Qué es ser docente de educación básica hoy y cuáles son sus implicaciones

Benemérita Escuela Normal “Manuel Ávila Camacho” Licenciatura en Educación Preescolar

Observación y Análisis de la Práctica Educativa Panorama Actual de la Educación Básica Título de investigación: “La educadora como facilitadora del aprendizaje sin barreras” Pregunta de investigación: ¿Qué situaciones y estrategias didácticas son las más idóneas y eficaces para lograr que los niños (de 2° grado) aún con problemas conductuales desarrollen las competencias esperadas?

Alumna: María Teresa Saucedo Méndez Docentes: Beatriz Hernández Sánchez y; María de Jesús Medellín Gutierrez Primer semestre

Zacatecas, Zac., Enero 2015

Índice de contenidos

Introducción Ser educador/a en educación preescolar no es tarea fácil. Desde tiempos pretéritos, para muchas personas no involucraba mucho esfuerzo o preparación, pues se creía que quienes fungían este tipo de labores sólo tenían que tener cualidades como madres, cuidadoras entretenedoras o manuales, es aquí donde llega la feminización de esta profesión, llegando a ser vista como mero trabajo de niñeras, las típicas personas dulces y amables que cuidaban a los niños mientras los padres trabajaban.

Cambiar el estigma de la profesión docente en preescolar no ha sido tarea fácil, podríamos decir que aún no hemos superado la línea que nos separa de las creencias y la realidad. Lo cierto es que, no se puede saber a ciencia cierta lo que una profesión implica hasta no vivirla en carne propia. El poco tiempo que llevo preparándome para ello me ha hecho darme cuenta de que es un gran compromiso, que implica más de lo que toda la gente cree.

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El paso de individuo por una estancia de educación preescolar es quizá una de las etapas determinantes en el rumbo de la vida de todo ser humano, ya que además de ser su primer acercamiento a una institución formativa, inicia su formación tanto profesional como personal. Un docente en este nivel es responsable de introducirlos en el mundo del saber. Para esto debemos prepararnos en todos sentidos, adquirir un bagaje de conocimientos y aptitudes para saber llevar este compromiso de la mejor manera.

Es por eso que, en el presente trabajo se pretende discernir todas las dudas posibles acerca de lo antes planteado, a fin de favorecer al esclarecimiento y dignificación de esta noble profesión. Para ello se investigará durante seis días en el Jardín de niños “Francisco García Salinas” para poder palpar de manera real unos pequeñas porciones de los pro y contra de la docencia en educación preescolar y cómo es que la educadora logra proporcionar a todos los niños las competencias esperadas y aprendizajes significativos aún sobre las barreras de problemas conductuales en un grupo de segundo grado.

Justificación En el presente trabajo de investigación se pretende profundizar en la dimensión psicopedagógica, ya que esta dimensión nos permitirá conocer las características de los procesos de enseñanza y aprendizaje en un contexto escolar específico (en este caso el Jardín de Niños “Francisco García Salinas) y epistemológica, la cual nos ayuda a entender los principios, fundamentos y métodos para promover el conocimiento de los niños. Considero que estas dos dimensiones, además de ir de la mano son detonantes para el rumbo que tome la educación desde sus inicios en preescolar.

Ahondar en estas dimensiones me permitirá conocer y profundizar en el papel de la educadora como facilitadora del aprendizaje. Para esto, conocer el planteamiento de las actividades de la educadora, los campos formativos a los que se otorga prioridad, sus razones, qué tanto influyen o condicionan las

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relaciones entre compañeros, padres y con la educadora, los aprendizajes de los educandos en un grupo aún con sus heterogeneidades y el apoyo que brinda la institución para el buen logro de los mismos.

Competencia a desarrollar Como futura docente, fija su mirada en los procesos de enseñanza y aprendizaje de los educandos en etapa preescolar, profundiza en los compromisos que tendrá que afrontar, reconoce los beneficios y limitantes de la docencia en este nivel para plantearse un panorama actual de la educación preescolar. Para esto, utiliza recursos de investigación educativa para ahondar en el conocimiento sociocultural de los contextos escolares y sociales aplicando proyectos de investigación que permiten conocer todas las dimensiones del acto educativo formal, en especial la psicopedagógica y epistemológica.

Propósito personal

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Con la presente investigación, pretendo ahondar en las dimensiones psicopedagógica y epistemológica, ya que, como futura educadora, es muy importante para mi ir escudriñando, conociendo y familiarizándome con las diferentes disciplinas en sus campos formativos. Pretendo fijar mi mirada con especial atención en las características personales de los niños y sus formas de aprender para ir adoptando mis propias técnicas y estrategias para impregnarles conocimientos a las generaciones futuras de la mejor manera posible. Es por eso que creo que este mini proyecto de investigación me será muy útil para discernir algunas de las dudas que como primeriza en la licenciatura de educación preescolar me aquejan.

Objetivo 1. Descubrir las estrategias didácticas más adecuadas para lograr el

aprendizaje en los niños, aún quienes presentan problemas de conducta en segundo grado de preescolar.

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Desarrollo Excelente maestro es aquel que, enseñando poco, hace nacer en el alumno un deseo grande de aprender…

Arturo Graft

Modos de aprendizaje más recurrentes en la etapa preescolar “En opinión de los profesores uno de los tres obstáculos más relevantes que dificultan el aprovechamiento escolar, es la presencia cada vez más frecuente y grave de los problemas de disciplina o ajuste social en todos los niveles de educación básica” (SEDUZAC, sin año, 11.). Para todo ser humano, ingresar en una institución formativa por primera vez es de las cosas más maravillosas que, sin saber, tiene el privilegio de experimentar. Pocos recuerdan ese momento, pero sin duda, marca la diferencia entre su forma de aprender a la de otro individuo y le da pauta para desplegar todas sus habilidades hasta encontrar las cosas que le agradan o no, así como en las que es bueno o no tanto.

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Al estar en contacto directo con niños en su ámbito puro de estudio y poder observar y ser partícipe del día con día en sus rutinas de aprendizaje, pude notar que, a esa edad, es difícil comprender la importancia de cada cosa aprendida o el uso tan grande que ellos pueden obtener de él. Lo más difícil en un aula de segundo grado de preescolar es, a mi parecer, mantener la atención de todo el grupo, es decir, al ser grupos de treinta niños aproximadamente, todos distintos en cualidades y formas de ser, no es sencillo que una actividad, cualquiera que sea, funcione en un cien por ciento, por lo que si se obtiene la atención y trabajo regular de la mayoría, podemos decir que la educadora va por buen camino.

Una de las teorías que se han desarrollado en torno al modo de aprendizaje de un sujeto es precisamente la teoría de las inteligencias múltiples de Howard Gardner, la cual gira en torno a la afirmación de que existen siete modos de aprendizaje que pueden ser desarrolladas en distintas áreas del cerebro, de acuerdo a las características de la misma. Así pues, cada ser humano, en su esplendor, posee una o

más inteligencias de manera

predominante en comparación con las demás, aunque las posea todas. Como es bien sabido, es trabajo de la educadora propiciar entornos de aprendizaje que se adapten a lo que los niños requieren en un lenguaje de técnicas con las cuales se sientan cómodos y sobre todo motivados a realizar la actividad.

De acuerdo a lo observado, y apoyándome en la teoría de las inteligencias múltiples antes mencionada, las formas más recurrentes de aprendizaje que se aplican en los niños de segundo grado que son aplicadas por la educadora y que rinden buenos resultados al momento de realizar exámenes o repaso de lo visto con anterioridad corresponden principalmente al desarrollo de tres inteligencias, más una; musical, “Después de educación física se les cuenta un audio-cuento, cada uno acosado en sus almohaditas, para descansar, relajarse y al mismo tiempo trabajar atención y memoria” (DOMTSM, 26 de noviembre 2014).

La música, siempre es un buen recurso al momento de volver a captar la atención de los niños cuando está dispersa, así como para memorizar cosas que deben ser aprendidas tal cual y si son enseñadas con alguna otra estrategia los

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niños no serían capaces de retener quizá con la misma facilidad que por medio de una melodía que les llame la atención, como los días de la semana o las partes del cuerpo, sin duda, es de las cosas que más les gusta hacer.

Encontramos también la inteligencia lingüística-verbal, ya que la mejor forma de comunicar algo es precisamente así, hablando. “Luego de esto, hicimos un círculo en el centro del salón para comenzar a ver las partes del cuerpo, por lo que con un cuento fueron introduciéndose al tema y en parejas hicieron una actividad en la que comenzaban a reconocer las partes del cuerpo y las del compañero” (DOMTSM, 26 de noviembre 2014). Se le otorga prioridad a los cuentos cuando hay que provocar en ellos atención, comprensión e incluso reflexión. Sin embargo, también sirven para relajación en momentos después de receso o actividades que involucren un considerable gasto de su energía.

Por último, pero no menos importante, la inteligencia cinética corporal, ya que para que ellos atiendan a una indicación que han escuchado por primera vez, hay que ‘predicar con el ejemplo’, es decir, mostrarles físicamente lo que deben hacer, y es así, en interacción directa con el mundo, es como logran tener aprendizajes significativos.

“Comenzaron con una actividad de calentamiento, ejercicios simples, pero efectivos, luego, se hizo un equipo de niños y otro de niñas, los cuales iban a competir para ganar en una actividad de relevos que consistía en diferentes actividades; primero, había que saltar sobre una banca para después rodar por unos colchones, correr hasta una línea blanca, tomar una pelota y tratar de lanzarla dentro de un canasto”.

(DOMTSM, 26 de noviembre 2014).

Como se puede observar, aunque para los niños no son más que juegos, en este día se trabajó motricidad gruesa, además de trabajo en equipo encaminado a un fin, que también es importante aprender a esta edad en la que es de las cosas que más cuestan trabajo.

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En cuanto a lo ‘académico’ las antes mencionadas fueron las principales formas que pude percibir que se llevan a cabo por la educadora y que más frutos rinden. Sin embargo, en cuanto a los aprendizajes para la vida, en etapa preescolar intermedia también es posible toparnos con el desarrollo de la inteligencia interpersonal, ya que al hacer amistades, los niños deben reconocer en ellos mismos sus cualidades, gustos y manera de ser, para así comenzar relaciones de empatía o incluso apatía con los demás. “[…] se dispusieron a sentarse de nueva cuenta en círculo para jugar una actividad llamada ‘cada oveja con su pareja’. Para esto, se les repartió a cada uno un gafete de un compañero distinto y para encontrar su pareja perdida tenían que decir las cualidades de la persona que le había tocado.

La actividad fue muy hermosa, porque los demás

reconocieron las aptitudes de sus demás compañeros para decirles por qué eran únicos y sobre todo especiales” (DOMTSM, 26 de noviembre 2014).

Como podemos darnos cuenta, en las actividades que realizaba la educadora Mary Carmen en el aula de segundo grado también destinaba tiempo a hacer que los niños reflexionaran acerca de las características que los definían y a sus demás compañeros, a fin de ayudarlos a reconocer sus similitudes y diferencias.

“Las inteligencias se perciben a través de diferentes ópticas en las sucesivas etapas del desarrollo. […] En esta fase los niños demuestran sus habilidades en las diversas inteligencias a través de la adquisición que hacen de los diversos sistemas simbólicos” (Gardner, sin año). Esto quiere decir que para que el desarrollo de una inteligencia se dé, es necesario atravesar fases evolutivas que se acompañan y refuerzan con las etapas educativas y de maduración que vamos adquiriendo con el paso del tiempo. Aunque estas inteligencias tengan su origen en todo ser humano desde que comienzan su desarrollo, es en el contexto de una estructura educativa formal donde se desarrollan.

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“Específicamente en esta etapa de los tres a los cuatro años en cambio más importante se da en su pensamiento, ya que pasan de una forma de actuar con los objetos basada fundamentalmente en su propia acción con los mismos, a esta etapa en la que ahora ya pueden ‘pensar’ lo que van a hacer, planear y premeditar con anterioridad” (Ávalos, 2011, 15.).

En el caso de la etapa preescolar, las inteligencias se desarrollan, según Gardner en base a un sistema simbólico, es decir, a través de representaciones que se viven en el día a día de su acción educativa.

Diagnóstico y detección de alumnos con problemas de conducta “Los trastornos del comportamiento por su preocupante latencia,

complejidad y consecuencias negativas en la esfera familiar, académica y social, requieren de una intervención temprana de alta relevancia en los destinatarios formando parte del ámbito de actuación de profesionales del Magisterio, Equipos de Orientación (Pedagogos, Psicopedagogos), Pediatras y Salud Mental. En este sentido, es notable la urgencia de que los profesionales de Educación Primaria y Secundaria den una respuesta acorde a las necesidades del alumnado que presenta tales desórdenes de conducta dentro del aula” (RabadánGiménez, 2012, 8.).

Todos los niños en algún momento de su infancia, estarán propensos a realizar algún berrinche, pelearse con algún otro niño de su edad (agresividad), no querer obedecer reglas, etc. Estos comportamientos son normales a esta edad, pues reclaman mucha atención, además de que una de sus características (egocentrismo) no les permiten relacionarse de forma afecta con los demás y sus actitudes pueden no ser más que un mecanismo de defensa y los hace necesitar

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especial cuidado para no desviarse en el camino. Sin embargo, ¿Hasta qué punto ya no se considera normal?

“El problema aparece cuando esta agresividad deja de ser un mecanismo de defensa (e incluso de adaptación) para constituirse como una forma de expresión y de relación con el mundo exterior. Comienzan a surgir entonces, conductas, acciones y pensamientos derivados de un desorden comportamental que repercuten de forma negativa tanto en la calidad de vida del propio sujeto como en su contexto inmediato familiar y social” (Rabadán-Giménez, 2012, 187.).

En un aula de preescolar, es muy común encontrar los ‘problemas de conducta’ antes mencionados por diversos factores, entre los cuáles podemos mencionar: •

Transición de cambio del hogar a su primer acercamiento a una escuela formativa: Esto puede ser un factor ya que, los niños, al estar acostumbrados a estar con los padres, cuando surge el cambio podrían no aceptarlo en un primer momento y por ende, tener actitudes retadoras con las educadoras a fin de que sus padres vuelvan por ellos.

•

Ser hijos únicos o estar acostumbrados a recibir mucha atención: Cuando esto sucede, a los niños les cuesta compartir el material o juegos con los otros compañeros, puesto que no se habían enfrentado antes a situaciones en las que tuvieran que convivir con sus iguales.

•

Ser muy consentidos por los padres: Esto ocurre cuando el niño obtiene siempre lo que quiere cuando está con sus padres, por tanto, al ingresar en una institución formativa, donde tiene que acatar reglas, podría no agradarle demasiado.

Éstas y otras razones más ponen en encrucijadas a las educadoras, que, teniendo grupos grandes, es fácil que actitudes como esa se vuelvan imitativas

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por los demás si no hay buena intervención. “La presencia constante de problemas de conducta en un alumno suele desembocar en la presentación de necesidades educativas especiales (NEE) […] porque sus efectos negativos se expanden rápidamente al resto de su vida escolar, familiar y comunitaria” (SEDUZAC, sin año, 11.).

Es importante recalcar un punto esencial de todo esto; el papel de los padres en la formación tanto personal como social e intelectual de sus hijos, ya que, si no se establecen límites y reglas desde la infancia, al entrar a preescolar será un reto aún más difícil ara las educadoras ‘volver a educarlos’ de una manera más benéfica para ellos.

Después de que la educadora ha detectado que a un niño con un posible problema de conducta fuera de lo normal, es necesario hacer un diagnóstico del caso, antes de juzgarlo o castigarlo. La conducta es en gran medida un rasgo distintivo de la formación (en este caso en proceso) de la personalidad de un individuo. Sin embargo, cuando esta conducta comienza a ser desviada y sobrepasa los límites que le permitan la sana convivencia son los demás podemos decir que nos encontramos frente a un trastorno conductual que, si no es atendido puede derivar en años posteriores como un trastorno de la personalidad de un niño.

Por lo general, la educadora va a percibir en los estadios del desarrollo inicial del niño presencia de reiteradas alteraciones en la conducta tanto dentro como fuera del aula, incluso los padres notarán en ellos mismos dificultades para controlar a los niños adecuadamente, un exceso de berrinches o caprichos y dificultades de convivencia con los demás. En este caso, el docente, por las horas con las que convive con el niño, puede estar en una posición de detectar un trastorno conductual en el niño, con ayuda de un psicólogo y echando mano de algún examen o instrumento psicológico que, de resultar positivo, requiere la inmediata y sobre todo oportuna intervención.

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Rol del contexto familiar en el aprendizaje en preescolar “Al ingresar a la escuela, las niñas y los niños tienen creencias, conocimientos y suposiciones sobre el mundo que los rodea, las relaciones ente las personas y el comportamiento que se espera de ellos, y han desarrollado, con diferente grado de avance, competencias que serán esenciales para su desenvolvimiento en la vida escolar” (SEP, 2011, 20.)

Cuando un niño tiene problemas de conducta, no es simplemente el hecho de juzgarlo o ‘castigarlo’ de una u otra manera por no ser ‘como los demás’. Si bien es cierto que un niño con problemas de conducta puede ser a simple vista un obstáculo para los docentes. En un grupo de preescolar, donde es imposible tener la completa atención de todo el grupo, ya que los niños son inquietos por naturaleza, que uno o más niños establezca su ‘desorden’ podría complicar la superación de las barreras entre niño-aprendizaje.

En el jardín de niños “Francisco García Salinas” se incluye a los padres en todas las actividades de los niños, ejemplo de ello, es cuando hay algún evento, en las tareas de sus niños, además de que están al tanto de cada cosa que realizan en el jardín. “La participación de los padres en la educación de los hijos debe ser considerada esencial y fundamental, pues son ellos los que ponen la primera piedra de este importante edificio que marcara el futuro de cada ser humano” (Acuña, 2013, 2.). Para todos los niños sin excepción, el contexto familiar en el que se desempeñan es siempre su ‘primera escuela’ y, aunque informal, los niños van aprendiendo directa o indirectamente de los ejemplos de sus padres, hermanos, tíos, primos, etc., los cuales acostumbren a compartir momentos con ellos.

Se ha dicho en diversas ciencias que se ocupan de su investigación, sobre todo en la psicología, que las personas adquieren su personalidad de acuerdo al contexto en el que se desenvuelven. Esto quiere decir que las cosas que nos gustan o nos disgustan, nuestras costumbres o tradiciones, manías, hábitos, etc.,

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no son nuestros totalmente, sino una adaptación de las cosas que vemos en los demás que adoptamos para nosotros mismos y que, en conjunto, nos hacen únicos.

Cuando se es pequeño, es un periodo crucial para el aprendizaje, se dice que es una etapa ‘esponja’, pues se dice metafóricamente que nuestro cerebro capta y absorbe todo como se asemeja una esponja con el agua. De esta manera, un niño está más propenso a ser afectado tanto positiva, como negativamente de lo que hacen sus padres. Si un niño vive estabilidad en el hogar, viene de una familia de buenas costumbres, que se preocupa por su hijo, eso le dará un buen soporte para que al llegar a preescolar pueda desempeñarse con máxima seguridad en cada una de las cosas que haga y, por tanto, tendrá más disponibilidad y flexibilidad de aprender cosas buenas. En cambio, si un niño vive violencia en casa, es natural que al llegar a preescolar su comportamiento sea del mismo modo.

No sólo la violencia física o verbal, afecta en el desempeño o comportamiento de un niño pequeño. Un factor clave también es la economía.

Cuando un niño se desarrolla en un selo familiar con problemas económicos y digamos, no asiste desayunado a la escuela, eso no le permitirá atender adecuadamente una indicación de su educadora. Es responsabilidad de los padres asegurarse de crear ambientes saludables para que los niños se desarrollen de la mejor manera, sin embargo, no todos los niños tienen la oportunidad de vivir esto en la cotidianidad. Es entonces, donde el docente, se convierte muchas de las veces en una de las pocas salvaciones que tiene e niño. ¿Cómo culpar a un niño de un comportamiento del cual no es del todo consciente? La mayoría de las veces, un niño con problemas de conducta simplemente reclama atención. Los niños son muy emocionales, es decir, para ellos el apoyo sentimental es vital para sentirse bien; necesitan a sus padres que les presten atenciones y cuidados, actitudes que por simples que parezcan les otorgan seguridad y, cuando esto no se obtiene en casa, tienden a buscarlo en quienes ven muchas de las veces como su segunda madre; la educadora. Sin

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embargo, para que todo aprendizaje que es adquirido en esta clase de instituciones formativas formales tenga permanencia en un niño, es necesario el refuerzo en casa.

“La importancia de la participación de padres de familia y la comunidad, ayuda a las escuelas a llegar a sus metas, para mejorar el aprovechamiento del estudiante y crear una buena relación entre los padres de familia, miembros de la comunidad y las escuelas” (Acuña, 2013, 2.).

Incluir a los padres en las actividades de sus hijos, es uno de los objetivos que se puede ver con las acciones en el jardín de niños del que pude ser partícipe, ejemplo de ello, las actividades que se realizan en unión de todos los grupos, donde niños y adultos conviven sanamente mientras sus hijos aprenden de las competencias para la vida.

“Este día habría un evento por ser el día mundial de la alimentación, donde cada niño asistiría con al menos uno de sus padres para convivir con sus niños y fomentar además la buena alimentación. […] procedimos a comenzar con las actividades, aquí cada niño estaría con su padre, madre o ambos, según fuera el caso, […] Los niños no comieron en la cocina esta vez, sino afuera de sus salones en el patio central, para poder seguir con la convivencia con los padres.

(DOMTSM, 26 de noviembre 2014).

La inclusión de los padres, con todo lo anteriormente expuesto, podría asegurar sin temor a equivocarme, que tiene una importancia tan grande como la de la educadora en el aprendizaje de sus hijos, ya que además de que el niño siente el interés de sus padres en las actividades que realiza, a la vez fortalece los nexos emocionales entre ellos y otorga piso firme para que el niño alcance sus propios objetivos. “Si los padres o responsables de los menores se integran activamente a la dinámica de las instituciones educativas, seguramente podrán establecer objetivos claros en su papel de formadores” (Acuña, 2013, 2.). Por

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tanto, los padres son un gran apoyo para las educadoras en el aprendizaje de sus hijos.

Competencias de egreso de nivel preescolar intermedio (Segundo grado) La realización de cualquier cosa que valga la pena, ya sea grande o pequeña, depende de la finalización de objetivos, actividades y metas. Un programa efectivo ofrece todas estas cosas. Provee a los administradores, profesores y educandos de una estructura y un sentido de progresión. Por lo tanto, la importancia y el impacto de los programas de estudios no pueden subestimarse.

Varias cosas deben ser consideradas al momento de realizar un programa de estudios; como los aprendizajes necesarios de los estudiantes, el consenso de los profesores y administradores, las expectativas de la comunidad, y los avances actuales en los campos académicos en los que se desempeñan. Diseñar un programa de estudios pues, implica la interacción de varios participantes, derribando más allá de las barreras académicas para impactar a la comunidad entera. Sin un programa de estudios no se lleva a cabo de manera efectiva, los estudiantes no serán capaces de entender o conocer los retos de la sociedad y por consecuente, no superarlos.

En nivel preescolar, al igual que en los otros dos niveles de educación básica, se espera que egresen con cierto nivel de conocimientos que les permitan seguir avanzando sin dificultades por el camino de la enseñanza. En el caso de segundo grado, es decir, el nivel intermedio del primer periodo de educación tiene, al igual que los otros dos grados, aprendizajes esperados y competencias se pretende que los niños dominen para pasar sin dificultades al último grado.

Las competencias y aprendizajes esperados se organizan de acuerdo a los campos formativos con los que se pretende dotar al educando y sus aprendizajes esperados varían según el campo formativo del que estemos hablando.

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Los campos formativos que se pretende trabajar en preescolar son seis; lenguaje y comunicación, pensamiento matemático, exploración y conocimiento del mundo, desarrollo físico y salud, desarrollo personal y social y expresión y apreciación artísticas. En general, es responsabilidad de la educadora que sus niños desarrollen los aprendizajes esperados en todos los campos formativos que se plantean, por ende, la manera de abordar las clases y las estrategias implementadas son indispensables para lograrlo.

“Diariamente

se

está

observando

y

registrando

los

comportamientos, conductas de los niños para saber si están comprendiendo lo que se está trabajando, así como también se les cuestiona de manera oral para ver qué tanto saben, otra estrategia que se suele implementar es poner cada vez que se termina una planeación una actividad que permita evaluar qué tanto han aprendido los niños […] de acuerdo a la edad y madurez del grupo” (Batres, 2014).

Evidentemente, hay algunas actividades que favorecen más a un campo formativo que a otro y otras más que favorecen el trabajo de varios campos formativos a la vez.

“Puesto que el manejo de competencias en las actividades es de manera

transversal,

es

decir

una

actividad

favorece

varias

competencias, se puede decir que durante la jornada diaria se llegan a manejar entre 4 o más campos. Para lograr esto se ha elaborado un horario de clases a la semana en el cual se da prioridad al campo formativo de pensamiento matemático y lectura y escritura, por la mañana siendo este el horario más idóneo para que los niños pongan más atención y se concentren mejor, dejando de lado las actividades más ligeras por la tarde. Todo esto con un fin pedagógico” (Batres, 2014).

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En la práctica, pude observar varias actividades en los diversos días que estuve observando, que me ayudaron a constatar lo que escribió la educadora a cargo del grupo. “ […] regresamos con el tema del día “las partes del cuerpo” en específico la cara, por lo que se juntó a los niños en parejas, se les otorgó un gis y salimos al patio donde plasmarían en el piso la silueta de su pareja para luego rellenar la cara con las partes faltantes; ojos, nariz, boca, oídos, cabello. Luego de terminar, la indicación era que cada niño, como pudiera, debía ponerle su nombre a la silueta que le correspondía, fue muy interesante ver cómo hacía cada niño para identificarlo” (DOMTSM, 26 de noviembre 2014).

En la actividad anterior, realizada por un grupo de segundo grado, en un día de actividad cotidiana, podemos observar el trabajo de uno de los campos a los que se otorga prioridad; lenguaje y comunicación, por el hecho de integrar la escritura de su nombre, además se trabajó la motricidad fina al trazar las siluetas en el piso y, de manera transversal, desarrollo físico y salud por el reconocimiento de las partes de su cuerpo, así como de expresión y apreciación artísticas cuando decoraban la silueta y ‘le daban vida’ a su estilo.

Entre las competencias de egreso a nivel intermedio podemos encontrar en el caso de lenguaje y comunicación, que los niños son capaces de escuchar y contar relatos literarios que formen parte de las tradiciones orales, situación que se ve reflejada en este caso de manera muy marcada en el salón de clase.

“La maestra se dispuso a contar el cuento “cuidando a Luis” que trataba de un niño con capacidades diferentes. Aquí se otorgó a los niños el permiso de recostarse en la mesa para relajarse un poco, con el entendido de que al término del mismo había una ronda de preguntas” (DOMTSM, 26 de noviembre 2014).

Una más de las competencias, ahora enfocadas en el campo de pensamiento matemático es utilizar los números en situaciones variadas que

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impliquen poner en práctica los principios de conteo. Esto también se podía ver reflejado en las actividades de rutina como poner la fecha en el pizarrón, ya que esto implicaba que los niños, además de recitar los números de manera oral los supieran identificar cuando la maestra los escribía en el pizarrón. Además podía reflejarse también al pasar lista, cuando contaban cuántos niños y cuántas niñas habían asistido y luego se les preguntaba ‘¿Quién ganó?’, lo cual implicaba el reconocimiento de ‘más que’-‘menos que’.

En cuanto a las inteligencias que más son favorecidas para su desarrollo en los niños, encontrábamos la inteligencia musical, la cual se relaciona directamente con la competencia en el programa de estudios de expresión y apreciación artísticas, que incluye que el niño exprese sensibilidad, imaginación e inventiva al interpretar canciones y melodías. La música en preescolar está presente casi en todo ámbito educativo, para muestra de ello, podemos plantear honores a la bandera, donde por medio de himnos y cantos los niños aprender a venerar su patria y a la vez aprenden de ella. También es útil cuando se trata de controlarlos, ya que hasta el más inquieto queda inerme bajo la influencia de algún canto que sea de su agrado.

En mi opinión, la música es aún de las más puras formas de hacer sentir a una persona, para prueba de ello los niños de preescolar, que al ser de su agrado alguna melodía, no reparan en cuestiones banales como su afinación o quién los observa, sino simplemente se dejan llevar por la música y por lo que ésta les provoca. Dejar que los niños canten es además muy importante para que desarrollen confianza ante los demás y es fabuloso poder observar sus sonrisas y las pupilas dilatadas o el tono más alto al interpretar o incluso bailar una canción pegajosa y divertida para ellos.

Entre los aprendizajes más importantes que los niños necesitan adquirir antes de pasar a tercer grado, podemos encontrar el que sepan identificar las letras, al menos las de su nombre, aunque aún no puedan plasmarlas por sí solos o poder reconocer una serie numérica y resolver pequeños problemas de

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adhesión o sustracción a las mismas. Esto, con el fin de no obstaculizar su ascenso en el camino del conocimiento.

Cómo enseñar en etapa preescolar En México, la educación básica es primordial para lograr un buen desarrollo social que dé el impulso necesario para salir delante de la mejor manera o, al menos eso se pretende lograr. Para esto, la elaboración de planes y programas de estudio es pieza clave del éxito, pues se realizan pensando que atiendan a las necesidades de aprendizaje de las generaciones que se inician en el espléndido campo del saber, es por eso, que quienes elaboran dichos materiales se encargan de cubrir de la mejor manera todo hueco de aprendizaje que puedan tener a fin de que los docentes logren, en cada una de sus aulas formar alumnos con aprendizajes significativos, que los preparen para ser sujetos competentes con ellos mismos para que logren enfrentar las exigencias de las nuevas sociedades en las que se desempeñan.

El papel de un profesor, es, es general, el de proporcionar a sus alumnos, sea cual sea el nivel en el que se desempeñen, las herramientas necesarias para poder hacer frente de manera autónoma ante la vida. Se dice que para lograr esto, un buen profesor no sólo es aquel que tiene los conocimientos teóricos necesarios, sino que la clave está en el cómo se las ingenia para guiar, sin decirles exactamente qué hacer para que ellos se apropien del conocimiento, es decir, las estrategias implementadas en el día a día del quehacer docente en el aula, que hace que sus alumnos aprendan.

En el caso de preescolar, mucho se ha comentado que la forma de aprender es mediante el juego simbólico, lo que quiere decir que hay que introducir cosas que viven en la cotidianidad de sus vidas para ir mostrándoles las peculiaridades del conocimiento formal. “A cualquier edad, los seres humanos

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construyen su conocimiento; es decir, hacen suyos saberes nuevos cuando los pueden relacionar con lo que ya sabían” (SEP, 2012, 20.).

El programa de educación preescolar (PEP) nos da una valiosa guía de las competencias que el niño necesita desarrollar, además, nos brinda un panorama del cómo aprende para usar esas características a nuestro favor y crear los ambientes propicios para un aprendizaje sin barreras. En él, se sientan las bases del trabajo que debemos realizar y da algunas estrategias que pueden ser implementadas para abordar los campos formativos en los que el niño necesita conocimientos.

“Las bases que se proponen son un referente para que cada educadora reflexione acerca de su práctica, y también para la reflexión colectiva del personal docente y directivo sobre el sentido que se da, en los hechos, al conjunto de actividades que se realiza en cada centro de educación preescolar” (SEP, 2012, 19.).

Primero que nada, es importante recalcar que estas estrategias deben ser planteadas en base a las características del grupo del que se esté hablando, edad, gustos, intereses, fortalezas y debilidades, para así poder fijar nuestra mirada en aquellos aprendizajes que hace falta reforzar, para que al final del ciclo escolar se hayan logrado los aprendizajes esperados en todos los niños. “Un desafío profesional para la educadora es mantener una actitud de observación e indagación constante en la relación con lo que experimenta en el aula cada uno de sus alumnos” (SEP, 2012, 20.).

Como sabemos, cada ser humano goza de un listado de cualidades que lo distinguen de los demás, sin embargo, aún con nuestras diferencias personales, dentro de un aula, hay semejanzas grupales que otorgan, a su vez, la identidad de un grupo. Ésta varía depende de las características que predominan, como el hecho de ser más introvertidos o no, si son participativos, callados o inquietos es el tipo de cosas en las que un docente fija su mirada al principio para establecer las estrategias que les acomoden mejor, ejemplo de ello, es poner actividades

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muy dinámicas a niños que son muy quietos para que se desenvuelvan más, o por el

contrario,

abundar en

actividades tranquilas

a

aquellos cuyas

características son muy activas, puesto que es necesario desarrollar la competencia de control.

Entonces, parte clave para responder el cuestionamiento primero en este apartado, es el cómo planea la educadora, que es algo más profundo que cumplir con las exigencias de las autoridades que se encargan de hacer el programa.

“Dichas competencias son escogidas de acuerdo a las necesidades del grupo, en un principio fueron elegidas para realizar un diagnóstico de cada uno de los niños” (Batres, 2014).

Lo crucial del aprendizaje de un preescolar, radica en la forma en la que decidas abordar los contenidos, sin embargo, por ser etapas en las que los niños comienzan a prender en una institución formal, es necesario que los temas le produzcan interés para que le sea agradable y no tedioso aprender algo, es por eso que a esta edad se aprende de la mejor manera; jugando. “[…] tocó trabajar con el mouse y para ello los niños tenían en parejas una computadora en la que jugaban coordinación del mismo, con actividades como bañar animales o seguir los puntos para descubrir la figura” (DOMTSM, 26 de noviembre 2014).

Como podemos observar, en esta actividad ejemplo, los niños trabajaban más evidentemente con las tecnologías de información y comunicación, pero demás trabajaban motricidad fina al tratar de coordinar los movimientos de su mano con el mouse de la computadora y también pensamiento matemático con las figuras. Materiales como computadoras es algo que a ellos les llama mucho la atención, sin embargo, no todos los padres en casa cuentan con una y si es así, pocos se atreven a prestárselas a los niños por miedo a perder un documento importante o simplemente por temor a que hagan mal uso de ella.

Enseñar en etapa preescolar, también ha dependido mucho de la época de la que estemos hablando y más específicamente del plan de estudios vigente en ese momento. Es verdad que las generaciones no son iguales, hemos tenido

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muchos avances y retrocesos, pero México aún busca una educación de calidad, es por eso que los docentes son pieza clave para alcanzar estos objetivos, pues las generaciones pequeñas son el futuro de nuestro país. “El logro de los propósitos de un programa educativo se concreta en la práctica, cuando existe un ambiente propicio y se desarrollan acciones congruentes con esos propósitos” (SEP, 2012, 19.).

Sin embargo, aun cuando los contenidos cambien de acuerdo al tiempo en el que situemos el aprendizaje, todos tienen una cosa en común, la forma de enseñar siempre será el juego, pues en preescolar sólo en cosas que vivan en la cotidianidad y sin darse cuenta estarán aprendiendo. En la edad preescolar y el espacio educativo en el que se desenvuelven, el juego ayuda a propiciar el desarrollo

de

competencias

tanto

sociales

como

individuales

y

de

autorregulación, por las múltiples situaciones de interacción con los demás niños y también con los adultos.

“Durante la práctica de juegos complejos, las habilidades mentales de las niñas y los niños tienen un nivel comparable al de otras actividades de aprendizaje: uso del lenguaje, atención, imaginación, concentración, control de impulsos, curiosidad, estrategias para la solución de problemas, cooperación, empatía y participación en grupo” (SEP, 2012, 22.).

Una forma efectiva de usar el juego a nuestro favor para la enseñanza en preescolar, es que les permite a los niños hacer representaciones mentales e idear las formas de transmitir esas representaciones a los demás, lo cual nos ayuda a ver cómo ve las cosas el niño.

“Lily, quien los llevó de vuelta al salón, y les contó una especie de cuento improvisado, donde a veces yo continuaba la historia y luego ella. El tema era animales, por lo que me pidió que comenzara a contarles una historia […] así que comencé a improvisar de una escuelita en una granja donde los alumnos eran animales y estaban

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viendo instrumentos musicales, por lo que pedíamos a los niños decir un animal, hacer su sonido y el sonido del instrumento que quisiesen que tocara, aun cuando los animales fueran desconocidos para ellos, inventaban sus sonidos” (DOMTSM, 26 de noviembre 2014).

En esta actividad, podemos darnos cuenta que los niños se hacen sus propias representaciones mentales, cuya ventaja es que son únicas, es decir, cada niño imagina las cosas de distinta manera y esa cualidad imaginativa perdura hasta la edad adulta y se convierte en aliado del desarrollo de diversas competencias al ayudarlos a comprender mejor las cosas.

Además del juego simbólico, el juego con material concreto es importante, ya que les permite de igual modo hacer representaciones, y es muy útil sobre todo en el campo de pensamiento matemático, donde es necesario que tengan apoyos visuales que les ayuden a comprender mejor sus nuevos aprendizajes.

En el salón que me tocó observar y en el jardín de niños en general, el material concreto con el que contaba el aula era, entre otros, materiales de construcción, cuentos, libros, colores, etc., lo cual le permitía al niño realizar ciertas actividades, siempre con fines pedagógicos y lúdicos.

Métodos y técnicas del tratamiento de alumnos con problemas de conducta “Los niños sufren varias crisis en su desarrollo, es un fenómeno natural del proceso que sucede en varias etapas de la vida […] Es un proceso de grandes cambios que se dan en un corto periodo de tiempo y que los transforman radicalmente. Es un paso inevitable en el desarrollo porque entran en contradicción sus posibilidades de actuar por sí mismos y de hacer más cosas” (Ávalos, 2011, 15.).

Después de que ya se ha detectado a un niño con problemas de conducta, donde hemos constatado que los alumnos tienen dificultades que no pueden ser

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solventadas sin ayuda específica y especial, es importante que se comience con un tratamiento emocional, que le permita al niño adquirir las herramientas necesarias para su reconducción, para esto, se necesita el apoyo de y trabajo en conjunto de psicóloga, educadora y padres de familia para atender y erradicar el problema de manera holística.

Un niño no comprenderá ciento por ciento lo que ocurre, pero sin duda, cuando le presten la atención que merece de manera moderada y sobre todo se comienza a cambiar el contexto en el que se desarrolla, poco a poco irá modificando esas características de su conducta que no son deseables en él y que perjudican su desarrollo personal y social. “Cuando un niño presenta NEE asociadas a los problemas de conducta, lo que explica su bajo desempeño no es su pobre nivel intelectual sino sus enormes dificultades para adaptarse a la vida social implícita en todo proceso educativo” (SEDUZAC, sin año, 11.).

Como hemos venido mencionando, el rol de la educadora se vuelve indispensable, tanto como el de la familia y sobre todo la psicóloga auxiliar, pues ella moderará el cómo enfrentan la situación, mientas que a los padres y educadora les corresponde llevar a cabo actividades de juego lúdico que le permitan irse integrando de manera correcta a la sociedad y desarrollen sus competencias afectivas y sociales para cumplir con los ‘estándares’ de convivencia con el otro. “En consecuencia, la intervención más efectiva es la que atiende simultáneamente al alumno implicado en el entorno donde se desarrolla” (SEDUZAC, sin año, 13).

La mejor manera de lograrlo, es nuevamente, mediante el juego, pues aquí se trabaja en equipo, de modo que establece relaciones sin tanta tensión y, si comete errores, tiene la oportunidad de enmendarlos poco a poco sin las implicaciones que eso supondría en la vida real. “Salieron a ejercitarse en su clase de educación física, donde trabajaron en equipos y aprendían a cooperar y compartir” (DOMTSM, 26 de noviembre 2014).

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Es necesario que los niños aprendan a trabajar en equipo, compartir el material, regular sus emociones para no responder con agresividad ante diversas situaciones, ser respetuoso con sus mayores y acatar reglas y esto, evidentemente no se logra de una manera fácil, requiere dedicación, persistencia y tiempo. Se trata de caer en la cuenta de que si se espera obtener buenos resultados, el esfuerzo que se haga por obtenerlos también debe ser enorme.

“En el enfoque de la psicología del desarrollo (genética, evolutiva, etc.) el juego se utiliza como la herramienta más poderosa de las ciencias humanas para corregir, prevenir y estimular el desarrollo global” (SEDUZAC, sin año, 19.).

Para esto, se han creado programas especiales para reconducir conductas y sembrar nuevos hábitos en los niños cuyas características conductuales no están dentro de lo convencional. El contenido de éstos programas se centra en el objetivo de lograr que el niño desarrolle competencias socio/afectivas relacionadas con cinco grandes habilidades que incluyen; •

Autoconcepto; Es decir, conocerse a sí mismo de modo que se pueda describir de manera objetiva a partir de sus características personales.

•

Autorregulación emocional; Es decir, autodominar sus respuesta en base a la regulación de emociones. Con esto se logra que el niño conozca, exprese y atienda de manera adecuada sus emociones dominando el enojo y expresando el afecto.

“Si un alumno aprende a no agredir cuando se siente enojado, o

aprende a relajarse en una situación que le causa miedo entonces estará en vías de desarrollar la capacidad global para ‘autorregular sus emociones’, el alcance de lo aprendido puede ir mucho más allá de las experiencias particulares de la enseñanza” (SEDUZAC, sin año, 15.).

•

Asertividad; Con esta, el alumno será capaz de expresar ideas, sentimientos, pensamientos y opiniones de manera oportuna, hace valer sus derechos y a la vez respeta los de los demás.

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•

Conciencia y práctica de reglas; Esta habilidad es base de una convivencia

pacífica,

donde

el

niño

respeta

las

reglas

convencionales de funcionamiento y estructuración del aula y la sociedad en la que vive.

•

Cooperación (trabajo en equipo); Aquí, el alumno es capaz de trabajar adecuadamente y permite ver que el trabajo en equipo es una forma de enriquecer su aprendizaje donde el resto del equipo y él tienen una meta en común que se logrará en base a la cooperación y así se adapta a diferentes circunstancias.

“Lo adecuado es implementar programas de desarrollo social/afectivo que doten al niño de las habilidades que carece” (SEDUZAC, sin año, 14.). No se trata de tratar al niño como si se tratara de una ‘enfermedad’, sino favorecer al cambio de características en su conducta en base a actividades y juegos en conjunto, es decir, se trata de cada uno de los implicados se tome la situación enserio y trabaje para cambiarlo.

¿Qué es ser docente de educación básica hoy y cuáles son sus implicaciones?

Desde

tiempos

remotos,

la

imagen

social

del

maestro

ha

ido

evolucionando en las mentes de nuestras generaciones, dando como resultado una devaluación del mismo. En nuestros días, la docencia se ha convertido en una profesión compleja, pues ante los desafíos que los seres humanos enfrentan, el ejercicio docente adquiere vital importancia, ya que la educación tiene frente a sí el gran reto al contribuir en la formación de los ciudadanos y en la construcción de una sociedad que se aspira a que sea cada vez mejor.

Implica no sólo un cúmulo de conocimientos teóricos, o científicos, sino que además debe satisfacer, no sólo a las instituciones oficiales que se encargan de la elaboración de los planes y programas de estudio, sino que además

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debemos satisfacer las expectativas de la sociedad, que incluye padres de familia y sobre todo los alumnos mismos.

“La enorme distancia entre la burocracia escolar –ministerios, consejerías, inspección educativa, directivos de los centros- es en ocasiones de tal calibre que no repara en la complejidad que llevaría aplicar todas sus propuestas y disposiciones. Términos tales como inclusión,

atención

a

la

diversidad,

tratamiento

individualizado,

evaluación permanente o enfoque multicultural conllevan numerosas tareas para las cuales apenas disponemos de medios, tiempo o formación, de tal suerte que […] nuestros sistemas institucionales de ayuda a los alumnos vienen a engrosar como excrecencias nuestras clases habituales en lugar de ayudarnos a replantearlas” (Meirieu, 2009).

Entonces, ¿a qué retos se enfrenta un docente?, a muchos, es mi respuesta. Muchos, porque cada día es un reto diferente, cada día te toparás con circunstancias distintas y las personas quizá reaccionen de una manera desigual, pero nosotros, como una ‘salvación’ de esas eventualidades difíciles, no podemos permitir que eso nos haga olvidar quiénes somos y por qué elegimos ser docentes. De entre los retos a los que nos enfrentamos encontramos el constante cambio de nuestras generaciones, las actualizaciones tecnológicas que se dan a pasos agigantados, que el sistema educativo nos vea ahora en beneficio propio, es decir, sólo como una mercancía, pero sobre todo, el comprender a tantos estudiantes que, aún con sus heterogeneidades, ponen sus expectativas en nosotros. “Se trata de procurar que los alumnos con grandes dificultades perciban el interés de aprender, de invertir su energía en la escuela, de movilizarse por el trabajo escolar” (Meirieu, 2007).

De un maestro depende que a un estudiante le agrade la escuela o no. No podemos transmitir aquello que no tenemos o algo en lo que no creemos, por ende, en nuestras manos está que cada estudiante encuentre el tesoro que hay en la educación.

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“Los docentes desempeñan un papel determinante en la formación de las actitudes. Con respecto al estudio, ellos son los que deben despertar la curiosidad, desarrollar la autonomía, fomentar el rigor intelectual y crear las condiciones necesarias para el éxito de la enseñanza formal y la educación permanente” (Delors, 1996).

Por tanto, son infinidad de retos los que presenta un docente en la actualidad, y soy consciente de que conforme siga pasando el tiempo y continúen cambiando las generaciones irán aumentando en número y en escala de complejidad, sin embargo, también creo en el concepto de vocación.

Experimentar por primera vez como observadora en una institución formativa es de las experiencias más hermosas que pude probar. El amor a lo que haces, en nuestro caso, a los niños, verlos crecer, desarrollar sus competencias, ayudarlos a enfocar sus ganas de aprender para que, en un futuro sean hombres y mujeres de bien, creo yo, es de las recompensas más grandes que la profesión nos ofrece. Poder ver aprender a las futuras generaciones, iniciarlos en el maravilloso mundo del saber, sentar las bases del aprendizaje, conducir su deseo de aprender, inculcarles el amor por la escuela, que asistan con una sonrisa y que, después los veas por la calle, recordándote con cariño, agradeciéndote lo que hiciste por ellos, dándote un espacio en sus vidas, otorgándote la muestra más pura de amor, es simplemente inexplicable.

Poder encontrar tu vocación hace que todos aquellos requerimientos o exigencias de la sociedad para que sean desempeñadas en cierta profesión, lleguen a cada uno de nosotros porque hemos decidido adquirirlos. Por tanto, ser docente significa guiar, entusiasmar, pero sobre todo amar, amar a tu país, a las generaciones, al conocimiento, al triunfo de la razón por sobre la comodidad, ser docente significa tener el coraje y sobre todo la valentía de querer cambiar las cosas.

Ser maestro hoy, con sus demonios y ángeles puede ser maravilloso, todo depende del cómo lo desempeñes, de las motivaciones que te inspiren a seguir

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adelante, situaciones que, a pesar de las nubes negras que como en toda profesión existen, nos hagan trascender por nuestros propios medios, reflejarlo en el día a día que, aún con la miseria en la que se desenvuelve la sociedad actual, nos permita recuperar aquello que realmente vale la pena, aquello que las nuevas generaciones han olvidado que tienen la capacidad de lograr.

La ciudadanía es poder, debemos comprender que todos tenemos la facultad de realizar actividades con plena autonomía, tomando decisiones responsables en el contexto social actual. Asimismo, debemos tener la capacidad de asumir compromisos en un ambiente social y político con el que nos identificamos al sentirnos parte de él, logrando convivir y mejorándolo colectivamente. Para lograr todo esto, una buena educación es crucial.

Decimos que la voz de la patria es el maestro, debemos dejar que nuestras acciones hablen por nosotros, pues un país sin ‘voz’, en el que sus ciudadanos no hagan ejercer sus derechos o afronten sus responsabilidades, nada se puede esperar, estamos viviendo en el país que hemos cosechado, pero aún es momento de hacer que ese ‘jardín de niños’ que es la sociedad tenga buenos frutos. Así pues, el mayor reto del docente es aprender a sr docente, y que sus acciones demuestren que de verdad lo es.

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Conclusión Está comprobado, que el juego es la forma más adecuada de enseñar en preescolar. Para prueba de ello, nosotros mismos, pues aprendimos así y, hasta la fecha se sigue implementando. Además, una prueba fehaciente más nos la otorga el abordar a un niño para el análisis de sus aprendizajes, dicho de otro modo evaluarlos, pues así podemos darnos cuenta del avance que ha tenido el niño y por ende, dónde hay que reforzar. Por tanto, ser educadora en un preescolar involucra prestar atención de forma grupal, pero también de manera individual.

Por todo ello, para que una educadora logre sus aprendizajes esperados en los alumnos, incluso aquellos que han sido detectados con problemas de conducta, es necesario además de todo lo antes expuesto, darles la atención necesaria, pero sin descuidar al resto del grupo, además, tratarlos como iguales, hacerlos sentir que son parte del grupo, darles responsabilidades y, como tal deben respetar las reglas, dejarlos que se expresen con libertad, haciéndoles comprender que su libertad termina cuando comienza la de sus demás compañeros y sobre todo, insistir en el trabajo conjunto de padres, docentes e institución en conjunto para que el desarrollo del niño se alcance de manera integral.

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Anexos Modos de aprendizaje más recurrentes en etapa preescolar Los niños asistían al salón de música al menos tres veces a la semana, sin embargo, siempre se les oía cantar por lo menos tres veces al día.

Desde canciones que les mostraban valores, historias o hasta conceptos que ellos debían aprender.

INTELIGENCIA MUSICAL

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La forma ideal para comunicar algo es hablando, por lo que la educadora explicaba algún tema, siempre haciendo la clase dinámica, permitiendo a los niños contar experiencias para así vincularlos con los nuevos saberes.

INTELIGENCIA LINGÜÍSTICO VERBAL

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Una forma de conocer su cuerpo es moviéndose, por lo que además de asistir a activación física todos los días, tenían clases de educación física dos veces por semana, donde cada grupo se desarrollaba gradualmente.

INTELIGENCIA CINÉTICO CORPORAL

La capacidad de conocerse a sí mismo y reconocer similitudes en los otros les permite, además de formar lazos de amistad, aprender nuevas cosas de tus iguales.

INTELIGENCIA INTERPERSONAL

Rol del contexto familiar en el aprendizaje del niño

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Cuando se integra a los padres a las actividades de sus hijos, es más sencillo motivarlos a que sigan aprendiendo, pues se crea un ambiente de confianza, saber que las actividades de los niños son importantes para sus padres los hace adquirir la confianza que necesitan para desenvolverse.

INTEGRACIÓN DE PADRES

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Competencias de egreso de nivel preescolar intermedio (Segundo grado) Los campos formativos a los que se otorga prioridad son pensamiento matemático y lenguaje y comunicación, los cuáles se ven tres o cuatro días a la semana y como se puede observar, se alcanzan objetivos como la escritura de su nombre por sí solos y el reconocimiento de forma, espacio y medida.

CAMPOS FORMATIVOS A LOS QUE SE OTORGA PRIORIDAD

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C贸mo ense帽ar en etapa preescolar

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Elaborada de acuerdo a los requerimientos de sociedades establecidas, pero también en base a las necesidades de los niños, otorgando prioridad a aquellos en los que un grupo determinado debe trabajar más, a fin de que al término del ciclo los niños adquieran los aprendizajes esperados.

PLANEACIÓN DIDÁCTICA EN SEGUNDO GRADO

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Sin importar qué campo formativo se pretenda trabajar, lo importante para el aprendizaje en etapa preescolar es enseñar a los niños a disfrutar lo que hacen, con actividades lúdicas que llamen su atención para que su entusiasmo los dirija a un aprendizaje óptimo y sobre todo placentero.

APRENDER A DISFRUTAR

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Fuentes: Hemerográficas: Acuña V., Irma Graciela (Comp.). Revista “Jardín de niños Francisco García Salinas”, Jerez, Zac., 2013, 20.

Rabadán R, José Antonio y varios. “Detección e intervención en el aula de los trastornos de conducta”, Madrid, España, Redylac revistas, Educación XX1, vol.

15, núm. 2, 2012, pp. 185-212.

Documentales: Batres G., Mary Carmen. Entrevista “Planeación del grupo de segundo año grupo A”, Jerez, Zac., 2014.

Saucedo M., María Teresa. “Diario de observación”, 26 de noviembre 2014.

Bibliográficas: Ávalos L., María Elena, “Competencias en preescolar; Guía práctica de la educadora”, México, Trillas, 2011, 175.

Deors, J., “La educación encierra un tesoro”, México, UNESCO, Son edición, 1996.

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Dunn, Judy. Antología “Entorno familiar y social I; Bloque II”, México, sin año, 111.

Gardner, Howard. “Las inteligencias múltiples; La teoría en la práctica”, Barcelona, Paidós. Sin año, 309.

Meirieu, Philippe, “Es responsabilidad del maestro provocar el deseo de aprender”, Cuadernos de Pedagogía, 2007.

Secretaría de Educación Pública. “Programa de estudio 2011, guía para la educadora; Educación básica preescolar”, México, Gobierno federal, 1ª edición, 2012, 239.

SEDUZAC. “Programas de desarrollo social/afectivo para alumnos con problemas de conducta”, México, Gobierno federal, sin año, 245.

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