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La simulación de construcción participativa

El documento argumenta que se utilizaron 4 criterios para determinar los elementos clave para la zonificación: Condiciones ecológicas, acceso prevalencia, duración de los impactos y visibilidad de los impactos. Mencionan haber desarrollado la metodología, de límite de cambio aceptable y capacidad de carga turística y rango de oportunidades recreativas, planificadas de manera participativa. En este tenor, repasaremos cuatro puntos del PROTUR que demuestran lo que “está mal” con el PROTUR 1. La simulación de construcción participativa 2. El cálculo inexplicable de capacidad de carga y límite de cambio aceptable 3. Los criterios inexplicables de zonificación 4. Las propuestas “innovadoras” que ponen en riesgo la laguna y la seguridad de los usuarios

La simulación de construcción participativa

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Del diagnóstico realizado al inicio, éste se limita a un recuento de estadísticas proporcionadas por capitanía de Puerto para junio del 2019 y concluye con el diagnóstico de tres elementos: actividades, infraestructura y embarcaciones. Tomando en consideración que el diagnóstico debería basarse y se refiere a la laguna de Bacalar, es extraño cómo el listado de actividades realizadas en la laguna empieza con la visita a zonas arqueológicas y culturales, incluye renta de bicicletas y motonetas, descanso en spa y yoga, renta de cabañas entre otras actividades turísticas

La invitación para participar en la construcción del PROTUR, o solo para comunicar como forma de validación, para científicos, organizaciones ambientalistas y miembros de la Red Mexicana de Cuencas243.declaraba: “…El Programa de gestión común del uso turístico en la Laguna de Bacalar, tiene como objetivo convocar a los usuarios directos de la laguna para lograr la operación sustentable, integrando elementos de uso turístico del patrimonio común…” ¿Cuál era el propósito? “…Construiremos un instrumento de política pública que es posible convertir en una disposición normativa. Desde los deseos, proyectos de la sociedad, la asesoría y facilitación de personas estudiosas del sistema natural y el turismo de naturaleza…” ¿Cómo lo iban a hacer? Entre febrero y marzo (de 2019), asistirían a 4 momentos con diversos temas a compartir y habría trabajo de oficina, gestión y algo de campo para verificación de puntos clave. 3 talleres: Mapeo de elementos turísticos y análisis FODA (9 y 16 de febrero, en las comunidades de Buenavista y Bacalar), Actividades de turismo de naturaleza y estrategias de reducción de impactos socio-ambientales (2 y 9 de marzo, de 2019 en las comunidades de Buenavista y Bacalar) y Estrategias de manejo de visitantes (14 de marzo de 2019). Y un Seminario Reducción de impactos del turismo en la laguna (25 de febrero19:00 a 21:30 horas en el Anfiteatro del Fuerte de Bacalar).

243 https://remexcu.org/index.php/publicaciones/itm-convocatorias/168-invitacion-programa-de-gestion-comun-para-el-uso-turistico-en-la-laguna-de-Bacalar -quintana-roo-protur

Pero esto no fue lo que les dijeron a los representantes de comunidades a los que invitaron a “participar”. La Laguna de Bacalar cuenta con 5 comunidades en su zona costera (Xul ha, al sur, Bacalar, al centro, Buena Vista y Pedro Antonio de los Santos, en su porción Norte), pero en total el territorio incluye dos municipios y 11 ejidos

Imagen 21. Ejidos y territorios alrededor del sistema lagunar Bacalar . Fuente: Google Earth. KMZ Procuraduría Agraria.

(Imagen 21).

Cuando uno observa el alcance de los momentos y las metodologías implementadas de “planeación participativa” y dado que se pretendía que PROTUR fuera un instrumento de regulación de todo el cuerpo de agua ¿por qué la planificación fue tan escueta y deficiente, para colocar el destino de las actividades productivas y la forma de vida de una población aproximada de miles de familias en tallercitos de 4 horas para mapear, hacer un FODA (una matriz de fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas), proponer actividades turísticas, detectar impactos y proponer el manejo de visitantes. Si el objetivo de construir el PROTUR era trabajar en beneficio del patrimonio común que era la Laguna de Bacalar, como se estipulaba, y no era el establecer un ANP ¿dónde quedó la caracterización patrimonial de este sitio? Al final lo que se obtuvo fue una revisión bibliográfica escueta, un mapeo de zonificación de la Laguna, basado en el mapa por consultas puntuales, sin una verdadera justificación del criterio de selección de informantes clave, procedimiento que se repite por los promotores de ANP, como ya mostramos en capítulos anteriores, y que se intentó incorporar como estrategia amañada de validación legal en otro instrumento, las Reglas de Operación de APIQROO244 (Ver APIQROO, en este documento). El mapa tiene una zonificación de usos nada comprensible dado que lo que se buscaba era conservación245 pero el objetivo final se remitió a la “satisfacción del turista y su seguridad”, y para ello, presentó una segregación y exclusión inexplicable de algunas zonas y una libertad casi ilimitada en otras. La construcción participativa de PROTUR se presentó como un proceso abierto e incluyente, donde se iba a implementar una serie de metodologías complementarias para llegar al cálculo del límite de cambio aceptable / capacidad de carga turística y rango de oportunidades recreativas, pero cuando se analiza el documento y se verifican fuentes, nada de eso se fundamentó adecuadamente. En cuanto a los criterios y utilización de los conceptos de Capacidad de Carga y de Límite de Cambio aceptable lo revisamos extensamente, más adelante en este documento en “El mito de la Capacidad de Carga para Turismo”. Si hablamos de procesos participativos, donde se diseñan instrumentos de planeación como este, hay dos cosas que no aparecen en el PROTUR: el cómo se seleccionó a los participantes (en base a las necesidades de información muy específicas) y el cómo se enlazó la información del diagnóstico/análisis bases para construir el resto del instrumento.

A nivel internacional existen reglas bien definidas para lo que la planeación participativa requiere para poder validarse como tal, estos incluyen principios rectores que si bien se establecieron en la década de los 70s, aún continúan vigentes: • Igualar las relaciones de poder y encontrar maneras de dar voz a aquellos que pueden ser invisibles o más débiles en las estructuras de poder organizacionales o comunitarias, que están incrustadas; • Acciones basadas en la situación y trabajar directamente con las personas y sus representantes en su lugar de trabajo o en sus hogares o áreas públicas para comprender las acciones y tecnologías en entornos reales, en lugar de a través de abstracciones formales • Que los procesos den pie al aprendizaje mutuo para fomentar y mejorar la comprensión de los diferentes participantes, mediante la búsqueda de puntos en común y formas de trabajar, que con suerte se fomentan; • Herramientas y técnicas, en situaciones reales, prácticas, concretas y específicas, ayudan a los diferentes participantes a expresar sus necesidades y visiones, • Asumir visiones alternativas sobre la tecnología, si está en el lugar de trabajo, en el hogar, en público o en otros lugares; ideas que puedan generar expresiones de igualdad • Promover prácticas democráticas y poner marcha las prácticas y modelos a seguir para la igualdad entre aquellos que representan a otros.

244 Asociación Portuaria Integral de Quintana Roo, organismo privado a cargo de la administración de la Laguna de Bacalar . 245 De acuerdo al discurso de Luisa Falcón, del Instituto de Ecología de la UNAM.

Uno de los elementos que más se repetían como justificación para querer imponer este instrumento es que había sido construido de manera participativa y consensuada, y que fue validado por los actores locales, validado por las comunidades de la zona de la laguna de Bacalar. Pero una vez más eran las comunidades las que se opusieron a su establecimiento. Lo cual, hacía parecer que las comunidades estaban cayendo en la intransigencia. No obstante, la oposición, como ya puede irse dilucidando en este documento, vino de argumentos sólidos para no aceptar las imposiciones de la tríada, construidas de manera simulada con objetivos muy alejados de la conservación ambiental. Retomando el ejemplo de lo que sucedió en el ANP de Xcalak y de los escritos de análisis de Tello en su investigación (Tello, 2009)246 , el concepto de comunidad del PROTUR estuvo personificada en la representación simplista de un grupo de personas que, la mayoría, estaban ahí porque compartían intereses comunes de grupos ambientalistas, académicos o gobierno; el grupo era parte de la comunidad pero NO era representativo de la comunidad. Muchos de los procedimientos que utilizaron para validar el producto fueron, sin otra forma de definirlo, “simulados”. Esta perspectiva de la simulación la obtuvimos desde el inicio del análisis del instrumento, con las respuestas producto de entrevistas directas con alguno de los actores que fueron convocados a participar en estos talleres y de la opinión sobre el comportamiento y procedimiento en especial de Silvana Ibarra, coordinadora de la consultoría, durante las supuestas consultas, nos da una idea de cómo se dio “la construcción participativa”... “…nos invitaron para oír una propuesta y cuando dimos opiniones a Silvana no le gustó si no estábamos de acuerdo y a fuerza quería que aceptáramos lo que ella decía, yo mejor terminé nomás escuchando, porque al final ella hizo lo que quiso…” Miembro de la cooperativa de Prestadores de Servicios Náuticos Es importante en este punto hacer la observación de que algunos de los involucrados aparecen en el documento de PROTUR como parte del equipo núcleo de logística convocatoria, gestión y facilitación de talleres, pero cuando se les entrevistó para obtener información sobre la forma de integración y gobernanza de dicho equipo, su agenda y su estrategia de trabajo participativo, no sabían de qué estábamos hablando. Aclararon que, como el resto de los actores, asistieron como invitados pero no se les había informado que eran parte de un equipo de trabajo, logística o promoción de algún instrumento. De entrada, es obvio que el documento carece de las bases de diseño participativo, era obvio que cuando llegó a la oportunidad de presentarlo ante los miembros de las comunidades hubieran surgido molestias e intentos de discutir lo que estaba planteado, pero no se les dio oportunidad. “…Pues si nos invitaron a una presentación, de una idea que tenían…pero no nos dijeron que iban a hacer una cosa como una reserva…eran como sus ideas y yo fui y dije ah, pues está bien venir y escuchar esa idea que tienen…pero hasta ahí” Luis Chimal Balam. Presidente del Comisariado ejidal del ejido Bacalar 2018 – 2021247 .

El método sugerido por Geoalternativa requería la consulta con las autoridades y las diferentes figuras de liderazgo en la comunidad, para determinar quién podía tener el conocimiento de la información clave local en temas relacionados con el objetivo que se perseguía (que debía estar a la vista de todos, pero no parece que fue así). Además, los criterios de selección de los actores y los informantes en el proceso de PROTUR nunca fueron claros. No se trató más que de un acto deliberado de tokenismo de los grupos promotores, pues a todas luces era una estrategia de inclusión simulada; una fachada, como diría Luis Guadarrama (2017)248

246 Tello, David (2009) Los pobladores locales frente a los procesos de conservación de la naturaleza. El caso de Xcalak en el Caribe Mexicano. Tesis de maestría. CINVESTAV Mérida (Instituto Politécnico Nacional) 247 Com. Pers. 2021

248 Guadarrama-Rico, L. (2017). Tokenismo y poder.

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