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INTRODUCCIÓN
INTRODUCCIÓN
En una investigación anterior, se estudió la capacidad de absorción de capital de los países del Tercer Mundo en general y de los países petroleros en particular1 . En el caso de estos últimos, y al conceptuar el ingreso petrolero como una renta, esto es, como una transferencia unilateral e internacional, se demostró que los recursos disponibles excedieron con creces esa capacidad. En el caso Venezuela se sostuvo, además, que tal exceso ha ocurrido así desde hace ya décadas. Se concluyó, entonces, en que la política económica de los países petroleros no tiene porqué limitarse a la inversión productiva de la renta petrolera, puesto que el exceso de recursos disponibles permite aumentar, de una vez y al mismo tiempo, el nivel de consumo de la población. Más todavía, el consumo parcial de la renta petrolera contribuye a ampliar la capacidad de absorción de capital, por lo que se propuso el examen de esta última en función de aquél, siendo el parámetro decisivo para tal examen el grado de desarrollo del país en cuestión. El consumo parcial de la renta petrolera, empero, y en la medida en que la economía nacional se hace más madura, contribuye cada vez menos a ampliar la capacidad de absorción de capital. Y hay más, mientras que con su madurez se le plantea al mercado nacional la necesidad de integrarse con el mercado mundial, el consumo parcial de la renta, circunstancia tan favorable para el desarrollo primigenio del mercado nacional, ahora se revela como un obstáculo difícil de superar. El presente trabajo tiene como objeto el mismo tema, pero el camino metodológico que aquí se utiliza es radicalmente diferente. En efecto, el método empleado se propone observar a Venezuela a partir de sí misma. Es decir, aquí se va a reconstruir la discusión histórica que ha tenido lugar en Venezuela con ocasión de la significación económico-política de la consigna "sembrar el petróleo". Se trata, ha de puntualizarse, de la exégesis de controversias y disputas apasionadas, promovidas y causadas por personalidades que han ocupado posiciones destacadas en la conducción del país, y no de un juicio sobre las contribuciones de los economistas profesionales. En suma, a la literatura que servirá de fundamento para este trabajo, no cabe, como regla general, calificarla de científica. Y si bien ello puede verse como un inconveniente, lo cierto es que en cambio tiene la ventaja de que refleja la experiencia viva, la voluntad de acción política, la sabiduría y visión de conjunto de los hombres de vida pública. El examen propuesto, desde luego, habrá de realizarse a la luz de la razón científica. La consigna "sembrar petróleo" señala como destino deseable de la renta petrolera su inversión productiva. En esa consigna, sea oportuno acotar, la expresión 'petróleo' es un sustantivo genérico y no un concepto científico. Unos párrafos antes, sin embargo, se puso de manifiesto que la comprensión cabal del problema de la inversión productiva de la renta petrolera y de las limitaciones con las cuales se enfrenta, requiere en cuanto condición antecedente de la
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1Bernard Mommer y Asdrúbal Baptista: "El ingreso petrolero y la capacidad de absorción de capital: el caso de Venezuela", mimeo, (IESA, mayo de 1985).
conceptualización de la renta petrolera como una transferencia unilateral e internacional. De esto último se sigue que al analizar las discusiones en cuestión, no basta con detenerse a considerar cómo concibe cada quien en lo concreto la 'siembra del petróleo', sino que es imprescindible estudiar también cómo se entienden el origen y la naturaleza del ingreso petrolero mismo. Y aquí debería añadirse, más aún, que bajo ese término genérico 'petróleo' no se alude sólo a la fuente de un ingreso de carácter rentístico, sino también a una actividad productiva strictu sensu. Finalmente, no pueden soslayarse las maneras diversas de comprender el proceso social de transferencia de la renta desde su origen al destino deseado.