del día; Y al antiguo dios pluvial De los quichuas, terror, De la langosta fatal, El sapo geórgico y cantor; Y el grillo mínimo y nocturno Que con blando ritmo de cuna Mece el silencio taciturno Y dice sus amores a la luna. Y celebró las noches ¡lunes, como aquellas De Caldea enarenadas de estrellas Maravillosamente, Cuando se dijera que la Paloma Arrulla, Y brincan las Cabrillas, y a la Cruz que asoma Rezan las Marías, y el Río murmulla Mansamente. Y las noches do faz serena Que ofrecen con un gesto de madre complaciente La hermosa teta de la luna llena. Y las noches bicornes del creciente. 79
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II AURORA
LATO, 'igero,
puro, divino en esta hora... Es que en mis venas corre la sangre de la aurora?
C
so
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III A GUA
ir, agua de la acequia bienoliente, criatura Q Gárrula como un pájaro, como un pájaro viva Copias el cielo mudo y el árbol que murmura, Y su murmullo. Ofreces tu frescor, fugitiva. El limo de los cerros llovidos te demuda, Pero tiemblas de nuevo limpia como una estrella. Y te entregas y cantas y fugas, oh doncella, Inocente, risueña, clara, fresca, desnuda.
si
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IV ARENA
hermana del agua voluble, silencioso Lecho donde ella canta su genuino alborozo Q Con qué gracia conservas las huellas de la brisa Y las de los insectos y aves. El sol te irisa Con la amorosa gloria del buche del palomo. Y si entonces requemas los pies de tan ardiente, De noche eres ínás fría que vientre de serpiente... ITIETA
Entra mis dedos fluyes, fluyes sumisa, y coño Un semisueflo iágico me invade dulcemente.
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y SIESTA
cnno bajo un joven limonero copudo, E Con la cabeza puesta sobre el brazo desnudo. La acequia arrulla; el aire se ha dormido; el sol tuesta. Oh, quieta maravilla profunda de la siesta. Juguetean dos pájaros entre tuedio una rara. Y sesga una libélula con ruidito de llama. Sea como tu joven follaje, oh limonero, Mi sueño: fresco, plácido, armonioso, ligero...
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VI
A PRISCO
N el aprisco cálido y oliente E Balan tímidamente las cabrillas;
Irguiéndose en dos patas de repente, Los chivatos dirimen sus rencillas; Las cabras, llena la ubre a no poder Ya más, rumian hincadas de rodillas: Sus ojos claros de inocencia impúdica Soslayan con miradas de mujer Al viejo chivo de barba talmúdica.
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los :11 *
r: cuosnos
HOMBRE! , Ms vano que útil tu saber si un día No has de vivir toda tu sabiduría.
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A LA ALEGRIA
a la alegría C Hija del día, Compañera alada: La alegría ligera y sagrada! ANTO
La alegría que en el surtidor Numeroso de la risa Brota, y florece en la flor Do pétalos blancos y rojos De la sonrisa, O, más secreta y pura, sólo brilla en los ojos. 88
L IB R O DEL GA Y V IV IE
Hasta el fondo, hasta el fondo De mí mismo, profundamente, Cavé para hallarla. (La fuente Más clara es la que viene de más hondo). Porque esto me enseñó la vida un día: «Bello, sin duda, es el dolor; Pero, en verdad te digo, la alegría es mejor>.
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III
COMLNION
su secreto a las cosas. ร Te sentirรกs, mรกs de una vez, casi divino... Comulga con las cosas: La tierra es pan, el cielo es vino. VERIGIJA
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Iv ESPADA DE DOS FILOS
paciencia y la audacia Sean contigo siempre; Contigo los dos filos De la espada del fuerte. A
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y
EL ORGULLO
tu orgullo, digo, Como tu castidad, para tĂ mismo.
tARDA G
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VI JUV ENCIA
en la infancia o en la juventud La dicha'?... Quién sabe! Lucha cada día Por la plenitud De tu originalidad, tu fuerza y tu alegría: Más atento, más seguro, Más amplio, más lúcido, más puro... Conquista tu verdadera juventud! ST
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VII LOA DEL CUERPO SANO
bestias y las plantas te den el buen consejo: Contémplate en tu cuerpo tal como en un espej Para tu gloria de hombre, prolongada en la casta, Desnúdese tu cuerpo en la gimnasia casta, Como una estatua. Puro y audaz tu cuerpo entrega A la gracia del aire y el sol. La diosa griega Te unja con su óleo. El juego armonioso y diverso De tus músculos plázcate como el más bello verso. No así como el asceta ni como la ramera, Sé ducfio de tu cuerpo, que ésta es la ley primera. AS
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LICEO DEL GA Y V IV IR Un cuerpo hermoso, fuerte, sano, quĂŠ noble palma. Pero sirve a tu cuerpo para servir a tu alma. Y no des uno al diablo ni la otra des a Dios, Y ojalĂĄ te tuvieran sin cuidado estos dos! Cuerpo, loado seas en tu carne y tu hueso, Tus nervios y tu sangre, tu semen y tu seso,
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VIII CONSECUENCIA
ESPRECIAR las D
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censuras será fuerte y hermoso, Pero de qué te sirve si aceptas los elogios
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wi PURIFICATE TJRIFICA tu P
cuerpo, S茅 el domador y amigo de tu sexo.
Purifica tu fuerza En la lucha alegre y bella. Purifica tu boca En la palabra justa y hermosa. Purifica tu coraz贸n En el amor. Purifica tus ojos, oh hermano, Y veras que el mundo es un milagro. 97
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LA SOLEDAD
A soledad es cumbre, L Con su rigor, su frĂo, su silencio. Para vivir en ella Hay que ser duro y puro y haber domado el vĂŠrtigo.
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XI A LA RISA
a la risa, el gesto Profundo y presto, Inocente y liberador: Maravilla diamantina, Corona de esplendor, La risa, la risa divina! ANTO
C
Oh, surtidor salubre y vivo, Cuerpo y alma en canci贸n, Danza del coraz贸n, Privilegio del hombre, exclusivo: M谩s clara que todos los cantos y las voces: Regalo de los antiguos dioses! 99
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Amigos, mi alegrĂa os convida: En la copa de la risa brindemos a la vida!
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cansan los libros, Me aburren los libros. Apago La lรกmpara fiel de mis largas vigilias nocturnas, Y salgo. La aurora despunta en las cumbres. Me gana un nativo deseo de lo alto... Y trepo con รกgiles pies de cabrero La senda que lleva a la cima del monte balsรกmico. Oh ruda amistad de la piedra. Oh pura visiรณn de horizontes lejanos. A todos los vientos, A todos los vientos respiro hondo y ancho. E
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Me invade Un gozo álacre y bárbaro. La brisa me abraza, y me besa Como una querida la frente, los labios. Y quedo en silencio Gustando Lo mismo que un vino profundo El genuino placer de estar sano. Y grito de pronto, espontáneo y férvido, El torso y los puños en alto: Oh dios verdadero entre todos, Oh Sol, haz mi sangre más roja y mis ojos más claros!
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Vi VI E
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FIGULINA
como una manzana La hija de la lavandera.
INDA L
De ma帽ana cuando viene Se pone alegro la senda, Y es de ver c贸mo los ojos Se vuelven s贸lo por verla: La tinajuela del agua Coronando su cabeza, Bata blanca lunareada De rojo, pollera negra, Mostrando un poquito a veces La blanca enagua parlera, Descalza para mas gloria De las muy garridas piernas... 105
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Linda como una manzana La hija de la lavandera.
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HILARITAS Necessit, comme l'urto del pié aella danza tu oril G. dA .— Laudi.
mañana Es fresca corno la hoja del membrillo
A L
Oler, oir, tocar, gustar, Ver... Avidez genuina de los cinco sentidos! Y esto contentamiento De pájaro, melódico, alado, cristalino; Sentirse fuerte, y ágil Como si se tuviera pies do chivo; 107
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Danzar la danza mรกs ligera Para embriagarse de aire matutino, Mientras en vago anhelo de ser flautas Suenan las cafias llenas de misterios antiguos. La vida es simple, simple Como el gusto del agua, como el olor del lirio.
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CON, CUBITUS rito. Instante lleno de infinito.
ARAVILLOSO M
Gesto vital, gesto profundo Y jocundo, jocundo. Oh delirio carnal. Semen, sangre inmortal. Oseulo creador. Amplexo Total y ext谩tico. Ecuaci贸n del sexo. Cardinal mandamiento de la vida. Fiat sacro y perpetuo de la Especie y la Vida
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:I LA LLUVIA
nubarrón tupe su velo. Hay un profundo anhelo. Un rayo... Un trueno... Y se abren las compuertas del cielo. L
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Y el agua dulce y bienoliente Desciende oblícuamente Y une a la tierra oscura su vida transparente. Frescor de lluvia, alma caricia; Olor de lluvia, albricia Santa; rumor de lluvia, innúmera delicia. 110
LIBRO DEL GA Y V IV IR La savia da su generosa Frescura en la olorosa Brisa. Oh, esa morera, crespa como una rosa! Con pánico ímpetu vocal Eii el cañaveral De la orilla recréase el respiro fluvial. Y ríe ya el azul benigno En el divino signo: El arco-iris, lira de la luz, canta su himno.
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LA LAGARTIJA casi pisé una. lagartija. Me detuve a mirarla: ávida y quieta, Ojillos puros y mirada fija, Tomando sol estaba en una guija. ¡ Oh, candorosa envidia de poeta Ante la bestezuela que veía Gustando con fruición honda y secreta El sol, sublime pan de cada día! ECIN
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EL BESO
ULCE bajo
mi beso es tu frente Pálida, y tus mejillas de nena, Y tus ojos de mirada serena Que tiemblan tan celestamente, Y tus frescos cabellos oscuros, Y tu clara garganta venada De azul, y tu nuca sonrosada Y rubia, y tus blancos brazos puros. Ah, pero nada igual a tu boca, Fresca como de miel o de rocío, Pintada con sangre de corazón, Que muerde o apenas toca Y suspira: «amor mío»... D
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Tu boca do beso, de risa y de callejón, Tu boca, tu boca, oh tu bocal Palideces corno al sol una rosa Exangüe, o una llama ante un soplo excesivo, Gimes, te ahogas en temblor convulsivo Bajo el beso profundo... El beso, la cosa Más dulce del mundo!
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• a la hora de la tardo, a la hora en aien la mozas por agua. Génesis. 25 - 11. ANSEDUMBRE amorosa
del ala del palomo La del largo crepúsculo,,. El agua de la acequia Ahora canturrea más clara. Un cinamomo Con su aroma antiquísimo y religioso obsequia. M
Las lentas aguadoras han llegado a la acequia. Y cada cual su cántaro bruno o bermejo llena, Tapándole la boca con follaje, sin prisa. La acequia está olorosa do menta y hierbabuena. Y el pintoresco grupo dice, entre risa y risa, Sus bromas y sus chismes. Fluye el agua de prisa. 117
L U ¡ 8L .
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Y poniendo un rodete de trapo en la cabeza. Alzan, corona fresca, la tinaja cantante. Y vuelven al camino. Con donosa destreza, Muchas de ellas, llevando las manos adelante, Hacen girar el huso ligero y susurrante. El esfuerzo del cántaro da relieve a los pechos. Brillan los ojos zarcos y los ojos oscuros; Las curvas de los cuerpos y de la senda, a trechos, Se confunden en besos armoniosos y puros. Del cántaro hermanitos menores son los pechos. Se ve piernas morenas y se ve piernas blancas, Y tobillos desnudos, así como en un friso. Algunas trenzas rozan las ancas. Y las ancas Se mueven con un ritno preciso e impreciso... El desfile es tan puro, que se dijera un friso. Mansedumbre amorosa del ala del palomo, La del largo crepúsculo... El agua de la acequia Ahora canturrea más clara. Un cinamono Con su aroma antiquísimo y religioso obsequia. Las lentas aguaderas retornan de la acequia. 118
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VOLTJPTA S oitrpnosmw del nauta y del poeta: V Contemplar la noche desnuda en sus estrellas...
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PRIMAVERA
perales, almendros floridos: Candor primaveral. Rosales, duraznos, ceĂbos, granados floridos: Rubor primaveral.
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ARANJOS, acacias,
LIBRO DEL GA Y V IV IR
COMO UN PASTOR DE LOS ANTIGUOS DIAS os matices se funden. Todo ruido se aquieta. L El crepúsculo mira con sus ojos violeta. La hora es misteriosa, confidencial, secreta. Sólo un pájaro canta como un puro poeta. Calla a tni lado el perro que ha seguido mis huellas.
Y me quedo mirando, como un pastor de aquellas Epocas que tenían unas noches tan bellas, La melodiosa mansedumbre de las estrellas...
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DE PROFUNI)IS A A rturo Capdevila
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SS-el
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1 • P:
OLO en la Noche, La Hidra De millones y millones De pupilas... S
Oh inmensidad de la Noche Junto al exiguo día; Astros, enigmas De luz, impenetrables Como la sombra misma; Pozos De horror y de maravilla, En que aún Aldebarán, Rigel, Sirio, Como candelas vacilan, 125
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Y las constelaciones Son torno un puñado de arena o ceniza, Y las nebulosas Como el humo de una brizna. Ah, si en el inefable Todo Toda cosa es efímera y pequeña, Si como gotas de rocío Se desvanecen las estrellas Y esos desmesurados astros Dementes, los cornetas, Si nuestro sol entre ellos Es un grano de arena, Qué decir entonces De nuestro planeta, Y qué del hombre, Del hombre sobre la tierra, Entre lo infinitesimal y lo infinito, Atomo fugaz de miseria y... ¿Y qué voz me dice que nadie Descifrará el formidable alfabeto Que ese Minotauro, lo Incomprensible, Oculto en el dédalo Prodigioso de las estrellas, Nunca tendrá su Teseo, 126
LIBRO DEL GAY VIVIR Que será inviolable La virginidad del misterio, Que ni la muerte Rasgará los sagrados velos, Que el Tiempo nunca Cerrará su périplo Y que el Espacio No tiene más limite que el vértigo?.. Mas amengua ya mi angustia Un místico orgullo satánico: Algo soy en el Universo Puesto que soy capaz de pensarlo, Ah, y la potencia incalculable Del genio humano Que fecunda el compás y el telescopio Y el número y el ángulo! Y evoco Con sagrado regocijo Fraterno a los argonautas Del pensamiento y del abismo: Los oscuros magos caldeos, Los misteriosos sacerdotes chinos, Que conversaron ya con las estrellas Hace cuarenta siglos,
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Y Pit6goras, Músico de celestes oídos, E Hiparco Y Ptolomeo egipcios, Y Copérnico, Destructor y constructor magnífico, Y Galileo, ojo telescópico, Y Kepler y Newton, legisladores del prodigio, Y el hierofante que en nuestros días, Mientras pequeños y ridículos Comen unca se asesinaban los pueblos, Se atrevió a medir el Infinito!
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MAÑANITA NUBLADA
con los pájaros, y salgo. Anoche lloviznó un poco. En la senda Ligeramente humedecida y bruna Mis pasos dejan las primeras huellas.. Como un sediento el agua, bebo el aire. Da gusto este olor nuevo de la tierra. Parecen unas cabras en las lomas Las casitas aquí y allá dispersas. La mujer del herrero, mi compadre, Pasa con un chiquillo a la cadera; Su plácido y cordial «muy buenos días» Como un conjuro de salud me suena. ADRUGO
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A N (,
Como una golondrina, en el aljibe, El agua dulce y gárrula gorjea. En un gajito seco, una paloma Se espulga el buche. Allí, bajo la higuera Que da sombra al camino, una muchacha De trenzas rubias y redondas piernas, Mím lista que los pájaros, les roba Con una caña la primera breva.
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V JV 1'
LA ESTRELLA DE I3LLEN
013IE el
alcor, Tímido corno un cordero, Aparece el lucero.. Es la hora del Buen Pastor. S
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EMBrIA GUE z
oo la de una rosa tu carne es inocento. C Y tu cuerpo tan claro como tus propios ojos, Y tenso como un arco de lucha, o complaciente. Es dulce, cual rociado de miel, a mis antojos. Tu beso es fresco y cĂĄlido como una hoja de merta, O como un agua lĂmpida a mi sed no saciada Por eso vuestros besos, oh bocas, son sin cuenta Como los deliciosos granos de la granada. 132
LIBRO DEL GA Y V IV IR Y en largo beso líquido bebo también tu risa. Tus flancos y tu vientre recorren crispaciones Vagas. Y en el virgíneo olor de tu camisa Pregusto el agridulce sabor de tus pezones. Y acaricio tus piernas, oh amor, y aunque te turbas Esquiva y con los párpados bajos, mi mano inquieta, Visitando en secreto todas tus dulces curvas, Adora al fin tu curva más dulce y más secreta.
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tCHjtJ I)
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Vuelve de la Pobre, enfermo, trit El volvi贸 a su aldea. Pero, con gran suer: Fu贸 en la primavera. Y ella lo esperaba: :. Pensando en su . Ella ]o esperaba. Noviecita ingel: 芦 i3.
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LIBRO DEL GA Y V i V i l Y él sanó de gusto... Sí, de sólo verla. A h, qué linda estaba Su aldea rnorena, Vestida de rosa Claro y de inocencia!
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SEPTIEMBRE
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1iรงJ k
EPTIElBRE, cómo
late tu fresco corazón! Dukes plantas floridas de blanco, evocación S De chicas en su blanca primera comunión. Sonríe, tiernamente, recién púber, la viña. Y la quinta con todos los colores se aliña. Bajo el nogal anciano conversa el agua niña. Y la mañana mira con ojos transparentes La fiesta do las cosas. Esa fragancia. . . sientes? Es de la vieja tierra y las rosas recientes. 13
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Y en el atado de heno puso una rosa el chico Que pasa por la senda jinete en su borrico. Una curruca lleva un palito en el pico. Y esta muchacha me habla tan linda en su sonrojo, Que no sé cómo diablos llego a vencer mi antojo De hablarle con ini beso más húmedo y más rojo. Está violeta y húmedo el cerro matinal. Y dice sus tres sílabas divinas el zorzal. Mi corazón se aclara de emoción musical. Ah, este puro misterio de la estación florida Que muestra así las cosas y su ida y su venida En la perpetua danza circular de la vida!
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P U ELLA
suena corno un beso; S Bajo ajo unas cejas rubias tiene unos ojos negros; Su risa es lĂmpida, y su carne Tan redonda y tan clara como un agua de estanque.
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MA ÑA NA
apaga el lucero... Se apagó el lucero... Las campanas abren las puertas del cielo.
E S
Por la senda cruzan las leclieras. Muge Una vaca blanca de rosadas ubres. Ingenuo y alegre lo mismo que un novio Llega el sol, corona del monte amoroso. \rie1 exl a la acequia las mozas de siempre. Como el cielo, el agua, de clara es celeste.
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EN EL MONTE
OMO un
templo es el monte. En su calma Coronada de horizonte, Voy a escuchar i alma. C
Ladra de gusto mi perro, Maravillado de los ecos del cerro. Pero otra vez, mรกs claro, el silencio domina. Y me siento puro mirando el horizonte, Y sencillo ante la enorme sencillez del monte, Y alado con el vuelo de la golondrina. 143
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¡ Oh trinidad del píj aro, de la piedra y del cielo! ¡ Oh golondrina, Tus alas dicen toda La divina Alegría del vuelo!
(Desciendo con los ojos embriagados de cielo Y el pecho lleno de oda).
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1 ti รง
lo lpus seis
LA CASA
iENnAYA bajo B
el sol la santidad del día,
Y esa chispa del sol: el fuego del hogar,
Y ese cantor del sol: el gallo siempre alerta; La casa abierta siempre para todos igual, Y estas gentes que guardan el candor de otros días: Bienliava ahí a la sombra del árbol tutelar (El algarrobo indígena que tiene años como hojas) La viejita que arrugan la sonrisa y la edad, Y ese viejo de barbas llenas de temblor santo, Y esa chiquilla que hila con tan prolijo afán, Y ese agricultor joven, nudoso y laborioso, Tierno junto a su tierna mujer que siente ya Bendecido su vientre, bendecida su dicha. 147
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Y bienhaya el mortero que estĂĄ bajo el nogal, Y el grano de la troje, y el agua del aljibe, Y el buen horno de barro donde se Cacee el pan, Y el perro que dormita junto al umbral de piedra, Y con su tela a rayas alegres, el telar (El mismo de la Biblia), y la viĂąa madura, Como granada abierta de prieta y de feraz, Y, hecho de todo el cuero de un buey, el lagar hondo, Y el burro que de pronto rebuzna en el corral, Y el camino pacĂfico y pardo como el burro, Y la cocina humilde de donde asciende en paz El humo que sin duda, por azul, se va al cielo... Y bienliaya esta vida simple como la sal.
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L. COSECHA
tomando un puñado de trigo, con unción Y Antiquísima y honda, dije en mi corazón: «Bendito sea el previo sabor del pan seguro En ci contento agrario como una hostia pulo; Bendito sea el sol, nuestro buen padre y rey; Bendita nuestra reina y buena madre tierra, • la gran mansedumbre de los ojos del buey, • el humilde trabajo de la lombriz de tierra, • la fiel golondrina que nos trae la lluvia, • la hoz, corva como un ala de golondrina.. Bendita en cada grano vuestra cosecha rubia, Labradores, y vuestro vivir hondo y en calma Cual vuestro arar... Bendita la faena divina Que endurece las manos y que enternece el alma». 149
INDICE CANTO INICIAL ............................ La sonrisa del sol y la risa (101 agua ...........11 Ohtierra .....................................12 Amanecer ...................................13 Momento matinal .............................14 Jucunditas .................................. Palabras milenarias ..........................16 EN EL CAÑAVERAL .........................19 Mediodía ....................................21 Zafiros ......................................22 Anochecer ..... ... . .......................... 23 Euforia.....................................24 IIITERTO MADURO ..........................27 Pubertas ....................................29 INITTJS..................................... TRIPTICO 1 A la calandria ............................37 II Al halcón ................................40 III A la eigarr ..............................42
La gota do miel Epifanía Baflo al aire libre Cepripede AVE Grabado en la piedra PRIMICIAS LA EGLOGA Noche en las cumbres EPITALAMIO RUSTICO
............................. ................................... ........................................ .......................... ................................. ................................. ......................... ......................
45 48 49 53 55
51)
63 67 71
LOS GOZOS DEL VERANO
.................................. .................................. ....................................
1 Himno IT Auror't 111 Agua IV Arena -... VSiesta VI Aprisco . ....................... . .........
...................................
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DICTADOS
................................. .............................. ................................ ...................... orgullo ................................ ................................ ....................... ........................... ................................ ................................ ..................................
1 Hombre II A la a1egrii III Comunión IV Espada de (los filos Y El VI Juvencia VII Loa del cuerpo sano ViII Consecuencia IX Purifícate X La soledad XIAla risa
87 SS 9') 91 93 94 97 98 90
E UDTNAMIA 103 Figulina . 105 llhlarilas .................................... 107 Concubitus .................................. loo La lluvia .................................... 110 La lagartija .................................. 112 Elbeso ...................................... 1 1:1 NOZAS DE CANTAIIO ....................... 117 \rolt1pts 119 Primavera ................................... 120 Como un pastor de los antiguos días ........... .121 DE PROFUNDI ............................. 123 Maiiaaita nublada ........................... 129 La estrella de Belén .......................... 131 Embriaguez ................................. 132 Romancillodel poeta que volvió a la aldea . 134 SEPTIEMBRE .............................. 139 Pue]h ....................................... 141 Mañana..................................... 142 En el monte .................................. 143 DE "LAS EGLOG-AS ALDEANAS" BENDICIONES CaSL.......................................147 La cosecha ...................................149
BABEL
BIBLIOTECA ARGENTINA BUENAS EDICIONES LITERARIAS DRECOR; SAMUEL CLUSflERG IRIA RTE 1664 I3VINOS AIRES
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