Diario de observación

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Benemérita Escuela Normal “Manuel Ávila Camacho” Licenciatura en educación preescolar Observación y análisis de la práctica escolar

Diario de registro: Jornadas de Observación

Jardín de niños: María Guadalupe Vega de Luévano Localidad: Zacatecas, Zac. Directora del jardín: Aida Mayorga Muñoz Alumna: María Teresa Saucedo Méndez Docente a cargo de la materia: Margil de Jesús Romo Rivera Segundo Semestre Zacatecas, Zac., Enero-Julio 2015


2/Marzo/2015

El equipo entero arribó al jardín de niños alrededor de las 8:35 am, la llegada no fue complicada, pues es bastante sencillo llegar. En nuestro transcurso desde el punto de reunión hasta la institución, pudimos observar un poco del contexto en el que se encuentra ubicado. A pesar de que la mayoría de nosotras no habíamos transitado por esos rumbos, nuestra curiosidad, asombro y quizá un toque de paranoia nos invadía. Se podían observar calles cuyas paredes estaban llenas de “arte urbano”, mensajes subliminales y palabras altisonantes como decoración principal. Al llegar por fin a las instalaciones del jardín de niños, pudimos observar que la fachada, al igual que el resto de las calles circunvecinas tenía ese ornamento tan peculiar de ciertas zonas. “La

investigación cualitativa […] tiene cuidado de apartar toda especulación previa resaltando la humanidad, en tanto se aprende de la vida interior de otros sin descartar como estudiable a nadie” (Taylor/Bogdan, 1994). Después de hacer la presentación oficial con la directora y la repartición sorteada de los grupos en los que cada una estaría nos dispusimos a partir a nuestros respectivos destinos temporales. En ese momento, ubicando mi aula de trabajo, tuve la oportunidad de conocer un poco más las instalaciones. Aquí fue claro notar que el jardín no cuenta con acceso a la tecnología, sin embargo, conversando con la educadora a cargo de mi grupo (tercer grado, grupo “C”) nos dijo que los niños, sin embargo, eran muy influidos e incluso partícipes de las redes sociales y las TIC en general. En cuanto a las características físicas de las instalaciones, pude notar que es un jardín amplio y con muchas escaleras, tomando en cuenta el número de grupos que hay (ocho en total) y era bastante laberíntico a primera vista. Cuenta con dos áreas de baños, uno de los cuales parece aún estar en construcción. Hay bastantes escaleras y la convivencia es, a pesar de las condiciones en las que la mayoría de los niños se desarrolla, tranquila. La colonia es marginada en muchos sentidos, por lo que las características de carácter, comportamiento, caló y costumbres de los niños son bastante diferentes a lo que había podido observar con anterioridad. Las carencias económicas son notables a simple vista, los lonches de los niños, son ingeridos en el aula, antes del timbre de receso, y como en todo jardín de niños, existen áreas de guardia que deben ser supervisadas por las educadoras en conjunto para evitar accidentes. “La metodología

cualitativa es un modo de descubrir el mundo de manera empírica. […] ve su escenario


como un todo en tanto que investiga personas en su contexto, cuidando siempre en no hacerlo de manera invasiva” (Taylor/Bogdan, 1994). Laboran con los niños de 9:00am a 12:00pm, sin embargo, comienzan a llegar desde temprano y obviamente su hora de salida es un poco más tarde. Las puertas del jardín se cierran cinco o diez minutos a más tardar después de las nueve, por lo que quienes no llegan puntuales se quedan afuera. Hay una pequeña área de juegos, un arenero y la parte más grande destinada a eventos cívicos, culturales y lúdicos es la plaza cívica, que se ubica justo en el centro del piso principal. Hay además una biblioteca recién inaugurada la semana pasada, un aula de usaer y una sala de juntas. En realidad, este día pasó demasiado rápido, pues al ser nuevas en el lugar, en mi caso, sólo tuve tiempo de adaptarme e intentar establecer rapport con los niños y el personal en general. Al salir todos los niños, me dispuse a entrevistar a mi educadora y después, en equipo, entrevistamos a la directora del jardín, todo cuidando la guía de observación que habíamos realizado previamente para no desviar nuestro objetivo de esta jornada. “Para que una entrevista de resultado, es clave tener una guía que nos recuerde qué aspectos queremos investigar” (Taylor/Bogdan 1994). Sin embargo, no pudimos obtener todas las respuestas que deseábamos, puesto que ella acababa de ascender a directora en el mes de agosto del año pasado, por lo que muchas cosas también las estaba aprendiendo aún. Al salir de la jornada, caminamos hasta plaza bicentenario, para darnos la oportunidad de indagar un poco más y conocer parte de la comunidad.


3/Marzo/2015 Hoy, llegamos a las instalaciones unos cuantos minutos más tarde a comparación con el día anterior y después de pasar a la dirección, cada una, ya más centrada en el papel que le tocaba se dispuso a partir a su aula de trabajo. Al llegar al salón que me habían asignado, la maestra llegó a la par de mí, por lo que aprovechamos que aún no llegaban los niños para conversar un poco más acerca de las características del jardín, experiencias pasadas y objetivos de la presente visita, así como las posteriores. “La selección de informantes puede ser determinada por la

estrategia de muestreo teórico. Podemos considerar para ello la voluntad y capacidad del individuo para narrar experiencias y sentires” (Taylor/Bogdan 1994). Una de las cosas que más arrebató mi atención de las características de quienes poblaban la institución, es el hecho de que, en palabras de la educadora, un 75% de las familias eran hogares disfuncionales, algunos vivían con sólo uno de sus padres así como la nueva pareja de los mismos, otros más habían sido abandonados, por lo que tenían que vivir con abuelos, tíos o quienes quisieran hacerse cargo de ellos. Las características del contexto, obviamente influyen en los niños, al grado de que en el aula en la que me encontraba laborando, al menos cinco de ellos tenían que ser tratados por agresividad, además de que en receso, de entre los juegos favoritos de los niños se encontraban, por supuesto, aquellos que tienen estrechas relaciones con violencia, matanzas y pandillas, por lo que me atrevería a afirmar sin temor a equivocarme que los niños son el reflejo de los núcleos familiares en los que se desarrollan. Como menciona Bandura en el tercer estadío de su teoría del aprendizaje imitativo; “La reproducción motórica, supone la traducción de las representaciones

simbólicas (cognitivas) de los estímulos modelados a actos motores manifiestos, o sea, en representar realmente la conducta moldeada” (Bandura, 1973). Además, las familias son en su mayoría numerosas y quienes recogían a los niños eran en muchos de los casos, algunos de sus hermanos y hay por quienes siempre llegan incluso media hora tarde después de la hora de salida. Además, pude darme cuenta de que la relación con los padres es algo difícil, pues al ser personas de bajos recursos, la mayoría de los empleos que tienen los padres oscilan entre albañilería, pintura o simplemente empleos temporales que vayan surgiendo, lo que me remite a pensar que casi la totalidad de ellos no concluyeron sus estudios, lo que


lamentablemente se ve reflejado en los jóvenes que se pasean por las calles aledañas fumando e ingiriendo bebidas alcohólicas desde tempranas horas. Dentro de mi aula de trabajo, se recalca mucho la cuestión de valores, el trabajo en equipo y la convivencia, se les trata de manera tranquila, puesto que no es conveniente alterar a los niños y lidiar con sus cambios agresivos de humor. Creo que, a pesar de todo, es un buen grupo, que, aún con sus peculiaridades está dispuesto a aprender. Considero que son niños que necesitan mucho sentirse queridos o, al menos, tener la certeza de que le importan a alguien, pues son muy cariñosos con su educadora, quien siempre está al pendiente de ellos. La verdad, es que me sentía acogida y en confianza, por lo que la convivencia con la educadora no fue problema, me incluía en las actividades e incluso me dejaba coordinar algunas de ellas. Los niños, por su parte, fueron muy cariñosos y sobre todo respetuosos y obedientes, pues, a pesar de tener un grupo difícil, nada se salió de control, la educadora incluso dijo que los niños me habían aceptado, pues quienes eran problemáticos por naturaleza, lograron contener sus emociones negativas. En un abrir y cerrar de ojos, nuevamente el día había terminado y aún había mucho que hacer, la educadora de mi aula asignada estaba reordenando los materiales y organización del espacio, por lo que me pidió ayuda y con gusto accedí. No pudimos hacer muchas cosas, puesto que ella tenía junta del personal, sin embargo, antes de irme me agradeció la ayuda brindada y me proporcionó su número de teléfono para mantenernos en contacto, con la promesa de llamarle siempre que necesitara de su ayuda y para recordarle mi próxima visita y así mantener informados a los niños. Fue sin duda una experiencia diferente, impresionante y de la que no estaba segura la primera vez, sin embargo superó mis expectativas, abrió mis dudas y despertó mi interés.


23/Marzo/2015 El equipo tuvo que integrarse a sus labores de manera fragmentada, debido a que el tráfico impidió la puntualidad de algunas de las integrantes del mismo, sin embargo, la guía de observación se entregó puntualmente el primer día y se comentó con la directora actividades que por comisión de dos de nuestras profesoras de la BENMAC se tenían que llevar a cabo como requisito, a lo que se decidió que se accedería o negaría desde el corazón de nuestras respectivas aulas, con las educadoras a cargo de los mismos, por lo que, sin más, partimos a lo que sería el inicio de una nueva experiencia. Regresar al mismo lugar de la jornada pasada, donde ya había tenido la oportunidad de ir conociendo a los niños y establecer rapport con la educadora, me llenó de cierta tranquilidad para sentirme en confianza, acogida y sobre todo con la vitalidad de aprender aún más. “[…] es importante que el investigador se sienta cómodo

al igual que los informantes, para poder obtener la mayor información posible, de modo que evitemos que se nos condicione qué y cuándo observar” (Taylor/Bogdan 1994). Al llegar a mi salón transitorio después de los debidos rituales escolares del saludo a la bandera, y antes de comenzar con las clases, la educadora se encargó de presentarme a los niños nuevos, uno trasladado de Durango y el otro simplemente intercambiado de aula debido a una fuerte riña entre su madre y la de otro preescolar, quien después de demandar a la educadora por medio de difamaciones que le hizo creer al niño, decidió cambiarlo de salón esperando que aquí las cosas pudieran resultar de mejor manera. Como la palabra “gestión” podría tener diferentes enfoques y, debido a que paso la mayoría del tiempo de observación dentro del aula, consideré prudente comenzar a analizar y conocer la forma en que la educadora de mi grupo asignado organizaba y llevaba a cabo las actividades y el cómo éstas arrojaban resultados favorables a simple vista. Dentro de las comisiones que se me otorgaron fue, que más que una observadora participante, sería un apoyo de mi educadora, ayudaría a coordinar actividades, revisar trabajos y cuidar el comportamiento de los educandos, lo cual se pudo dar de manera natural gracias al manejo de la educadora quien, desde el primer día informó a los niños que yo sería como su segunda “maestra”, lo cual me permitió involucrarme activamente en el aprendizaje de los niños.


En un lugar donde las cuotas voluntarias sostienen la institución y las madres de los niños, en teoría deberían proveer a sus hijos de los materiales necesarios para el trabajo dentro del aula y que, en muchas de las ocasiones no sucede de ese modo, la organización y gestión de la educadora adquiere una importancia crucial para el logro de los aprendizajes.

“Desde una posición de gestión del conocimiento, la finalidad de promover la creación y disposición de recursos para el aprendizaje, supone una visión de acumulación del capital académico que se da por ejercicio de la enseñanza, y que puede trascender el uso individual en el aula” (Chan, 2001). Pude ser partícipe de uno de estos momentos cuando, al no tener el material necesario para trabajar el campo formativo de expresión y apreciación artística, donde los niños habían estado trabajando con diferentes técnicas de pintura se necesitaba que llevaran sellos de esponja, y, al no tenerlos, tuvimos que improvisar con otro material del que, lamentablemente desconozco el nombre. Para esto, fui la encargada de realizar los sellos en forma de flor para los niños en mi casa, esperando poder llevar a cabo la actividad al siguiente día. En cuanto a la cultura y clima institucional del jardín, podría afirmar que la relación no es, ni del todo buena, ni del todo mala, más bien diría tranquila, donde, como todo, hay roles en los que cada uno debe admitir el cargo y actividades extraescolares que, cuando sea necesario, también se deben desempeñar. En el caso de las situaciones antes mencionadas, podríamos decir que hay integrantes del personal de este jardín que aceptan con voluntad y determinación a la colaboración de actividades para la mejora del mismo, sin embargo, nunca faltan también aquellos que sólo se limitan a hacer lo que les corresponde, y a quienes no se les ve mucho entusiasmo, personal en cuya mentalidad, lamentablemente no existe la idea de que la prioridad es el óptimo desarrollo del niño. Se necesitaba pintar algunos juegos en el piso del patio central que estimularan el sano desarrollo de los niños, donde, sin darse cuenta estén aprendiendo, por lo que antes de partir a casa, la directora nos pidió que para el siguiente día nos quedáramos a cooperar con dichos dibujos. Así concluye el primer día de la segunda jornada, con nuevas responsabilidades pero con toda la disposición de dejar nuestro “granito de arena” para la formación de esos 193 pequeños que estudian en dicha institución.


24/Marzo72015 En esta jornada, hemos decidido optar por una estrategia poco utilizada con anterioridad para este tipo de situaciones, sin embargo, acordamos que, pasados diez minutos de la hora acordada en el punto de reunión (8:30am), el equipo partiría al jardín con quienes hubiesen llegado para evitar que se nos cerraran la puerta a todas, por lo que sería responsabilidad de cada una la puntualidad o, en su defecto, el dirigirse directamente al jardín para no perjudicar indirectamente a alguna otra compañera del equipo. Ya que es un jardín de niños en su mayoría sustentado por las cuotas voluntarias de los padres, que en realidad no aportan un apoyo fijo a la institución el jardín de niños tiene que asirse de otros medios, en este caso, el gobierno que ayuda un poco con los servicios públicos al pagar la luz y al estar inscritos en el programa de escuela segura, el cual; “apunta a que la escuela contribuya a la cohesión e integración social de las comunidades escolares mediante el desarrollo de una cultura de paz” (SEP, 2015”, les son otorgados recursos después de realizar el ya conocido papeleo y formalización para la mejora de las instalaciones a fin de que ocurra la menor cantidad de accidentes posibles dentro de la institución. A pesar de que algunos padres de familia no cooperen de manera muy ‘voluntaria’ el maestro frente a ellos y la institución en general es bien visto por la mayoría de los mismos, pues, a pesar de todo, depositaron su confianza en esa institución y dejaron al cuidado de las educadoras y el personal del jardín a sus tesoros más grandes. Pese a que una de las relaciones más difíciles que se establecen es la convivencia con los padres, se intenta incluirlos en todo momento y hacerlos partícipes de las actividades y logros de sus hijos, a fin de establecer relaciones cordiales y de confianza con ellos para que a su vez, éstos puedan desenvolverse con seguridad y desplegar al máximo el cúmulo de capacidades que ni siquiera deben saber que poseen . “Crear un

ambiente de confianza favorece para que los alumnos puedan expresar sus ideas explicar procesos y aclarar dudas: el ambiente es uno de los factores más importantes que influyen dentro de un salón de clase” (Ramírez, 2004). Hoy, pudimos ser testigos del apoyo alimenticio que reciben algunos niños. Estos apoyos son otorgados de la presidencia municipal por medio del DIF a los preescolares cuya situación económica familiar los han llevado a padecer desnutrición.


Dichos soportes alimenticios se entregan en base a un número determinado de desayunos, así que en base a ese número, fue necesario un estudio socioeconómico para obtener los nombres de las familias que más lo necesitaran. Se inscribieron 63 niños, a los cuales se les otorga alimento de manera bimestral, o dependiendo de cuánto tiempo tardarán de volver a darles éste apoyo, es la cantidad que se les otorga. Al terminar la jornada de trabajo con los educandos, pasamos a pintar los juegos del patio central, donde todo el equipo colaboró en la realización de diversas figuras e incluso en la mezcla de colores para lograr una variedad más amplia de la gama de los mismos, pues eran materiales cien por ciento reciclados y acceder a más colores, pues una lata de un litro de pintura costaba más de cien pesos, los cuales no se podían conseguir en ese momento. “Los recursos se comparten y como resultado de esta

gestión se pueden abatir costos y multiplicar los beneficios o impactos de un objeto al ser aprovechado por un mayor número de usuarios” (Chan, 2001). Así, gracias a las mezclas de colores les sacábamos más provecho a los materiales con los que se contaba y, a pesar de todo y aunque aún no estaban terminados los dibujos, el trabajo fue provechoso y, en lo personal, no me costó trabajo realizarlo, mis intenciones eran completamente puestas en la mentalidad de que, bajo mis propias posibilidades, ayudé a dejar un pequeño ‘granito de arena’ para la formación de esos niños que, aún con sus carencias y características tan específicas lograron robar mi corazón y por quienes estaba dispuesta a ayudar en todo aquello para lo que me necesitaran.


25/Marzo/2015 Hoy, después de terminar de pintar las figuras del patio central, y, aunado a que la directora se había mostrado ausente por asuntos que sólo la atañen a ella, por fin después de esperar a que terminara con sus asuntos, nos dio un poco de coctel de fruta, (sobrante de la junta de directoras de la cual el jardín había sido sede ésta ocasión) por fin pudo concedernos la tan anhelada entrevista, en la cual nos permitió conocer más a fondo, algunos de los detalles antes relatados en mi diario de la segunda unidad, perteneciente a la gestión. Dentro de las actividades que la directora tiene que gestionar se encuentran por ejemplo las reuniones docentes o de padres de familia, el consejo técnico y todo lo que tenga que ver con lo administrativo, en base a las solicitudes de las supervisoras. El material del salón se compra todo junto y la educadora es responsable de acomodarlo como prefiera. “Desde la Gestión, se asume que las Instituciones Educativas deben lograr

sistemas eficientes para la producción y distribución del conocimiento” (Chan, 2001). El consejo escolar tiene objetivos y metas en común que hace que sirvan y den muy buenos resultados. Aquellos de los padres, quienes no pueden pagar las cuotas voluntarias con dinero se hacen faenas, es decir, pagan con servicios sus cuotas. La secretaria da cursos y diplomados, el año pasado de la región se mandó un aviso de diplomado o curso y cada quien se inscribe si así lo desea, se hace por módulos y cada quien elige el que quiera y después de cumplir las horas establecidas darle su constancia. Es bien sabido, que en la actualidad éste tipo de cursos en realidad no aseguran un mejor desempeño de los docentes, sin embargo, no son descartados, pues su aprovechamiento posterior puede influir de manera crucial en el aprendizaje de los niños.

“El docente como autor y usuario de objetos tiene como función principal la delimitación y/o selección de los mismos, y ello supone capacidades de gestión de los ambientes de aprendizaje y diseño de un tipo de instrucción que es externo a los objetos” (Chan, 2001). La escuela ha crecido con biblioteca y sala de maestros que será aula de medios, y pintura, están por adquirir tres lotes de mobiliario, en base a un acuerdo tripartita entre escuela, presidencia, secretaría para realizar la gestión. Existe apoyo de maestros de


música, física y USAER, psicóloga y trabajadora social, además de cuatro intendentes, todos a la disposición y al servicio de los 193 niños (matrícula actual del jardín). En cuanto a los permisos económicos, son sólo para que falte un docente a la semana, no se pueden empalmar los permisos económicos, y como dicta la norma hay un lapso entre un permiso y otro, así como la regla que dicta que quince días antes de salir a vacaciones no se puede pedir permiso económico, también es aplicable en este jardín. Y, es así, como en tres días se me ha permitido observar uno de los componentes más complicados de laborar en un jardín de niños, y a pesar de que soy consciente que esto es sólo una pequeña idea de lo que significa, soy optimista al pensar, aun con sus ángeles y demonios, estoy segura de que es mi próximo estilo de vida, por lo que aprovecharé al máximo cada oportunidad, aun cuando sólo sea de observación participante, para aprender y así, desempeñar lo mejor posible esta difícil tarea. “Quien

hace uso de esas instrucciones es el sujeto que aprende, y que elige aquello que requiere de los componentes del objeto para gestar su propio aprendizaje” (Chan, 2001).


25/Junio/2015 Hoy, es el primer día de mi última jornada de observación en el jardín de niños, por lo que me apresuré a llegar, esta vez de manera individual, pues al llegar al punto de reunión, me encontré con que mis compañeras de observación no estaban. Al llegar al jardín, pude darme cuenta que algunas ya estaban ahí, mientras que otras más aún no estaban presentes. Además, por el inconveniente de esperarlas y nadie llegó, no tuve oportunidad de asistir a hacer la presentación formal con la directora Aida, afortunadamente mis compañeras se tomaron dicha responsabilidad, en vista de mi falta de compromiso con la puntualidad, independientemente de las razones que me hayan obligado a llegar 10 minutos después de las ocho treinta. Ya en mi aula de tercer grado, comenté con la educadora a cargo de dicho grupo los aspectos que en ésta jornada eran necesarios para observar, aunado a que debía estar como titular frente a grupo por dos días enteros, los cuales, preferentemente debían ser miércoles y jueves, pues lamentablemente sólo tendríamos dos días para observar diagnosticar y preparar nuestras planeaciones para dar seguimiento a los campos formativos y competencias que cada una estuviera trabajado en su grupo. Como todos los lunes, la rutina era asistir a honores, pero después de ello y agradeciendo que la directora hiciera alusión a nuestra presencia y nuestra intervención frente a grupo, avisó que para los terceros grados estarían tomando la foto grupal e individual como parte de los trámites para su próxima graduación, por lo que perdimos prácticamente toda la mañana en eso. Mi intervención comenzó mucho antes de lo que yo esperaba, pues a causa del ‘desorden’ que se estaba provocando por aquellos quienes su turno había pasado, la educadora me encomendó llevarlos al salón y ponerlos a trabajar, pero no me dijo en qué estaba trabajando, por lo que me vi en la necesidad de improvisar y comencé trabajando una dinámica en la que estuvieran de pie y haríamos ejercicios con distintas partes del cuerpo, implicaba aplausos, sonidos, canciones, saltos, etc., funcionó muy bien, pero en lugar de calmarlos, creo que los alteré más, por lo que cuando llegó la educadora estábamos en círculo al centro en el suelo, lo que no le pareció muy adecuado, pues dijo que estaban en desorden. El día transcurrió con calma, los niños trabajaron el campo formativo de Lenguaje y Comunicación en el aspecto de lenguaje escrito, lo cual me pareció algo


preocupante pues sólo pensaba en que era un aspecto complicado para trabajar, pues aunado a que no tenía ni idea, hacer actividades atractivas para ellos, trabajando un solo campo todo el día toda la semana quizá sería algo pesado.

El término 'estilo de aprendizaje' se refiere al hecho de que cuando queremos aprender algo cada uno de nosotros utiliza su propio método o conjunto de estrategias. Aunque las estrategias concretas que utilizamos varían según lo que queramos aprender, cada uno de nosotros tiende a desarrollar unas preferencias globales. Esas preferencias o tendencias a utilizar más unas determinadas maneras de aprender que otras constituyen nuestro estilo de aprendizaje (SEP, Sin año). En este día, trabajaron nombres de alimentos que consumían con un memorama, el inconveniente era que las tarjetas eran muy pequeñas, por lo que la atención de los niños se dispersó fácilmente. Es necesario tomar en cuenta a los sujetos

de educación, sus condiciones, motivaciones, condición psicosocial, necesidad de una visión cultural-antropológica que permita entender aspectos básicos de su identidad (Díaz B., 2009). Para el cierre, tenían que pasar al pizarrón a escribir palabras cortas relacionadas al tema, mientras la educadora dibujaba para ayudar a los niños, todos debían registrar en su cuaderno las palabras y dibujos y no saldrían con sus padres si no terminaban. Para incentivar la actividad, la educadora les prometió regalarles dulces al término de la actividad, pero aun así, era evidente que a algunos niños les costaba concentrarse en el trabajo. Me sentí cómoda, pues era integrada en todas las actividades y afortunadamente los niños me aceptaban ya como parte del grupo. Cuando no hubo terminado la jornada de trabajo, me quedé a conversar con la educadora acerca de mi planeación, la cual debía ser realizada este mismo día, pues mañana saliendo de mi jornada debía asistir a la escuela a que evaluaran mi planeación, así que me dijo que había realizado un programa mínimo sin cierre, pues pretendía que el cierre lo realizara yo, me mostró la planeación del mismo y sus actividades para que no se repitieran.


26/Junio/2015 A pesar de que no pude descansar correctamente el día anterior por la preocupación que la planeación me implicaba, llegué mucho más temprano que el día anterior, por lo que me dirigí a la dirección para hacer entrega de la guía de observación, pero para mi sorpresa, la directora no estaría en el jardín en todo el día, así que tuve que guardar nuevamente la guía y dirigirme a mi aula de clase. Ya en el aula de clase –lugar que ahora nos compete- y continuando con la lectura y escritura, continuamos con un juego adaptado, llamado ‘la papa caliente con letras’, donde aquél que ‘se quemara’ debía reconocer alguna letra y decir una palabra que comenzara con dicha letra. Aquí pude darme cuenta que no todos los niños conocen las letras, aunado a que se interesan tanto por la actividad, y les gusta tanto participar, por lo que ‘perdían’ constantemente. Aun les cuesta mucho respetar turnos. Mientras esta actividad se desarrollaba, tres alumnos varones escaparon del aula, por lo que la educadora a cargo del grupo me encomendó buscarlos, lo cual no fue una tarea fácil, aunado a que el jardín tiene áreas que son peligrosas para ellos, por lo que mi mayor preocupación era que les pasara algo mientras yo tardaba en encontrarlos. Regresé una vez al salón, angustiada por no encontrarlos, pidiendo algún consejo de dónde buscar, me pidió ir a ‘las áreas prohibidas’ que eran lugares del jardín que se escapaban al cuidado y seguridad del jardín, donde efectivamente se encontraban. Al llegar al salón, la maestra los regañó frente a todos, lo cual afectó de algún modo, pues al estar en una actividad que implicaba recortar palabras y pegarlas en un pedazo de cartulina para seguir en el reconocimiento de letras, uno de los niños anteriormente ‘regañado’ tuvo una situación de poco control y frente a una frustración, comenzó a desquitar su enojo con todos los compañeros, sus trabajos, e incluso el material didáctico del aula y las docentes mismas. Fue una situación que se salió de control, por lo que se tuvieron que llevar al niño a la dirección y suspenderlo, razón por la cual yo tuve que terminar dichas actividades. Una de sus últimas clases fue la de educación física, por lo que mi intervención y la de la educadora, eran sólo de apoyo, pues a la maestra de dicha activación no es muy tolerante a que alguien más intervenga en su trabajo. Al regresar, una de las niñas hizo una lectura memorística de un cuento, mientras esperaban que sus padres llegaran por ellos, no hubo tarea, pues aún no estaba


completamente segura de las actividades que iba a emplear. Al término de la jornada con los niños, la educadora revisó mi planeación, me dio sugerencias y me transmitió la confianza hacia mí y mis actividades.


27/Junio/2015

Arribé al jardín aún antes que el día anterior, y por fin pude entregar la guía de observación para que se hicieran las formalidades debidas. Al entrar a mi aula de intervención no estaba nerviosa, sino más bien ansiosa. Ansiosa por ver si mis actividades darían resultado y qué haría si no resultaba así. Realicé con mis propias manos el material didáctico que utilizaría, pegué mi planeación en la ventana al lado de la puerta y me intrigaba que se llegara el momento de que mi profesor asistiera a impregnar presión con su cámara. Preparé lo que necesitaría, para tener más control de lo que iba a realizar y me dispuse a esperar. Los niños comenzaban a llegar, y desde temprano, era sólo yo quien estaba en el grupo, pues la educadora titular se encontraba arreglando la lamentable situación del niño que sería suspendido, por lo que no podría ponerme a prueba del todo con la atención a la diversidad. Por un lado me sentí algo aliviada, pero por otro, sentía que sólo haría una simulación de planeación. Mi primera actividad fue una canción, puesto que sólo contaba con veinte minutos antes de que la clase de música hiciera su aparición, los niños respondieron muy bien a la actividad, se mostraban entusiastas y atentos, puesto que era una canción nueva para ellos, nos colocamos en círculo en el piso y terminada la actividad nos dirigimos al aula de música. Ya en el salón de cantos, pude darme cuenta que hubo muchos momentos muertos, pues el profesor tardó demasiado en preparar el piano, aunado a que cuando acabábamos de entrar ingresaron pocos minutos después dos personas del seguro social, que venían a proyectar un capítulo donde mostraban a los niños la importancia de la higiene bucal, el video se robó por completo la clase de música, por lo que al regresar al salón, sólo hubo tiempo de jugar a la lotería de letras, donde se incluían mayúsculas y minúsculas. La organización fue en equipos de tres, pero el compartir nuevamente fue un obstáculo, por lo que el orden se salió un poco de control, aquí experimenté mi primer indicio de adecuación, pues cambié las reglas de la lotería convencional y les mostraba la carta, pero sin decir nada, por lo que ellos tenían que estar atentos y en silencio si querían ganar.


No todos los equipos pusieron total atención, algunos se distrajeron al poco tiempo y otros más iniciaron el desorden con los frijoles (error 1), por lo que al término de la actividad tuve que cantar una canción para que se dispusieran a recoger lo que habían tirado. Al equipo ganador, le obsequié una paleta a cada niño (error 2) para que los demás niños se motivaran a poner más empeño la próxima vez, pero creo que es incorrecto condicionar el trabajo de los niños, creo que fue una medida no muy bien analizada.

En el campo de aprendizaje, sólo se estimulará a un estudiante a crear competencias de alto nivel haciendo que se enfrente regular en intensamente a problemas que sean relativamente numerosos, complejos y realistas, que movilicen diversos tipos de recursos cognitivos (Perrenoud, 2008). Al regresar del receso, comencé recordando un tema que había sido visto con anterioridad, referente a los cuentos, para que recordaran sus partes y poder introducirlos a mi siguiente actividad, en donde jugaríamos a ser escritores. Con base en unas imágenes que yo llevé, los niños inventarían su propio cuento, lo escribiríamos en grande (primero yo lo escribiría en el pizarrón) y luego saldríamos a contarlo a los demás grupos. Me impresionó lo bien que salía la actividad, pero sobre todo la creatividad de los niños, se mostraron atentos y participativos, sin embargo, el tiempo se agotó y tuve que dejar na tarea en la que los niños escribían y dibujaban el cuento, para asegurarme de que no lo olvidaran. Los niños fueron recogidos por sus padres, y cuando menos lo esperaba, ya estaba dirigiéndome a mi casa para preparar el material de mi siguiente intervención. Regresé muy entusiasmada, pues a pesar de que no fue perfecto y tuve que modificar algunas cosas, me había propuesto que el siguiente día sería mejor. Mi profesor apareció en el jardín, pero no me grabó a mí, lo cual me llenó de alivio.


28/Junio/2015 Hoy arribé bastante temprano al jardín, la noche anterior sólo había dormido tres horas, pues entre mi material didáctico y los pequeños detalles de despedida, mi tarde se había consumido por completo. Inmediatamente después de que llegaron mis niños, comenzamos escribiendo la fecha en el pizarrón (ellos solos lo hicieron) y contando la asistencia de niños y de niñas que asistieron para ver ‘quién ganó’, enseguida me dirigí a preguntar por su tarea, quiénes la habían realizado y si recordaban el cuento, después confirmé las consignas dividiendo en siete equipos, (uno para cada imagen más el título), y cada uno iba a reproducir una parte del cuento, mientras un último equipo se encargaba de la portada, luego, recortarían su imagen correspondiente y la pegaría, al final unimos las partes y aunque no pudimos contarlo a los demás grupos, lo contamos en el salón. Al reverso del cuento, pusieron cada uno su nombre con el título ‘autores’ y lo colocamos en la biblioteca del salón, en la clasificación de animales, pues trataba de un perrito. Después pasamos a algo más práctico con un dominó de objetos y palabras, para que asociaran la letra inicial con la imagen, aquí también tuve que modificar mi estrategia, pues sería muy tardado y quedaban pocos minutos, así que le di una tarjeta a cada niño e inicie con una al azar, luego continuaba quien tuviera la tarjeta correcta, la actividad funcionó muy bien y a la maestra le agrado tanto que se quedó con mi material. Para mí esto fue muy significativo, pues ahora sé, que no sólo los ‘utilicé’ para mis propios fines, sino que pude dejarles un poco de mí, un material que hice especialmente para ellos y que ahora sé que otros grupos en el futuro podrán aprovecharlo. Al regresar del receso, una vez más la disciplina fue complicada, pues la educadora titular de dicho grupo tuvo que irse a arreglar asuntos de gestión para conseguir fondos para dotarse de nuevo mobiliario, por lo que al tenerlos sola, después de la adrenalina del descanso, fue complicado, por lo que tuve que cambiar la organización de mi actividad, pues era demasiado activa, y necesitaba tranquilizarlos, así que decidí convertir mi última actividad que en un inicio era la búsqueda de nombres por toda la escuela para después reconocer de que compañeros se trataba, por algo parecido a las escondidas; ellos debían sentarse en su lugar con las manos en la mesita con la cabeza apoyada y los ojos cerrados, mientas contaban hasta el treinta (que es el promedio de números que pueden reconocer y escribir) mientas tanto, yo escondía sus nombres por todo el salón, al terminar, cada uno debía encontrar sólo su nombre y


decorarlo para colocarlo en su silla, ésta es una actividad que surgió porque algunos niños aún no reconocen su nombre escrito, además que la suspensión del niño días antes fue porque se molestó por una silla, con esto pretendía que esa situación no se repitiera, pues así cada niño reconocería su lugar por el nombre o incluso la decoración. Al terminar, se colocaron de la misma manera, les conté un cuento y les obsequié una pequeña bolsa de dulces, me despedí, tomamos una fotografía grupal y se fueron. El día había terminado y mi última jornada también, pero de las cosas que más me dejaron satisfecha, fue el haber logrado que recogieran su basura y acomodaran su silla antes de irse, por lo que el salón terminaba más ordenado al final del día, además el hecho de que me hayan dejado ser parte de su grupo, me hayan abierto su corazón y me hayan regalado su amor. Esta jornada me dejó mucho, pues aprendí en carne propia cuestiones que son imposibles de observar cuando no eres partícipe directa de las actividades. Creo que una de mis principales debilidades fue el tiempo, pues llevaba demasiadas actividades, por lo que no todas se pudieron realizar, además quizá el control del grupo no fue el adecuado, pero me he propuesto firmemente desarrollar esa competencia con estrategias diversas, para acudir mejor preparada la próxima vez. Sin duda algo que no me esperaba y que al principio no me creía capaz de sobre llevar, pero que reafirmó por completo mis razones para dedicarme a esto por el resto de mi vida y cambió completamente mi manera de ver la docencia. Espero con ímpetu mi siguiente jornada y prometo poner todo de mi parte para ser el tipo de educadora que las generaciones de ahora merecen tener. Formarse es

aprender a movilizarse, utilizar todos los recursos para la resolución de problemas. Lo que realmente forma es una actividad que se cumple en función de una meta. Apto para afrontar los problemas (Ferri, 1990).


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