Libro el mar se embarca

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DECLARAC ION JURADA

"El arte no es un velo de maravilla para disimular lo vulgar, sino una revelación de la profundidad del ser, es decir, de las nupcias de la apariencia y la esencia. "Cuando un poeta no es capaz de lo nuevo se queda en lo novedoso, pero la poesía, más que las otras artes, debe revelar el espec fo nuevo de los temas antiguos y los aspectos fundamentales de lo moderno: la falta de reposo en la Naturaleza o creación de cada dra: la muerte como un cambio de postura del ser; nuestro parentesco de sangre y espíritu con el cosmos, y la indivisibilidad de cuerpo y alma; la vertiginosa alma submarina llamada subconsciente; las insidias fosilizantes de lo que fue contra lo que quiere ser: el gigantismo del Eros humano y su belleza; la dialéctica o lucha victoriosa de los contrarios dando latidos c la Eternidad; y la lucha del hombre por hacer peldaños de ascenso de sus propias contradicciones. 'Con excepción de los poetas de la hora grande de Grecia, el poeta ha sido hasta hoy en cualquier parte el protegido o cortesano de algún mecenas: gobierno o iglesia, partido a favor pblico En adelante tendrá que depender sólo de si mismo, > enfrentarse quemando las naves de regreso, a la conspiración de lo vie j o contra lo nuevo, de los dioses, los demonios y las castas contra el hombre, hasta coronarse rey de ese dominio en que verdad y ellezo son una sola cosa: estará obligado a ser el más profundo de los hombres, ensayando en sí la libertad que debe anunciar a los otros, como el gallo profetiza en las entrañas de la noche la proximidad de la luz'

LUIS FRANCO


FRANCO, Luis naci6 el í5 de diciembre de 1898 en Belén, Catamarca t OBRA POETICA: 'a La,Flauta de caña, Ediciones América, Buenos Aires, 1920. Coplas, Buenos Aires, 1921. Libro del gay vivir, Ediciones Babel, BuenósAires, 1923. Coplas de pueblo, 1920-1926 (incluye, Coplas de 1921), Ediciones Gleizer, Buenos Aires, 1927. Nuevo mundo, Ediciones Gletzer, BuenosAires, 1927. Los trabajos y los dTas, Ediciones Babel,, Buenos Aires, 1928. Nocturnos, Ediciones Babel, Buenos Aires, 1932. Suma, 1927-37, Edkio!es Perseo, Buenos Aires, 1938. Catamarca en cielo y tierra, Edic liones Kraft, Buenos Aires, 1944. Pan, l97-1947, Ediciones Suma, Buenos Aires, 1948. Contel'acióp, . Edito4al Stfcógraf, Buenos. Aires, 1959 El corazón en la guitarra, carpeta con dibujos de Ricardo Carpani, Buenos Aires 1963. .4 poemas, carpeta con litografras de Demetrio Urruchúa, BuenosAires 1965. Poesra de Luis Franco, antología., Eudebo, Buenos Aires, 1965 Trotsky,. Chajá, ediciones de poesta, Buenos Ai'res, i 961.. Guitarra, (teorra y prácti:a de la copla), Ed. Lagos, Buenos Aires, 1971 Insurrección del poema, Ed. Chajá, Buenos.Aires, 1971


OBRA EN PROSA: »

Los hijos de Liastay (fábulas o relatos de animales), Buenos Aires, 1926 América inicial, Ediciones Babel, Buenos Aires, 1931 El general Paz y los dos caudillajes, Ediçces Anaconda, Buenos Aires, 1933 Editorial Claridad, Buenos Aires, 1935 • Ediciones Rosario, 1946 Editorial Futura, 1961 Bíografra de 1 aguerra, Ediciones.Perseo, Buenos Aires, 1941 'Sr fracaso de Juan Tohal, • Ed. Nuestra Novela; 941 . Walt Whitman, Editorial Amerrcalee, Buenos *tres, 1945 El otro Rosas, Editorial Claridad, Búenos Aires, 1945 - » Editorial Reconstruir, Buenos Aires, 1956. Editorial Schapire, Buenos Aíres, 1968 Rosas entre anécdotas, Editorial Claridad, Buenos Mies, 1946 » iograf ras animales, Editorial Peuser, Buenos Aires, 1953, 2da. ed. 1 1961 Antes y después de Cdseros,' Editorial Reconstruir, , Buenos Aires, 1954

Hudson a cabaflo, • Ediciones Alpe, » uenos Aires, 1956; 2da. ed., 1973, BiografTa sacra, » Editorial Reconstruir ,Buenos Ares, 1957 Sarmiento y MartT, » • » Editorial Lautaro, Buenos Aires, 1958

»


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Biogrofra patria, Editorial Stilcograf, Buenps Aires, 1958 4

Pequeño diccionario de la desobediencia, Editorial Americalee, Buenos Aires, 1959 Domingo F. Sarmiento (antologTa), cro. Gral. Fabril Editorio, Buenos Aires, 1960 Revisión de los griegos, Editorial Amerkalee, Buenos Aires, 1960 La hembra humana, Editorial Futuro, Buenos Aires, 1962; 2da. ed. 1974 Prometeo ante la URSS, Davalos y Hernández editores, Buenos Aires, 1964 Espartaco en Cuba, Dávalos y Hernández editores, Buenos Aires, 1965 De Rosas a Mitre, Dóvalos (Astral), Buenos Aires, 1967 Los grandes ccus de la pampa, Editorial Schapíre, Buenos Aires, 1967 Sarmiento entre dos fuegos, Editorial Paidós, Buenos Aires, 1968 Cuentos orejanos, Centro Editor de América Latina, Buenos Aires, 1968 La pampa habla/ Editorial Schapire, Buenos Aires, 1968 Guitarra adentro, Centro Editor de América Latina, Buenos Aire, 1971 Rosas, Ed. Prop6stto4 Buenos Aires, 1970 El arco de Noé en el Plata, Ed. Lagos, Buenos Aires, 1973


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DIÁLECTICA

El iris que se baña en el rocío y la onda yacente del remanso por la onda emigrante avanzan hasta el mar, • hacia la hidrografía velera de la nube, • la lluvia, bajando en tumbo celestial, para iniciar de nuevo la ronda eterna de lo transitorio. Grillos de roca y nieve de la montaña estorban el aborto del fuego prisionero en su útero. Lo constante y lo efímero son dos caras del tiempo, y ya el retorno muerde la cola de la fuga. El devenir enlazo la unidad individuo a la unidad del todo y se do el contrapunto de lo uno y lo diverso y el equilibrio vivo entre universo y mónada. Todo lo que palpito acusa un costado diurno y un costado nocturno. De atracción y rechazo se inventa la armonía. La castidad y el coito se besan en la boca. Doquier, doquier la vida se nutre de la muerte como de fango y de boñiga el lirio. Todo muere sangrando en el ocaso para resucitar sin mácula en el alba. Lo inmensamente grande y su invisible antípoda son no más que los polos opuestos del abismo. Lo de afuera está adentro tal como mocho y hembra y es preciso que marchen acordes y sin trompas como el dolor y el gozo en su hondo cadencia. Siempre la melodra dialéctica del todo'.


MAYS( DORMIDA

Con el rndice en cruz sobre sus labios vrrgenes el silencio, en puntillas, sobre ella abre sus plumas. El cabello da noche a una mitad del rostro como ala a la cabeza del pájaro dormido. Bajo su frente pasan (sólo yo lo entreveo) los lentos sueños, peces de un remanso sin fondo. Los p6rpados son alas en paz después, del vuelo. Bajo sus largas, largas pestañas en reposo, las ojeras esfuman sombras de nomeolvides. En sus labios un resto de olvidada sonrisa ... Mueve el respiro el pecho con un ritmo de cuna. Su cuerpo no es su cuerpo ni su alma es su alma: los dos estón viajando hacia un país sin Irmites. (Sólo yo oigo la música del corazón insomne).


ESTEL IAL

Nos mimbro la estatura de lo noche, la noche que se esconde detrás de sus estrellas. La vra Láctea atraviesa su fantasma de lira recelando una música sin fondo. Tal vez el tiempo intenta uno de esos instantes que hacen vibrar lo eterno en nuestro tránsito. Aqur en los muelles de la noche como siempre en tus ojos tu alma está partiendo hacia cualquier estrella. El asombro sereno de suponerte mro vive todo el misterio de tu gracia tan constelado como el de la sombro. Sueño versos que aunaran en su rimo la suavidad sin fin de tu pelo o tus sueños al enigma de luz que hay en tus ojos, (tus ojos que hacen olvidar tu cuerpo tal como el cielo hace olvidar la tierra). Pero bajas los párpados temiendo quizás que la excesiva vecindad de tu alma pueda parar mi corazón en seco. A tu lado lo noche blanqueo antes del alba. Sueño que a dúo nuestros corazones cruzando están el signo de Estelial, el genio de las alas perforadas de estrellas, vencedor de la noche y el olvido.

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EL MAR SE EMBARCA

Cabalgan las montañas sobre la tierra todo. Sobre el abismo cabalgando el mar. Como potro espantado y espantoso emboscado detrás de sus olas el mar. Nublado de olas, pero constelado de furia y espumas en verdad (el pez-espada ha atravesado el pecho de la tromba al pasar); levantando en sus puños orografras Irqu idas, la saña cóncava del mar: blanqueando en la noche como un cometo apeado, ay'. hambriento siempre de naufragios, dejando su fugaz lápida de rmpetu y espumas, el mar, rugiendo y sollozando ebrio de la amargura de su sal. Todo para embarcarse al fin en el novio de la noche que lleva en su bogar todas las luces encendidas: ¡el mar singlando en órbitas celestes ya'.

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EPIFANIA

a Rocro y Carlos Penelas El polvo de museos y altares es más fúnebre que el polvo de la tumba. Todo lo nuevo asusta al viejo hombre pipiolo como el desierto asusta al caballo de establo. Si el pensamiento pierde confianza en sus dos puños (precisa más arrojo que el mar y los piratas) está perdido sin remedio. ¿ Que todas las carreras circuncidan la hombrra? No hay más carrera que la de Hombre hacia su meta inédita. Guarda, el pobre, su vieja conciencia en una cripta buscando redimirla de un pecado heredado y su único pecado es su pía costumbre de :inebla, de miedo y de sevicia de la que sólo él puede redimirse restaurando a su modo el palimpsesto edénico. Si el nocturno del ser amanece en el hombre no ha de ser el pasado la tumba del presente. La vieja forma humana está marchito ya. ¿El más inquisitivo y activo ha de quedarse al pairo? Para que el hombre marche delante de sí mismo (la estatura del águila la define su vuelo) ya todos los demonios y dioses emigraron. Los mismos cielos certifican la belleza creciente del devenir humano.

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ESTRELLADO NOCTURNO

No es la gravitación universal, sin duda, aunque es parte de ella y retorna a su centro. La epopeya del Eras es anterior a todas. Es hermoso y terrible como incendio en la noche ese secreto suyo que derroto a la tumba y puede vencer, único, sin demasiado esfuerzo, las ilusiones tránsfugas y el terror a la nado. El inspirado ritmo de los lechos nupciales y la insondable rima del falo y de Ja vulva es un milagro doble (va de la piel al alma) lo mismo que el candor del cisne sobre el agua. Su nocturno es enigma estrellado y sin Irmites. Los ojos de 1a carne no alcanzan para verlo. Tan sólo el desespero deja entrever su fondo como sólo en el fondo del mar se da con perlas. ¿Qué puede echar al hombre más allá de su Canon por el Narciso-incesto que llega a solazarse en un espejo fúnebre, el de su propia sangre? ¿O ya es la apostasra de Sodoma con hedor y cenizas que imitan el sepulcro? Son erratas u olvidos por cuenta del infierno.

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LI] La bacante de siempre, ebria del dios profundo, es la Naturaleza aflojando su crngulo. Si su cintura alude al ecuador terrestre en su ombligo está el cruce del ayer y el mañana. Su risa manantial tantaliza la sed. Sus cabellos tan pueden ser Sierpe constrictora como fronda del árbol de la vida y su ciencia. Sus pezones encienden los ojos y los sueños. Y de mares y juncos es el tácito acorde que gobierna su paso, su risa y su sollozo. El olor de su piel humillo todos los perfumes. Sus ojos estón llenos de añoranza y futuro a través de la angustia y del gozo buscando no se sobe qué cima inhollada del éxtasis.

u Labios que no besaron son dos ojos de ciego. Tan ebrio de ella como de una vendimio rompo mi soledad más lúgubre que el hambre y las serpientes. Es cuando su blancura se hace candor y luz (leche de astros desciende sobre su piel profunda) y la pasión levanta la carne hasta su vuelo.

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INTEMPERIE

En un desfondamiento de las distancias últimas el infinito inunda por todos los costados. ¿Que vamos sonsacando algunos de los modos más someros de lo que fue y es? SÍ, pero ¿y los intríngulis mayores de la Esfinge? Los teoremas vivos sin solución posible. El trasfondo del átomo, más abismal que el de la estrella. Esa ilusa frontera entre el alma y la sangre y sus perpetuas invasiones mutuas. La tensión del binomio centrrfuga y centrípeta del ser. Y el todo guareciéndose en sí mismo. Y siempre un más allá después de otro. Los cazadores de absoluto detrás de su ¡aurra de números y de ángulos, el abismo atrapado por las álgebras, el fenómeno y el nóumenos... ¿Mas cuántos universos empollo el Universo? ¿Y cómo hacerlo entrar en el cráneo humano?

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¿ Y la quimera misma no es el segundo nombre de la Realidad? ¿ No son todos los seres máscaras de una sola Persona? Y mientras tanto apenas sospechamos el aquende y allende de lo nuestro, y no se halla ni a medio hacer la sonda que intenta averiguar nuestro cimiento. ¿ Hay caracol que se hunda más púdico en su concha que nuestro esprritu en la suya ? Nuestro temblor ante lo incógnito es de vedija ci viento. Logró el zoófito inventar un dra el tramo que iniciara la escala de la vida, pero la creación analfabeta sigue ignorando al hombre. Y él apenas, apenas si ha iniciado el viaje a través de su propio zodíaco de enigmas.

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CORDILLERA

Más allá de las nubes todavra la piedra, piedra por sobre el trueno, pues aquí el tiempo mismo se disfraza de piedra. (la piedra nubla a ratos tierra y Cielo). Bajo sus alas lóbregas los candores cobijan las cimas color alba y abismo más sin fondo que el bostezo del hambre y de la tumba. El aire todo es un cristal de aumento. Las lontananzas más hurañas están a tiro de ojo. Aqur ya no hay sudor, ni lágrimas ni sangre, pues todo lo restaño a tiempo el frío que amenaza escarchar hasta el latido humano. Eso sr, hay otras cosas. Los mogotes jugando al escondite, digo entrando y saliendo de la niebla. Y el trueno que se viste de nube y de sigilo hasta el instante del rezongo, cuando las peñas tiemblan como gama copada por los perros. Y los cerros que a veces se encabritan hasta desensillarse de su nieve. Alguna mino destripada bostezo socavones. Puede, a uno alzarlo en la uña el viento que aviento el pedregullo como polvo o sacude las nubes como cortaderal. O el viento blanco, el viento que secuestra pisadas y distancias con su color de lápida y sudario y su intención más negra que el olvida. iEJ


Iii Eh, trepar y bajar por peldaños de climas la madre Cordillera, la huella amojonada de osamentas, con las alforjas hartas de yareta o de cuerno para pelearle al frro en la noche encovada. Medio siglo tranqueó por estos altos pagos Isidro Sanduay, boleando una pierna sobre una cumbre y la otra, chocando los estribos contra el tiempo hecho nieve, comiendo cordillera sin pausa ni descuido detrás de la torada. (Ya la puna acogota el resuello del hombre para risa y rechifla de los bofes legJeros del viento en desfilada). Mirar por sobre el hombro las crestas más altivas y los toros midiendo con los suyos los cuernos de la luna. O el copo del nubaje hilando el temporal. Barajando su poncho con las nubes, orejeando horizontes como cartas de naipe, o en las orejas de la mula brujuleando las trampas de la suerte. (En un rebuzno largo abortado en sollozo una mula contrasta estos pagos de nadie con los soles y verdes de sus ya hundidos pagos). Se escucha de repente el zumbo diagonal del descenso del cóndor, el zapador de cielos encimados. O las cóncavas tíes del ulular del viento y la torada llorando los arreos que amortajó la nieve. Pese a toda su Ciencia cumbrera y su denuedo, (siempre arriando sus dras por comisión de otro) Isidro Sanduay cayó en la alta emboscada un dra. Los cóndores pudieron interrumpir su ayuno. Los riscos y cardones alcanzaron a heredar sus espuelas. 11


INDICE

Ficha bobTbUográfka Declaración jurada Ilustración de Juan A. Savasn Dialéctica .........................................1 Mciysr dormida ......................................2 Este¡ al ...........................................3 Elmar se embarco ..................................4 Epffanro...........................................5 Estrellado nocturno 1 - II - III ........................6-7 Intemperie .........................................8 - 9 Cordillera 1 - II

......... .

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Se terminó de imprimir en el mes de mayo de 1975

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