CONVENTO de
SAN BUENAVENTURA Una joya histórica en el corazón de Betancuria Texto: Ana González
Betancuria fue la primera capital de Fuerteventura desde la conquista de la isla en 1402 liderada por el noble Jean de Bethencourt y el militar Gadifer de la Salle. Pero en el siglo XIX, tras haber incluso resistido una invasión berberisca en el siglo XVI, su poder económico fue bajando en beneficio de otras poblaciones que crecían más rápidamente, como La Oliva o Pájara, hasta que actualmente es uno del los núcleos urbanos de Fuerteventura que menos población tiene. La antigua capital conserva los vestigios de lo que un día fue. No hay que olvidar que Betancuria fue el lugar elegido por el Papá Martín V en 1424 para eregir el fugaz Obispado de Fuerteventura. La historia del lugar está vinculada a la religión católica y a la orden de los Franciscanos, que fueron los encargados de evangelizar las islas durante el siglo XV. Entre todos los lugares que puedes visitar en Betancuria, hay uno con gran historia, y que durante siglos ha permanecido en silencio, contemplando el paso de los años con serenidad. Hablamos del Convento Franciscano de San Buenaventura, una increíble construcción que se remonta al año 1423 y que fue la morada de los franciscanos que viajaron a las islas para su evangelización. Los muros del convento han permanecido indestructibles al paso de la historia como memoria viva de la importancia del lugar y su cometido. Dentro del Convento encontramos la tumba de Diego García de Herrera, uno de los célebres conquistadores que falleció en 1485. Este hidalgo sevillano, fue un señor territorial de las Islas Canarias en el siglo XV, y se autoproclamó Rey de las Islas, hasta que se las cedió a los Reyes Católicos en 1477. .10